Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org
El Catoblepas • número 8 • octubre 2002 • página 16
Se informa acerca de la celebración del 39 Congreso de Filósofos Jóvenes que tuvo lugar en la ciudad de Gijón entre los días 2 y 5 de abril del 2002
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El Congreso de Filósofos Jóvenes constituye una institución de añejo abolengo en el entorno filosófico español. Su historia recorre un arco temporal que da comienzo en Madrid en la Semana Santa del año 1963, con su primera edición bajo el título Estado de la Filosofía en España. En 1964 es Valencia la ciudad que acoge las II Convivencias Españolas de Filósofos Jóvenes –nombre que conservarían las reuniones hasta que en su undécima edición, celebrada nuevamente en Madrid en 1974, pasen a denominarse Congresos– y el lema que, en esa ocasión, convoca a los «convivientes» no es otro que Trascendencia y Libertad. Estas ediciones pioneras, surgieron como es sabido bajo los auspicios inspiradores de los catedráticos de metafísica Ángel González Álvarez (Universidad de Madrid, a la sazón en excedencia debida a su cargo de Director General de Enseñanza Media) y Sergio Rábade Romeo{1} (Universidad de Valencia, sustituto de González al frente de la cátedra madrileña). Las ediciones más recientes han tenido como sedes diferentes ciudades de la Península Ibérica: así Madrid, en su edición número 36 –1999– bajo la rúbrica de Lo Trágico, Bilbao en la 38 –2001– con el rótulo Saber, Poder e Identidad,{2} pero también Lisboa, que se convirtió en la 37 edición de 2000 –que versó acerca de Lo Imaginario– en la primera ciudad no española que presta acomodo a un Congreso de Filósofos Jóvenes. En el año 2002, el Congreso de Filósofos Jóvenes ha podido regresar a Asturias, donde ya se habían celebrado dos ediciones del mismo (ambas en Oviedo: en 1975 –año como se sabe de la muerte del anterior Jefe del Estado– tiene lugar en la capital asturiana un Congreso bajo el título, ya de por sí muy significativo y revelador, de Teoría y Praxis; quince años después –en 1990– la cita vuelve a ser Oviedo, cuando el CFJ dedica su edición 27 al tema de Filosofía y Dios{3}). Al parecer, y según se determinó en la ceremonia de clausura del congreso de Gijón, será Sevilla –que ya fue sede en el año 1979{4} y otra vez en 1995{5}– la capital que albergue el 40 Congreso en 2003 (el título es en este caso: Religiones, Mitos e Ídolos{6}) Barcelona será en principio anfitriona por tercera vez (las anteriores ocasiones fueron 1977{7} y 1998{8}) en 2004.
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El 39 Congreso, celebrado en Gijón, entre los días 2 y 5 de abril de 2002 y organizado por la Asociación Cultural Wenceslao Roces,{9} ha venido encabezado por un enunciado titular bastante quiasmático: Pensar el tiempo, tiempo de pensar. Un rótulo, dicho sea de paso, acotado por los organizadores{10} en su vaguedad generalísima mediante la coletilla sub-tituladora –quiasmática también– La filosofía del presente y el presente de la filosofía. En este sentido, la cita de Gijón aparecía como una ocasión apropiada para arrostrar los problemas (éticos, sociales, políticos, gnoseológicos) más acuciantes que nuestro mismo presente en marcha arroja a la reflexión filosófica.
Cabe señalar en general, y al margen de los contenidos concretos de las comunicaciones y conferencias, que la edición presente ha ofrecido algunas novedades sobre las que conviene detenerse: Así, en primer lugar destaca en este sentido la operación reductora realizada por los organizadores a efectos de encauzar todos los actos del congreso en un solo salón plenario (y no en tres o cuatro salas diferentes como se vino a hacer en las ocasiones anteriores) a fin de neutralizar de esta manera ciertas tendencias fraccionarias que pudieron observarse en las ediciones pasadas –tendencias por cierto que acaso compadecían bien con las directrices postmodernas y de pensiero debole que resultaron predominantes en tales congresos{11}– y que llevadas a su límite más estricto habrían terminado por inutilizar enteramente cualquier atisbo de discusión coordinada y crítica que hubiera podido establecerse. Así lo señalan los mismos coordinadores:
«(...) introduciremos la novedad de utilizar un solo salón plenario tanto para las conferencias y mesas redondas de profesores y expertos en las materias correspondientes, como para las comunicaciones de filósofos jóvenes. Esta medida responde a que, como se ha demostrado en las anteriores ediciones del Congreso, la existencia de más de un aula sólo contribuye a fragmentar las aportaciones de los distintos participantes y, de este modo, a disminuir considerablemente las posibilidades de un debate serio y riguroso. La existencia de un solo lugar de encuentro y debate posibilita que todos los comunicantes puedan ser escuchados, sin posibilidad alguna de marginación a corrientes de pensamiento no mayoritarias.»
De otro lado, también resultó novedoso el congreso gijonés en lo referente a la presencia en el mismo de comunicantes (es decir, filósofos jóvenes) y conferenciantes (filósofos maduros) provenientes de Hispanoamérica –tales como Félix Valdés (Cuba) entre los conferenciantes o Ángel Alonso (Méjico) del lado de los comunicantes, ello por aportar sólo dos nombres– o de Europa –es el caso del filósofo francés George Labica–. Ignoramos si tales rasgos inéditos obtendrán la debida continuidad en lo sucesivo o quedarán eventualmente reducidos a una mera modificación coyuntural y anecdótica de la edición 39.
Naturalmente, y tal y como cabía por otro lado esperar dada la ubicación geográfica misma de la sede, el Congreso incorporó una novedad –material por así decir– de otra índole: junto a las consabidas comunicaciones de corte postmoderno, hermenéutico, humanista-habermasiano, &c., se presentaron otras, encuadradas entre las coordenadas esenciales del materialismo filosófico de Gustavo Bueno. Tales comunicaciones se destacaron muy especialmente por proceder a delimitar los contornos de las ideas de tiempo y de presente partiendo de análisis gnoseológicos y ontológicos precisos de aquellos recintos categoriales atravesados por tales ideas (esto fue lo que hicieron Atilana Guerrero y Pedro Insúa en lo referente a las categorías de la Historia Fenoménica en sus respectivas ponencias «El Dios de los políticos» y «Sobre el concepto de 'basura historiográfica'»; Francisco Javier Delgado Palomar que disertó sobre la «Desaceleración y crisis económica»{12}, José Manuel Silvero Arévalos con su comunicación titulada «Bioéticas»{13}, también Eliseo Rabadán quien atendiendo a contextos geopolíticos positivos proporcionó un acendrado análisis bajo el título «Mitología, Tabú y Filosofía Política», &c.). Dicha manera de atajar las temáticas planteadas confirió un sabor inconfundible, por decirlo así, a las comunicaciones de los filósofos jóvenes «buenistas» –lo que, dicho sea de paso, dice mucho sobre el vigor mismo del sistema ejercitado por los ponentes– frente a otras perspectivas que, menos potentes a nuestro juicio, abocaban –con sus oportunas excepciones, claro está– a una abstracción verdaderamente excesiva (acompañada, también en ocasiones, por el prurito filológico-doxográfico de rigor que se impone cuando no se cuenta con un verdadero sistema filosófico operativo a la hora de dar razón de la estructura misma de las ideas filosóficas) o, en el peor de los casos, a auténticos psicologismos –larvados o explícitos– penetrados de conjuntos intactos de ideas oscuras y confusas de cuño armonista o irenista.
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Por lo demás, las comunicaciones acometieron temáticas muy variadas y heterogéneas, preferentemente vinculadas a la historia de la filosofía (José Carlos Cubiles, todo un veterano por cierto en estas lides, con su «Teoría de los tiempos: cuatro versiones del transcurrir»; Ila María Silva de Souza: «¿Por qué estudiar a Gaston Bachelard en 2002? Algunas razones para pensar el presente de la filosofía de la ciencia»; Gerardo Bolado Ochoa: «Transición y recepción: Historia reciente de la filosofía española»; Ovidi Cobacho, que presentó una intachable exposición de la vigencia de la obra de Baltasar Gracián; &c.), la estética (el mejicano Ángel Alonso: «Una aproximación al pensamiento de la vida y de la muerte en la poesía náhuatl»; José Barrientos Rastrojo: «Proyectualidad. La estetización poiética de la historia del hombre», et alii) pero también motivos ontológicos y antropológicos (José Luis Romero Cuadra: «Naturaleza, cultura y artificio. Esbozo de un pensamiento ontológico actual») o políticos (Óscar Villodres, pongamos por caso, quien pretendió analizar los ataques del 11-S y la ulterior guerra imperial, concluyendo la necesidad de instaurar un nuevo humanismo planetario; también el jurista Vicente Vázquez Bouza, que trató acerca del tema del Estado Social de Derecho). Tampoco se soslayaron las referencias a materias pedagógicas (así la implacable crítica de Rufino Salguero a filósofos postmodernos y pedagogos logsianos: «Peripatéticos, patéticos e impotentes», también la comunicación de Julio Gómez Aranda: «Una visión presente y filosófica de la educación: 'Educación Ambiental frente a Pensamiento Único'»), éticas (Miguel Schafschetzy Steiner: «Tiempo y Ética»), &c.
En cuanto a lo que se refiere a las conferencias y mesas redondas, es de subrayar la presencia en Gijón de filósofos tales como Gustavo Bueno (a quien tocó impartir la lectio inaugural, entrando a diseccionar de un modo impresionante la anatomía symplokeica de la idea de presente. El profesor Bueno intervino también –junto a George Labica y Eliseo Rabadán– en la mesa redonda dedicada a escudriñar la obra del «intelectual» trilateralista Samuel P. Huntington, El Choque de Civilizaciones,{14} de rara actualidad tras el ataque camicace al corazón económico y militar del imperio; Alberto Hidalgo Tuñón –de la Universidad de Oviedo– (quien en su ponencia «Bioética: vida artificial» se acercó atinadamente a los problemas filosóficos que se abren paso en los desarrollos tecno-científicos propios de las disciplinas biomédicas y cibernéticas, las cuestiones abiertas por la llamada «IA fuerte», los denominados «animats», &c.), el presidente de SIBI (Sociedad Internacional de Bioética) Marcelo Palacios –«Biotecnología e intimidad»–, o los pensadores «marxistas» George Labica –de la Universidad de la Sorbona, París– o Diego Guerrero –profesor de economía en la Universidad Complutense de Madrid–. Merece mencionarse la presencia en el Congreso de Gijón de José María Laso, presidente de la Fundación Isidoro Acevedo, quien además de impartir una conferencia ciertamente interesante sobre la misma historia del CFJ, presentó en el seno del Congreso, junto al periodista asturiano José Ignacio Gracia Noriega, sus prometedoras memorias: De Bilbao a Oviedo, pasando por el penal de Burgos (de próxima aparición en la editorial ovetense Pentalfa). Laso intervino asimismo junto a George Labica, Diego Guerrero y el historiador Francisco Erice –de la Universidad de Oviedo– en una Mesa Redonda sobre las causas y efectos de la oscuramente llamada «Globalización».
De la mano de tales figuras se suscitaron debates penetrantes a propósito de problemas tan apremiantes en nuestro días como puedan serlo la globalización neoliberal, la vigencia del enfoque marxista sobre las clases y la lucha de clases, el multiculturalismo, &c.; problemas perentorios todos ellos sin duda ninguna, ello hasta el punto de que su solo planteamiento a escala real basta seguramente, para comprometer rotundamente los conocidos «ideologemas» postmodernos sobre la «ruptura de los meta-relatos de legitimación» (Lyottard), el «fin de la historia» (Fukuyama) o el «crepúsculo de las ideologías». Como se advierte en el propio folleto redactado a modo de presentación por la organización del 39 CFJ:
«El momento histórico que estamos viviendo es comúnmente caracterizado como la época del 'fin de las ideologías', debido principalmente a la caída del bloque socialista, el fortalecimiento de la economía de mercado y la hegemonía mundial de Estados Unidos. Desde estas perspectivas, se apela también al 'pensamiento único' como ideología en que todas las voces de protesta se disuelven. Asimismo, estaríamos, como se ha encargado de señalar Francis Fukuyama, en el 'fin de la historia', donde el capitalismo y la democracia liberal constituirían la realización del destino del hombre y le conducirían al mejor de los mundos posibles. Si nos situamos en un terreno más estrictamente filosófico, la época presente habría que calificarla como el resultado de 'la crisis de la modernidad'. El modelo de subjetividad con que arranca la edad moderna, iniciada por Descartes, y que logra formulación expresa en el ideal de la Ilustración, se ha ido derrumbando como consecuencia del predominio de la técnica y la razón instrumental, como nos han hecho ver los miembros de la escuela de Francfort. La disolución del proyecto ilustrado supondría el olvido definitivo de los sueños de la razón totalizadora: ningún discurso por el hecho de proceder de la sociedad occidental y su tradición de pensamiento, es más legítimo que cualquier otro. La Modernidad y la Razón totalizadora han dado paso a la Posmodernidad y al pensamiento fragmentario, a la Globalización heterogénea en la que todo se confunde: Apariencia y verdad, realidad y ficción. Sin embargo, este panorama ideológico se quiebra por completo cuando las contradicciones de nuestro presente salen a la luz. Es insostenible proclamar a los cuatro vientos el fin de la historia cuando la mayoría de la población mundial vive y muere en unas circunstancias aberrantes, que son condición necesaria para el bienestar de la minoría; no se puede decir que todo vale, mientras ideologías y religiones justifican dogmáticamente la barbarie, la masacre, la explotación del hombre por el hombre... Con estos retazos del presente en que estamos inmersos, tenemos ya suficientes elementos para empezar a pensar el tiempo. ¿Acaso necesitamos más excusas para decir que es tiempo de pensar.»
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Programa del 39 Congreso de Filósofos Jóvenes
En lo que sigue pasamos a reproducir el programa completo{15} que el 39 Congreso de Filósofos Jóvenes propuso a los asistentes tal y como consta en los libretos de mano.
Martes 2 de Abril de 2002:
10:00 Inscripciones
11:00 Inauguración
11:30 Conferencia: Gustavo Bueno, «Crítica de la Idea de Presente»
16:30 Comunicaciones
18:00 Mesa Redonda: «Filosofía y Nuevas Tecnologías» con Marcelo Palacios, Alberto Hidalgo, Félix Valdés y Pablo Huerga
20:00 Presentación de Novedades: «Comunismo y compromiso intelectual: Wenceslao Roces», por Benjamín Rivaya. Recuperación Bio-bibliográfica de Roces en formato digital
20:30 Presentación de Novedades: Revista Manía (Barcelona)
Miércoles 3 de Abril de 2002:
10:00 Comunicaciones
11:30 Conferencia: Diego Guerrero, «Análisis de la globalización económica desde el marxismo»
16:30 Comunicaciones
18:30 Mesa Redonda: «Globalización: Causas y efectos», con Diego Guerrero, George Labica, Francisco Erice y José María Laso
20:00 Presentación de Novedades: José María Laso: «De Bilbao a Oviedo, pasando por el penal de Burgos». Con Pablo Huerga, José Ignacio Gracia Noriega y José María Laso. Presentación del proyecto bibliográfico digital José María Laso Prieto
Jueves 4 de Abril de 2002:
10:00 Comunicaciones
11:30 Conferencia: George Labica (Francia), «Causas y consecuencias de la caída de la URSS»
14:30 Comunicaciones
18:00 Mesa Redonda: «Choque de civilizaciones», con Gustavo Bueno, George Labica y Eliseo Rabadán
20:00 Presentación de Novedades: Olimpiada de Filosofía, presentada por la SAF (Sociedad Asturiana de Filosofía)
20:30 Presentación de Novedades: Proyecto Symploké, presentado por Inés Illán
Viernes 5 de Abril de 2002:
10:00 Comunicaciones
11:30 Conferencia: Félix Valdés (Cuba), «Relaciones España-Cuba, Cuba-España»
16:30 José María Laso: «Pasado, presente y futuro del Congreso de Filósofos Jóvenes»
20:00 Asamblea general y Clausura del Congreso
Fiesta de Clausura
Notas
{1} Puede encontrarse una abundante información (incluyendo los enjundiosos reportes que sobre el particular ofrecía a sus lectores el periódico Arriba, publicación de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS) acerca de la primera Convivencia en: www.filosofia.org/mon/cfj/cfj01.htm Sobre las II Convivencias Españolas de Filósofos Jóvenes puede consultarse en Internet www.filosofia.org/mon/cfj/cfj0201.htm) una reseña de Mercedes Torrevejano aparecida originalmente en Aporía, nº 2, 1964.
{2} Cfr. José Manuel Rodríguez Pardo, «Todos contra todos. Crónica del XXXVIII Congreso de Filósofos Jóvenes», en El Basilisco, nº 30, págs. 91-98.
{3} Quien se interese por una reconstrucción más prolija de la trayectoria del Congreso, encontrará una esquemática cronología de la misma en www.filosofia.org/mon/cfj/cfj00.htm. Para seguir en detalle la historia de la institución que nos ocupa, con atención especial a los contextos políticos y religiosos que sirvieron de matriz de sus transformaciones es imprescindible el magnífico artículo de Marcos Morán, «Saber, Identidad y Poder. Apuntes críticos sobre la historia de los Congresos de filósofos jóvenes», publicado en el número 3 de esta misma revista El Catoblepas, pág. 17.
{4} 16 CFJ, Imagen, Símbolo, Realidad.
{5} 32 CFJ, La Risa.
{6} La organización del 40 Congreso correrá a cargo de la sevillana Asociación Cultural Corchea 69. El Congreso viene presidido por David Pastor, como secretario figura Lino Camprubí. En la página que dicha asociación mantiene en Internet puede encontrarse la información más relevante disponible hasta el momento. Al parecer a día de hoy han confirmado su presencia en Sevilla conferenciantes como Gustavo Bueno Martínez, José María Laso, Alfonso Tresguerres, Jean Clottes, Fernando Sánchez Dragó, &c.
{7} 14 CFJ, Filosofía y Enseñanza. Acerca del 14 CFJ, vid: José María Laso, «El XIV Congreso de Filósofos Jóvenes», Sistema, nº 20, 1977, págs. 93-ss. Del mismo autor, que justamente fuera presidente del congreso barcelonés de 1977, véase «Notas inéditas sobre el congreso de Barcelona», El Basilisco, nº 1 (1ª época), págs 100-111, disponible también en Internet www.filosofia.org/rev/bas/bas10111.htm
{8} 35 CFJ, Occidente y el problema del nihilismo.
{9} Wenceslao Roces (Gijón 1897-Ciudad de Méjico 1992) fue un filósofo marxista asturiano, al que se debe por ejemplo la traducción al español de El Capital (edición de FCE), la Fenomenología del Espíritu (id.), &c. La asociación que lleva su nombre (Asociación Cultural Wenceslao Roces para la difusión de la Filosofía, las Ciencias y las Artes) dispone de un sitio en Internet en la dirección que sigue: www.wenceslaoroces.fr.st Próximamente el lector podrá encontrar en la mencionada web las actas completas del Congreso que reseñamos.
{10} El presidente del 39 Congreso no fue otro que José Manuel Rodríguez Pardo. Como entidades colaboradoras debe mencionarse el Ayuntamiento de Gijón, la Sociedad Mixta de Turismo y Festejos de Gijón, la Fundación Gustavo Bueno, la Universidad de Oviedo y Caja Astur.
{11} En este sentido advierte también Marcos Morán en el mencionado artículo una indudable orientación al desarraigamiento filosófico de carácter gremialista y a la implantación gnóstica detectable en la tercera fase de la historia de los CFJ (de 1979 en adelante). Este deslizamiento hacia cuestiones más bien literarias y poéticas (es bien sabido que las comunicaciones y las conferencias pueden muy bien animarse con versitos de poetas, preferentemente extranjeros faltaría más: Hölderlin o Baudelaire a poder ser, o de «filosofía postmoderna» (a través de la inexcusable referencia a santones alemanes o franceses –a veces también italianos– como Heidegger, Deleuze, Derrida, Lyottard, Foucault, &c., cuyos textos resultan pasto propicio para la práctica «hermenéutica» de infatigables comentaristas y «doxógrafos») que Morán acusa se hace bien patente en los mismos enunciados titulares de muchas de las reuniones de este bloque diacrónico, a saber: 20 CFJ, Crisis de la Modernidad y Crisis del Sujeto (1983: San Sebastián); 23 CFJ, Muerte de la Modernidad (1986: Alcalá); 26 CFJ, Filosofía y Literatura (1985: Plasencia); 30 CFJ, El Azar: la seducción del caos (1993 Figueras); 31 CFJ, Creatividad y Perversión (1994: San Sebastián); 32 CFJ, Risa (1995: Sevilla); 35 CFJ, Occidente y el Problema del Nihilismo (1998: Barcelona); 36 CFJ, Lo Trágico (1999: Madrid); 37 CFJ, Lo Imaginario (2000: Lisboa), &c. Podrá comprobarse con facilidad como la línea seguida por tales congresos conducía (¿conduce?) directamente a la conversión de los CFJ en una especie de cita primaveral para solaz de desocupados estudiantes que se interesan por especulaciones de corte estético-metafísico al límite irrelevantes por entero. Para comprobar en este mismo contexto el significado que alcanzó el congreso bilbaíno de 2001 puede consultarse el citado comentario de José Manuel Rodríguez Pardo.
{12} Cfr. Javier Delgado Palomar, «Desaceleración y crisis económica», en El Catoblepas, nº 3, pág. 9.
{13} Cfr. José Manuel Silveros Arévalo, «Bioéticas», en El Catoblepas, nº 3, pág. 15.
{14} Samuel P. Huntington, El Choque de Civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, Paidós, Barcelona 1997.
{15} Este programa previsto sufrió en la práctica ciertas modificaciones debidas a la ausencia de comunicantes y conferenciantes tales como Pablo Huerga Melcón al que no le fue posible asistir. De otro lado la conferencia de George Labica no versó finalmente sobre las causas y las consecuencias de la caída de la Unión Soviética, viéndose en cambio sustituida por una disertación en tono de denuncia airada (y armonista en el fondo) del «pensamiento único» y el neoliberalismo (también de situaciones tales como la guerra imperial contra Afganistán o el conflicto árabe-israelí) titulada «Actualidad del pensamiento crítico: ¿hombres sobrantes?»