David Stoll, ¿América Latina se vuelve protestante? Las políticas del crecimiento evangélico
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El desarrollo de Visión Mundial

Una razón por la que Visión Mundial invitaba a la sospecha en América Latina era que la organización era un producto de la Guerra Fría. Su fundador, Bob Pierce (1914-1978), había sido uno de los evangelistas de Juventud Para Cristo que condujo al avivamiento en los Estados Unidos a finales de la Segunda Guerra Mundial, y que luego vertió las energías resultantes hacia el evangelismo mundial. Sus primeras campañas se realizaron en China, en donde Juventud Para Cristo esperaba que el cristianismo evangélico fortaleciera la resistencia al avance comunista. Después de que cayó el régimen Kuomintang, Pierce dirigió campañas en Corea del Sur justo antes de que estallara la guerra en 1950. A medida que la marea roja avanzaba, regresó a los Estados Unidos con una película mostrando la condición de los refugiados y solicitó dinero para ayudarlos.

Pierce era un hombre dominante, un empresario de fe, que frecuentemente chocaba con su directorio sobre la forma de utilizar el dinero.{39} Cuando renunció en un arranque de ira en 1967, fue reemplazado por el calmado y organizacional Stanley Mooneyham, ex-secretario de prensa para Billy Graham y organizador del primer congreso mundial de evangelización financiado por Graham. Bajo Mooneyham (1969-1982), Visión Mundial se convirtió en la eficiente multinacional de la actualidad, con un ingreso de 232 millones de dólares en 1985.{40} Visión Mundial iba directo hacia cualquier lugar en donde golpeara el desastre. En 1984, estaba financiando cien operaciones de auxilio, dos mil quinientos proyectos de asistencia a niños y a la familia, seiscientos programas de desarrollo para la comunidad, y unas ciento cincuenta campañas de evangelismo en setenta y siete países.{41} [338]

Visión Mundial se desarrolló con una base financiera más amplia que la usual para una organización evangélica. Desde el inicio, la combinación de evangelismo con el enfoque social de su fundador alienó a la clase de fundamentalista cuyos dogmas constreñían tantos programas. Otra influencia fue el apoyo financiero por parte de USAID, la misma que prohibía el uso de fondos oficiales para el proselitismo. Debido a que Visión Mundial no debía condicionar la asistencia provista por el gobierno con criterios religiosos, se acostumbró a presentarse como una agencia no sectaria, humanitaria, como otros grupos religiosos en la misma línea de trabajo. Finalmente, cuando Visión Mundial cambió sus películas documentales como su principal forma de reunir fondos por la televisión, su alcance se amplió desde los sótanos de las iglesias hacia los hogares, en donde adquirió un mayor número de donantes. A pesar que el directorio de Visión Mundial era evangélico, un porcentaje significativo de contribuyentes no lo era. En Australia y Nueva Zelandia, el 20 por ciento eran católicos, y otro 20 por ciento no tenía afiliación religiosa; en Europa, únicamente el 5 por ciento eran evangélicos.{42}

Stanley Mooneyham presidió varios cambios importantes que mantenían a Visión Mundial junto a la vanguardia del auxilio y desarrollo evangélicos. El primero fue la forma como el grupo gastaba su dinero. Jugando con complejos de culpa en la clase media, el fundador de Visión Mundial había adquirido renombre al ir al rescate de los niños engendrados por soldados americanos en Corea y Vietnam. Bob Pierce fue uno de los primeros en promover el auspicio de niños, la «adopción» de un niño de un país del Tercer Mundo por un norteamericano, el cual prometía enviar diez o veinte dólares mensuales a cambio de una foto del pequeño y de ocasionales notas de agradecimiento. El esquema produjo donantes emocionalmente comprometidos a largo plazo, y en 1985 Visión Mundial se encontraba ayudando de esta manera a 360.000 niños alrededor del mundo.{43} La estable ganancia financiera por el auspicio de niños era tan básica para la industria de auxilio que, como lo ha señalado Alan Youngren, su principal carnada es todavía la foto de un niño que necesita ser recogido.

Dos circunstancias impulsaron a Visión Mundial y a algunas otras agencias de auspicio a experimentar con nuevos métodos. [339] En primer lugar, a pesar de que el auspicio era una forma segura de obtener dinero, la adopción financiera de niños individuales condujo a toda clase de problemas. Si ésta se realizaba como un sistema de donaciones a largo plazo, el dinero, alimento y/o vestido producía una mentalidad de asistencialismo en los beneficiados, volvía celosos a sus vecinos, y levantaba la sospecha de que extranjeros adinerados trataban de alienar a los niños de sus comunidades. El último punto cobró mayor importancia a medida que el clima político se volvía menos amigable hacia la filantropía norteamericana.

En segundo lugar, la cobertura de los medios de comunicación sobre los refugiados en Africa y en el sureste de Asia provocó un auge de entrega a las agencias de beneficencia (y luego provocó una depresión cuando los medios de comunicación se interesaron en otros asuntos, como lo hicieron en 1986 al abandonar a los refugiados por los terroristas).{44} Desde 1978 hasta 1980, el ingreso estadounidense de Visión Mundial llegó a 80 millones de dólares, es decir, más del doble la cifra anterior. Incluso los conservadores evangélicos respondieron más a los llamados humanitarios que a los llamados al mayor evangelismo. El ingreso de las misiones tradicionales se estancó e incluso decayó con la inflación, hasta el punto de que algunas iniciaban sus llamados para la próxima campaña evangélica con la foto de un niño solitario o de la última catástrofe.

Las agencias de auxilio obtenían tanto dinero que les faltaban buenas formas de gastarlo, en una época en que su personal absorbía críticas profundas sobre paternalismo en la industria de auxilio y desarrollo. Para evitar el producir cristianos de arroz, las agencias trataron de cambiar su forma de auspicio, de la ayuda a niños individuales hacia el desarrollo comunitario. Cuando Visión Mundial solicitó a los contribuyentes que adoptaran una comunidad en lugar de un niño, esto no dio resultado.{45} Por consiguiente, al igual que otras agencias, Visión Mundial continuó ofreciendo a los donantes la oportunidad de «adoptar» un niño, con la justificativa de que enviaran más dinero.{46}

El nuevo presidente de Visión Mundial, Stanley Mooneyham, también presidió un cambio en la imagen política. El fundador de la organización, Bob Pierce, había concebido su trabajo como un baluarte [340] en contra de las hordas comunistas de Asia, debido a su formación política en la guerra fría y su asociación con figuras como Chiang Kai-shek y el presidente de Corea del Sur, Syngman Rhee. En Vietnam y en Camboya, Visión Mundial era uno de los grupos fuertemente subsidiados por USAID, lo que levantaba temores comprensibles sobre sus objetivos.{47} Sin embargo, durante los años setenta, cuando se hizo obvio que una estrecha identificación con los Estados Unidos no funcionaba bien en el Tercer Mundo, Visión Mundial trató de colocarse encima del conflicto Oriente/Occidente. Sostenía no tener ninguna ideología política, anunciaba su deseo de ayudar a cualquier persona y trabajaba bajo regímenes comunistas como el del Coronel Mengistú de Etiopía y el de Heng Samrin en Camboya. A pesar de que Visión Mundial continuó aceptando donaciones –alimentos, fondos de emergencia y de desarrollo– de USAID, el porcentaje de su ingreso proveniente de esta fuente decayó significativamente.{48} Sostenía que para sus programas latinoamericanos no aceptaba fondos del gobierno de los Estados Unidos.{49}

Aún los críticos aceptaban que Visión Mundial había ayudado a concientizar a los norteamericanos sobre las necesidades humanas del Tercer Mundo. De vez en cuando, se adelantaba a la mayoría de la comunidad evangélica. Cuando los israelitas invadieron el Líbano y atacaron los campos de refugiados palestinos en 1982, Visión Mundial fue una de las pocas organizaciones evangélicas en hablar a sus miembros sobre las consecuencias. Ante los ochocientos mil lectores de su revista, el presidente de Visión Mundial presentó los 255 cuerpos y sus fluidos que se encontraron en el sótano de una escuela, destruida por una bomba israelí. «Parece que David está resuelto a convertirse en Goliat», escribió Stanley Mooneyham, discrepando con el bloqueo de los auxilios por parte de Israel. «Tal vez algún jefe debería releer esa historia bíblica.»{50}

Visión Mundial fue un colaborador temprano de la Fraternidad Teológica Latinoamericana y de su crítica a las posiciones fundamentalistas. Después de la victoria sandinista en Nicaragua, Visión Mundial canalizó su ayuda de reconstrucción a través de CEPAD.{51} Después de que el Arzobispo Oscar Romero fue asesinado en El Salvador, Visión Mundial volvió a imprimir sus opiniones y posteriormente exhortó a los evangélicos a afrontar los retos presentados por la teología de la liberación.{52} Y cuando Ríos Montt levantó esperanzas evangélicas para [341] Guatemala, Visión Mundial proporcionó una de las pocas valoraciones realistas en los medios de comunicación evangélicos. «Debido a que Montt y otros en su gobierno tienen historias de haber estado intrincadamente involucrados en ordenar asesinatos masivos de campesino», escribió Faith Sand, «la euforia se calmó rápidamente, y eventos como la masacre en Saquiya Dos comenzaron una vez más. Parece que Montt no tiene poder para detener al ejército devastador, o está dando la espalda a los hechos.»{53}

Sin embargo, como lo demostró la reacción frene al artículo sobre Guatemala, Visión Mundial no podía ir lejos. Dos meses después, un administrador todavía se encontraba recogiendo quejas de los hermanos ofendidos. Otro administrador predijo que Visión Mundial no volvería a publicar una historia como aquella, sobre todo porque ofendió al gobierno de Ríos Montt, el cual, la agencia esperaba, mejoraría la situación.{54} En general, mientras que la literatura de Visión Mundial reconocía la base estructural de la injusticia en una forma vaga, no vio razón en hacer más difícil su trabajo antagonizando a las autoridades.

Como Jorge Lissner ha señalado, las agencias de auxilio que desean maximizar las contribuciones financieras se preocupan de mantenerse en el centro del espectro político.{55} Es una explicación plausible para las vaguedades de Visión Mundial en relación a temas controvertidos. Cuando se preguntaba a sus oficiales cuál era la posición de su organización, lanzaban una serie de ecuaciones evasivas. Visión Mundial no estaba en contra de la protesta, pero estaba en contra de la violencia. En cuanto a la teología de la liberación, la liberación era crucial para América Latina, y Visión Mundial no rechazaba ninguna posición teológica que tuviera a Cristo como a su centro. Quería dar poder a las comunidades, proveyéndolas de técnicas administrativas que éstas necesitaban para manejar sus propios asuntos. Visión Mundial quería estar libre de la tiranía de las ideologías en bancarrota, del capitalismo y del comunismo. Quería escoger una tercera opción, aquella del Reino de Dios.{56}

A más de su actitud equívoca, Visión Mundial tenía una reputación por malgastar el dinero y por obviar a organizaciones establecidas. [342] De acuerdo a un análisis, el problema consistía en la prioridad que Visión Mundial daba a la maximización del ingreso. El objetivo de la operación se había convertido en obtener la mayor cantidad posible de dinero para luego entregarla. En lugar de responder a las necesidades de las organizaciones locales existentes, un método que llamaba a una considerable cautela con los gastos, Visión Mundial entregaba dinero a tantas comunidades como le fuera posible.

Más aún, al insistir en trabajar directamente con las bases en lugar de a través de organizaciones intermediarias, Visión Mundial establecía su propia burocracia. Nadie estaba más disgustado sobre esto que los misioneros y líderes evangélicos quienes había asimilado la retórica de Visión Mundial sobre su apoyo a la iglesia local. En la práctica, sentían que se les dejó fuera del cuadro. «En realidad, no trabajaron a través de la estructura existente», señaló un miembro de la Alianza Cristiana y Misionera en Ecuador. «Tienden a provocar cortocircuitos en las organizaciones existentes y a establecer su propio reino.»

Aún así, Visión Mundial mantenía un perfil relativamente bajo y difícil de atacar, al confiar sus programas a administradores no-norteamericanos. Sostenía que, de sus 1.100 empleados a tiempo completo y de sus 8.000 a medio tiempo afuera de los Estados Unidos en 1981, únicamente noventa y uno eran «del Occidente».{57} Desgraciadamente, el minimizar la administración extranjera podría generar una falta de supervisión. Los programas podían alterarse según la trayectoria política de las estructuras nacionales a través de las cuales estaban canalizados.

Notas

{39} Tucker 1983: 470.

{40} Ted W. Engstrom, «The Year the World Cared», World Vision (Monrovia, California), febrero-marzo de 1986, págs. 14-15.

{41} Visión Mundial, 1984 Annual Report, págs. 6-12.

{42} Geoff Renner, director regional, «Visión Mundial y la Misión Integral de la Iglesia en América Latina», noviembre de 1983, pág. 5.

{43} Visión Mundial, 1985 Annual Report, pág. 10. Algunas de las agencias más grandes no eran evangélicas, incluyendo a Christian Children's Fund, Foster Parents Plan, y Save the Children.

{44} Randy Frame, «Relief Agencies Confront A Major Crisis of Their Own», Christianity Today, 19 de septiembre de 1986, págs. 36-37.

{45} Aunque el adoptar a una comunidad pudo haber tenido un mejor resultado en los Estados Unidos que en los otros países que contribuían a Visión Mundial. De acuerdo al 1984 Annual Report (págs. 1-2), los donantes en los Estados unidos proporcionaron las dos terceras partes de los 187 millones de dólares que Visión Mundial tuvo como ingreso ese año, pero patrocinaron únicamente el cuarenta y seis por ciento de los niños.

{46} Youngren 1982: 38-40.

{47} Michael Lee, «World Vision, Go Home!» Christian Century, 16 de mayo de 1979 (págs. 542-544); 4 de julio de 1979 (págs. 707-708) y 1º de agosto de 1979 (pág. 772). Steve Askin, «Hostility, Conflict Engulf World Vision», National Catholic Reporter, 23 de abril de 1982, págs. 9 y ss.

{48} Askin, «Hostility». De acuerdo al 1984 Annual Report de Visión Mundial (págs. 1, 12), el 68,9% de su ingreso norteamericano de $127,4 millones de dólares en ese año provenía de individuos y familias, el 4,2% de iglesias, el 19,5% de donaciones (aparentemente del gobierno norteamericano, principalmente para Polonia), el 4,5% de corporaciones y fundaciones, y el 2,9% de donaciones planificadas e inversiones.

{49} World Vision International 1981: 20.

{50} «Press-time Report: Inside Lebanon», World Vision, agosto de 1982, págs. 12-13, 18. W. Stanley Mooneyham, «Shattered Buildings, Broken Lives», World Vision, septiembre de 1982, págs. 3-11.

{51} Lee Huhn, «Dateline Nicaragua», World Vision, octubre de 1979, págs. 18-19.

{52} Oscar A. Romero, «Taking Risks for the Poor», World Vision, junio de 1982, págs. 6-7. El ejemplar de abril-junio de 1985 del periódico Together, de Visión Mundial, se concentró en la teología de la liberación.

{53} Faith Sand, «An Unpredictable Volcano», World Vision, octubre de 1982, págs. 2-7, 10-11.

{54} Entrevistas del autor, octubre de 1982 a febrero de 1983.

{55} Lissner 1977.

{56} Geoff Renner, «Visión Mundial y la misión integral de la Iglesia», págs. 7-9.

{57} Respuesta de 28 de agosto de 1981 de James Jewell, Visión Mundial-Monrovia, a Frank Viviano, Pacific News Service.

 

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