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El Catoblepas, número 36, febrero 2005
  El Catoblepasnúmero 36 • febrero 2005 • página 13
Artículos

Giro estratégico
en el desarrollo económico-social de China

Eduardo Regalado Florido

Sobre la estrategia de la República Popular China
de exploración a gran escala hacia el Oeste

A pesar de que la República Popular China ha conservado los atributos de crecimiento, mejoras del nivel de vida de la población{1}, paz y estabilidad a través de su proceso de modernización iniciado en 1978, no han escaseado las suspicacias de analistas, de diversas concepciones teóricas e ideológicas, sobre la viabilidad del proceso renovador. Ellos, apoyándose en mayor o menor grado de objetividad, han realizado cuestionamientos, desde los más variados ángulos (económico, político, social, medio ambiental, &c.), sobre la evolución del proceso de reforma.

Específicamente, a partir de la profundización de la asimetría de los niveles del desarrollo económico-social entre las diferentes regiones del país, se han vertido juicios negativos, muchos con carácter catastrófico, sobre la tendencia del proceso reformador emprendido. Sus argumentaciones exponen, esencialmente, con diferentes matices e intensidad, la incapacidad del modelo económico establecido, para garantizar la proporcionalidad del desarrollo regional, así como el surgimiento y desarrollo de fuerzas centrífugas que atentan contra la estabilidad social, política, la gobernabilidad, la seguridad y la integridad territorial.

Ahora bien, a partir del año 2000{2}, las autoridades chinas han expresado y asumido un cambio de dirección en la prioridad regional del desarrollo económico-social nacional. Con mayor énfasis, en el X Plan Quinquenal para el desarrollo económico y social (2001-2005) se le ha dado preferencia a «La estrategia de exploración a gran escala del Oeste», con el objetivo de acelerar su desarrollo, cumplir con las exigencias de una nueva etapa externa e interna que enfrenta la nación y, sobre todo, como condición necesaria para avanzar hacia la tercera etapa de la modernización del país{3}.

A partir de las particularidades del occidente, de la etapa actual del desarrollo del país y de la coyuntura internacional, dicha estrategia ha adquirido una gran relevancia para la dinámica presente y futura de la nación asiática. De ahí que, el presente trabajo se propone un acercamiento al análisis de los antecedentes, causas, naturaleza y repercusiones del cambio de prioridad en el desarrollo regional chino.

Región occidental

El occidente de China está compuesto por seis provincias (Gansú, Qinghai, Sichuán, Shaanxi, Guizhou y Yunnan), cinco regiones autónomas (Xinjiang, Tíbet, Ningxia, Guangxi y Mongolia Interior) y el municipio de Chongqing, directamente subordinado al gobierno central. En su conjunto el oeste constituye un territorio de algo más de siete millones de kilómetros cuadrados, equivalentes a alrededor del 73 por ciento de la superficie total, con unos 370 millones de habitantes, es decir, aproximadamente un 28 por ciento de toda la población de China{4}.

Antecedentes

Primeramente, hay que tener en cuenta que la asimetría del desarrollo regional actual, tiene un carácter histórico. Es decir, el proceso reformador heredó{5} un determinado nivel de desigualdad regional, que se había gestado a través de la evolución económica y social de la nación china. La región del este, que representaba menos del 14% del territorio nacional, poseía más del 70% de las industrias, las líneas de ferrocarriles y las carreteras del país antes de la proclamación de la República Popular China en 1949. Por lo contrario, la parte occidental, mayoritaria en el país, apenas contaba con industrias modernas, especialmente, en las zonas habitadas por las minorías étnicas.

Por tal motivo, en varias ocasiones, las autoridades chinas acometieron acciones para acelerar el desarrollo de la zona occidental. En los años 50, un gran número de proyectos de relevante importancia que fueron concebidos en el I Plan quinquenal, se realizó en esta región. Posteriormente, en los años 60 y 70, se ejecutaron nuevas inversiones y, a la vez, se trasladaron gran número de fábricas de la región oriental, con el propósito de incrementar el desarrollo de la región y con el interés de protegerse de la URSS (considerada principal enemigo en aquel entonces) y de los Estados Unidos, a lo que se le llamó: «período de construcción de la tercera línea». No obstante, la nueva etapa de reforma económica en China recibió la anterior disparidad, y aun más, la brecha ha ido aumentado de manera muy notoria con el avance de las transformaciones.

Del anterior hecho se impone, que para comprender la naturaleza y tendencia del actual desnivel regional, haya que comenzar analizando las condiciones y la estrategia de partida que adoptaron las autoridades conducentes del proceso reestructurador.

Uno de los objetivos rectores que se ha propuesto el proceso de reforma, es el de la apertura al exterior. China se impuso, dentro de la estrategia económica, la atracción de capital y tecnología extranjera, con el objetivo de que contribuyesen a la modernización de la industria y a la creación de puestos de trabajo, así como al fomento de las exportaciones de manufacturas, para generar divisas y aprovechar las ventajas del crecimiento del comercio internacional.

Es necesario destacar que, en los años de inicio del proceso de reforma china, la región en que está situado el país, se clasificaba como «la más dinámica del planeta». En otras palabras, en el entorno de China se estaba experimentando un auge industrial y expansión económica que le posibilitaba utilizar los efectos positivos de la proximidad del foco japonés de exportación de capital y de los polos de desarrollo de Hong Kong, Taiwán y los chinos de ultramar{6}, para su reanimación económica.

Es por eso que, para atraer los flujos de inversión al país, después de tantos años haber estado cerrado al exterior, se comenzaron a realizar acciones que condujeran a motivar a los inversionistas extranjeros en las zonas que brindaban las mejores condiciones y fueran más atractivas para el capital foráneo.

En consecuencia, Deng Xiaoping propuso que las regiones costeras del este del país, debían aprovechar al máximo sus ventajas para acelerar la apertura al exterior y desarrollarse antes y más rápidamente que las demás regiones. Declaró, no obstante, que cuando en todo el país se alcanzara un nivel de vida moderadamente alto a finales de siglo, el Estado dedicaría mayores esfuerzos para ayudar a las regiones centrales y occidentales a acelerar su desarrollo, haciendo énfasis en la concesión de políticas preferentes similares a las aplicadas en la región oriental, en el momento adecuado.

Como puede apreciarse, se concibió la acentuación de las desigualdades regionales como un prerrequisito de un crecimiento balanceado final, a partir de que el ritmo de incremento de la riqueza social no es lo suficiente como para ir delante de las diferencias locales{7}.

Disparidad en el desarrollo regional

Como resultado de la aplicación de la anterior estrategia, se fue profundizando la asimetría en los niveles de desarrollo entre el occidente y el oriente de la nación china. Por ejemplo, el crecimiento económico anual de la región Este se ha acercado a una media del 13% desde que inició la reforma económica, mientras que el de la región oeste se encuentra por debajo del 9%. En el año 2000, el PIB de la región este superaba en un 40% la media nacional, sin embargo, el de la región Oeste equivalía solamente al 60% de dicha media, con un PIB per cápita de alrededor del 60% de la media nacional.

En cuanto a la actividad sectorial, en la parte este del país el valor global de la producción industrial era del 46% del total nacional en 1985, y creció hasta el 66.47% en 1994. Por lo contrario, en la parte oeste la misma variable descendió del 12.75% al 11.33%.

En lo relativo a las inversiones, también, la región oriental ha sido favorecida. Tal beneficio se evidencia en que, las inversiones en activos fijos crecieron en un 62.1% en 1992 y, particularmente, las inversiones foráneas fueron del 89% en 1994, mientras que, en el oeste solamente llegaron al 11%.

Distribución por regiones de la IED acumulada en China hasta 2001
LocalidadCantidad de proyectos% del totalValor contratado*% del totalValor ejecutado*% del total
Total390025100.00745291,0100.00395223,0100.00
Este31505380.8643923,086.4339786,086.0
Centro4671312.0565217.634693,08.8
Oeste282597.2448476.020804,05.3

Fuente: Statistics on FDI in China, MOFCOM
*En miles de millones de dólares.

Por otro lado, en la región del este, que ocupa el 13.5% de la superficie terrestre del país, había una ciudad por cada 4600 Km2 de suelo en 1995, mientras que en la región del oeste, que ocupa el 56.3% del territorio, sólo había una ciudad por cada 47800 Km2.

Desde el punto de vista social, en el oeste vive el 90% de la población más pobre del país, a la vez, que se localizan el 90% de los distritos más humildes en los años 90. Además, la región hospeda la mayoría de las etnias minoritarias del gigante asiático.

Necesidad del giro estratégico

De forma general, la necesidad del giro estratégico en la prioridad del desarrollo regional en China, hay que buscarla en la sumatoria de la compleja interacción de las exigencias de diferentes esferas –económica, política, social, seguridad, medio ambiental, &c.–, dentro del marco de la transición hacia una nueva etapa externa e interna que enfrenta el país.

Las primeras medidas adoptadas en esta dirección, estuvieron muy estrechamente relacionadas con el enfrentamiento a los efectos perversos de la globalización económica{8}. China, a partir de su creciente inserción a la economía internacional y, sobre todo, de las experiencias adquiridas de los azotes de la crisis financiera asiática de 1997, asumió la decisión de desplegar sus potencialidades internas, con la determinación de protegerse de los embates frecuentes que le transfiere la economía mundial, para poder participar en la competencia del mercado global, no dejarse arrastrar por las corrientes excluyentes del proceso de globalización y aspirar a insertarse como productora en las cadenas productivas internacionales.

Por consiguiente, China, dentro de su estrategia económica, se ha propuesto buscar un nuevo balance entre el desarrollo propulsado por las exportaciones y la demanda interna, a favor de una mayor participación de este último, con el objetivo de explotar con mayor intensidad los factores endógenos de su crecimiento económico.

Además, hay que considerar que en la dinámica de la economía china ha estado presente la atonía de la demanda interna en los últimos años, afectación que se ha llegado a convertir en uno de los principales factores que ha restringido el desarrollo sostenido de la economía del país{9}.

A la vez, la intensificación del desarrollo del oeste pretende ofrecer una alternativa comercial a las empresas ubicadas en el este, que se enfrentan a un incremento de la competencia internacional. La brecha en el desarrollo entre la región occidental y oriental, de hecho, le brinda a China la posibilidad de contar con un espacio económico interno de gran potencial de desarrollo, para garantizar el crecimiento sostenible y acelerado de la economía nacional.

La intensificación del desarrollo hacia el oeste, de igual modo, le dará la oportunidad al gigante asiático de contar con un adecuado escenario para combinar los esfuerzos del desarrollo intensivo de carácter estratégico de largo plazo, con el desarrollo extensivo al corto y mediano plazo, y, de esta manera, no detener su alto ritmo de crecimiento económico. Con la ampliación de su mercado, además, el país estará en condiciones de apropiarse de los beneficios de una economía de escala.

El oeste, al mismo tiempo, aporta un espacio apropiado para realizar el ajuste y optimización de la estructura económica e industrial de China. El nuevo espacio brindará la posibilidad de ejecutar la reestructuración y redespliegue industrial desde las zonas más desarrolladas, concepción que está enmarcada dentro del reajuste estratégico, con el objetivo de que posibilite una mayor coordinación de la producción social y elevar la calidad del crecimiento y la rentabilidad de la economía nacional.

En el orden de la competencia internacional, hay que considerar que fuera del área costera, los costos de transporte lesionan el fomento de la competitividad internacional de China, por lo que le urge el desarrollo de la infraestructura de la región.

La dinámica, la lógica y el momento actual de la evolución de China, reclaman acometer un desarrollo armónico entre las distintas regiones. Cada una de ellas, a partir de sus particularidades y la dotación de los recursos, tienen que poner en función sus ventajas comparativas, con el fin de integrarse al todo de la economía nacional y beneficiarse de la complementariedad y sinergia interregional. De esta manera, también, se responde a las exigencias de una división social del trabajo adecuada a la dinámica de la economía internacional actual.

En este sentido, la región oriental aporta ventajas en: la ciencia y la tecnología, recursos humanos de mayor calificación, mercados más desarrollados para la explotación de los recursos naturales del occidente, a la vez, que tienen capitales y productos adicionales que reclaman una plaza de mayor rentabilidad. Mientras que, la región occidental brinda abundantes recursos naturales, bajo costo en la mano de obra y un mercado menos «saturado» que la zona costera.

Es preciso señalar que para que China pueda contar con los recursos naturales necesarios que exige su crecimiento impetuoso, tiene que acometer la explotación a gran escala de la abundante dotación de los recursos naturales que se encuentra en el occidente, de los cuales se afirma, que de los 156 tipos de minerales cuya existencia ha sido verificada en China, al menos 138 se encuentran en las provincias y regiones occidentales, cifra que representa el 88,5% de las reservas del país{10}.

Dentro de ellos se encuentran ricos recursos energéticos como: petróleo, gas natural y recursos hidráulicos; a la vez que, disponen de ricos recursos de tierra, minerales y biológicos. Una vez que sean explotados funcionarían como factores muy importantes en el desarrollo de dicha región y del país.

Recursos naturales de la región del Oeste
Superficie de la tierra57%5,28 millones de Km2
Superficie de la tierra por explotar70%780 millones de Mu
Superficie del bosque36% 
Superficie de la pradera55.9% 
Recursos hidráulicos82.3%557 millones de Kw
Recursos hidráulicos explotables72.3%274 millones de Kw
Reservas de carbón verificadas38.6%379.700 millones de toneladas
Reservas de gas natural86.7%26 millones de metros cúbicos
Recursos de minería39.7% 

Fuente: Pequín Informa, nº 22, 30 de mayo de 2000, página 15.

Por otro lado, muy vinculado a los recursos naturales, otro elemento que reclama la intensificación del desarrollo en el occidente, es lo relacionado con la protección medioambiental. En la región, cuna de los más importantes recursos hidráulicos de China (ríos Amarillo y Yangtsé), existe gran deterioro ecológico, cuestión de alta sensibilidad para el cuidado del ecosistema regional y nacional.

Los propósitos de modernización y revitalización de China, también exigen propiciar un mayor desarrollo a la región occidental del país. Para poder alcanzar la meta de construir en todos los sentidos una sociedad modestamente acomodada y de cuadruplicar el Producto Interno Bruto en el año 2020 con respecto al 2000, como paso intermedio para la edificación de una sociedad moderna en el año 2049, se hace imprescindible acelerar el desarrollo de esta región del país.

Además, recientemente, se refuerza la estrategia de desarrollo del occidente debido a que la nueva dirección ha trazado un nuevo concepto del desarrollo, en el que considerar al hombre como la base, y adquirir un desarrollo integral, coordinado y sostenible. Es decir, se busca un equilibrio entre la economía, la protección del medio ambiente y las reformas sociales, con un reforzamiento a la atención de los problemas sociales{11}.

Aun más, en este sentido, pero desde el punto de vista de la seguridad, hay que tener en cuenta que en el área vive el 90% de la población pobre del país, con una gran concentración de minorías étnicas que, sin dudas, ha creado un terreno fértil para el futuro surgimiento de fuerzas que atenten contra la gobernabilidad e integridad del país. Por tal razón, esta región reclama una intensificación del desarrollo económico, con el objetivo de continuar la lucha contra la erradicación de la pobreza, equilibrar el desarrollo regional y cimentar la integración real de todas las etnias.

La seguridad fronteriza es otro de los aspectos que reclama la intensificación del desarrollo del oeste. De hecho, la zona está enclavada en una región de gran inestabilidad, tráfico drogas y armamentos, en la que operan los grupos secesionista del Turquestán Oriental de los uigures y separatista del Tíbet, que se conectan a otros segmentos que radican en otros países del entorno y realizan operaciones terroristas.

Asimismo, la exigencia del fortalecimiento de la región se refuerza con la presencia norteamericana en Asia Central. Con el pretexto de la lucha contra el terrorismo, Estados Unidos ha instalado bases militares con la más moderna tecnología militar en los cinco países de Asia Central, que, obviamente, representa un peligro real sobre China.

Posibilidad de la aplicación de la estrategia

La traslación del centro de gravedad del desarrollo hacia el oeste del país, no sólo ha dependido de los elementos que han reclamado su necesidad, sino también, de los componentes objetivos y subjetivos que han brindado la posibilidad de su puesta en práctica. Las autoridades han esperado el momento oportuno en que las condiciones están básicamente maduras, el cual ha estado relacionado con la nueva situación del desarrollo económico y social nacional e internacional.

El Estado chino para poder aplicar dicha estrategia, ha tenido que transitar por diferentes etapas de madurez de su proceso de reforma y apertura, así como, de elementos que le han aportado fortaleza y los recursos necesarios para acometerla.

Primeramente, hay que tener en cuenta que desde el inicio del proceso de reforma y apertura, el país ha venido experimentando un crecimiento promedio anual superior al 9%, dinámica que lo ha llegado a ubicar en el sexto lugar mundial por el volumen total de su producción.

De igual modo, su comercio exterior e inversiones extranjeras han presentado un comportamiento vigoroso. El país se ubica en el sexto lugar mundial por el volumen de comercio exterior (851.200 millones de dólares en el 2003{12}), al mismo tiempo, que se ha mantenido por más de diez años consecutivos como la nación en vías de desarrollo que más inversiones extranjeras han recepcionado, condición que ha proporcionado que los inversionistas foráneos hayan adquirido un cúmulo de experiencia que les permite participar con mayor confianza en la economía de este país.

Otro elemento que aporta significativa fortaleza a la nación china, son los indicadores de solvencia de su economía que ofrecen un panorama de solidez, entre ellos: balanza comercial positiva (superávit de 25.500 millones de dólares, en el 2003{13}); segundo país mundial en cuanto al monto de reservas de divisas (439.80 mil millones de dólares a finales de marzo del 2004{14}); una deuda externa (193.630 millones de dólares en el 2003{15}) en relación con su PIB (1 billón 409,9 dólares en el 2003{16}), de alrededor del 13.7%; y su servicio de la deuda, inferior al 9% de las exportaciones.

En los últimos años, además, el modelo económico chino de economía socialista de mercado se ha ido estableciendo de forma preliminar, a la vez que el sistema de regulación ha transitado por pruebas sumamente difíciles, en las que ha demostrado su capacidad de alternativa y efectividad.

Como puede apreciarse, este es el momento de acometer el desarrollo acelerado de la región, porque se ha acumulado la experiencia necesaria en los caminos que propician el desarrollo económico, y porque en los varios años de rápido crecimiento económico, se ha creado una base relativamente fuerte en la zona costera.

La estrategia

Las instituciones encargadas de elaborar los planes de desarrollo del oeste a mediano y largo plazo han sido, fundamentalmente, la Oficina de Desarrollo del Oeste y la Comisión Estatal de Planificación para el Desarrollo.

Para la elaboración de la estrategia, primeramente, se partió de las debilidades y potencialidades que presenta la región, que, en gran medida, determinan su contenido, tareas y prioridades. Dentro de las primeras, han reconocido la ausencia de infraestructura necesaria, subdesarrollo de las comunicaciones, daño de los ecosistemas, escaso desarrollo de la ciencia, la tecnología, la educación, y falta de personal capacitado.

Mientras que en las fortalezas, han destacado la rica dotación de recursos de tierra, energéticos, minerales y biológicos; el potencial de desarrollo de la región; el bajo costo de la mano de obra es relativamente más bajo; y la tenencia de políticas preferenciales para la inversión extranjera.

Sobre tal reconocimiento, las autoridades se han propuesto formular y ejecutar una estrategia, que esté regida por el espíritu de introducción de nuevos enfoques, métodos, mecanismos y con mayor apego a la ciencia y a la tecnología. Para tal propósito, han confeccionado un plan con la intención de que refleje, de manera realista, la situación local presente y que establezca las tareas principales y las áreas claves de desarrollo, encaminadas a solucionar de manera combinada los problemas actuales con los objetivos del desarrollo a largo plazo.

Así pues, el plan elaborado manifiesta un carácter integral y sistémico, en el que están presentes los componentes económicos, tecnológicos, sociales, culturales, medioambientales, &c.; ordenados e interrelacionados en una lógica, que responda a la consecución de las metas propuestas. Además, expresa explícitamente, ponerlos en función de armonizar el desarrollo de la población, el medio ambiente y los recursos naturales.

En concreto, la estrategia está constituida por ejes fundamentales en los que se apoya y articula, como son: la construcción de infraestructura; protección y mejoramiento del ecosistema; la reestructuración industrial; apoyo decisivo de la ciencia, la tecnología, la educación y el desarrollo de los recursos humanos. A la vez, se desglosa en los objetivos y tareas a cumplir en cada etapa específica, en correspondencia a las diferentes exigencias que demanda el complejo y difícil proceso.

Es decir, la explotación a gran escala de las regiones occidentales atañe no sólo al desarrollo económico, sino también a la sociedad, la cultura, la población, los recursos y el medio ambiente. Por consiguiente, dicha explotación se atiene a la estrategia del desarrollo sostenible.

Específicamente, en el X plan quinquenal se ha puesto mayor énfasis en: avanzar en el reajuste de las estructuras regionales de la industria y la propiedad, elevar de forma drástica el nivel de apertura al exterior; consolidar los éxitos en la lucha contra la pobreza; controlar el deterioro del medio ambiente en lo fundamental; y extender el uso de la tecnología para el ahorro de agua en la agricultura y la ganadería.

Un lugar destacado dentro de la concepción estratégica, lo ha ocupado la formación del capital humano. Tal aspecto lo han valorado de esencial, ya que se considera de gran importancia para la concepción y realización de desarrollo, además de contemplarlo como decisivo para alcanzar mayores niveles de competitividad y para poder asimilar la nueva tecnología.

Es de destacar, que el desarrollo de la región se apoya, fundamentalmente, en la construcción de infraestructura, como por ejemplo: ferrocarriles{17}, aeropuertos, gasoductos, redes de suministro de electricidad; instalaciones de comunicaciones, de radiodifusión y de televisión; construcción de obras para la preservación y ahorro de agua, pero, sobre todo, la creación de carreteras será el elemento central.

La construcción de gasoductos adquiere relevante significado pues en la región se encuentran ricos recursos de gas natural{18}, que una vez explotados, funcionarán como factores de gran relevancia en el desarrollo de la zona y del país. Se está ejecutando el proyecto para transportar gas natural desde Xinjiang, en el oeste de China, hasta Shangai, en el este, lo cual se considera un proyecto clave que ejercerá una influencia positiva a largo plazo en el desarrollo económico de China, en el reajuste de la estructura del consumo energético de la nación, en la mejora del medio ambiente regional, en el progreso de las industrias implicadas y en la elevación del nivel de vida de la población{19}.

Se están haciendo, además, grandes esfuerzos en los terrenos del desarrollo ecológico y la protección medioambiental. Dentro de tales acciones, se concibe el cuidado de los bosques naturales existentes y en la plantación de árboles y hierba en las montañas áridas y tierras sin cultivar que reúnan las condiciones adecuadas para la repoblación forestal. De igual modo, se concibe reconvertir los campos de cultivo en bosques o en áreas de pastos, con el objetivo de facilitar la repoblación forestal.

También, la estrategia hace énfasis en los recursos petrolíferos e hidráulicos de la región, debido al incremento significativo de su demanda energética. Es de tener en cuenta, que China es responsable de una cuarta parte del crecimiento del consumo mundial de petróleo durante la última década{20} y que se ha convertido en el tercer consumidor mundial de dicho combustible, por detrás de los Estados Unidos y Japón, condición esta, que la compulsa a explotar todas las alternativas energéticas de la zona.

Con respecto al proceso de industrialización, se le ha atribuido gran importancia al redespliegue industrial con tecnología de avanzada, sobre todo, teniendo en cuenta las características locales. Por tal motivo, se ha priorizado la formación del capital humano, lo que posibilita contar con personal calificado, además, acceder a altos niveles de competitividad y, sobre todo, asimilar la llamada «nueva economía».

Un lugar destacado dentro de la estrategia, lo ocupan las medidas adoptadas para ampliar la apertura, de modo que logre insertar a la región en los flujos comerciales y de inversión foráneas. En este sentido, se han ido eliminando los obstáculos que dificultan la entrada de los capitales foráneos, a la vez que se ha ido desarrollando el entorno de inversión, fundamentalmente, en lo que respecta a las comunicaciones y capacitación del personal.

Para facilitar el proceso inversionista, se ha realizado una selección de los sectores y proyectos de las regiones occidentales más ventajosos para la inclusión en un catálogo específico (Catálogo-Guía Industrial), que sirve como guía a los inversionistas foráneos, los cuales gozarán de las políticas preferenciales, fundamentalmente, en términos tributarios, sobre todo, a los proyectos de reinversión de estas empresas. También se ha aumentado la cuota de acciones que pueden poseer los empresarios foráneos.

Además, se anima a los bancos extranjeros a establecer oficinas de representación y sucursales en esta área, a la vez que se estimula a los empresarios del exterior a invertir en agricultura, obras hidráulicas, transporte, energía, materias primas, protección medio ambiental y otros proyectos.

El resultado es se han abierto más áreas susceptibles a la inversión foránea y se han flexibilizado los requerimientos para el establecimiento de empresas extranjeras.

Retos

Para el éxito de la estrategia, sería imprescindible una inusual combinación de factores: liderazgo nacional efectivo, estabilidad política, disciplina social interna, altas proporciones de ahorro doméstico, flujos continuos y elevados de IED, a la vez que se proteja de las influencias y perturbaciones conflictivas internacionales.

Resultados

Hasta el momento, se han logrado avances sustanciales en la puesta en marcha de dicha estrategia. Desde que China puso en práctica la estrategia de gran desarrollo de su región occidental, el gobierno chino ha aumentado considerablemente las inversiones en esta región.

Por ejemplo, las estadísticas muestran que, entre enero y noviembre de 2001, se invirtieron en las zonas occidentales 361.600 millones de yuanes, que representó un incremento de 22,3%, o de 7,9 y 2,5 puntos porcentuales sobre las regiones orientales y centrales, respectivamente{21}.

Como consecuencia del aumento de las inversiones hechas a partir del 2000 y el inicio de obras representativas, como el ferrocarril de Qinghai a Tíbet y la transmisión de energía eléctrica del oeste al este, las 12 provincias y regiones autónomas en el oeste de China regiones occidentales experimentaron un ritmo de crecimiento económico superior al nivel medio de todo el país.

Específicamente, el Tíbet y la provincia de Qinghai fueron las zonas con mayor crecimiento, en torno al 12,4% cada una, mientras que la tasa más baja del área fue la región autónoma de Xinjiang, con 8,1%{22}.

Durante el primer semestre del 2003, las provincias y regiones autónomas occidentales registraron un crecimiento económico interanual del 10,7%{23}, cifra considerada otro paso de avance para disminuir las diferencias en las tasas de crecimiento en relación con el oriente.

De enero a junio de ese año, se observó un cambio en la tendencia descendente de la producción industrial en la zona, y un grupo de grandes empresas alcanzaron un valor agregado equivalente a unos 29 mil 500 millones de dólares{24}, un alza interanual del 15,8%{25}.

En el primer semestre del 2003, el occidente continuó recibiendo una creciente inversión procedente del oriente del país, con un incremento interanual del 44,8 por ciento, y 6,5 puntos porcentuales{26} más que el aumento en otras partes de la nación. Mongolia Interior, el Tíbet y Shaanxi ocuparon el primer, segundo y quinto lugar nacional en ese renglón, respectivamente.

Recientemente, a finales de noviembre de 2004, en un seminario celebrado en la ciudad de Nanning, se hizo un análisis de los resultados de la aplicación de la estrategia de desarrollo del oeste. De acuerdo con los datos aportados, se habían construido en el oeste 7.000 kilómetros de autopistas hasta finales del 2003{27}. Además, se han construido nueve carreteras nacionales con una longitud total de 16 mil kilómetros{28}, las cuales permiten conectar el occidente con las zonas central y oriental.

Las inversiones en activos fijos en el occidente totalizaron el año pasado el equivalente a unos 130 mil millones de dólares, cifra que duplica las de 1999{29}. Al mismo tiempo, el producto interno bruto añadido creció un 47% y totalizó el equivalente a unos 277 mil millones de dólares, y las inversiones extranjeras pasaron de 13 mil 700 millones de dólares en 1999, a 28 mil millones en el 2003{30}.

Como resultado del estímulo a las inversiones foráneas, este año ya entraron en operaciones 18 proyectos de compañías multinacionales{31}, valorados en unos dos mil millones de dólares.

El seminario concluyó con la convicción de que cinco años después de su lanzamiento, el plan de desarrollo del oeste ha contribuido de manera decisiva al inicio del despegue económico de esa vasta zona de china y que la estrategia no sufrirá cambios en el futuro inmediato.

Tal conclusión, además, se apoya en que desde que se comenzó la aplicación de la estrategia de desarrollo hasta la actualidad, la inversión en activos fijos se ha incrementado en un promedio anual de 20% y a un ritmo de 10%, lo que ha provocado que el desarrollo económico y social haya ingresado en el mejor período conocido de su historia{32}.

Específicamente, en el lapso del 2000 al 2004, el Estado invirtió 17.000 millones de yuanes (2.000 millones de dólares) en la salud pública y la educación de la región, lo que ha contribuido a que más de cinco millones de niños rurales pasaron a las escuelas nuevas{33}.

Del mismo modo, el Estado ha acrecentado las inversiones en el transporte, la industria energética y en el fomento del entorno ecológico. En los cinco años en estas áreas se han acometido 60 proyectos claves, con una inversión planeada de 850.000 millones de yuanes (100 000 millones de dólares){34}, dentro los cuales, en el 2004, se concluyeron y comenzaron la producción total o parcial 23{35}.

Como resultado de los anteriores proyectos, se tendió un total acumulativo de 777 Km de rieles de ferrocarril Qinghai-Tíbet y que se alcanzara un total de 91.000 Km de carreteras nuevas{36}.

Con respecto al mejoramiento ecológico, en los pasados cinco años se reintegraron 19 millones de hectáreas de tierra a la agricultura y la silvicultura. Además, en Xinjiang, Qinghai y Mongolia interior las praderas desertizadas aumentaron su cobertura vegetal en más de 20%, a la vez, que más de 97 millones de campesinos y pastores se beneficiaron de los subsidios estatales por la devolución de tierras al cultivo y los pastos{37}.

Es de destacar, que la política de controlar el crecimiento macroeconómico, para desacelerar el excesivamente veloz incremento de las inversiones y prevenir un recalentamiento de la economía, no influirá en la «Estrategia de Gran Desarrollo en el Oeste», ya que ocupa una posición prominente en la gran estrategia nacional de desarrollo coordinado de la economía regional y la construcción de la modernización.

Sin embargo, el gobierno reajustará la estrategia para adaptarse a la necesidad del desarrollo económico y social global, combinando esta política con la de control macroeconómico del país, con lo que se puede poner en juego, por una parte, la ventaja de recursos del oeste, y prevenir, por otra, la repetida construcción de las obras.

Conclusiones

Bibliografía

Notas

{1} Las mejoras en la calidad y el nivel de vida de la población, han sido uno de los aspectos más controvertidos dentro del proceso de reforma económica de China. No obstante, a partir de las cifras oficiales china, hay que considerar que han reducido el número de pobres de 270 millones a 28 millones y que específicamente en los últimos 20 años, su PIB por habitante se multiplicó por cinco y la tasa de pobreza disminuyó del 64% al 17%.

{2} El Presidente Jiang Zemin presentó oficialmente la estrategia de la explotación del Oeste a fines de 1999.

{3} En la primera fue duplicado el PNB de 1980 en 10 años (1990) y resuelto el problema de la subsistencia elemental de la población; la segunda se propuso para el año 2000 cuadruplicar el PNB de 1980 (se logró en 1996), y alcanzar un nivel de vida modestamente acomodado (el XVI Congreso en el 2002 confirmó el cumplimiento de este objetivo) para el pueblo; la tercera meta señaló, para mediados del presente siglo (2049), llegar al nivel de los países medianamente desarrollados en los principales indicadores macroeconómicos per cápita.

{4} Alfredo G. Pierrat, La Conquista del Oeste, 23/11/2003, Argenpress.

{5} En los treinta años que van de 1949 a 1978, la diferencia del valor del producto regional bruto de las regiones oriental y occidental era de 7,52 a 7,08, es decir, el de la región oriental era 0,44% más alto. China Hoy, vol. XXXXI, nº 5, mayo 2000, pág. 7.

{6} Las comunidades chinas en el Sudeste Asiático constituyen una real fuerza económica: en Singapur constituyen el 77% de la población, y poseen el 81% del capital de las compañías que cotizan en la Bolsa de Valores; en Malasia son el 29% de la población, y controlan el 69% del capital de las compañías en Bolsa; en Tailandia son el 10% de la población, y poseen el 81% de las firmas que cotizan en Bolsa; en Indonesia los chinos constituyen el 3,5% de la población, y controlan el 73% del capital de las empresas. Por último, en Filipinas los chinos representan el 2% de la población, pero controlan entre el 50% y el 60% de todos los capitales. Datos de «Far Eastern Economic Review». Edición del 26 de febrero de 1998.

{7} La desigualdad regional en el desarrollo no ha sido un elemento exclusivo de China. Otros países como los Estados Unidos, la ex-Unión Soviética y Japón han demostrado que es muy difícil desarrollar una economía nacional en modo equilibrado, sin dejar algunas regiones apartadas atrás.

{8} En esta nueva etapa de la internacionalización de la vida económica, se ha caracterizado en el plano económico, fundamentalmente, por que los países han quedado completamente conectados por una amplia y multifacética red de vínculos, mayor vulnerabilidad de las naciones frente a las turbulencias económicas desatadas en la economía global y por una agudización de la competencia.

{9} Aunque es necesario precisar que, en este año (2004), han aparecido algunos síntomas que amenazan con el retorno del «recalentamiento» de la economía, asociado, fundamentalmente, a las proporciones del flujo de inversiones extranjeras que llegan y al gigantesco ritmo de crecimiento alcanzado por el país.

{10} Alfredo G. Pierrat, La Conquista del Oeste, 23/11/2003, Argenpress.

{11} Concretamente, propulsa la reforma y el desarrollo coordinando el desarrollo urbano y rural, el desarrollo regional, el desarrollo social y económico, el desarrollo armónico del hombre y la naturaleza, coordinar el desarrollo interno del país y la apertura externa.

{12} Pequín 21.1.2004 miércoles: castellano@xinhuanet.com

{13} Según la Oficina Nacional China de Estadística (NBSC; National Bureau of Statistics of China).

{14} Reuters, 04.14.04, 12:31 AM ET

{15} Reuters, 04.01.04, 3:48 AM ET

{16} Fuente: Interfax-China, 27 de febrero de 2004. Edición y traducción: InterChina Consulting.

{17} Se espera que en el año 2005 la red ferroviaria de la región cuente con 18000 Km. de vías.

{18} El gasoducto este-oeste aliviará a escasez energética de China, ya que aportará 12 billones de metros cúbicos anualmente. Se calcula que Xinjiang existe una reserva de 8,4 billones de metros cúbicos, por lo que se considera que tenga una duración de 30 años en el suministro del gas.

{19} Según se ha calculado, si el uso de gas natural se incrementa en 10.000 millones de metros cúbico, la tasa de utilización de gas dentro de la estructura básica del consumo energético de China se elevará del actual 2% al 3%. Este cambio de 1 punto porcentual traerá consigo ventajas extraordinarias. En China hay un elevado porcentaje de consumo de carbón, que provoca gran contaminación atmosférica y lluvia ácida, cuyo porcentaje ha superado el 50% en las grandes ciudades. La sustitución completa del carbón por el petróleo, el gas natural y la electricidad no puede llevarse a la práctica, lo que hace que el país consume el 95,6% de su energía correspondiendo al carbón, mientras que el petróleo y el gas natural representan sólo el 3,2% y el 1,2%, respectivamente. El incremento gradual de la proporción de gas natural en el consumo de energía primaria de China será beneficioso. El aumento de 1% en el consumo de gas natural implica que las emisiones de bióxido de azufre, óxido nitroso, anhídrido carbónico y hollín experimentará una reducción anual de 200.000 toneladas, 120.000 toneladas, 25 millones de toneladas y 1,14 millones de toneladas, respectivamente. Los beneficios económicos generados por la utilización de gas natural también son considerables. Los precios del gas natural son muy competitivos. El metro cúbico de gas natural líquido importado es de entre 1,6 y 1,7 yuanes, mientras que el metro cúbico de gas natural nacional es 1,3 yuanes. El poder calorífico del nacional es 8500 kilocalorías, el extranjero es de 3000. Pequín Informa, número 12, 21 de marzo de 2000, pág. 21.

{20} Yuan Chunqiang, «Situación energética global tras guerra contra Irak».

{21} Oeste de China registra un ritmo de crecimiento económico superior al promedio nacional, Diario del Pueblo en línea, 08/01/2002.

{20} Oeste de China crece económicamente más rápido que el resto del país. 2002. China Internet Information Center.

{30} Alfredo G. Pierrat, La conquista del Oeste, Argenpress, 23/11/2003.

{20} Ibídem.

{25} No obstante, ese aumento es inferior al 20 por ciento logrado en las provincias y municipios orientales y del 17,2 por ciento, en las provincias centrales.

{26} Alfredo G. Pierrat, La conquista del Oeste, Argenpress, 23/11/2003.

{27} Llegarán a 10 mil en el 2005 y a 20 mil en el 2010.

{28} Alfredo G. Pierrat, «Resaltan avances del plan de desarrollo del oeste de China», PL. 20 Nov.

{29} Ibídem.

{30} Ibídem.

{31} Ibídem.

{32} Diario del Pueblo, «La explotación del oeste accede a su mejor período histórico», 21 de enero del 2005.

{33} Ibídem.

{34} Ibídem.

{35} Ibídem.

{36} Ibídem.

{37} Ibídem.

 

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