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El Catoblepas
  El Catoblepasnúmero 3 • mayo 2002 • página 16
artículos
Animalia

La evolución humana
en cuatro cladogramas

Eduardo García Morán

Se ofrecen, en formato pdf, cuatro cladogramas en los que se representa la evolución desde los primates hasta los hombres que hoy somos

Interrogándose sobre los orígenes del hombre moderno, los paleoantropólogos, desde coordenadas epistemólogicas, han venido acometiendo clasificaciones a partir del orden de los primates en las que se integran, en su comienzo, hace entre 65 y 55 millones de años (m.a.), los estrepsirrinos (desnudez de la piel en el área que rodea a la nariz y labio superior escindido: lémures y loris) y los haplorrinos (no presentan la piel desnuda en esa zona y el labio superior es continuo: primates inferiores o prosimios –tarseros o pequeños monos nocturnos que habitan el sudeste asiático– y a los primates superiores o simios –platirrinos o monos del Nuevo Mundo y catarrinos o monos del Viejo Mundo, donde se incluye el hombre–). El problema de tal taxonomía radica, desde que se empezó a perfilar en el siglo XIX, en la insuficiencia de restos fósiles hallados, pese a que ya en los años veinte de la centuria última hasta hoy se han venido rescatando muchos más huesos, y muy significativos, en África del este y del sur, en Asia y en Europa (Atapuerca sobre todo), como principales lugares de referencia. Sin duda, las técnicas de la biología molecular están sirviendo de apoyo, en ocasiones determinante, para ajustar lo más posible un árbol filogenético fiable, que no exacto.

La imposibilidad de la exactitud en el proceso de hominización provoca disparidad de criterios cuando los investigadores elaboran los árboles. Es por esto que, aquí, se pretende dibujar un panorama general que aglutine a las teorías fundamentales de la evolución humana, una suerte de síntesis que nos parece defendible porque no se deja llevar tanto por el concepto de «eslabón perdido» cuanto por el de «conjunto de eslabones encontrados» y, además y consecuentemente, es oblicuo a los dendrogramas característicos en este tipo de estudios, acogiéndonos, así, a los cladogramas, por ser representativos de grupos, no de sujetos, lo que reduce el error.

Desde estas posiciones, presentamos cuatro cladogramas: el primero abarca desde los primates (reino animal, filum cordados, clase mamíferos) remotos hasta los hominoideos (superfamilia que acoge a los póngidos o grandes simios y a los homínidos) más antiguos; el segundo, desde éstos hasta el homínido (familia caracterizada por caminar sobre sus extremidados posteriores, lo que le permite liberar las anteriores para otros cometidos, por ir reduciendo progresivamente el tamaño de sus dientes y por ir aumentando el volumen intracraneal); el tercero, desde el homínido hasta el homo (género) más primitivo, es decir, el que comienza a fabricar herramientas, y, por último, el cladograma 4 se centra en el devenir de ese ancestro africano, surgido hace unos 2.5 m.a. y que se extendió por todo el globo terráqueo gracias a una mente cada vez más compleja, hasta el sapiens (especie), lo que somos hoy.

Ver los cuatro cladogramas
–en formato pdf–

 

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