Nódulo materialistaSeparata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org


 

El Catoblepas
  El Catoblepasnúmero 4 • junio 2002 • página 19
polémica

Un epistolario de 2001,
ejemplo de «diálogo» entre «materialistas» indice de la polémica

David Alvargonzález & Martín López Corredoira

Los autores no han tenido inconveniente en que se hagan públicas unas cartas que se cruzaron en 2001 discutiendo sus posiciones filosóficas

Presentación

A finales del año 2000 Martín López Corredoira, entonces investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, se puso en contacto con la Fundación Gustavo Bueno, para intentar establecer relaciones con profesores que pudieran colaborar en la culminación de su tesis doctoral en filosofía. Para facilitar un conocimiento directo de las personas y las posiciones mantenidas, la Fundación organizó una sesión filosófica, el 25 de enero de 2001, en la que Martín López Corredoira defendió su trabajo «Determinismo en la física clásica: Laplace vs. Popper o Prigogine», publicado posteriormente en la revista El Basilisco (nº 29, enero-marzo 2001, páginas 29-42). Durante esa visita a Oviedo, Martín López Corredoira entregó al profesor David Alvargonzález una copia del borrador de su tesis doctoral, pidiéndole que le hiciera todo tipo de comentarios. Creemos que tiene interés publicar las cartas que se cruzaron (utilizando el correo electrónico), como ejemplo significativo de un «diálogo» entre «materialistas» a principios del siglo XXI. El lector debe entender que se trata de una correspondencia inicialmente privada, donde no estaba prevista su publicación. Ha parecido conveniente respetar la literalidad de los mensajes, pero se ha invitado a los autores, a los que se debe agradecer su amabilidad por aceptar la publicación de estas cartas, a incorporar notas explicativas. Sólo Martín López Corredoira ha creido necesario incorporar unas notas en las que ofrece los textos de referencia que facilitan la comprensión de los asuntos discutidos.

• 1 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: ...
Fecha: Miércoles, 28 marzo 2001, 17:15:24

Hola, David, ¿cómo te va? ¿Todo bien en la Fundación?

Me pasaste un artículo de Bueno titulado «En torno a la doctrina filosófica de la Causalidad». ¿Me puedes decir si está publicado el artículo y en caso afirmativo su referencia para poder citarlo? Por cierto, me has pasado dos copias (una de ellas con algunas correcciones a mano), ¿necesitas que te devuelva alguna de las copias?

¿Has leído algo de mi trabajo de tesis (bueno, por ahora es sólo un trabajo; si llega a convertirse en tesis ya veremos)? Dada tu competencia en los temas de la evolución, quizás pueda interesarte leer el cap. 10 y comentarme tu punto de vista.

Pues nada, a seguir bien en tu casa de la playa en Gijón y con tu familia.

Un abrazo,
Martín López Corredoira

• 2 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: Re: ...
Fecha: Jueves, 29 marzo 2001, 11:17:23

Apreciado Martín,

Gracias por tu carta. La referencia del artículo de Bueno sobre la causalidad es esta:

Gustavo Bueno, «En torno a la doctrina filosófica de la causalidad», en La filosofía de Gustavo Bueno (libro, varios autores), Editorial Complutense, Madrid 1992, págs. 207-227. [Actas del Congreso sobre la filosofía de Gustavo Bueno, organizado por la revista Meta en enero de 1989, en la Universidad Complutense].

En las páginas de la Fundación Gustavo Bueno (www.fgbueno.es) hay una bibliografía cronológica de todas las obras de Bueno, por si en otra ocasión necesitas consultar alguna referencia que quieras completar. Puedes quedarte con las dos copias porque yo tengo el libro y no las necesito para nada.

Al poco de marcharte tú, leí tu trabajo entero y lo tengo acribillado de notas y comentarios. Lo tengo en casa. Ahora te estoy escribiendo desde mi despacho de la Facultad y como no tengo tu trabajo delante dejo mis comentarios para otro momento.

Un saludo muy cordial,
David

• 3 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: Re: ...
Fecha: Jueves, 29 marzo 2001, 11:24:26

Gracias David por tu contestación.

Me gustaría conocer esas notas y comentarios que has escrito en mi trabajo. Si crees que son entendibles las notas, me lo podrías hacer llegar por correo ordinario (me refiero a la tesis acribillada de tus anotaciones), si no puedes comentarme por e-mail lo que veas más relevante (si es que esto no es muy pesado para ti). En fin, como prefieras, pero me gustaría tener tus comentarios para poder tenerlos en cuenta (en aquellos en que esté de acuerdo) en la versión final. Estoy también introduciendo en la tesis algunas cosas de Bueno que he leído.

De la situación de mi tesis te comento: de los dos directores que tenía en La Laguna, uno de ellos (Manuel Liz, el de filosofía analítica) ha abandonado, y no quiere siquiera formar parte del tribunal. Cuando le dije que iba a venir Bueno dijo que no quería saber nada... (puso la comparación de que invitar a Bueno es como invitar a Pinochet). Desde luego, se ve que tenéis muchos enemigos por el mundo adelante, !eh!

Ya no estaba muy a gusto con mi trabajo, pero lo de Bueno fue la gota que colmó el vaso. El otro director de La Laguna, Antonio Pérez, el titular de metafísica sigue conmigo, pero tendría que conseguir un tribunal adecuado para leer en La Laguna; y en eso estoy, buscando alguien en La Laguna para el tribunal. La cosa va lenta porque entre que hablas con uno, le dejas los papeles para que los lea, luego tarda semanas o meses, y ... y los múltiples prejuicios que encuentro por las posiciones defendidas... En fin, que en eso estoy, mientras voy incorporando algunos cambios al trabajo.

Otro pequeño inconveniente que voy a tener es que a partir de Octubre ya no estaré en La Laguna, con lo cual si no soluciono esto antes de esa fecha me va a ser más difícil luego. Me voy a Suiza por unos 2 o 3 años; a Basilea, concretamente, donde me han ofrecido un contrato postdoctoral de investigación en astrofísica.

Bueno,... y ésta es la historia de mi vida. Espero que todo os vaya bien por ahí. Un abrazo, y espero tus noticias (sobre tus comentarios a la tesis). Gracias anticipadas por tu atención.

Martín

• 4 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: primer comentario: una cuestión previa
Fecha: Lunes, 2 abril 2001, 10:37:03

El materialismo filosófico, tal como nosotros lo entendemos, supone una idea de racionalidad en la cual la razón es, siempre, razón práctica, una razón que se ejercita (o no, según los casos) en el hacer humano (el facere), por ejemplo, paradigmáticamente, en la técnica y en la ciencia. Esa racionalidad práctica es la misma que está funcionando en nuestro actuar (en el agere) cuando tratamos con otros sujetos. Es, por ejemplo, la racionalidad que se ejerce cuando enseñamos a un niño las normas racionales universales éticas.

Por eso, para nosotros, es perfectamente racional y materialista que se apliquen esquemas causales estrictos en los asuntos del actuar humano de modo que se pueda decir que cierto sujeto (un asesino) es la causa de la muerte de otro (la víctima). Esa causalidad estricta es la que hace que sea plenamente racional la imputación penal. El ejemplo de Zenón (de la página 326 de tu tesis y que citaste también en Oviedo){LC1} tiene una gran efectividad retórica pero nos introduce en un mundo absurdo, irracional, ininteligible y no materialista, un mundo parecido al de la armonía preestablecida de Leibniz donde los nexos causales materialmente existentes se niegan. En el teatro, el asesino dispara su arma y el actor que hace de víctima cae abatido, aparentemente muerto. Pero los dos hechos no están conectados por relaciones causales como en la vida real (donde hay un proyectil real, material) sino que los hechos están sincronizados por la voluntad del escritor de teatro o del director de escena. Igualmente, en el esquema de Leibniz, es Dios el que coordina todas las partes del mundo que, sin embargo, están incomunicadas entre sí. El sistema de Leibniz no es materialista porque las relaciones causales reales (materiales) no se reconocen. El calvinismo al que conduce tu tesis tampoco es materialista, aunque al Dios de Calvino lo llames tú Naturaleza (cfr. p. 307, n. 2 de tu tesis){LC2}.

Desde el materialismo resulta absurdo negar que haya una racionalidad ejercitada en la imputación de la responsabilidad penal (con todos los límites que a esta racionalidad haya que reconocerle en cada caso). El decir: «haz lo que creas que debes hacer» es la proposición más antifilosófica que existe porque supone que, sea lo que sea lo que hagamos, es igual de racional hacer una cosa que otra. Desde una ética materialista esto conduce a la imbecilidad ética y moral.

Por último, para no hacer este primer comentario demasiado largo quisiera añadir lo siguiente: es evidente que, si no tenemos que justificar nuestras acciones, si seguimos la norma «simplemente, hazlo», esto afecta, ineludiblemente, a nuestra propia actividad filosófica, porque ¿qué sentido tiene argumentar sobre nada? ¿Qué sentido tiene argumentar contra la libertad humana o contra el libre arbitrio? Eres tú el que afirma que el individuo no existe y los agraciados como tú ya disfrutáis viendo la luz de la verdad mientras los condenados estamos en las tinieblas de la ignorancia.

Según tú, ni puedes hacer nada para dejar de querer lo que quieres y para dejar de pensar lo que piensas, ni yo tampoco. Uno no puede elegir las buenas ideas sino que eres tú el que has sido elegido por el destino. ¿Qué más quieres entonces? y, sobre todo, ¿para qué escribir una tesis? ¿Para qué seguir hablando de estos asuntos? El destino, sobre el que no tengo control, ha hecho que yo suscriba la tesis de que no todo se reduce a física. El destino, sobre el que tú no tienes control, ha hecho que tú creas que sí se reduce todo a física o que se podrá algún día llegar a reducir (esto último te lo ha dicho la Naturaleza a tí). Pues, muy bien. Tanto gusto. Encantado de conocerle ¿Para qué molestarse en justificar nada si esa justificación será siempre aparente?

Un saludo
David Alvargonzález

• 5 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: Re: primer comentario: una cuestión previa
Fecha: Lunes, 2 abril 2001, 12:16:07

Muchas gracias por tu «primer comentario», David, que, como veo por tus palabras, lleva a un exaltado debate, una discusión en que la pasión por el pensamiento se plasma en muchos párrafos. Eso me gusta; me gusta que la gente se tome en serio el pensamiento, más que como una mera cuestión académica.

El debate filosófico, el intercambio de opiniones, la discusión, es algo que me parece sumamente enriquecedor, pero sólo cuando se cumple una condición: que se escuche y se esté atento a comparar las opiniones del otro.

Existen algunas personas que escuchan a los demás no para aprender nada nuevo, sino para sentenciar cuando no coinciden con las ideas que éstos tienen en su cabeza. Supongo que sobrará decir entre personas que se dedican a la filosofía que existen multitud de posiciones filosóficas, y creer que la de uno es la buena y las demás son malas por norma general no es lo más inteligente. Es bueno intercambiar opiniones e incluso cambiar de opiniones a lo largo de la vida, no agarrarse a un credo único y decir «ésta es mi religión», sin más. Esto lo digo en vano porque sé que éste no es vuestro caso. Me gusta leer en los libros de Bueno sentencias como «nuestro partidismo es dialéctico (...) no podrán estas concepciones [las contrarias a las nuestras], aunque rechazadas, ignoradas o mantenidas al margen».

Dicha esta perogrullada, pasemos a tus puntos:

—Yo no niego la causalidad sino que la afirmo (ver secc. 8.3.3.){LC3}, aunque sea una causalidad indeterminista. No me parece mal hablar de que un sujeto es causa de un asesinato; ahora bien, no es causa primera, es decir, que la causa que lleva al sujeto a asesinar no depende de él sino, por decirlo de un modo vago, de sus circunstancias. Probablemente, su educación en unos barrios bajos y con unos padres que no le hacían mucho caso pudiera tener que ver con la creación del asesino. ¿Me explico? Yo no niego los nexos causales materialistas (no sé de dónde sacas esto). Todo está conectado causalmente; nada de armonías preestablecidas a lo Leibniz. Todo está comunicado, nada de paralelismo.

—La comparación con el sistema calvinista es sólo a título comparativo. Obviamente, Calvino y el materialismo tienen ciertas distancias. Sólo trataba con esta comparación de ser coherente al explicar por qué unos sujetos pueden estar en lo cierto y otros equivocados (quizás no sea yo el que está en lo cierto). Desde un materialismo fatalista cabe concebir personas que tienen más razón que otras, a pesar de que la «razón» no es independiente de la naturaleza y las circunstancias que son causa del pensamiento del sujeto. Quizás deba suavizar esto del calvinismo para que no dé la impresión de que estoy diciendo algo así como «los que no piensen como yo están en la ignorancia». No quise decir eso.

—¿Qué sentido tiene argumentar sobre nada en un materialismo fatalista? Tiene sentido por lo que dije antes refiriéndome a Calvino. Yo (o cualquiera), como sistema animal impulsado por mis instintos y voliciones de distinto origen, no puedo dejar de ser lo que soy. Causas psicológicas, sociales o instintivas me llevan (nos llevan) a realizar actos. Seamos nosotros o no los responsables de los actos, siguen siendo actos. Yo puedo dejar de comer, pero quiero comer, ¿por qué voy a encerrarme en la cabezonería de no comer? Igualmente, yo siento cierta pasión (quizás irracional) por el mundo de la filosofía y el pensamiento en general y pretendo acercarme a este mundo del mejor modo que sé: pensando, escuchando, leyendo, exponiendo a los demás lo que pienso. ¿Cuál es el problema?

—No he abordado con la suficiente profundidad los aspectos éticos en la tesis, salvo unas palabritas en el epílogo (que ni siquiera deben considerarse como parte de la tesis). Hay mucho que discutir sobre cuestiones muy importantes en ética y moral y si no me he extendido más es porque no era el tema de mi trabajo. Ahora bien, si quieres que te responda a alguna cuestión ética que te puedas plantear, no tienes más que decírmelo, que con gusto podemos discutirla (en modo de diálogo, claro; no en el de monólogo). No importa si no estamos de acuerdo en algún punto; importa más bien ser cada uno coherente con su pensamiento y abordar la cuestión desde una pluralidad de perspectivas que pueden ser enriquecedoras.

No comparto tu posición de que la ética sea algo bien delimitado por la razón. Evidentemente, desde una posición materialista como la que mantengo en la que nada hay más que materia (y no sujetos), y lo que llamamos razón obedece a causas mecánicas materiales ajenas a la propia razón (irracionales), no puedo justificar una ética racional; de ahí que sea conducido a la posición extrema que argumento en el apéndice, si es que quiero ser coherente.

En cualquier caso, ten por seguro que la ética es un campo abierto para mí en donde tengo mucho que aprender y en donde estoy deseando que alguien me dé una solución mejor. Por ahora, lo mejor de entre lo que he visto se haya en la posición nietzscheana, pero estoy atento a conocer mejores soluciones. Y, no entiendo por qué me acusas de «antifilosófico»; quieres decir que no soy partidario de un cierto tipo de esquemas teóricos sobre filosofía práctica, ¿no? El fatalismo (derivado de las consecuencias extremas del materialismo) es un tipo de filosofía, ¿por qué no considerarlo así?

—Lo de la reducción a física ya lo hemos discutido. Bien, puede que aquí tengamos algunas diferencias. Si algún día encuentro algún buen argumento en contra del reduccionismo (algo más que «no es reducible porque no se puede reducir»), lo consideraré; mientras, lo mantengo como una hipótesis (un supuesto metafísico, si lo prefieres) que «funciona» y me da explicación del orden del mundo. No soy especialmente «teimudo» en este aspecto, pero, como digo, por ahora no lo he visto. ¿Será que yo (y la mayor parte de los científicos) somos subnormales y no nos damos cuenta de lo que es evidente?

—Otra cosa que no entiendo es que me acusas de salirme del materialismo. Bueno, yo no voy a discutir sobre lo que significa «materialismo» (eso para los filólogos), pero me parece que sigo más bien esta línea. Quizás un materialismo más clásico (un materialismo científico), con un fatalismo implícito que se remonta a los mismos griegos, pero me parece que encajo bien dentro de la línea de pensadores que va desde Demócrito a La Mettrie, desde Laplace hasta Skinner, &c.

Tú dirás. Si me mandas la tesis con tus notas creo que me será útil, pero también cualquier comentario por e-mail como el que me has mandado.

Aparte de tu opinión (sobre si estás de acuerdo o no), ¿qué te parece como trabajo de tesis de filosofía? Un abrazo,

Martín

• 6 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: vuelta con respuestas
Fecha: Martes, 3 abril 2001, 10:14:18

Querido Martín,

1º. Lo que tu escribes en tu trabajo y en la carta que acabas de enviarme no lo escribes tú (que no existes). Tu eres un autómata que escribe completamente determinado por las circunstancias (tu educación, tus padres, &c.), impulsado por los choques entre las partículas que componen las moléculas de Na y K de tus neuronas. Tú no eres responsable de lo que escribes como tu asesino, según tú, sigue no siendo responsable de su crimen (la culpa la tiene su padre y el barrio en el que nació). A propósito, yo no sé que significa «causa primera» para un ateo materialista.

Como yo no puedo actuar sobre esas partículas de tu cerebro, no puedo pretender que escribas cosas diferentes. Crees que razonas, pero no razonas porque lo que sale de tu pluma está íntegramente determinado. Por supuesto, según tú, a mí me está ocurriendo exactamente lo mismo en estos momentos.

Insisto: ¿que sentido tiene, entonces, seguir hablando? ¿para qué considerar los razonamientos del otro si tú (que no existes) ya estás determinado (por tu educación &c.) a actuar de un modo determinado? Y, si no existes ¿cómo puedo yo hablar con alguien que no existe?

Una cosa más, desde tus posiciones ¿qué hacemos con el asesino? Supongo que, puesto que él no es la «causa primera» lo dejaremos libre.

2º. Si te parezco dogmático lo siento. Tú también, a veces, me lo pareces a mi.

3º. Lo interesante del calvinismo no es que tú estés en lo cierto o no. Después de todo tú no existes y a mí me daría lo mismo que fueses tú el que acierta o que fuese otro. Lo interesante del calvinismo, para nuestra discusión, es que el que está en gracia de Dios no lo está por méritos propios ni puede hacer nada para estarlo o para dejar de estarlo. Por tanto, que huelga toda discusión porque el que está en la verdad sencillamente está y el que no lo está, nunca la podrá alcanzar. Tú crees que lees, crees que escuchas, crees que piensas, crees que discutes, pero tu pensamiento (que no es más que una apariencia como tú mismo) está determinado por causas que yo (como contertulio) nunca podré cambiar. Por eso este calvinismo es antifilosófico porque el que está en gracia no necesita discutir nada.

4º. Sobre el reduccionismo de la ciencia es poco lo que quiero añadir. Toda ciencia tiende a reducir la mayor cantidad de fenómenos posibles a sus leyes. Esto es un principio metodológico que no puede ser criticado porque es la norma que hace que las ciencias crezcan y se amplíen. Ahora bien, cuando uno está haciendo filosofía, tiene que darse cuenta de que no existe una sola ciencia sino que hay varias y que, hoy por hoy, no hay ninguna ciencia que reduzca íntegramente a todas las demás. Si tú eres adivino y sabes lo que pasará en el futuro (por ejemplo, sabes que, en el futuro la Física reducirá a todas las demás ciencias) pues mejor para tí . Yo, por el momento, prefiero hacer filosofía desde el presente: hypotheses non fingo.

Un saludo,
David

• 7 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: Re: vuelta con respuestas
Fecha: Martes, 3 abril 2001, 12:04:38

Hola, David. Muchas gracias de nuevo por tus contestaciones. Espero no estar quitándote mucho tiempo, o al menos que encuentres esta discusión interesante como yo la encuentro. Yo, puedes creerme disfruto bastante con ello. Así que si no tienes inconveniente, te replicaré de nuevo.

1. a) Yo no defiendo un determinismo, pero sí un causalismo. Puede que no todo esté determinado; puede haber ciertos elementos de azar; en cualquier caso no está en mi mano controlar esos elementos azarosos.

b) Yo tampoco sé lo que significa «causa primera» (desde un ateísmo materialista); simplemente mencionaba que tal no se haya en lo sujetos.

c) Hay varias teorías que tú conocerás mejor que yo que permiten justificar el castigo en términos materialistas sin alegar al concepto de «libre arbitrio» o «responsabilidad» (por cierto, creo que Bueno me mencionó que estaba leyendo algo de esto últimamente, sobre unos alemanes de filosofía del derecho; pregúntale a él). Por ejemplo, conocerás las teorías utilitaristas de Benthan, cuya máxima es la felicidad del mayor número. Se castiga al asesino no por su culpabilidad como único responsable, sino para prevenir nuevos crímenes y conseguir una sociedad en la que el número de crímenes sea lo menor posible y sus habitantes sean por tanto más felices.

d) ¿Qué sentido tiene razonar si cada uno viene determinado (o al menos restringido por una causalidad)? Menciono algo de esto en 4.1.{LC4} Tiene sentido como lo tiene comer para no morirse; la filosofía alimenta el espíritu (obviamente, hablo de espíritu en sentido poético; nada de espiritualismo). Pero esta pregunta no sólo me la tienes que hacer a mí. Vosotros apeláis también a un determinismo. Los materialistas de muchos tiempos apelaban al determinismo. Recuerda lo del determinismo histórico en Marx; y, sin embargo, no decían que tengamos que cruzarnos de brazos y esperar a que la historia transcurra, ¿no?

2. Tienes razón, somos algo dogmáticos.

3. a) Me repito al punto 1.d) sobre lo de pensar estando determinados.

b) Sí puede un contertulio cambiar de opinión en algunos puntos, porque la discusión forma parte de sus experiencias que condicionarán su pensamiento. Claro que la propia discusión hubiese estado determinada de antemano (si uno es determinista).

c) Repito que lo del calvinismo es a título comparativo. Aquí nadie quiere discutir sobre la gracia o los «elegidos». Simplemente argumento que no es incompatible estar determinado (o sujeto a causación, puede que indeterminista) y tener una representación correcta de algún fenómeno en el universo. Por ejemplo, uno puede pensar que la luna tiene cráteres y al mismo tiempo estar determinado a tener esa idea; otro individuo puede creer que la luna es perfectamente esférica y también su pensamiento viene determinado. Lo que pretendo decir es que no importa estar determinado o no, o no importa la causa del pensamiento. Se puede evaluar si alguien tiene razón o no independientemente de su circunstancia. Puede que mi respuesta no te satisfaga. Querría oír la tuya (suponiendo un determinismo causal como creo que supones, ¿no?).

4. Creo que tienes razón, no existe una sola ciencia, y no creo que haya nunca una ciencia que sustituya a las demás. Quizás me he expresado mal en algún lugar. Lo del reduccionismo es, como dices, una hipótesis de trabajo. En la ciencia se utilizan muchas hipótesis (metafísicas) que no son precisamente demostrables con rigor; pero que se toman por correctas mientras la cosa funcione y no venga alguien a decir; !no!, esto no es correcto (como ha sucedido con las concepciones del espacio-tiempo, el determinismo causal, el concepto de trayectoria continua, &c.). Por ahora esto es lo que hay en el pensamiento científico actual. Admito que se puede discutir sobre la cuestión, pero me parece que no hay ningún argumento contundente que invalide la hipótesis reduccionista.

¿Crees que los extraterrestres están visitando la Tierra en su platillos volantes? Hay personas que dicen que la ciencia todavía no ha podido explicar todos los casos OVNIs registrados (queda un 5% de casos sin explicar con elementos conocidos). Muchos ufólogos piensan que, como la ciencia no puede explicar el 100% de los casos, precisamente en el 5% que falta se halla la evidencia de que los extraterrestres nos visitan. Algo similar ocurriría si uno pretende refutar el reduccionismo porque no podemos transcribir en ecuaciones de la teoría cuántica la conducta de un elefante.

En cualquier caso, el reduccionismo no es un tema que me preocupe demasiado.

Como verás, en la tesis, no defiendo que la física deba explicarlo todo sino más bien lo contrario. Argumento que la neurología tiene más que decir sobre los fenómenos mentales que la física. Mi dirección en la argumentación no pretende decir que los físicos deban pronunciarse sobre cualquier cuestión.

Aunque, eso sí, utiliza la argumentación reduccionista para justificar que el indeterminismo cuántico pudiera (quizás) tomar parte en los fenómenos neurológicos (cap. 6).{LC5}

Gracias mil de nuevo por tu atención.

Un abrazo,
Martín

• 8 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: más comentarios al hilo de tus respuestas
Fecha: Jueves, 5 abril 2001, 12:07:18

Querido Martín,

Sigo haciendo comentarios al hilo de tus respuestas:

1.b. Si no sabes qué significa «causa primera» ¿cómo puedes aplicar ese concepto para explicar los actos de nuestro asesino? ¿Por qué los sujetos no van a ser causas de cosas? ¿Acaso el artesano o el artista no es causa del producto que construye? ¿Existirían esos productos (el ánfora, las Meninas, la sinfonía concertante) si esos sujetos no hubieran existido (el artesano, Velázquez, Mozart)?

Por vía de ejemplo: en la mecánica de Newton decimos que la gravedad es la causa de la desviación del móvil que describe una cónica (el planeta, el proyectil en tiro parabólico) porque suponemos que, si la gravedad no actuara, el móvil seguiría su trayectoria inercial (newtoniana, rectilínea). Asociamos la causa (gravedad) al efecto (desviación según la cónica) porque en ausencia de la causa no se da el efecto. ¿No podemos aplicar este mismo esquema al artesano o al asesino? Decimos que el contacto del espermatozoide con el óvulo es la causa de la fertilización y el posterior desarrollo embrionario (y, así, imputamos la paternidad a un sujeto) porque en ausencia de espermatozoide no hay fertilización (qui peperit, cum viro concubit, decía Cicerón).

c. En tu trabajo, el ejemplo de Zenón deja sin especificar por qué se justifica el castigo del culpable y hace que este castigo resulte ininteligible (pues se cortan los nexos causales con la acción reprobable). Me gustaría saber cómo justificas tú ese castigo o si, finalmente, dejamos al asesino en la calle.

d. Yo como para no morirme. Puedo decidir dejar de comer y morirme. Puedo matarme. Cada minuto que estoy vivo es porque lo quiero estar y mi naturaleza me lo permite. Yo estoy determinado por muchas cosas: el momento histórico en el que nací, el país en el que nací, la lengua que hablo, el cuerpo que tengo, mi educación, &. Pero eso no significa decir que si yo ahora asesino a alguien vilmente no sea responsable de esa acción. Si soy descortés contigo también seré responsable de esa descortesía. Si dejo embarazada a una mujer soy responsable de la educación del hijo que nacerá.

Si escribo un trabajo soy responsable de lo que digo en él y, por eso, estoy comprometido en lo que se dice en él. Yo no puedo achacar la responsabilidad del embarazo o de mis obras a las fuerzas ocultas de la naturaleza, a los campos que regulan las cuatro fuerzas de la física y así ir hacia atrás: si fuera así, el último responsable de todo, esa «causa primera» sería la Gran Explosión Caliente. Si tú no eres responsable de lo que escribes ¿qué sentido puede tener para mí el discutir contigo? Es urgente que tu me dés algún criterio racional y operatorio para saber dónde hay que parar las cadenas causales ¿o hay que continuarlas todas hasta la Gran Explosión?

3.c. Yo soy yo y mi circunstancia, como decía Ortega. Vuelvo a decirte que yo no niego que estoy determinado por muchas cosas (por ejemplo, por mi genotipo), pero unas cadenas causales pueden desconectarse de otras (porque si no fuera así, todo estaría relacionado con todo y no podríamos conocer nada, como dijo Platón en El Sofista), y hay cadenas causales en las que yo puedo intervenir y que yo puedo controlar.

4. En el pensamiento científico actual hay muchos reduccionismos distintos e incompatibles, uno para cada ciencia. No hay un punto de vista científico, como tú pretendes, sino varios, uno para cada ciencia. El físico tiene el suyo, y el químico el suyo, y el biólogo y el matemático y así, &c.

En cuanto a los extraterrestres: las razones por las que se puede desconfiar de las experiencias de los que dicen haber visto extraterrestres son muy distintas del asunto de los reduccionismos científicos, y me parece un ejemplo muy desafortunado. Tampoco los criminólogos son capaces de resolver el cien por cien de los casos y no por eso pensamos que los asesinatos no resueltos los cometieron extraterrestres. La discusión de si la física, en un futuro, podrá transcribir en ecuaciones de la teoría cuántica la conducta de un hombre me parece completamente estéril porque la historia de las ciencias nos demuestra que el futuro de las ciencias no se puede predecir (concretamente los físicos –Kelvin, Hawkins, &c.– se han ido luciendo con sus predicciones). Precisamente la parte más estéril del materialismo dialéctico fue la que predijo el final del capitalismo y el advenimiento del comunismo. La plataforma desde la que estamos haciendo filosofía es el presente y a ese presente hay que atenerse. Esta plataforma es, en gran parte, el estado actual de las ciencias (incluida la física que, hoy por hoy, ni siquiera está unificada). Si tú tienes capacidades especiales para hablar desde el futuro (desde el siglo XXIII) a mí eso me suena lo mismo que el creyente que tiene información especial porque se la ha dado Dios. Todos somos hijos del presente y hacemos filosofía desde el presente: si no respetamos esa regla racional fundamental es prácticamente inútil discutir.

Un cordial saludo,
David

• 9 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: fin de la discusión
Fecha: Jueves, 5 abril 2001, 12:37:19

Para ir cerrando este capítulo de discusiones varias, diré en breve el punto que nos separa:

De tus contestaciones a 1.b y 3.c, veo que en tu filosofía existe un sujeto que puede generar (o intervenir en) causas independientemente de lo que le condiciona. Esto yo lo interpretaría como un dualismo, pero no quiero juzgar tu filosofía sin conocerla a fondo.

Me preguntas dónde pongo las causas primeras, ¿en el big bang? (no estoy muy convencido, por cierto, de las teorías cosmológicas que nos venden).

Yo más que hablar de causas diría, como Engels en su «Dialéctica de la naturaleza», que todo se resume en que los hombres son víctimas de la energía en movimiento de la materia cósmica. Esto es materialismo. Platón no me parece el prototipo de filósofo materialista precisamente.

¿Dónde están los herederos de este materialismo fatalista? ¿En concepciones subjetivistas que sitúan al individuo como algo desgajado del orden cósmico siendo creadores directos de sinfonías, cuadros, etc.?

¡¡Oh, shame, shame!! Me parece que me he equivocado de departamento, he ido a parar de nuevo junto a un dualista; pensé ver en la puerta el letrero de «aquí materialistas». Perdone, ¿me he equivocado?, ¿no era aquí donde se estudiaban a los pocos materialistas que en el mundo han sido?

(NOTA: como ves estoy un poco de broma. Espero que no te lo tomes a mal. Me gusta de vez en cuando ser irónico, pero no te lo tomes muy en serio).

Bueno, aclarado que partimos de puntos de vista distintos (y suponiendo que tú respetas las posiciones materialistas aunque no las compartas) dime si te apetece venir a Tenerife como tribunal de la tesis a discutirme todo esto o prefieres censurar mi trabajo (quizás bajo el pretexto de que quien no piensa como tú es que no sabe pensar) y hacer lo posible para que este tipo de trabajos queden bajo tierra. No me vale la respuesta: es inútil discutir, o estoy determinado a tal o cual...; ésta es la vieja historia de lo que los griegos han dado en llamar la «razón perezosa». Ni yo ni tú somos perezosos con lo cual no vamos a apelar (como el esclavo de Zenón) al destino para justificar nuestros actos.

No, yo no dejaría al asesino en la calle. Lo castigaría, ¿por qué? Porque creo que eso es lo mejor para el bienestar de la sociedad. Igualmente, no me importa que tú o yo seamos responsables de lo que hacemos; al caso, en la práctica, no habría diferencia: seguirá habiendo amigos y enemigos y seguirá aplicándose lo que me dijo Gustavo hijo: «ni olvidamos a nuestros amigos, ni olvidamos a nuestros enemigos». Bueno, yo por ahora no tengo nada que decir con respecto a vuestra filosofía; puede que no comparta algunos puntos, pero me parecéis mucho más razonables que muchas de las otras enseñanzas que se venden por este mundo de la filosofía académica.

Espero que mi filosofía (simpática o no) pueda caer entre el círculo de vuestras afinidades.

Un abrazo,
Martín

• 10 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: fin
Fecha: Viernes, 6 abril 2001, 09:16:48

Yo, que soy un individuo que no existe, víctima (¡ahí va metáfora!) de la energía en movimiento de la materia cósmica, yo que hago lo que quiero pero no quiero lo que quiero, sin ninguna responsabilidad sobre mis actos, como autómata consciente que soy, temporalmente profesor de filosofía (hasta que la física, en breve, lo explique todo y se acaben la filosofía y todas las demás ciencias),

Si tú, otro individuo que no existe, quieres (aunque no quieres lo que quieres) que esté en el tribunal de tu tesis de filosofía (¿para qué hacer una tesis de filosofía si ésta está condenada a desaparecer?)

No tengo inconveniente, es decir que quiero aunque no quiero lo que quiero y no existo como individuo y «vivo sin vivir en mi y tan alta vida espero que muero porque no muero» (te confieso que me estoy mareando).

Un saludo,
David

nota: para otra vez que quieras saber si acepto estar en el tribunal de tu tesis me lo preguntas directamente y así no perdemos tiempo.

• 11 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: Re: fin
Fecha: Viernes, 6 abril 2001, 12:08:30

Perdona un inciso más (que conste que yo puse fin en el anterior e-mail para no darte más la lata, no por que no tenga más ganas de discutir; creo que tú estarás ocupado con tus cosas y no debo abusar de tu paciencia).

Creo que me acusas injustamente de un positivismo antifilosófico en que la física lo va a explicar todo y no va a dejar lugar para las otras ciencias ni para la filosofía. Repito que es injusta esa acusación. Sin duda me estás confundiendo con Hawking, Penrose u otros individuos que mencionabas con los que no tengo nada que ver (e incluso critico). Repito: la naturaleza es una, las ciencias son muchas. ¿Queda claro así? Todo en la naturaleza se reduce a fenómenos físicos; lo que no quiere decir que los físicos vayan a invadir otros campos. Y añado que la filosofía (en un sentido amplio) nunca será sustituida por las ciencias puras (ver el epílogo de mi tesis E.1).{LC6} NO, NO, y NO. No soy un físico que viene a desplazar la filosofía ni las otras ciencias.

Te pregunté si querías estar en el tribunal, no porque fuese el único motivo de nuestra discusión, sino porque tu discurso me estaba oliendo al último que me dio mi exdirector de tesis (el de filosofía analítica). Éste, después de decirme que me dejaba en la estacada, me dijo que estaba destinado a ello, como pitorreándose de mí encima.

Más bien te preguntaba lo del tribunal para saber si todo tu discurso iba dirigido a quitarme de encima.

Me preguntas para qué hacer una tesis de filosofía. Realmente no es una prioridad en mi vida. Sí lo es la filosofía como actividad. Soy humano, amo la vida, la música, la literatura, las mujeres, etc. tengo mis pasiones; no soy razón pura. No soy una máquina de producir razonamientos exactos, no soy tampoco un especialista encargado de resolver una parte del puzzle sobre el conocimiento de la naturaleza. Soy amante de la sabiduría (filósofo) en tanto que pasión humana, humanística. Creo que en este mundo sobra tanta ciencia y falta filosofía; pero no cualquier filosofía me vale, no una que salte a la torera los resultados de las ciencias, por ejemplo. Y me preocupan las cuestiones éticas, el deber-ser, aunque ello suponga un absurdo en un contexto fatalista. Soy humano, sujeto a pasiones, y el pensamiento (que yo identifico con filosofía) me parece la más alta cota a alcanzar como ser humano.

¿La tesis? Probablemente me canse antes de reunir a 10 personas para que me den el visto bueno sobre la misma. Aunque si no fuese por mi paciencia (que tiene unas cotas bastante altas) ya lo hubiese dejado hace tiempo dada la gran cantidad de insultos que he tenido que aguantar, la cantidad de veces que se me ha animado para que me largase de la facultad de filosofía y me fuese con mi (poco simpático) rollo a otra parte.

Pero soy gallego (cabezón; hasta para eso he nacido predestinado), y no me gusta que me digan que me vaya sin más porque estorbo. ¿Por qué una tesis? Pues por lo mismo que hice una tesis en Ciencias Físicas, supongo. Para abrirme camino en la vida, para tener mayor contacto (oficial) con el mundo de la filosofía, que me interesa en muchos aspectos más que la física, etc. ¿Para qué estudiar, en general? Para aprender, para poder presumir ante los demás de conocimiento (voluntad de poder), etc.

Si al final no puede ser lo de la tesis, pues habré desperdiciado en cierto modo mi tiempo, aunque no me arrepiento de ello porque realizándola e interaccionando con los filósofos de las facultades creo que he aprendido muchas cosas.

«Vivo sin vivir en mi y tan alta vida espero que muero porque no muero». Esto es de Garcilaso, ¿no? ¿Un soneto de amor, quizás? Ese «vivo sin vivir en mí» se refiere a un estado de enamoramiento. Hay, David, más poesía de la que te imaginas en la fría concepción de un universo mecánico.

Amor fati, amor fati...; sí, realmente vivo sin vivir en mí, es apropiado el verso.

Un abrazo,
Martín

• 12 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: tesis
Fecha: Viernes, 6 abril 2001, 12:19:00

!Ah!, mándame, por favor, la tesis con tus comentarios.

Martín

• 13 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: Re: tesis
Fecha: Lunes, 9 abril 2001, 10:14:56

Querido Martín,

Mi reticencia a mandarte la tesis con los comentarios de mi lectura no es porque no quiera colaborar contigo sino que sólo se debe a que son notas tomadas sobre la misma tesis en una letra prácticamente ininteligible y en un estilo que sólo yo puedo entender (puesto que son referencias cruzadas a razonamientos y materiales míos de otras partes). Contienen exclamaciones, descalificaciones, insultos, &c.

Algo privado que no es políticamente correcto. Supongo que sabrás entender esta circunstancia.

Recomendación: repasar la obra poética de Santa Teresa.

Un saludo,
David

• 14 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: Re: tesis
Fecha: Lunes, 9 abril 2001, 11:04:46

¡Ah!, pues sería de Sta. Teresa el poema, sería...

No importa con lo de la tesis; como dices, si las notas están en clave probablemente no las pudiese entender.

Vale, un abrazo, David, y hasta la próxima,
Martín

• 15 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: Re: tesis
Fecha: Martes, 24 abril 2001, 15:38:51

¿Mucha lluvia por Oviedo?

Una pregunta más acerca del asunto de la tesis. Independientemente de si compartes sus posiciones, ¿te pareció su lectura clara y el tratamiento adecuado para una tesis (suficientes referencias bibliográficas, argumentación detallada, etc.)? ¿Sugieres algún cambio para mejorarla (sin variar el contenido)?

Otra cosa. Estoy interesado en desarrollar un trabajo de rigor acerca de la filosofía de la cosmología (cosmología física del s. XX, me refiero); algo que me parece muy necesario para evitar los abusos de autoridad que parecen tener algunos científicos al respecto, y de lo que no hay demasiados trabajos filosóficos exhaustivos por parte de buenos conocedores de la materia.

¿Hay alguien en la fundación (quizás tú) interesado en estos temas? Creo que os podría interesar profundizar en este tema con la base del materialismo filosófico. Si estáis interesados en estas cuestiones, sería para mí un placer que pudiésemos hacer algo juntos al respecto.

Yo, al respecto, tengo bastante material recopilado sobre textos de trabajos científicos; pero quizás un punto de vista más puramente filosófico pudiera enriquecer el enfoque.

Antes de nada, si fuera de tu agrado discutir sobre estos asuntos, querría saber qué opinión te merece la cosmología actual, el big-bang, etc.

Un abrazo,
Martín
P.D. Feliz día del libro (con un día de retraso)

• 16 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: mucha lluvia por Oviedo
Fecha: Viernes, 27 abril 2001, 09:59:01

Estimado Martín,

Contesto seguidamente a tus preguntas:

Efectivamente, yo no comparto tus posiciones y esas diferencias hacen que yo no encuentre rigor en muchos de tus razonamientos puesto que asuntos que filosóficamente me parecen muy importantes para tí resultan irrelevantes.

Lo que sí es cierto es que tu manera de exponer, tanto por escrito como oralmente, es muy clara y esto es una virtud rara y muy de agradecer.

Otra cosa distinta es que, si yo hiciera una tesis o la dirigiera sobre este tema no la haría así. Tu trabajo tiene una organización más propia de un ensayo que de una tesis doctoral.

En cuanto a la bibliografía:

1. una cuestión de detalle: los títulos de los libros nunca van entre comillas

2. otra cuestión de detalle: los clásicos de la historia de la filosofía (Platón, Aristóteles, Descartes, &c.) no se citan como tú lo haces.

3. una cuestión más general: la bibliografía final es un barullo: merecería la pena separar: a. lo que son clásicos de la historia de la filosofía que son imprescindibles para tratar filosóficamente el tema sin redescubrir el Mediterráneo; b. lo que son clásicos de la historia de la ciencia; c. lo que es propiamente ciencia contemporánea; d. lo que son ensayos de autores actuales. Si hicieras este pequeño esfuerzo te darías cuenta de muchas cosas (cosas que sobran y cosas que faltan). En general es una bibliografía indiscriminada.

Acerca de tu proyecto de trabajo de filosofía de la cosmología me gustaría desearte mucha suerte. El profesor Bueno tiene algunas referencias interesantes en sus cinco tomos de la Teoría del cierre categorial. Yo te agradezco muy sinceramente tu ofrecimiento a colaborar contigo que me hace sentirme muy honrado, pero nuestras diferencias en los principios filosóficos son demasiado graves como para que esa colaboración pudiera tener algún éxito

Un saludo muy cordial,
David

• 17 •

De: Martín López Corredoira
Para: David Alvargonzález
Título: ...
Fecha: Martes, 19 junio 2001, 13:03:28

Hola, David.

Ya estamos en el veranillo, ¡eh! Supongo que tendrás ahora más tiempo para tus cosas...

Por aquí las cosas estás estancadas (respecto a mi tesis). Después de meses buscando personas en La Laguna para mi tribunal, mi director aquí (el de metafísica), me sigue poniendo reparos; ahora dice que no quiere invitar a Bueno, y tampoco hace nada por buscar a nadie. En fin, he hablado con Gustavo Bueno (hijo) preguntándole si todavía hay posibilidad de leer ahí, en Oviedo, la tesis... y estamos considerándolo. Tu me decías que podías estar en el tribunal, ¿no? Sería para que Gustavo hijo me firmara como supervisor y dos más de vosotros estaríais en el tribunal. ¿Qué te parece el plan?

Del contenido de mi tesis creo que, comparado con vuestros trabajos, tira demasiado hacia un materialismo científico, y se apoya en unas tesis cientificistas que quizás no sean comunes en vuestro grupo (por ejemplo, en el tema del reduccionismo). Sin embargo, creo que quitando temas secundarios la tesis materialista está presente en toda la tesis y comparto ideología con los puntos principales de vuestra obra. Al menos, en el panorama filosófico actual creo que es en vuestro grupo donde mejor se ampara mi pensamiento. Espero que no haya problemas por cuestiones secundarias, y que las ramas dejen ver el bosque. Si las ramas molestasen se podrían podar. El bosque, el núcleo, como numerosas veces os he referido, está en una crítica a esa ciencia «new age» que pretende desmarcarse de la tradición materialista. Efectivamente, mi trabajo puede resultaros grosero y básico a vosotros que tanto tiempo lleváis en estos berenjenales, pero las bases están ahí. Ése es el tema de mi tesis: discutir si los nuevos hallazgos científicos nos inducen a apartarnos de esos conceptos básicos y simples que manejaban muchos científicos del s. XVIII-XIX.

Un abrazo,
Martín

• 18 •

De: David Alvargonzález
Para: Martín López Corredoira
Título: Re: ...
Fecha: Jueves, 21 junio 2001, 09:49:53

Estimado Martín,

Esta carta es para reiterarte mi compromiso de estar en el tribunal de tu tesis doctoral, léase ésta donde se lea. Por lo demás, yo desconozco si es o no posible, y si es o no recomendable, trasladar una tesis doctoral que ya está hecha de un sitio para otro.

Probablemente Gustavo sabe más que yo de esas cosas.

Un saludo cordial,
David

• Notas •

Notas de Martín López Corredoira

{LC1} Nota de Martín: el ejemplo citado de la p. 326 se corresponde literalmente al párrafo:

«Es famoso el caso de Zenón de Citium, el fundador del estoicismo, en que éste sorprendió a uno de sus esclavos robando y le golpeó como castigo. El esclavo, entonces, que conocía las proclamaciones de Zenón, dijo: «...no deberías castigarme por robar. El destino, sobre el cual no tengo control, ha determinado que yo debería robar.» A lo que Zenón contestó: «El destino, sobre el que yo tampoco tengo control, también ha determinado que yo debiera golpearte por eso» (Hallie 1972, «Zeno of Citium», en: The Encyclopedia of Philosophy, Edwards P., ed., vol. 8, 368, MacMillan and the Free Press, New York-London). No se precisa mayor complicación para justificar el castigo, aunque realmente no se lo está justificando; simplemente, se dice que las cosas son como son porque son así y no hay nada que justificar en nuestra conducta. Ante la pregunta «¿Debo castigar al esclavo?» surgiría una respuesta tal como «hazlo si te parece justo, pero no intentes justificar esa justicia; tú posees un concepto de justicia en tu mente y lo debes aplicar, pero no tiene sentido preguntarse por las causas que te llevaron a tener ese concepto». Se trata de un uso del poder sin más: tú impones tu concepto de justicia porque puedes, porque eres más fuerte que el esclavo a castigar.»

Cabe añadir otro ejemplo que se me ocurre relacionado con la actualidad: el concepto de justicia que poseen los norteamericanos, apodado por ellos mismos como «justicia infinita», para invadir países como Afganistán, o aquellos a quienes se las tienen jurada y que denominan como «el eje del mal». El mismo tipo de justicia que el que permite a Israel invadir Palestina y matar cuantos palestinos quiera mientras Bush replica que Arafat no es el gobernante que le conviene al pueblo palestino. Hay muchas maneras de entender la justicia, pero aquella que toma carácter absoluto suele ser la del más poderoso, la del que tiene el armamento y el poder necesario para hacer cumplir su concepto de justicia. Los países pobres que no tienen dinero para sostener un ejército como el de los Estados Unidos o Israel serán siempre el eje del mal cuando traten de establecer otros conceptos de justicia. Es justo que los Estados Unidos posea armamento suficiente para volar el planeta, y que a los países pobres se les amenace con la invasión por tener armamento sin su permiso. No me digan nada de «justicia», díganme quién manda en el mundo y con eso ya queda todo especificado.

{LC2} Nota de Martín: la nota citada de la p. 307 es literalmente:

«El que todos seamos tozudos en la defensa de nuestras propias ideas, en distintos bandos, desoyendo las de los demás, no nos da a todos la misma certeza en lo que postulamos. Uno no puede «elegir» las buenas ideas. Sólo unos pocos «elegidos por el destino» tienen la razón y los demás se equivocan. En analogía a la doctrina de Calvino (Harkness G., 1931, John Calvin, The Man and His Ethics, H. Holt & Co., New York), podríamos decir que el camino de nuestra vida consiste en saber si nosotros estamos entre los elegidos, pero no podemos hacer nada para cambiarnos de bando. Quienes estén equivocados serán condenados para la eternidad a las tinieblas de la ignorancia, y quienes estén en lo cierto verán la luz de la verdad.»

{LC3} Nota de Martín: dada la extensión, no es apropiado reproducir aquí la secc. 8.3.3 citada completa, pero selecciono un par de párrafos, que pueden formar una idea del contenido de dicha sección:

«El estudio de la estadística en el s. XIX (Porter T. M., 1986, The rise of statistical thinking. 1820-1900, Princeton University Press, Princeton) hizo ver que el azar también poseía sus leyes y por tanto tiene explicaciones o razones. Y esto mismo sucede con el indeterminismo cuántico: podemos seguir hablando de causas y efectos aunque no en el sentido de necesidad sino solamente de explicación, de asociación de fenómenos contingentes. El indeterminismo no debiera ser visto como una falta de causación –dice James H. Fetzer (1988, «Probabilistic metaphysics», en: Fetzer J. H., ed., Probability and Causality, Reidel, Dordrecht, pp. 109-132)– sino como la presencia de procesos causales de tipo no determinista.»

«Por ejemplo, supongamos que acercamos un electrón a otro electrón que está en principio en reposo. Al poseer ambos cargas negativas se repelarán según las leyes de la electroestática. El electrón que estaba en reposo se pondrá en movimiento. La posición y la velocidad del electrón como resultado del encuentro están indeterminadas si aceptamos el indeterminismo cuántico. Ahora bien, podemos hablar de una «causa» por la cual el electrón se ha puesto en movimiento: porque se ha acercado otro electrón. El electrón no es libre de ponerse en movimiento como y cuando quiera, está sujeto a unas leyes «estadísticas». Así acontece en sucesos bien conocidos como pueden ser la desintegración de nucleos atómicos.»

{LC4} Nota de Martín: en la sección 4.1 se dice literalmente:

«Ciertas críticas provienen de la idea de que un pensamiento determinado no posee valor. Fue Epicuro quien dijo que un determinista no puede criticar la doctrina del libre albedrío porque admite que su crítica está determinada (Wiggins D., 1970, «Freedom, knowledge, belief and causality», en: Knowledge and Necessity, Royal Institute of Philosophical Lectures 1968-1969, Cambridge); afirmar que todo está determinado equivale a afirmar que la afirmación está asimismo determinada y, por lo tanto, quitarle todo valor de afirmación. Y, como Epicuro, muchos otros autores fundamentaron su crítica en esto mismo: Lequier, Bohm (1981, Wholeness and the implicate order, Routledge & Kegan Paul, London-Boston. Traducido al español en: 1988, La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, cap. 3), ... Me parece una crítica sin fundamento. ¿Por qué ha de perder valor un razonamiento al que se está destinado a llegar? ¿Acaso tienen más valor los razonamientos indeterminados? ¿Por qué? Ante la falta de respuestas a estas preguntas, ante una falta de fundamento en la crítica, no cabe considerarla como tal. No supone ninguna contradicción estar determinados y, arrastrados por el destino, darse cuenta de que estamos determinados. Es totalmente consistente.

{LC5} Nota de Martín: en este capítulo 6, basado en trabajos de neurología y de física actuales, se describe, entre otras cosas, el cómo los efectos cuánticos pueden tener un papel importante en las sinapsis neuronales, y cómo la indeterminación puede ser propagada a niveles macroscópicos en el cerebro humano.

{LC6} Nota de Martín. Selecciono un párrafo de la sección E.1:

«Proponer alternativas al materialismo científico está abocado al fracaso. Saltarse los resultados de las ciencias positivas está abocado al fracaso. Pero hay algo más en filosofía: está por una parte todo lo que se refiere al «deber ser» sobre lo cual la ciencia no tiene nada que decir; está todo lo que se refiere a la estética sobre lo que no hay nada escrito en términos positivos; y, aun dentro del mismo «ser», está la visión descriptiva globalizadora que se le escapa a una ciencia desgajada en múltiples partes y que camina a una microcomprensión de las múltiples pequeñas áreas más que a un entendimiento de la verdad del todo. No se trata de conocer las cosas particulares a partir de lo general, como pensaban Aristóteles o los escolásticos, sino más bien como lo vería el pensador empirista Bacon: conocer primero las cosas individuales y luego lo general. La primera faceta corresponde a la ciencia y la segunda a la filosofía. Y no es que el conjunto de las partes no sume el todo –posición antirreducionista– sino que para ver el todo uno debe ser capaz de sintetizar una idea de conjunto que no se pierda en el análisis meticuloso de las partes. La perspectiva de un científico que pretende conocer, aparte de la disciplina en que trabaja, un poco de todos los demás campos es enciclopedista. Se perderá en el inmenso espacio de los conocimientos positivos y no percibirá el mundo en su totalidad. Le parecerá como si el conjunto de los resultados de las diversas ciencias dibujase el mapa del mundo (Bueno G., 1995, ¿Qué es la ciencia?, Pentalfa, Oviedo), pero es necesario recurrir a otro modo de pensamiento, racional o no, para intentar acceder a la Verdad. Pienso que los siguientes aforismos de Nietzsche son sumamente apropiados para expresar estas ideas:

«El cálculo del mundo, la posibilidad de expresar en fórmulas todo lo que ocurre, ¿es quizás comprender? ¿Qué es lo que comprenderíamos de una música si calculásemos todo lo que en ella hay de calculable y puede ser reducido a fórmulas?» (Nietzsche F., 1901. Traducido al español en: 1981, La voluntad de poderío, EDAF, Madrid, afor. 616)

«Ilusiona pensar que se conoce alguna cosa cuando se tiene una formulación matemática de lo que acaece; sólo se ha 'indicado, descrito', nada más.» (íbid., afor. 620).»

 

El Catoblepas
© 2002 nodulo.org