Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org
El Catoblepas • número 9 • noviembre 2002 • página 15
Se analiza y ofrece un diagnóstico sobre la situación política en la que se encuentran actualmente los islamitas en España
«Porque mi vida misma de hombre de carne y hueso ha sido contorsionada y sacudida
por los últimos coletazos contemporáneos del cruce de caminos en mi patria
entre el Occidente y el Islam durante el alto medievo»
Claudio Sánchez-Albornoz
Situación
Cuando el 7 de Octubre del 2001, en uno de esos comunicados que escuchó en directo medio mundo pocos días después de los atentados del 11 de septiembre y el mismo día en el que comienza la intervención militar (o policial{1}) estadounidense en Afganistán, se dice que «El mundo tiene que saber que no vamos a permitir que se vuelva a repetir con Palestina la tragedia de Al Andalus», Ben Laden mienta un supuesto «lugar» de la historia de España que para muchos no solamente es esto, sino que es una realidad presente en España. Es decir, un lugar cuya presencia no tiene lugar en España como reliquia o vestigio del pasado, sino que Al-Andalus es una realidad presente, actual, «viva», como se suele decir. Dicho claramente, para muchos España es un Estado, construcción política artificiosa y superficial («Estado español»), que está encubriendo una realidad cultural mucho más profunda y real: Al-Andalus. Pero además ahora Al-Andalus es, según el mensaje, un «territorio ocupado» como Palestina, solo que es más trágico porque lleva 500 años o más de ocupación, no 80{2}.
Esto debiera inquietar a muchos «nacionalistas periféricos», léase secesionistas, porque según parece esta realidad profundísima incluiría como partes suyas a lo que estos secesionistas llaman «Països Catalans», a lo que llaman «Euskal Herria» y a lo que llaman «Galiza». Qué va, no les inquieta. Al contrario, comparten esa idea de España como superficie política impuesta, solo que lo que ven –ellos dicen «sentimos»– cuando «profundizan» son otras cosas y no Al-Andalus. Pero sin duda debiera inquietar al resto de españoles (y también portugueses), cuya identidad nacional se pinta como un velo político que tiene que ser rasgado. Pues qué va, tampoco les inquieta, por lo menos en España. Muchos literatos, periodistas, historiadores y políticos se dejan seducir, o incluso ellos mismos seducen, con el «impresionante legado» –según dice una guía turística que se vende en cualquier quiosco– dejado por los musulmanes en España (en esta misma guía al hablar de los romanos se dice que han dejado «profundas huellas» y así el énfasis en favor de los musulmanes es evidente: frente a las «huellas» dejadas por los romanos, aunque sean «profundas», todo un «legado», que además es «impresionante», es lo dejado por los musulmanes que habitaron en la Península entre los siglos VIII-XVII{3}).
Pero, repetimos, para muchos Al-Andalus no es ni siquiera sencillamente un legado, por supuesto «impresionante», del que quedasen restos, sino que es una realidad asentada en la Península, y que tampoco es que haya que «recuperar», sino que hay que desvelar, revelar.
Y es que con la Transición y el Estado de las Autonomías en España aparece el «mito de Al-Andalus» con renovadas fuerzas, a cuya luz todo un tejido de instituciones se van formando y estableciendo con el fin de revelar lo que se quiere ver: «Qurtuba», «Gharnata» (o Garnata, no está claro) ...van apareciendo como ciudades limpias, luminosas (ilustradas) y armoniosas, en donde florecían «la cultura» y «la tolerancia». Esto respecto a la ciudad. Pero qué decir del campo: las vegas de los ríos laboriosamente regadas y fertilizadas por una rica agricultura, que introducía nuevas técnicas y cultivos, complejos sistemas de regadío,... Pero, ay, tristemente, la «ocupación cristiana trinitaria» hizo de estas «perlas de Occidente» ciudades oscuras, sucias y las arruinó en la más obscurantista de las intolerancias, además de tornarse, con la «ocupación cristiana», el campo peninsular en un erial. España (y se supone que también Portugal), según este mito, es una invención política (el imperio) cuya función ha sido la de devastar lo que de civilización había en la Península, cuyas cotas máximas fueron alcanzadas en el siglo X (Abderraman III y Alhakem II).
La Inquisición, la expulsión de los judíos y, sobre todo, la guerra y, finalmente, expulsión de los moriscos son los tres hitos de la historia moderna de España que, frente a la situación de «convivencia entre las Tres Culturas» de la España medieval (tanto musulmana como cristiana), alimentan constantemente el mito del Paraíso perdido de Al-Andalus. ¿Pero, está perdido? No, un «impresionante legado» queda de aquella «espléndida civilización». La Alhambra de Granada, la «Mezquita» de Córdoba..., un léxico «riquísimo» en el español procedente del árabe, una literatura mudéjar (criptomudéjar) sin par, una exquisita música andalusí..., son los signos desde los cuales se procede a la construcción del Mito de la «cultura andalusí», un impresionante legado, dice el mito, del que se puede, por fin, empezar a disfrutar tras la llegada de «la democracia» a España.
Pero lo novedoso con la Transición democrática es que no es un mito meramente especulativo, teórico (como lo era en el siglo XIX y principios del XX: Alarcón, Estébanez Calderón, Fortuny...), sino un mito desde el que se quiere ver en las ciudades españolas, «volver a ver» se dice desde el mito, al muecín en los minaretes: repetimos, con la Transición y el Estado de la Autonomías el mito no solamente se queda en tesis «histórica» (teórica), sino que está adquiriendo unas funciones prácticas de cierta potencia, sobre todo en Andalucía, que tienen como resultado la nueva presencia del Islam en España. Pero, ¿es esta una presencia apolítica?
Dejemos un momento que hable el «morabito» Juan Goytisolo de estos asuntos al responder de esta manera en una entrevista:
«P.: ¿Por qué se obstina España en negar la herencia árabe y judía? R.: En el siglo XVI se crea una empresa de demolición de toda la cultura española, llevada a cabo a ciencia y conciencia por el nacionalcatolicismo: expulsión de judíos y moriscos, destrucción de las cátedras de humanidades, persecución de los erasmistas, de los protestantes, de los místicos y de la naciente ciencia española. Todo es arrasado y, a finales del siglo XVII, España ya es un erial en todos los terrenos. Cuando los franceses llegan en el siglo XVIII se dan cuenta y acuñan la frase: Afrique commence aux Pyrénées. Los ilustrados y liberales españoles se propusieron la europeización de España para superar el retraso, al tiempo que se interrogaban sobre el porqué del mismo. [...] Basta citar a dos personalidades muy distintas, como Menéndez Pidal y Ortega y Gasset, y comprobar que ambos insisten en la herencia romanogermánica y rechazan la herencia semita. Ortega y Gasset dice que los árabes ¡no fueron un ingrediente esencial de nuestra cultura! Era un intento de olvidar todo este pasado para poder ser europeos como los demás. Era una actitud de rechazo de lo que culturalmente nos diferencia del resto de Europa. Creo que ha llegado el momento de perder todos estos complejos y darse cuenta de que nuestra verdadera riqueza cultural estriba precisamente en lo que nos distingue del resto de Europa. No hay ningún mudejarismo en Europa, no hay obras como La Celestina, El Quijote o el Cántico espiritual»{4}.
El caso es que, según esto, la «empresa de demolición» empieza en el XVI; sin embargo los judíos son expulsados a finales del siglo anterior, y los moriscos a principios del siguiente, ¿por qué no situar la creación de esa «empresa de demolición» a finales del XV? Así todo el mundo entendería «Reyes Católicos», que es lo suyo: pues no, siglo XVI. Lo del nacionalcatolicismo ¡en el siglo XVI! es uno de esos reflejos muy propios de aquellos que vivieron durante el, según ellos dicen, «túnel» o «erial» del franquismo, y que enseguida lo ven, al franquismo nacionalcatólico, en el siglo XVI, o en el XV, o donde más les cuadre, porque en el fondo el nacionalcatolicismo, al parecer, comenzó con los Reyes Católicos, si no antes. En todo caso sí sabemos de qué se está hablando cuando destaca lo de las «persecuciones» (aunque lo de los erasmistas, los místicos y la «ciencia española» son conceptos utilizados con mucha amplitud y ambigüedad{5}), pero, sin embargo, no acabamos de entender lo de la «destrucción de las cátedras de humanidades», no sabemos a qué se refiere.
El caso es que ya tenemos el erial, por ejemplo, a finales del XVII, y la cuestión es ¿cómo pudo sobrevivir aquel «impresionante legado»? Pues, por lo visto, la demolición no debió de ser total, la eficacia de esa «empresa de demolición», a pesar de ser llevada a cabo a «ciencia y conciencia», no ha podido destruir las bases de la «cultura española», cimentadas en Al-Andalus donde se origina el «mestizaje entre las tres culturas», que tan poco gusta a «los europeos» y «europeístas», y que sobrevivió de modo críptico y excepcional, según dice después Goytisolo.
Pero la tesis de Goytisolo, nacida tras su reinterpretación (y dulcificación, para ser justos) de las tesis de Américo Castro (desde la convivencia más bien conflictiva de «las tres castas», según don Américo, a la convivencia armónica de «las tres culturas» según el «morito» Juan), no deja de moverse en un terreno maurófilo, sí, pero especulativo, y cuyas funciones prácticas se han resuelto en un «exilio voluntario»: pues bien, con su pan se lo coma.
Pero cuando Ben Laden declara que «Al-Andalus» es un «territorio ocupado», las funciones prácticas que ello supone son las de su «recuperación»: ya no es una tesis «maurófila» sino «maura», directamente, y que cuenta naturalmente con la anuencia «maurófila», eso sí, más o menos disuelta, fragmentaria (folklórica, si se quiere) de muchos literatos, periodistas, historiadores y políticos españoles y del resto de Europa (principalmente), entre ellos naturalmente el morito Goytisolo, pero también Garaudy...
El «mito de Al-andalus» ya no solo insta al reconocimiento teórico, «histórico», del «legado andalusí» y su al parecer papel fundamental en la historia de España, lo que implicaría a su vez el reconocimiento del componente moro, y judío, no solamente cristiano, como componente esencial de la «cultura española», sino que insta al regreso de Al-Andalus, sin más: aunque la tesis mítica, en puridad, en esta su nueva forma, no es la del regreso, pues lo que supone es que Al-Andalus nunca se fue de la Península: de lo que habla el mito por tanto es de una recuperación política tras el desgarro del velo «España», el velo «nacionalcatólico», y esto es lo novedoso de la renovación del mito de Al-Andalus en la España de la democracia coronada.
Cabría pensar que Ben Laden, en su fanatismo, está delirando y que «recuperar Al-Andalus» no es una realidad práctica, sino una ensoñación. Pues «si y no», que diría Pedro Abelardo: sí es un delirio, porque la máquina del tiempo es imposible y «Al-Andalus», si es que esto significó algo políticamente, es imposible recuperarlo. Pero no lo es, porque la realidad a la que se refiere el delirio es ver a España islamizada: y esto, por lo menos en parte, es algo real –de hecho han aumentado las conversiones al Islam en España tras el 11 de Septiembre–, pero sobre todo es grave porque esa islamización se está llevando a cabo contra España: no es por tanto una islamización apolítica.
Y es que, en efecto, a despecho de la Inquisición, expulsión de judíos y moriscos, y con la transigencia o incluso acompañamiento de las autoridades políticas españolas, sea por intereses turísticos o «autonómicos», o ambas cosas, así como por el «Respeto» y la «Tolerancia» vendidos durante la Transición como virtudes –identificando, además, un concepto con otro de manera estúpida, inercial–, un tejido de instituciones islámicas o filoislámicas están campando, sobre todo en Andalucía, por la Península como si tal cosa. Y si bien las autoridades y administraciones del país presentan ciertos frenos «prácticos», muy tímidos, a su propagación, no hay ningún tipo de freno «teórico»: al contrario, en este terreno la concesión es completa, olvidando que «nada hay más práctico que una buena teoría». Particularmente en Andalucía no es que no haya frenos, es que la Junta de Andalucía y muchos Ayuntamientos están sirviendo de aceite para que el engranaje de estas instituciones funcione, bien sea porque las tolera (es decir porque se mantiene indiferente ante ellas) o bien sea porque, como muchas veces ocurre, las apoya.
Instituciones, pues, que sostienen y mantienen beligerante el mito de Al-Andalus, pero no, insistimos, como mito inocente, inocuo políticamente, como los representantes o componentes de muchas de estas instituciones pretenden («musulmanes españoles», dicen de sí mismos, es decir, no árabes ni magrebíes, sino moriscos, que fueron los únicos «musulmanes españoles» que en efecto realmente existieron{6}), sino un mito contra España, un mito que, de un modo oscurantista, ataca la constitución misma de España: y esto es lo novedoso, que el mito está teniendo un carácter práctico de «recuperación» que hasta ahora no tuvo («recuperación» de un Al-Andalus completamente imaginario, pero sobre todo que nunca fue español), y además, una eficacia en determinadas partes de España que ni por asomo tuvo nunca (eficacia en cuanto a las conversiones al Islam). En Córdoba, y sobre todo en Granada, en Madrid, en Cataluña..., instituciones islámicas, árabes y no árabes, trabajan en pro de la islamización de España dando a las palabras de Ben Laden una referencia práctica que, hasta la transformación de España como Estado de las Autonomías, no tenía. Pero, a su vez, las palabras de Ben Laden otorgan a ese proceso, real, de islamización, un sentido político que hasta ahora, en la hora en que fueron pronunciadas, no es que no estuviese, sino que estaba «durmiente». Porque esta islamización, insistimos una vez más, no tiene un sentido meramente religioso o cultural, como muchas de las autoridades españolas entienden ingenuamente: estos nuevos moriscos, muchos de ellos «muladíes» (conversos al Islam), están adquiriendo de nuevo la función «quintacolumnista» que tuvieron los moriscos de los siglos XVI y XVII, y esto es lo que significa políticamente esta islamización.{7} Este es el sentido que le da Ben Laden, y este es el sentido que tiene para muchos que mantienen el mito, tanto en España como fuera de España, aunque a veces engañen, e incluso se engañen, y, resguardándose en lo «religioso» o lo «cultural», pretendan conciliar España con El Corán, eludiendo estas consecuencias políticas que, de hecho, tiene esta islamización, al margen de que pudiera no tenerlas.
Así, amparándose en los moriscos de siglos anteriores, que fueron españoles pero nunca fueron Estado, quieren recuperar Al-Andalus, que fue Estado (aunque muy inestable y fragmentario) pero nunca español: el resultado es el principio de desguace de España, empezando por el sur, en función de los intereses de algunos países árabes y magrebís (sobre todo Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Marruecos), de algunos países europeos (nos referimos sobre todo a Gran Bretaña y Francia), pero también en función de los intereses de muchas empresas españolas y extranjeras que, so capa del liberalismo político y el Estado Autonómico, les interesa mantener el mito.
En Andalucía se ha tragado, se ha dado por buena, la identificación entre Al-Andalus y Andalucía (lo cual tampoco conviene a estos quintacolumnistas porque se verían reducidas sus pretensiones hegemónicas), se ha rebajado todo componente romano (bético) de Andalucía y supervalorado todo componente musulmán, con mengua o desprecio, además, de la perduración de lo premuslim (hispano-godo: mozárabe) en el Al-Andalus real (el histórico): pero es que de tener alguna realidad constitutiva, toda vez que Castilla ha quedado despedazada en el Estado de la Autonomías{8}, la delimitación vigente de la Comunidad Autónoma de Andalucía se lo daría la Bética romana, ni por asomo Al-Andalus o el Reino nazarí de Granada, y sin embargo las autoridades de las distintas Consejerías (particularmente la de Cultura) y Diputaciones provinciales, así como autoridades de muchas empresas públicas y privadas (sobre todo turísticas), entienden que el «hecho diferencial andaluz», que justificaría su Estatuto, viene marcado, como quería Blas Infante, por Al-Andalus.
En los periódicos aparecen, en este sentido, constantemente noticias acerca de las peripecias de la «cultura andalusí» como «hecho diferencial»: una de las últimas que hemos leído, muy significativa, es del martes 22 de octubre del 2002 en El Mundo, y dice así:
«Patrimonio. Jornada de reivindicación. Piden el retorno a Granada de manuscritos andalusíes. Brígida Gallego Coín. Granada.- Recuperar la memoria histórica de Andalucía, a partir de los vestigios del medievo escrito andalusí que se conservan en El Escorial, salvados de las quemas de la Inquisición que ocurrieron a partir del siglo XVI, es el objetivo del colectivo ciudadano Garnata 2000. Las II Jornadas que celebra Garnata tendrán lugar los días 28, 29 y 30 de octubre, en la Fundación Euroárabe de Granada, con la participación de expertos e investigadores que unen sus voces para reivindicar la vuelta a Andalucía de estos valiosos volúmenes. Cuentan con el apoyo de la Diputación de Granada, el Patronato de Turismo, y la Universidad Euroárabe. La coordinadora de Garnata 2000, Carmen Pérez Callejón, especifica que este proyecto no se refiere solo a Granada, sino a toda Andalucía, «porque el expolio de nuestra riqueza cultural, cuajada durante ocho siglos de aportaciones culturales propias y las traídas del mundo oriental, gracias a la presencia en nuestro suelo de la civilización musulmana, fue en todo el Al-Andalus y fundamentalmente en el sur, ya que aquí pervivió hasta finales del siglo XV nuestro esplendoroso medievo.[...]» (El Mundo 22 de octubre de 2002, pág. A19.)
Ahí vemos a la Diputación de Granada, al Patronato de Turismo y a la Universidad Euroárabe colaborando con el fin de conservar «nuestra riqueza cultural, cuajada durante ocho siglos», salvada en parte de «las quemas de la Inquisición». O sea, entiende cualquiera, Andalucía ha cuajado culturalmente durante los ochos siglos de «civilización musulmana», después vino el «expolio» (Inquisición = expolio = España), y ahora se trata de recuperar el «patrimonio» que queda de tal expolio. Empieza en Andalucía lo que ya sucede con otras partes de España, que así como a Gerona se le llama «Girona», a La Coruña, «A Coruña», «Donosti» a San Sebastián, llegará el día, si la cosa sigue igual, es decir avanzando, que veamos a locutores de TV, radio, &c... hablando en español de «Garnata», «Qurtuba»... para no «herir sensibilidades», después lo incorporarán los libros de texto, las matrículas de los coches y camiones, la GA en Granada, la Q en Córdoba...
Pero el bombardeo de noticias de este tipo es constante en la sección de Andalucía de los periódicos: ese mismo día en la portada de la sección del mismo periódico
«Granada. Debate sobre las relaciones entre Occidente y el Islam tras el 11-S. Mohamed El Khattat. Granada.- El Hotel Alhambra Palace de Granada es el lugar elegido por 55 especialistas que analizarán durante tres días [...] El seminario ha sido auspiciado por el Instituto de Política Mundial de Nueva York que ha elegido Granada por ser «el único lugar del mundo donde pudieron convivir las tres culturas», según explicó ayer la consejera de Cultura de la Junta, Carmen Calvo [y además presidenta del Patronato de la Alhambra y el Generalife]. En la organización del Seminario han participado la propia Junta y la Fundación del Legado Andalusí, The Carnegie Corporation, The MacArthur y The Rockefeller Brothers Fund. [...]».
El lunes 28 de Octubre de 2002, Tele 5, con ocasión de los problemas de protocolo surgidos con la visita del presidente de Irán, M. Jatamí, hizo un pequeño reportaje, en su telediario del mediodía, poniendo a este seminario, que se celebraba en Granada, como modelo a seguir para la resolución de esos problemas de protocolo. De nuevo Granada volvía a su ser, perdido durante el período cristiano, dando un ejemplo de «convivencia» entre culturas: este era el mensaje.
El día 20 anterior de ese mismo mes, en El Pais (20/10/2002, sección Andalucía, pág. 10) reseñan declaraciones hechas en una entrevista por el director de cine argelino Bensalem Bouabdallah, «con un apellido directamente entroncado al nombre de Boabdil», según dice el corresponsal, que está realizando los preparativos para una película sobre Washington Irving. Entre otras cosas se pone en el juicio de este director lo siguiente:
«Desde siempre he sentido fascinación por la ciudad [Granada]», «Desde que era pequeño. Por su historia y, especialmente por su música. Mi ciudad natal, Tlemecén, ha sido durante siglos la capital de Argelia en lo que se refiere a la música andalusí. Recibió esa herencia de España. Cuando llegué por primera vez a Andalucía descubrí que todo, la arquitectura, el urbanismo, el carácter de la gente, me era muy familiar. Me encontré como en casa. Granada se convirtió entonces en mi hogar espiritual»; más tarde dice: «Ha sido [Granada] una ciudad que ha permanecido dormida durante unos cuantos siglos y que ahora comienza a despertarse. Puede volver a ser un puente entre Oriente y Occidente, como ya lo fue en el pasado. Granada es un puente entre dos mundos». «Granada fue en su tiempo una de las formas más desarrolladas del Islam, en donde florecieron la arquitectura, la astronomía, la poesía o la medicina. En el futuro puede volver a suceder lo mismo.»
Ya vemos ya, cómo trabaja el quintacolumnismo: primero viene la civilización islámica en Granada, después el sueño islámico –que será toda una pesadilla cristiana (comenzada el 2 de enero de 1492)–, y por último el regreso de la civilización a Granada cuando despierte de su sueño dogmático (nacionalcatólico). Este es, señoras, señores, el pasado, el presente y el futuro de Granada.
Tejido institucional quintacolumnista
Pero vayamos al corazón del quintacolumnismo en España. El viernes 26 de Octubre de 2002 tuvo lugar en el Ayuntamiento de Sevilla la presentación del congreso que, bajo el nombre de El Islam en las dos Orillas (se refieren a las orillas atlánticas, no mediterráneas: es decir a la orilla atlántica americana, y a la orilla atlántica europea [española] y africana), está programado para que tenga lugar entre los días 3-5 de abril del 2003 en el Real Monasterio de Santa María de las Cuevas de la Cartuja (Sevilla), edificio cedido para la ocasión por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. El congreso está organizado por la Junta Islámica, cuyo fundador y presidente es Mansur Escudero, y a cuyo cargo corrió la presentación, junto con el Alcalde de Sevilla, señor Alfredo Sánchez Monteseirín, el Primer Teniente de alcalde, Sr. Emilio Carrillo, Luisa Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, y Abdelati Muhammed Abdelÿalil, representante del Dawa al-islamiya. Tanto la alcaldía de Sevilla como la Sociedad Mundial Islámica de Dawa (Dawa al-islamiya), son las principales patrocinadoras del Congreso, que cuenta también con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Fijémonos en las palabras de presentación del señor alcalde de Sevilla:
«Reunimos condiciones para abrir una ventana para mirar a nuestro pasado, para mirar hacia atrás como reino independiente de al-Ándalus, como exponente claro de aquella época del legado que nos dejó la influencia de los países árabes en un momento en que eran el germen del progreso técnico y cultural del mundo.»
Andalucía, entonces, cuando mira hacia atrás, ve el «reino independiente de Al-Andalus», este es el «legado» de marras que pide continuidad. Y es que, en efecto, no sólo se ve Al-Andalus, según el sr. Alcalde, cuando Andalucía mira hacia atrás:
«No estamos haciendo solo rememoración de un pasado esplendoroso, sino que estamos hablando del pasado para proyectar nuestro futuro. Estamos trabajando para que Sevilla sea un nodo entre oriente y occidente, entre los países árabes, Latinoamérica y Europa. Se trata, en definitiva, de apostar para que Sevilla sea un nexo de unión, basado en mensajes de paz y de convivencia ciudadana.»
Tiene el Al-Andalus también delante. El Al-Andalus, todo un «proyecto sugestivo de vida en común», que diría el clásico, para Sevilla, para Andalucía, para España y, si hace falta, para el mundo.
Pero, ¿qué es la Junta Islámica, y quién Mansur Escudero, en presencia del cual el señor Monteseirín ve a Al-Andalus por detrás y por delante, por arriba y por abajo?
Veamos cómo el actual portavoz de la Federación de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), Yussuf Fernández{9}, presentaba en 1997 a Mansur Abdussalam Escudero, que fue presidente, y antes secretario, de tal institución desde 1991, y que dimitió de su cargo en septiembre del 2000:
«Entrevista a Mansur Abdussalam Escudero, presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, por Yussuf Fernández. Veinte años trabajando en la creación de una estructura organizativa para aglutinar a los musulmanes han conseguido hacer de Mansur Escudero, presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) una persona irreductible al desánimo: se ha pertrechado con pureza de intención, con una gestión transparente y un sentido del humor que diluye los obstáculos y reduce las asechanzas del espíritu cruzado a la categoría de maniobras de intrigante de cómic.
Cuando Julio Anguita [sigue Yussuf Fernández] era alcalde de Córdoba, Escudero se estrenó en esa ciudad con ocasión de la Fiesta del Sacrificio, la gran celebración del año musulmán. Para entonces había constituido la Sociedad para el Retorno al Islam en España, con sede en Granada. Eran los primeros pasos de los españoles conversos al Islam [muladíes] por la geografía de Andalucía. De pronto, la mayor parte del patrimonio arquitectónico de esta región cobró otro sentido [la revelación de Al-Andalus] y los nuevos musulmanes pudieron contextualizar sus prácticas y su vida cotidiana.
Con el acceso al poder de los socialistas, la sociedad española experimentó un cambio acelerado en sus actitudes, sus costumbres y situación económica. Los musulmanes no permanecieron ajenos a estos movimientos y en este punto Mansur Escudero abandonó las filas de la Sociedad para el Retorno al Islam en España por considerarla sectaria y por discrepar de su línea de aislamiento social, para crear la Junta Islámica, un organismo independiente sin ánimo de lucro, con propósito de llevar a cabo principalmente dos objetivos: organizar un movimiento organizativo de las comunidades islámicas en España y combatir los estereotipos prevalentes en el imaginario de la sociedad española.
Dependiente de la Junta Islámica, se establece el Centro de Publicaciones Islámicas (CDPI) orientado a la labor editorial, publicación de libros y revistas y, en este último año [1997], su versión digital en Internet.
La Junta Islámica dirige su esfuerzo a constituir una entidad capaz de reconocer y enunciar las necesidades de los musulmanes para hacerlas llegar a las autoridades competentes y lograr un estatus legal más de acuerdo con el ordenamiento constitucional del país. Aquí concurren horas y horas de encuentros con las diferentes asociaciones y comunidades de musulmanes afincados en todo el territorio español, largos días de trabajo para concebir una estructura adecuada en la que se pudieran ubicar las diversas comunidades.
Encuentros y desencuentros conducen a la constitución de la FEERI, la primera federación de musulmanes en España, de donde deberá surgir un representante que hará las funciones de interlocutor con el Estado en 1992 cuando, tras ser el Islam sea reconocido [sic] como religión de notorio arraigo entre nosotros, se firma un Acuerdo de Cooperación con el Estado que implicaba el reconocimiento de los derechos civiles de los ciudadanos españoles de religión islámica. Algo más de una década no parece mucho si nos paramos a pensar [atención a lo que va a decir este señor al pararse a pensar] que el moro o el turco habían sido demonizados por el integrismo militante de los Reyes Católicos., cuya versión más reciente había sido el nacionalcatolicismo franquista [el subrayado es nuestro].
Desde entonces, la FEERI [sigue Yussuf Fernández] ha venido desarrollando una actividad vertiginosa y continua en un crescendo imparable. Entre sus logros más notables se cuenta la redacción de un currículo de enseñanza islámica y la aprobación de un Convenio con el Ministerio de Educación y de Justicia, regulando el régimen de la Enseñanza Islámica en los Centros Públicos y Concertados con el Estado.
La federación, una sola, que se formó en un principio, desde su gestación se vio sometida a la injuria del "divide y vencerás", bajo la cual una parte de las asociaciones se desgajó para formar otra federación, la UCIDE. Cada una de ellas aporta a su presidente, de manera que a la hora de operar en la Comisión Islámica de España (CIE), órgano superior de decisión, hay una dualidad que perjudica en gran manera los intereses de los musulmanes. Este factor de disensión conviene a la Administración que alega desacuerdo entre las federaciones para justificar el estancamiento.
No obstante, las constantes entrevistas de Mansur Escudero con los sucesivos directores de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, la claridad en exponer los puntos de vista y en subscribir objetivos, la política de gestión franca y persistente, el combinado de buenas maneras, honestidad y firmeza de su estilo han dado cuerpo al colectivo musulmán y consistencia a su ideario. Ese saber estar le ha proporcionado el reconocimiento de buena parte de los musulmanes y el prestigio en numerosos países. Ha intervenido ante el Pleno del Parlamento Europeo, ha suscrito Acuerdos de Cooperación con la ISESCO y con la Universidad de Túnez, el Dawa al Islamia y la UNED, ha participado con ponencias en los más importantes foros islámicos internacionales, negocia con la Diputación de Córdoba y la Junta de Andalucía su participación en importantes proyectos culturales. Los lamas, los sufis, las delegaciones de países musulmanes o de minorías musulmanas acuden a su invitación y se perfila como una persona ineludible en el panorama musulmán español.
Psiquiatra de profesión, conoce los resortes del difícil arte de escuchar y apretar las tuercas para promover el cambio, de esperar el momento oportuno para intervenir y provocar. Su agenda está repleta de citas y actividades. Vamos a comentar algunas de ellas en esta entrevista».
La agenda del Dr. Mansur Escudero realmente ha sido impresionante mientras ocupó el cargo de presidente de la FEERI, pero el caso es que, según leemos, desde el principio la FEERI –promovida por la Junta Islámica, creada también por el señor Escudero y de la que sigue siendo presidente– sufrió una escisión por la cual se conforma otra federación, la UCIDE (Unión de Comunidades Islámicas de España), más ortodoxa, cuyo presidente es el sirio de origen, aunque nacionalizado español, Riay Tatari. Pero vayamos por partes.
«El 18 de agosto [de 1997], la FEERI, gracias a la labor del Centro de Documentación y Publicaciones Islámicas dependiente de Junta islámica [creada, recordemos, por el propio Escudero], cuenta con un servidor proveedor de servicios y de información en Internet que ofrece acceso gratuito a todas las comunidades islámicas así como a particulares. La finalidad de poner en marcha este servicio es múltiple: en primer lugar poder establecer una red permanente de comunicación entre todas las comunidades de la Federación, lo que agiliza los contactos internos y posibilita la participación diaria en la marcha de la Federación.
Aparte del correo electrónico y otros programas de contacto personal que permiten comunicarse por escrito u organizar teleconferencias, internet permite acceder a gran cantidad de información generada por los propios musulmanes desde todos los rincones del mundo.
En internet contamos con tres sitios: un periódico digital conocido como Webislam, la revista VerdeIslam [que ya venía funcionando en formato papel] y una Biblioteca Virtual de Estudios Islámicos.
El periódico digital Webislam es a la vez boletín de crónicas de actividades de la FEERI e informa puntualmente de todo lo que interesa a los miembros de la Federación, desde congresos, propuestas varias, becas, convocatorias &c. Además posee un fondo documental importante en el que destacan los distintos acuerdos y convenios que se van firmando y una gran cantidad de artículos de opinión y análisis que ayudan a estar bien informado de la realidad islámica actual.
Otro servicio que se ofrece es el de la información a la carta sobre temas de interés a partir de las noticias que se generan en los principales periódicos y agencias de noticias presentes en la red.
La revista Verde Islam en formato digital cuenta con nueve números y más de trescientos artículos.
La Biblioteca Virtual de Estudios Islámicos comprende hasta el momento libros fundamentales como el Sagrado Corán con el Tafsir de Muhammad Asad, Al-Muwatta o el Riad as-Salihin y está previsto que se añadan otros muchos en adelante, in cha Allah.»
Precisamente este texto, así como el relato de la presentación del Congreso programado en Sevilla, está extraído del periódico WebIslam, concretamente del Informe de gestión de la FEERI desde junio de 1997 a septiembre de 1998 leído por Medhi Flores Contín{10}, Secretario de la FEERI, ante la Asamblea General Ordinaria del 26 de septiembre de 1998.
Estos «recursos editoriales, la revista anual www.verdeislam.com y el periódico semanal www.webislam.com, a disposición de la FEERI, reciben el 99% de las consultas en lengua española en internet sobre temas islámicos, y son los principales encargados en La Red de mantener vivo y propagar el mito de Al-Andalus en esa lengua, según una línea «española», heterodoxa, dicen ellos, recelosa, pues, respecto de la línea más ortodoxa y «extranjerizante» de la UCIDE. Pero en todo caso, ambas federaciones cooperan, coordinadas en la Comisión Islámica de España, en orden al mantenimiento de negociaciones con el Ministerio de Justicia –organismo encargado desde el Estado a estos efectos, no solo con estas federaciones islámicas, sino también con las no-católicas en general–.
La FEERI, reconociéndose como islamismo español, renueva por tanto el mito de Al-Andalus, pero no en contra de los intereses de España, dicen ellos, es decir, sin defender los intereses de otros países –particularmente los países árabes–, sino que pretenden propagar el Islam por los países de habla española, no solo España, de un modo políticamente aséptico, con independencia de los intereses políticos de los países árabes y magrebíes. No se les podría acusar entonces de quintacolumnismo.
Pero esta es la «intención» que inmediatamente se torna en falsa conciencia, no solamente porque con su predicación del «retorno a Al-Andalus», según el mito en esta su nueva variación conformada contra España, están directamente atacando la constitución de España –por la cual entre otras cosas pueden dirigir sus intereses hacia Hispanoamérica–, sino porque, sobre todo a partir del aluvión de inmigrantes venidos a España a partir de la segunda mitad de la década de los 90, están siendo envueltos, muchas veces, es verdad, contra su voluntad, por todo un tejido de intereses geo-estratégicos, no sólo de los países árabes, sino también de países europeos. Intereses tejidos contra España.
El relato: el tejido y los tejidos
Lo que aquí vamos a relatar está enteramente sacado de esas publicaciones dependientes de la Junta Islámica. El relato lo vamos a titular Aproximación al quintacolumnismo en España, ya que, primero, no podemos íntegramente relatar lo que está sucediendo por cuestiones de espacio, y segundo, porque aún no hemos recorrido toda la trama. Pero esto no disminuye en nada la evidencia de nuestra primera conclusión: estas instituciones, que como vemos no forman un conjunto homogéneo, confluyen en su «revelación de Al-Andalus», y están, quieran o no, sosteniendo funciones prácticas de quintacolumna, pero, lo peor de todo esto, es que las instituciones encargadas de gobernar España están consintiendo, e incluso promoviendo, tal «revelación», por lo menos «teóricamente». Porque es verdad que en la práctica, no solo el catolicismo inercial de España, sino que determinadas «fuerzas vivas» (Opus Dei...), están obstaculizando este proceso de islamización, pero de un modo vergonzante, empezando por la Iglesia Católica española y el Opus Dei, y siguiendo por las autoridades políticas españolas, que están constantemente, en la «teoría», promoviendo el mito de Al-Andalus, entre otras cosas, insistimos, por intereses turísticos (empresariales), de los que el Opus sabe mucho, y «autonómicos». Si no fuera por una práctica deficiente, marcada por sus diferencias internas, derivadas a su vez de la heterogeneidad de esos intereses geo-estratégicos, estas instituciones islámicas haría tiempo que hubiesen dejado de cumplir esas funciones de quintacolumna que ahora cumplen, sencillamente porque la «liberación» del «territorio ocupado», si por las administraciones de España fuera, se habría consumado hace ya algún tiempo.
Vamos a empezar por cómo se dibuja la genealogía de la FEERI en la revista VerdeIslam (nº 2, Otoño de 1995) –revista, ya lo dijimos, que también existe en formato impreso–:
«Me encantaría ser Biógrafo de Entidades Verdaderamente Democráticas y escribir una Vida de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, la plural FEERI.
Lo haría, si yo tuviera ese arte, empezando por rastrear en su genealogía: sus padres, abuelos, tíos: de los arroyos crecidos se nutren los grandes ríos.
Los padres son los Constituyentes: dieciocho Comunidades inscritas en el Registro del Ministerio de Justicia [a la altura del 2002 son unas 66], cada una de su padre y de su madre, representativas de diferentes sensibilidades, diseminadas por distintos puntos del territorio nacional. Algunas muy nutridas, consolidadas. Otras incipientes. Algún fantasma...
Los abuelos de la criatura deben ser muy influyentes, porque ¿cómo se explica si no, que en 1989 se constituya en España, si, ha leído bien, en España, una Federación Islámica que tiene como propósito la negociación, firma, seguimiento y desarrollo de un Acuerdo de Cooperación entre el Estado Español y el Islam? En España, donde las Capitulaciones [se refiere a las de Santa Fe], nunca cumplidas, jamás derogadas, fueron empleadas como señuelo para engañar a los sitiados musulmanes de Garnata [sic]. En España, donde matamoros hincan en mitad de la Gran Mezquita de Córdoba [sic] una catedral tenebrista llena de tumbas, de pelos votivos y de turistas. Si en España, en mi hermoso país [vemos cómo actúa la falsa conciencia] de agitada historia, se prepara un Acuerdo con el Islam, me dije, es que los abuelos son muy poderosos [el subrayado es nuestro]. Me puse a buscarlos y pronto di con ellos. Primero conocí a la abuela paterna, que es la Carta Magna, la Constitución Española que garantiza la Libertad Religiosa y que, aún siendo laica, no es laicista, de manera que permite a las religiones de notorio arraigo, como es el caso del Islam, suscribir Acuerdos de Cooperación con el Estado. La abuela era entrañable y estaba que bebía los vientos por su nietecito. No pude departir con el abuelo paterno, el Pueblo Español, porque estaba en los toros. Quedé en volver una tarde que no hubiera corridas, ni fútbol, ni rebajas en los grandes almacenes del consumo para hablar con él de libertad de conciencia, de democracia y del Islam.
El abuelo materno era el Consejo de Países Islámicos que, aunque por ser extranjeros no iban a intervenir ejecutivamente, si que eran escuchados por las autoridades competentes como asesores muy cualificados. Este era el típico abuelito un poco despistado, duro de oído pero bueno como él sólo. Con una generación de esa potencia ya salí de mi asombro y me explico la buena salud de la que goza la FEERI. En ella anidaron los que querían avanzar sustancialmente en el Movimiento Organizativo Religioso Islámico y era un buen nido, un cuartel estupendo, una instrucción adecuada para librar las batallas legales que se avecinaban: lograr un buen Acuerdo de Cooperación. Allí se reunían Bahich y Tatary, Mansur, Raisuni, Jalifa, Muhammad Chakor, Quiles, Tarik, Muhammad Ali, Machordom Comins, Jadicha Candela, Hassan Salama, Paladini, Eyman y hasta Muhammad Mubin.... [algunos de ellos aparecerán en nuestro relato] Es decir todos los que entonces vieron la necesidad de sentarse a discutir un texto legal que ampliase la base jurídica que otorgaba la Constitución. A este respecto convendrá aflorar una crítica que se le hacían a los Acuerdos –y que todavía hoy algunos hacen– y que viene a decir que el Acuerdo de Cooperación no es nada porque todo lo que contiene está ya en la Constitución. Pero mi querido amigo, si no estuviera en la Constitución –en germen– no podría convertirse en Ley de Cortes y ser promulgada por el Rey. Todas las leyes están en potencia en la Constitución, pero hace falta una voluntad jurídica y política para que se articulen.»
Este texto, fragmento de un artículo titulado Musulmanes de España. Crónica de una Federación, lo firma José Miguel Coca, fallecido en 1997, el cual añade en el mismo artículo, un poco más abajo, las siguientes «perlitas» sobre la historia de España con ocasión de un comentario acerca del significado en España de la Ley Orgánica de 1980 sobre la Libertad Religiosa:
«Bien es sabido que España y Libertad han sido, durante el período comprendido entre 1492 y 1978, realidades que se excluían: si había libertad no había España y si había España no había libertad. La Constitución de 1931, la única de las promulgadas que garantizaba la Libertad Religiosa, de un laicismo agresivo, duró cinco críticos años y desembocó en una de las más crueles guerras civiles de la historia mundial moderna: España ha dejado de ser católica, no es eso, no es eso, que inventen ellos, viva la muerte, el laicismo militante, el anticlericalismo soterrado que emerge, el nacional catolicismo imperial con su cohorte de terratenientes feudales y sus siervos de la gleba, sus obispos felones, los espadones, la cruz y la espada contra españoles sofocados, 1936-1939. Después, el silencio extendido, suspendido sobre la descarnada piel de toro puesta a secar...»
De manera que tenemos para España el mismo esquema de su pasado, presente y futuro que teníamos para Granada: hasta 1492, Al-Andalus y Libertad (fórmula que recuerda a aquella otra de Euskadi y Libertad); desde 1492 hasta 1978 (otros de estos muladíes hablan de 1975) España y No-libertad (el «tiempo de silencio» famoso, solo que comenzando en 1492); y el futuro se pinta, a través de la revelación de Al-Andalus, como «España» y Libertad: una España la de esta última fórmula futura que, como decía Juan Valera del Dios krausista, no la conoce ni la virgen, con ser su madre, es decir, una España que no se reconoce en ella su constitución.
De manera que tenemos dos federaciones islámicas en España, la FEERI y la UCIDE, organizadas para, al parecer, hacer volver a España –una «España» que no es España– a una situación en que su nombre se pueda conjugar con la «Libertad», es decir, a la situación de, al parecer, «convivencia entre las Tres Culturas»anterior a 1492. Según la revista, en un artículo titulado Federalia{11} se señalan:
«Los hitos más importantes de este devenir», y que se pasan a resumir de la siguiente manera:
«28 de Agosto de 1989. 14 asociaciones islámicas en España fundan la FEERI.
28 de Abril de 1992. Se firma el Acuerdo de Cooperación con el Estado Español (se promulga como Ley de Cortes el 10 de Noviembre del mismo año).
27 de noviembre de 1995. La Asamblea General de la FEERI modifica los Estatutos.
12 de marzo de 1996. Firma del convenio sobre la Enseñanza Religiosa Islámica.
3 de Abril de 1996. La Asamblea General Ordinaria de la FEERI elige Presidente e "insta al Consejo de Gobierno para desbloquear la situación de inoperancia de la Comisión Islámica de España".
7 de Enero de 1997. La Comisión Permanente de la Comisión Islámica de España modifica los Estatutos nombrando a un Presidente, un Consejo de Gobierno y un Consejo de Asesoramiento Islámico.
15 de Febrero de 1997. Asamblea General Extraordinaria de la FEERI-CIE. Se ratifican las decisiones de la Comisión Permanente de la CIE.
10 de junio de 1997. Firma de un Acuerdo de Cooperación Cultural entre la Universidad Saituna de Túnez y la FEERI-CIE
28 de Junio de 1997. La Federación organiza las I Jornadas sobre Libertad Religiosa.
15 de Julio de 1997. Alocución del Presidente de la FEERI-CIE ante el Parlamento Europeo [por iniciativa del único europarlamentario musulmán, Abdelkader Muhamad Ali, de Izquierda Unida]. Creación dentro del Intergrupo Mediterráneo de la Comisión de seguimiento del Islam en Europa de la que es nombrado co-presidente el Presidente de la CIE.
26 de Julio de 1997. Asamblea General ordinaria de la FEERI-CIE: Se presenta el nuevo Consejo de Gobierno y se superan el número de 60 comunidades adheridas a la Federación.
Misma fecha. I Congreso de Didáctica del Islam en la Escuela Pública.»
Hasta 1997 así está la cosa: la posibilidad de trazar acuerdos con el gobierno de España se ve desde el principio dificultada por esta, en principio, bipolaridad en la que se encuentran las organizaciones islámicas, según esas dos federaciones; dificultades que, en todo caso, se ven superadas al coordinarse, mínimamente, y llegar a poder formar la Comisión Islámica de España (C.I.E), que nace de la yuxtaposición, que no fusión, entre ambas federaciones. Esta Comisión es la que llega a establecer el Acuerdo de Cooperación con el Estado Español. Acuerdos de Cooperación, firmados en 1992, 500 años después de las Capitulaciones de Santa Fe{12}, por el gobierno socialista y aprobados por las Cortes, entre el «Estado español» y las «Confesiones Religiosas no católicas» (Cristianos Evangélicos, Judíos y Musulmanes), y que vienen a desarrollar el derecho, reconocido por la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, a la práctica de cualquier confesión religiosa en España; esta Ley Organica fue promulgada en 1980 (por tanto, con la U.C.D. en el gobierno). Precisamente por estas diferencias, o con ocasión de estas diferencias, los acuerdos a los que se ha llegado entre las federaciones musulmanas y el Ministerio no terminan de desarrollarse, motivo por el cual muchos de estos conversos consideran los acuerdos como «papel mojado» –de hecho se mantienen paralizados hasta que años más tarde se pretenden reanudar–.
Pero, en cualquier caso, estos «hitos administrativos» son comprendidos por las federaciones desde aquellos esquemas «históricos» acerca del pasado (Al-Andalus), presente («ocupación cristiana») y futuro de España («España» islámica).
Hitos «históricos» de VerdeIslam y WebIslam
Veamos también cuáles son los «hitos» alcanzados, tanto en la revista VerdeIslam como en el periódico digital WebIslam, acerca de su reconstrucción de la historia de España. En efecto, estas publicaciones insisten en que la historia de España viene marcada sobre todo por las «terribles y numerosísimas matanzas, torturas...» del Tribunal del Santo Oficio; el incumplimiento de las Capitulaciones de Santa Fe, tras la conquista de Granada, que resultó en las «terribles» persecuciones y guerras de «exterminio genocida»contra el morisco y que terminaron con su expulsión; el fracaso de la batalla de Lepanto desatada por la»manía» contra el moro y el turco. Recogen también, e insisten mucho, en las tesis defendidas por Olagüe acerca de la «no invasión» de España por parte de los musulmanes, así como en las tesis de Isabel Álvarez de Toledo, Duquesa de Medina Sidonia y colaboradora en estas publicaciones, acerca del «previo descubrimiento» de América por parte de los islámicos del s. IX, tesis en la que insistió la «duquesa roja», por cierto, en la presentación del Congreso de Sevilla del que hablamos al principio.
Aquí, en este terreno «teórico», es donde se opera la gran tergiversación difamatoria acerca de la constitución de España, repetida y propagada por muchos literatos, periodistas, historiadores y políticos españoles y no españoles, que hace del «Mito de Al-Andalus» un mito oscurantista, que solo mantiene sentido por sus funciones prácticas al servicio del quintacolumnismo.
Veamos cómo Ali Kettani, que fue Rector de la Universidad Islámica Internacional Averroes de Córdoba antes de fallecer en abril del 2001, reconstruye el esquemita de marras acerca de la «historia» de España en una entrevista concedida a VerdeIslam en 1996:
«La mayoría de mi familia son musulmanes de origen andalusí, moriscos exactamente. La herida de Al Andalus ha estado marcada en nuestro cuerpo, pasando de una generación a otra. Nunca podré olvidar cuando mi padre vino aquí, casi como un peregrino, en el año cincuenta. Yo tenía entonces ocho años. Cómo hablaba de Córdoba, de su mezquita, de Sevilla, del alminar de la Masyid al Mansur, que ahora llaman la Giralda, de Granada, y de tantas otras cosas que le impresionaron. Por eso, cuando tuve la oportunidad de viajar por primera vez a Al Andalus, lo hice. Fue en 1960, cuando era estudiante en Suiza. Yo siempre he tenido la seguridad de que el pueblo andaluz fue vencido, nunca fue convencido por otra religión que el Islam. De hecho, en la primera oportunidad que el pueblo andaluz ha tenido de manifestarse libremente desde la conquista de Granada por los cristianos fue en 1975, con el advenimiento de la democracia. Esta democracia ha provocado un resultado. ¿Cual? Que las gentes se han liberado de la imposición cristiana sobre sus conciencias, de la Inquisición, que fue una Inquisición de sangre y de hierro durante los siglos XVI, XVII, hasta el XVIII y XIX, y luego se continuó como inquisición legal y presión social hasta 1975. No olvidemos que hoy, aunque el pueblo andaluz está desislamizado, tiene un amor secreto por el Islam. Eso se ve en los pueblos, por todos sitios. Por todo ello, pienso que es necesario que este pueblo aprenda de nuevo qué es el Islam, sin mentiras, ahora que dispone de la libertad para ello. Mi sueño ha sido ver el Islam de nuevo en su casa, en esta tierra. Eso yo lo tuve muy claro desde los primeros pasos de las comunidades musulmanas en España. Todo empezó a finales de los setenta. A un nivel más individual en el setenta y ocho, setenta y nueve, y ya con asociaciones desde 1980. Ahora se puede ver que este asunto de Al Andalus, de Andalucía, no es un nacionalismo ciego como se considera en Occidente, no, es un amor por una tierra, nada más. El amor por esta tierra no es un asunto étnico. El musulmán debe amar a su gente, a su tierra. Por eso, el deseo de ver el renacimiento del Islam en esta tierra, no se produce como rechazo a otros musulmanes o a otras gentes.» («El retorno del muecín», Entrevista con el profesor Ali Kettani, Rector de la Universidad Islámica Internacional Averroes de Córdoba, Revista Verde Islam, número 5, año 2, 1996.)
Ali Kettani, hasta el día de su muerte, escribió una serie de artículos publicados en WebIslam con el significativo título de El resurgir de Al-Andalus, en el que sigue el hilo tópico y oscurantista de este victimismo exigente de reparación, repitiendo todos los supuestos agravios de la política española contra el musulmán. En esta entrevista, un poco más abajo, se mantiene la peregrina idea de que el «andaluz» es el ciudadano español islamita, dando igual si nace o reside en Andalucía o no.
Pero lo peor de estas «revelaciones» es la anuencia de nuestros políticos ante ellas, si no leamos lo que dice, en otra entrevista concedida en 1995 a VerdeIslam, el entonces Alcalde de Córdoba y actual candidato a la alcaldía, Rafael Merino, del PP, con ocasión del proyecto Qurtuba, que así presenta el Equipo de Redacción de VerdeIslam al hacer la entrevista:
«Durante el presente año de 1995, la entidad Junta Islámica [fundada por Mansur Escudero, no lo olvidemos] ha elaborado y presentado en los medios institucionales autonómicos y municipales de Sevilla y Córdoba respectivamente el proyecto denominado CENTRO EUROISLÁMICO DE INVESTIGACIÓN (CEI). Dicho proyecto se desarrolla en Córdoba, y tendrá su sede en un edificio cedido a tal efecto por el Ayuntamiento de la ciudad. La elección de Córdoba como ciudad emblemática dentro del mundo musulmán, se ha visto corroborada por la coincidencia de objetivos con el denominado PLAN ESTRATEGICO DE CORDOBA, que contempla el desarrollo e implementación de las relaciones entre la ciudad y el mundo islámico a través de la oferta patrimonial dirigida hacia el turismo cultural. El proyecto CEI, en ese sentido se propone con un doble objetivo. Por un lado apoyar el desarrollo de Córdoba como ciudad de encuentro y establecer un espacio de comunicación y encuentro. Por ello se contempla el aspecto de la mediación como tarea ineludible. Por otro lado, y paralelamente, se explicita el desarrollo del Acuerdo de Cooperación suscrito entre la Comisión Islámica de España y el Estado Español en 1994, ley de Cortes sancionada por S.M. el Rey. En este sentido, el proyecto contempla la creación del Instituto de Denominación Halal [alimentación desprovista de todo componente nocivo para el musulmán: cerdo,...], con la creación de la marca correspondiente, elaboración del inventario del Patrimonio Islámico en España, y diferentes gabinetes de investigación referidos a la Historia, las Ciencias y las Artes. Dentro de esa labor de mediación, Junta Islámica auspició el pasado mes de Agosto, un encuentro entre las autoridades cordobesas, Diputación Provincial y Ayuntamiento, y una delegación académico-científica saudí de alto nivel, Consejo de Ulemas (sabios) de la Universidad de Riyad. A lo largo del encuentro, Verde Islam solicitó del alcalde de Córdoba, Rafael Merino, una entrevista sobre temas de interés relacionados con la colaboración y con el propio proyecto CEI».
Pues bien, atención a la «emocionante» revelación que hace el señor alcalde:
«V. I. — En el itinerario ideal que estableciera un viajero musulmán en pos del pasado islámico en el mundo, Córdoba sería uno de sus hitos insoslayables y esto sin el consejo de ningún tour operator, por la propia querencia. Decir Kurtuba, en árabe, es nombrar la Mezquita al Yama´a y la ciudad palatina de Medina Azahara. ¿Es consciente el señor Alcalde de esta circunstancia?, ¿en qué medida ello influye en la política municipal?
— Soy plenamente consciente de esa realidad, por otra parte incuestionable. Yo digo siempre que Córdoba debe volver a recuperar su tradición de ciudad abierta, culta y tolerante. Esa idea la tengo siempre presente a la hora de abordar cualquier tema de política municipal, y creo sinceramente que la comparte por entero el equipo de gobierno.
— Córdoba es una ciudad bien comunicada, el tren de alta velocidad y la autopista que une Algeciras con el corazón de Europa son prueba de ello y así nuestro viajero musulmán llega fácilmente desde cualquier lugar. Ya lo tenemos, acompañado seguramente de varios miembros de su familia, emocionado delante de la Mezquita. ¿Cómo cree el señor Alcalde que tendríamos que proceder con esos visitantes para que volvieran, para que disfrutaran y volvieran con otros?
— Córdoba sabe acoger espléndidamente al viajero y al visitante, contando con los medios materiales y personales necesarios para ello. Más aún si le une con nosotros ciertos vínculos.
Me hablaba de la emoción que supone contemplar la Mezquita. Mire, yo mismo sentí recientemente una emoción especial cuando recibí al príncipe AbduIazziz y su séquito en el Patio de los Naranjos. La llevo contemplando desde que nací; pues bien, puedo afirmar sin ningún tipo de rubor, que aquella tarde descubrí verdaderamente el impresionante embrujo de admirar la Mezquita, al que no fue ajena la propia actitud del Príncipe y su séquito, predicable para cualquier otro musulmán» («Proyecto Kurtuba», Entrevista con el Alcalde de Córdoba por Equipo de Redacción, Revista Verde Islam, número 2, otoño 1995.)
¡Encima lo afirma sin ningún tipo de rubor! Y es que esto es lo que llama la atención, ¡cómo se han tragado el mito!: el entonces señor alcalde ha caído aquella tarde del caballo, qué «emoción tan especial»: ha tenido una verdadera revelación, la revelación de Al-Andalus. Pues ahí sigue, con sus emocionantes revelaciones, suponemos que aquella sería sólo el principio, presentándose hace pocos días como candidato a la Alcaldía de Córdoba.
En efecto, la sombra dejada en Córdoba por Julio Anguita es alargada, alargadísima: cuando promovió como alcalde la Fundación Roger Garaudy y el Museo Vivo de Al-Andalus, situado nada menos que en la Torre de la Calahorra cordobesa, no sabría, o quizás sí, que estaba asentando una de las bases más recurrentes del quintacolumnismo en España{13}.
Insistamos pues, a caballo de la leyenda negra antiespañola, el mito de Al-Andalus continúa su trote hacia la recuperación de ese paraíso perdido, a la que se suman como vemos los alcaldes de las ciudades andaluzas. Inquisición y expulsión de los moriscos, Inquisición y expulsión de los moriscos: esto es la «historia de España» que va de boca en boca y se extiende «como el bostezo», que decía Platón, por las cabezas políticas «bienpensantes» de España. Y es que esto es lo que es esta «historia de España», una leyenda, o mejor dicho una ficción, perezosa, vaga, oscura y oscurantista (negra).
La Inquisición
En Verde Islam (número 13, 2000) aparece con el título de Anales de la Inquisición la reproducción de un texto de Genaro del Valle, editado en 1868 en Madrid, en el que el autor, entre otras cosas, repite, mediante aquellos cálculos inverosímiles hechos mediante deducciones completamente especulativas, las cifras de víctimas de la Inquisición, dadas por José Antonio Llorente, al atribuir a la existencia del Tribunal la causa de la despoblación en España: «Calcular el número de víctimas de la Inquisicion, es lo mismo que demostrar prácticamente una de las causas mas poderosas y eficaces de la despoblacion de España. En efecto, si á los millones de personas que la quitó el sistema inquisitorial, espulsando á los judios, moros sumisos y moriscos bautizados, añadimos cerca de medio millon de familias arruinadas por los castigos del llamado Santo Oficio, resultará claramente que, si no hubiera existido aquel inexorable Tribunal y sus abominables máximas, hoy tendria la España doce millones mas de personas que las de su poblacion actual», se dice en el texto de Genaro del Valle reproducido en VerdeIslam.
Como José Antonio Llorente, que calculó las víctimas de la Inquisición extrapolando especulativamente las cifras desde el Tribunal de Sevilla a otros tribunales, sin ningún tipo de documentación al respecto, y sobre todo concluyendo en la cifra de 7 millones de víctimas, al ser esta la diferencia entre la población de España y la de Francia a principios del XIX (que es cuando escribe Llorente), Genaro del Valle calcula, por los mismos procedimientos, en este caso cinco millones más: ¡menudo cálculo! A partir del mantenimiento de la ambigüedad en la palabra «víctima» (como si fuese lo mismo un penitenciado, un reconciliado o un relajado, todos ellos víctimas, siendo solo el relajado «al brazo secular» condenado a muerte, y que no siempre se ejecuta de hecho, porque puede ser condenado «en efigie»), se hace víctimas del Santo Oficio, mediante este «cálculo», nada menos que a los habitantes del limbo, es decir, son víctimas de la Inquisición los «no nacidos» que debieron nacer en España como en Francia, pero que no nacieron por culpa de la Inquisición. Seguramente Genaro del Valle abulta la cifra hasta 12 millones de víctimas porque, en el año 1868, ésta era la diferencia entre la población de Francia y la de España: según esta «regla de tres simple», la cifra no deja de aumentar mientras Francia siga creciendo diferencialmente respecto a España. Hoy en día diríamos que la cifra de víctimas es de 19 millones, que es la diferencia de población entre Francia (59 millones) y España (40 millones). Pero, según estos «cálculos» se podría llegar a la curiosa situación, si en España se hace una buena política en beneficio de la natalidad, y en Francia se duermen un poquito, en que las poblaciones se igualaran en el año, por ejemplo, 2100; podríamos concluir entonces: no hubo víctimas de la Inquisición. En fin, ridículo.
Pero además este Genaro del Valle, en el texto reproducido por VerdeIslam, a parte de responsabilizar gratuitamente a la Inquisición de la expulsión de los judíos y de los moriscos, bautizados o no, infla de nuevo la cifras de expulsados, hablando de «millones de personas», cuando las cifras que rondan actualmente en los libros especializados se mueven en torno a 100.000 judíos en 1492, y 300.000-400.000 moriscos en 1609-1614. Vale que Genaro del Valle no se haya podido enterar de los cálculos actuales, pero en VerdeIslam ya se podían enterar un poquito.
Pero lo peor es que muchos de los autores de esos libros especializados de los que hablamos, mantienen ese juicio contradictorio con respecto a la Inquisición, que tan bien señaló y analizó J. Dumont{14}, alimentando el oscurantismo y la leyenda, de tal modo que, si no fuera por las funciones prácticas que de ahí se derivan –dar alas al quintacolumnismo–, solo cabría la risa. Así Henry Kamen dice:
«La intensa persecución anti-semítica que la Inquisición llevó a cabo en los años 1480-1520, ocasionó quizá la muerte de hasta 5.000 españoles de origen judío. Fue la persecución de judíos más amarga que jamás había ocurrido en cualquier otro Estado de Europa. A esta persecución yo la he llamado el primer holocausto. [...] La crueldad hacia los judíos es nada comparado al daño que se hizo a los musulmanes. Teniendo en cuenta las guerras, las matanzas y las expulsiones, es posible estimar en quizás unos 30.000 los musulmanes que perdieron la vida en España en el siglo XVI. Aquellos que continuaron viviendo en España fueron tratados abominablemente»{15}.
Primero Henry Kamen se olvida de las expulsiones de judíos llevadas a cabo por Inglaterra en el XIII, por Francia y algunos Estados alemanes en el XIV. Segundo, la Inquisición no persiguió judíos: mientras los hubo en España, por lo menos oficialmente, antes del edicto de expulsión de 1492, la Inquisición sólo llevaba funcionando 12 años (fundada en 1478, pero funcionando efectivamente a partir de 1480) y su jurisdicción competía, sobre todo al principio que era para lo que fue fundada la moderna Inquisición, a los cristianos (conversos la inmensa mayoría) que judaizaban, no a los judíos. Tercero, ver a la Inquisición española como el precedente del holocausto nazi, es completamente ridículo y estúpido, no enterarse de lo que se trae entre manos. Para empezar porque, si se responsabiliza a la Inquisición de la expulsión, «expulsar» no es lo mismo que «aniquilar» y «transformar» (convertir piel humana en lámparas y esas cosas). Además la Inquisición nunca encausaba por ser judío de origen (digamos, de «raza», suponiendo que el judío sea una raza) como hacía el nazismo, sino por «judaizar» siendo cristiano: es decir, era un problema de irregularidad jurídica, política, ni siquiera religioso, y menos racial. Y es que las bases ideológicas del «antisemitismo científico» nazi, orientado hacia el paganismo anti-romano, no tienen nada que ver con el catolicismo romano que está a la base de la Inquisición. Y, en cualquier caso, ni por el resultado hay semejanzas: en una tarde, por ejemplo, en el 23 de Octubre de 1941 en Odessa, mueren, quemados vivos, más judíos, 19.000, que víctimas mortales hubo de la Inquisición, judaizantes y no judaizantes, en toda su historia (400 años). A parte de que esos 19.000 fueron detenidos el mismo día en que se les roció de gasolina y quemó, cosa que los tribunales inquisitoriales jamás hicieron: el procesado por la Inquisición sólo era quemado si reincidía varias veces (relapso) después de un largo proceso en el que tenían que coincidir las versiones de los testigos, &c..., en fin, que no hay analogía de ningún tipo que justifique eso del «primer holocausto».
Pero, por si fuera poco considerar como holocausto a los primeros procesos inquisitoriales, qué será lo realizado por los españoles a los musulmanes según Kamen si el holocausto, «primer holocausto», contra los judíos es «nada», en las consideraciones de Kamen, comparado con los agravios hechos a los musulmanes.
Sin embargo, por lo menos por parte de la Inquisición, tenemos, a lo largo del siglo XVI, antes de la expulsión de los moriscos, una media de tres víctimas mortales por año en el Tribunal de Granada, fundado en 1523 y uno de los más incisivos frente a los «conversos de moro», y, ni siquiera cuando la política declara la guerra al morisco granadino (1568), se observa un incremento, ni en los procesos ni en las víctimas mortales.{16} En esto se queda la «masacre» cometida por la Inquisición contra el morisco.{17} En efecto, no es tan fiero el león como lo pintan.
En fin, digámoslo con A. Domínguez Ortiz:
«La ofensiva contra la Inquisición española y sus horrores [presuntos horrores, mejor dicho] se desencadenó cuando empezó a condenar protestantes; añadió un elemento religioso a la lucha política que las potencias protestantes sostenían contra España y la propaganda fue tan intensa, tan hábil, que contagió también a las naciones católicas y ha quedado adherida hasta hoy como una especie de sambenito infamante a la idea de España y los españoles. Es inútil argumentar que ha habido otras inquisiciones y algunas más sangrientas; es el elemento de la Leyenda Negra que se ha hecho más popular, el que ha calado más hondo».{18}
Esta leyenda, casi ingénita, es la que está detrás de las tesis de Kamen, de VerdeIslam y, lo que es peor, de muchos españoles, ya sean musulmanes, cristianos o ateos. Pero no es la primera vez que protestantes (Kamen) y musulmanes (VerdeIslam) se unen en la infamia contra España.
La expulsión de los moriscos
Vamos a empezar con un texto que recoge muy bien, aunque su autor no tenga nada que ver con ella, las tesis defendidas por la línea editorial de estas publicaciones, WebIslam y VerdeIslam, respecto a esta cuestión:
«De este modo, tanto con los reyes Católicos, primero, como luego más aún con Carlos I y con Felipe II, y mientras el nuevo Imperio se desplegaba, el bloque político formado por la Monarquía y la gran nobleza terrateniente (feudal), siguió una sistemática y creciente política de laminación de cuanto representara los intereses de las nuevas clases sociales burguesas incipientes peninsulares. Los moros que permanecían en la península, bajo el dominio cristiano, seguían trabajando las vegas de sus ríos y generando los excedentes de producción imprescindibles para formar una burguesía agraria capaz a su vez del desarrollo del comercio y con ello del auge de la vida urbana burguesa: fueron sistemáticamente expulsados, en oleadas consecutivas de intensidad creciente. Los judíos que manejaban el capital prestamista capaz de hacer fluir el comercio fueron igualmente expulsados. Los núcleos burgueses cristianos urbanos que habían comenzado inevitablemente a desarrollarse, en la misma Castilla, a partir del siglo XV, pujaron por hacer valer su fuerza: fueron aplastados en la guerra de las Comunidades. Dados esta expulsión y aplastamiento sistemático de las fuerzas burguesas emergentes, la tercera salida que le quedaba a los elementos más aventureros la vino a proporcionar el Imperio americano, que funcionó, a este respecto, como una válvula de escape para todos aquellos que buscaba huir de la miseria creciente y aplastante en la que el bloque formado por la Monarquía y la gran nobleza terrateniente sumía a la vida en España.»
Así habla, abundando en la leyenda, este filósofo poco docto en historia.{19}
Y es que, para empezar, una de las dificultades más graves con las que se encontró la monarquía española con respecto a los moriscos, fue su protección señorial (lo de si son los señoríos españoles «feudales»es un asunto largamente debatido en el que no vamos a entrar) por parte de alguna de esa «nobleza terrateniente», de la que se habla en el texto; segundo, considerar a los moros en las vegas de los ríos es ignorar los trabajos de la escuela de los Annales al respecto, tanto el de Halperin Donghi, como, sobre todo, el de Lapeyre, aunque sólo sea para saber que para hablar de estos asuntos con un poco de sentido, se tiene que proceder por regiones, y no se puede hablar en general del impacto en España de la expulsión de los moriscos, cuando éste fue muy desigual dependiendo de la región. Además fue relativamente desastroso para la economía del Imperio en Valencia, pero ni por asomo se puede tomar, ni la expulsión de los judíos, ni la expulsión de los moriscos, como causa de la decadencia del imperio español, como hace Juan Bautista Fuentes.
Tercero y más importante, no solo el bandidaje monfí, como desorden interno, sino la indudable función de quintacolumna de los moriscos, sobre todo granadinos (de la que nadie duda: se suele dudar de si la guerra y la expulsión fue la solución más adecuada al problema, pero no se duda de que los moriscos formasen la quintacolumna del Imperio Otomano), fue resultado del fracaso de los intentos de conversión, primero «dulcemente» por Talavera, después con más urgencia, pero no con más dureza, como se suele decir, por Cisneros{20}, por lo menos en principio.{21} Los moriscos así, tras este fracaso, pudieron funcionar como quintacolumna del Imperio Turco y de la piratería argelina, gracias, sobre todo, a la labor diplomática desplegada en Estambul por los hugonotes franceses con la venia, naturalmente, de los Reyes Cristianísimos y sus delegados.{22} ¡Qué hubiese pasado en España si cuando Richelieu apoyó las revueltas de Cataluña y Portugal, hubiese tenido a los moriscos en la Península! No fue una «guerra religiosa» la librada contra el morisco granadino, y menos aún «racial», sino política, geo-estratégica. Hablar de «demonización» de los moriscos y los turcos, como se habla en VerdeIslam, por parte de la monarquía española en esa situación, es como hablar de demonización del Eje por parte de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial o viceversa, en fin, pura retórica. Y hablar aquí de dilapidación de la fuente de «excedentes de la producción» con la expulsión de los moriscos, como hace Fuentes Ortega, en el supuesto de que efectivamente fueran la base, o uno de los pilares, de la riqueza, no tiene mucho sentido: si conservar esa supuesta fuente de riqueza supone la «rebelión a bordo», y acabar con el barco (España) en manos de la Gran Puerta turca, pues casi es mejor dilapidar los «excedentes», y no ir directos a la quiebra definitiva.
Con todo, sin pararse en precisiones, de modo perezoso, la leyenda negra, por razones muy complejas que no es momento de desgranar aquí, cuaja y no es difícil para VerdeIslam y WebIslam clavar sus «hitos históricos», tan cacareados, en La Red y donde haga falta. España tiene que resarcir, piensan también nuestros políticos e «intelectuales», todos sus agravios con las «minorías», una de ellas naturalmente la islámica. El principio de tal resarcimiento es el reconocimiento por parte de nuestros gobernantes del Islam como religión de «Notorio Arraigo» en España, desde el cual reconocimiento se llega a esos «hitos administrativos» que anteriormente hemos destacado.
El Albaicín, un fractal
Pues bien llegados a este punto, tras ser reconocido el «notorio arraigo» del Islam en España, los objetivos que estas asociaciones se plantean a corto y medio plazo a partir de 1997, son expuestas claramente por Zacaría Maza al Qurtubí, presidente de la Comunidad «Mezquita Taqwa» de Granada, en una ponencia presentada en el Seminario «Libertad religiosa», celebrado en Córdoba los días 26 y 27 de julio de 1997, y organizado por la Comisión Islámica de España-Federación de Entidades Religiosas Islámicas (Mansur Escudero a la cabeza), con la colaboración y participación del Instituto Olof Palme, Juristas Independientes de Córdoba y la Universidad Islámica "Averroes" (con su presidente Ali Kettani ponente y presente). Son las siguientes:
«1. Libertad para elegir la enseñanza religiosa en la escuela. Hay problemas para ejercerla porque el Convenio de Enseñanza del Islam en las escuelas públicas firmado por las partes aún no lo han hecho efectivo las Consejerías Autónomas. Es decir trabas burocráticas.
2. La libertad para poder ser enterrado dignamente y conforme a nuestra condición de musulmanes se ve limitada porque nuestros cementerios, en general y el de Granada en especial, no están formalizados completamente ni adecuados para que cumplan con su función correctamente como la cumplen los cementerios cristianos, por ejemplo.
3. El derecho a una alimentación HALAL. Es decir que se pueda disponer de una forma sistemática y continuada de carne lícita para el consumo de los musulmanes, así como de productos alimenticios, sean sólidos o líquidos, que no contengan sustancias prohibitivas para los musulmanes, tan abundantes actualmente.
4. Un hecho que coarta el ejercicio de la libertad religiosa de los musulmanes se produce con el rechazo de forma arbitraria, por parte de los funcionarios correspondientes, a aceptar el Hiyab o velo en las fotografías de las hermanas musulmanas que tienen que acceder a la obtención del D.N.I. o del Pasaporte. También, las trabas a la hora de registrar algunos nombres islámicos, que no tienen traducción al español, de niños o niñas nacidos en España.
5. Desde algunas instancias de la sociedad, aunque de forma minoritaria, se ha expresado malestar y formulado quejas cuando, llegada la hora de la oración, se ha hecho la llamada en voz alta desde el balcón de la mezquita que sirve de minarete. Otras confesiones como la católica gozan del privilegio de lanzar sus campanas al vuelo sin más, y no se plantea ninguna objeción.
6. Hay celebraciones que, falseando la realidad histórica, tienen un efecto provocativo en el seno de la comunidad islámica, como es el caso de la celebración onomástica de la Toma de Granada por parte de los Reyes Católicos. Asimismo, cuando nuestros hijos que estudian en las escuelas públicas se encuentran con que hay crucifijos, fotografías de santos y otras manifestaciones de la simbología católica que se mantienen colgados de las paredes, usados de forma discriminatoria y sin que la Administración haga nada por retirarlos y, de una forma coherente con su carácter aconfesional, ayudar al buen ejercicio de la libertad religiosa.
7. En el capítulo de proyectos islámicos en general y construcción de Mezquitas en particular, hay oposiciones enconadas desde diversos frentes, que retrasan y dificultan su realización. Se producen situaciones contradictorias, ya que por un lado promueven el Legado Andalusí, pero cuando se trata de ejercer una práctica legal y actual de los musulmanes en esta tierra, no se facilita la tarea. En estas y otras situaciones parecidas existe una buena oportunidad para que los Ayuntamientos y Colectivos de todo tipo ejerciten la tolerancia por la que abogan.
8. En la celebración de las festividades islámicas, los musulmanes no encuentran espacios adecuados al no serles, en general, facilitados por el organismo competente. Tampoco se aplica el derecho a acudir a dichas festividades cuando los musulmanes están sujetos a un régimen laboral de trabajo, a pesar de estar reconocido en el Acuerdo de Cooperación con el Estado. La Administración, como expresión del espíritu de tolerancia que dice encarnar, debería ocuparse de cursar la circular correspondiente para que los musulmanes pudieran acudir los viernes a la mezquita como está prescrito, así como a otras festividades, tal y como se contempla en el Acuerdo.
9. Debería educarse a la comunidad global en la que vivimos, para que se pudiera ejercer la libertad religiosa sin discriminación ni rechazo. Se reducirían así las agresiones verbales que, a menudo, sufren los musulmanes que visten de manera distinta a la habitual, y que son calificados despectivamente con el nombre de "moros". O cuando las mujeres musulmanas que descienden por las callejas del Albaycín con sus atuendos amplios islámicos, reciben comentarios de mal gusto o consideraciones gratuitas.
10. A la hora abrir un establecimiento público, como es el caso de una cafetería o local de degustación de zumos, me consta que hay clientes a quienes les resulta insultante el hecho de que no se vendan bebidas alcohólicas, manifestándolo así, de forma que ejercen una presión psicológica que coarta el ejercicio de la libertad religiosa.»
Algunos de estos puntos, que en 1997 eran programáticos ya son una realidad actualmente, otros están en vías de negociación o en conflicto:
En cuanto al punto número 2, el pasado 25 de Octubre el Ayuntamiento de Granada, y de acuerdo con el Consejo Islámico de Granada, aprueba la legalización de un cementerio islámico, por «vía de urgencia» y contando con la unanimidad de todos los grupos políticos. Este, a partir de ahora, cementerio, que se encuentra en el recinto monumental de la Alhambra, es finalmente reconocido como tal por el Ayuntamiento a petición de un juez que, según ha dicho el portavoz del equipo de gobierno, atendió a una familia musulmana que solicitó la intervención judicial para no incurrir en la ilegalidad enterrando allí a un ser allegado. Hasta ese día se estaba enterrando a musulmanes durante años de modo ilegal: el Ayuntamiento toma esta decisión y pone en manos de la Empresa Municipal de Cementerio y Servicios Funerarios de Granada (Emucesa) la gestión del cementerio, pero sin llegar a un acuerdo con el Patronato de la Alhambra (cuya presidenta, recordemos, es la Consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Carmen Calvo), que gestiona el recinto monumental en donde se encuentra el terreno en cuestión, y cuya titularidad estatal impide cualquier cambio de uso, y por tanto, impide que sea gestionado por esa empresa municipal. Pues bien, sin acuerdo con el Patronato «el área de Urbanismo del Ayuntamiento se hará cargo de la redacción y legalización del proyecto, así como de la ejecución de las obras de cerramiento y urbanización del recinto, cuya gestión administrativa recaerá sobre Emucesa, mientras el Consejo Islámico gestionará y administrará tanto los servicios de mantenimiento de las obras como la limpieza y, jardinería y vigilancia de la parcela concedida.»{23} De manera que, sin llegar a un acuerdo con la entidad estatal que gestiona un recinto monumental, se concede desde el Ayuntamiento parte de ese recinto a una empresa municipal para utilizarla como cementerio musulmán.
En cuanto al primer apartado del punto 6, la cuestión sobre la festividad que conmemora la Toma de Granada por los Reyes Católicos, el 2 de enero de 1492, la cosa está que arde. So capa de «vejación hacia el musulmán» se ha venido hablando, por una comisión de partidos a finales de los 90, y tras distintos intentos de boicot por parte sobre todo de «intelectuales de izquierdas» del lugar –en un principio paradójicamente sin el apoyo de los musulmanes conversos–, de organizar un acto suplementario al tradicional, organizado «a la morisca». Finalmente se ha organizado un «foro de debate» sobre «el futuro de la fiesta» que ha terminado en bronca.{24}
En cuanto al punto 7, y la «situación contradictoria» en la que cae la administración con la promoción de El Legado Andalusí, no podemos más que reconocer que es cierto lo que en este punto se señala. Pero, qué está detrás de esto de «El Legado andalusí». Dejemos que hable directamente González Alcantud, que conoce muy bien estos vericuetos de la administración granadina:
«En 1993 en Granada se creó un proyecto turístico-cultural titulado «El Legado Andalusí». Este proyecto, encabezado por un conocido abogado local, activo en la transición política como miembro de la Junta Democrática, se puso en marcha gracias al impulso de Sierra Nevada 95, la empresa o pool encargado de organizar los juegos internacionales de invierno del año 1995 en la estación de esquí granadina. Un conjunto de exposiciones, complementadas con sus respectivos catálogos-libros, constituyó el grueso de la actividad de «El Legado Andalusí». El resultado final, desigual desde el punto de vista intelectual, como todo proyecto atropellado, supuso la activación de toda la imaginería del Al-Andalus histórico, especialmente de los períodos omeya y nazarí. El horizonte romántico venía a estar plenamente operativo. Ni una sola referencia, coloquio, libro o exposición referente a la actualidad del mundo árabe [seguramente para evitar el contraste entre ese Islam árabe ilustrado, que suelen pintar en este tipo de empresas «culturales», y el Islam árabe actual, añadimos nosotros]. A pesar de que venía a incidir en el único horizonte que el arabismo español ha tenido desde su nacimiento, el arqueofilológico, este proyecto no recibió ninguna crítica de fondo.{25} Años después, una vez desembarazado el proyecto de sus aspectos culturales, y a pesar del apoyo público de eminentes figuras del arabismo literario, quedó reducido a un marco estrictamente de promoción turística, observándose a las claras que el trasunto de fondo de «El Legado Andalusí» consiste esencialmente en el mantenimiento de una red palaciega entre Marruecos y Andalucía, quizás habría que decir España, marcada por la gestión de recursos y flujos económicos sobre todo. Para ello se ha seguido ahondando en el horizonte del mito andalusí, es decir, en las analogías imaginarias entre un lado y otro del Mediterráneo andaluz[¿?]. El último dislate de este proyecto neorientalista ha consistido en la nominación para el doctorado honoris causa de la Universidad de Granada del joven rey Mohamed VI de Marruecos, con el único fin de relanzar el proyecto «El Legado Andalusí» y a sus mentores, so excusa de ayudar a la consolidación democrática del reino alauita.»{26}
He aquí otro ejemplo de cómo trabaja la administración española en contra de España.
En cuanto al punto 9, en relación al barrio granadino del Albaicín, lo podríamos tomar como fractal de lo que está sucediendo en España. Y es que tirando del hilo de la Comunidad «Mezquita At-Taqwa», mezquita situada precisamente en el Albaicín, en su parte baja ya cercana a la Gran Vía, y de su presidente Zacaría Maza al Qurtubí, podríamos ver la complejidad del tejido institucional musulmán en España, porque, precisamente, no hay un tejido, sino varios, vinculados unos con otros, y algunos superpuestos.
Pero dejemos el Albaicín para otra ocasión –merecería un monográfico– y sigamos con el relato. Hasta 1997, continuamos, así está la cosa.
Symploké islámica: el tejido es variado
Hasta ahora hemos hablado de la FEERI y de su presidente hasta el año 2000, Mansur Escudero.{27} Esta federación está compuesta por asociaciones islámicas cuyos miembros, que las nutren desde los años 70, son principalmente conversos de origen español (muchos de ellos exmilitantes comunistas y troskistas), y cuya sede se encuentra en Córdoba (la Junta Islámica con su Centro de Documentación y Publicaciones, de la que dependen VerdeIslam y WebIslam, reside en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río). Hemos hablado, no suficientemente de la UCIDE, federación compuesta por asociaciones cuyos miembros son principalmente estudiantes de origen sirio llegados a España en los 70, y de Oriente Medio en general, y cuyo presidente Riay Tatari, Imán de la mezquita Abu Bakr, que llegó a Asturias hace 40 años, a los 17, como estudiante de Medicina, es próximo a la rama ultraortodoxa de los Hermanos Musulmanes.{28} La mezquita Abu Bakr{29} lleva funcionando, sobre todo gracias a las aportaciones de estados árabes, desde el año 1988 y fue construida por aquellos estudiantes sirios, jordanos y palestinos becados por el franquismo durante los años 60 y 70.{30}
Pero en 1992 se empieza a construir por arquitectos polacos y con dinero saudí, la Mezquita de la M-30 de Madrid, y si hasta ahora había diferencias entre la UCIDE de Tatari y la FEERI de Escudero –salvadas, mal que bien, de cara a las negociaciones con el Ministerio de Justicia–, con la Mezquita de la M-30 llega la discordia entre los musulmanes asentados en España. Veamos cómo dibuja este centro en el mejor reportaje, el de El País Semanal del día 14 de Julio del 2002, realizado en España sobre estos asuntos. Es, se dice:
«El centro islámico más grande de Occidente. Inaugurado en 1992. Colegio para 300 niños, biblioteca, salón de actos, restaurante, cafetería, gimnasio. «Somos una entidad de servicios», define con frialdad Mohamed el Afifi, el diplomático egipcio –traje impecable, reloj de oro con el escudo saudí– cabeza visible del centro. La M-30 es la huella del expansionismo religioso saudí en nuestro país. Del islam más rígido. «La otra cara del pensamiento único», define el musulmán español Hashim Ibrahim Cabrera, autor de la novela-testimonio Párrafos de moro nuevo. Veinte millones de dólares de inversión. Un presupuesto mensual cercano a los 400.000 euros. Una minucia; el rey Fahd ya ha financiado otros 210 centros en países no islámicos y 1.359 mezquitas. ¿Con qué objeto? «Es el sello de identidad nacional de Arabia», explica Jadicha Candela, musulmana desde 1979 y letrada en el Congreso de los Diputados. «Arabia está detrás de todo lo que pasa en el islam mundial. El islam saudí, el wahabi, es el más influyente del mundo. Su preocupación es dominar ideológicamente. Y ese mensaje integrista se está dando en España y es incompatible con una sociedad en la que impera el Estado de derecho y la Constitución. Un millar de musulmanes se inclinan en dirección a la Meca en esta mezquita que recuerda la de Córdoba. La mayoría son jóvenes procedentes del norte de Marruecos. El imam es un brillante egipcio educado en Arabia que apenas habla español. En la puerta de la mezquita aguarda un puñado de berlinas del cuerpo diplomático. «Han venido a fichar», bromea un inmigrante Tetuaní.»
Vemos cómo los dos conversos musulmanes de origen español entrevistados, H. I. Cabrera y Jadicha Candela, no tienen buena opinión, por decirlo suavemente, de la actividad de la mezquita de la M-30. Cabrera es el diseñador gráfico y miembro del Consejo de Redacción, y director hace algún tiempo, de VerdeIslam,{31} y J. Candela es colaboradora de la revista y asesora jurídica de la FEERI, además de serlo también del Grupo Parlamentario Socialista.
Y es que con la llegada masiva a España de inmigrantes musulmanes en los 90, sobre todo de origen magrebí, se empieza a hacer notar su influencia a mediados de la década, de tal modo que a partir de aquí, por motivos derivados de esa influencia, cambian las tornas al no poder canalizar la FEERI y la UCIDE, quedando así completamente desbordadas, tal cantidad de islamitas. Y las tornas cambian en contra de los intereses de la FEERI, no tanto de la UCIDE, mucho más acorde con la nueva situación. Porque este flujo de musulmanes inmigrantes llegados a España va a estar canalizado, haciendo presa en ellos, por asociaciones e instituciones saudíes, y árabes en general. Mientras que antes el dinero procedente de los países árabes destinado a financiar el quintacolumnismo, representado por estas dos federaciones, se disimulaba bajo la «españolidad» de los musulmanes españoles de origen (FEERI) o nacionalizados (UCIDE) –una españolidad completamente injuriada y traicionada, como hemos visto–, ahora el dominio extranjero (árabe) sobre los musulmanes en España es ya patente y, lo que es peor, es tolerado e incluso promovido por nuestros gobernantes. Tolerar un Islam financiado por capital extranjero, como siempre, pero mucho más ortodoxo, como el wahabí representado en la Mezquita de la M-30, podrá convenir a las autoridades españolas para justificar el freno a la inmigración, pues muy bien, pero sin embargo, estas mismas autoridades –para limpiar su falsa conciencia, debe ser– son las promotoras de empresas como la de «El Legado Andalusí», la «Biblioteca Viva de Al-Andalus», y miles y miles de seminarios, cursos..., que venden un Al-Andalus imaginario y, lo que es nefasto, un Al-Andalus que debilita a España, no solamente porque lo compran los árabes, sino porque lo compran también los alemanes, holandeses, británicos y franceses (las Alpujarras, el centro de Salobreña..., ya es prácticamente de los alemanes). Y es que este flujo de capitales, árabe y europeo, no es, naturalmente, apolítico.
He aquí que, después de estar difamando contra España durante 30 años a través del «mito de Al-Andalus», estos conversos españoles, los reunidos en torno a la FEERI, aún se sorprenden de que el panarabismo penetre en los musulmanes de España, aún se sorprenden después de hacerle el caldo gordo inventándose una plataforma política (el idílico Al-Andalus) completamente irreal: y es que si se ataca España, no se obtiene precisamente Al-Andalus, si se desgarra lo que ellos consideran un velo político, no se revela precisamente Al-Andalus; lo que aparece es, más bien, Ben Laden (capital saudí), entre otras cosas.
Pero lo más gracioso, sin dejar de tener tintes trágicos: lo esperpético, por tomar el término clásico, es ver cómo se lamentan estos quintacolumnistas neomusulmanes, toda vez que saben que su trabajo ha terminado. Efectivamente en septiembre del año 2000 Mansur Escudero dimite como presidente de la FEERI. En el diario El País (30 de septiembre del 2000) se anuncia esta dimisión de la siguiente manera Moderados[FEERI] y fundamentalistas[UCIDE y la Mezquita de la M-30] se enfrentan por el control del Islam en España. Un año después, poco después del 11-S, el titular en El País es Los musulmanes radicales desplazan a los moderados en la comunidad islámica de España. Creemos que es muy revelador para el Catoblepas conocer las respuestas del que fue director de VerdeIslam y subdirector de WebIslam, Abdelmumin Aya, en la entrevistas publicadas en WebIslam después de la dimisión de Mansur Escudero, y motivo, en buena medida, de los titulares de El País. Será interesante ponerlas en su integridad en conocimiento de El Catoblepas, a modo de apéndice final de nuestro relato, para que se sepa quién manda en el Islam de España.
En el Apéndice I se ve cómo Abdelmumin Aya, que no es nada tonto, en la entrevista publicada en WebIslam inmediatamente después de la dimisión de Mansur (septiembre del 2000), desafía a todos los elementos en contra de un islamismo «español». Pero, ay, su declaración de que en España no mande nadie, de que el Islam de España no sea dominado por intereses extranjeros, se ve que es el canto del cisne del dominio de los conversos españoles sobre los musulmanes de España. En la siguiente entrevista, Apéndice II, publicada también por WebIslam y dirigida al ya dimitido Abdelmumin Aya, se ve quién manda en el Islam de España:
Después de estas revelaciones quien siga pensando que se puede hoy en España hablar de Al-Andalus desde la neutralidad política es que, como decía Unamuno, tiene un «cerebro cojonudo», es decir, que piensa con salva sea la parte.
Apéndice I
«¿Cómo has recibido la noticia de la dimisión de Mansur Escudero? Con una inmensa alegría. Por él, por su familia y por el bien del Islam español. Él ha trabajado mucho fisabibil-lah pero hacía tiempo que no hacían más que darle pares y nones. A Mansur podrían darle un premio a la ingenuidad. Y a la generosidad. Mansur ha sido de una generosidad imponderable liderando la cordura islámica en este país, pero esta actitud suya ha sido entendida desde el Gobierno como debilidad. Pues bien, ahora se abrirán paso los líderes de un Islam ajeno a esta tierra, ya que los musulmanes jóvenes de este país nos sentimos engañados y no tenemos el menor interés en mantener las cordiales relaciones que tenía Mansur con el Estado. Y desapareceremos en el anonimato. Cuando el Estado no entienda el castellano ni la manera de pensar del interlocutor que tenga en frente, o sencillamente no tenga interlocutor en frente, veremos quién era el que estaba más interesado en sacar en este país un Islam razonable, si nosotros o ellos. El día que los musulmanes españoles se den cuenta de que no necesitan al Estado sino que es el Estado el que les necesita a ellos demostraremos haber llegado a nuestra etapa de madurez. Ya se acabó el mendigar más al Estado profesores de instituto, legalidad para las comunidades islámicas nuevas, sello de calidad halal, pago de la deuda histórica, financiación para el Islam de esta tierra... Se acabó el mendigar. Nosotros no les necesitamos para hacer salat, ni para reunirnos en nuestras casas, ni para publicar nuestras revistas o páginaswebs. No les necesitamos. Ellos nos necesitan para que no se desmande el Islam que se dé en el futuro en esta tierra...
¿Es que habrá cambios? Es evidente... El incesante paso de inmigrantes por el estrecho, la baja natalidad de los españoles, la apertura de intelectuales hispanos al Islam, la desertización progresiva de Andalucía,... sólo un gobierno de cretinos integrales o de fanáticos religiosos no prevería que Andalucía será dentro de algún tiempo un paisaje islámico bajo la férula de Marruecos, y que el gobierno del país magrebí está tan interesado en hacer la vista gorda con las mafias de las pateras para que esta invasión pacífica sea una realidad como el partido integrista de Yasin en liderar a la población inmigrante mayoritariamente marroquí. Tendencia que no podrá pararse a menos que el Estado Español provoque con una medida artificial una crisis generacional en la población inmigrante, facilitando que eduquen en los institutos a las jóvenes generaciones de inmigrantes los musulmanes españoles, cuyo modelo de Islam es el único que no produce situaciones extrañas, como llevamos demostrando desde hace veinticinco años. Veinticinco años de paz social, de tolerancia y de cordura que lamentablemente tocan a su fin. Desgraciadamente no queda tanto para ver repetirse por doquier escenas como las del Ejido, la articulación de los colectivos marroquíes en una línea más dura –menos servil– que la actual, y por último el ascenso de los partidos impúdicamente racistas. ¿La solución? Provocar la crisis generacional entre los inmigrantes; españolizar a los inmigrantes es la única vía. Cualquier otra medida, como la actual de sustituir la población inmigrante africana por la hispanoamericana, es completamente irrisoria, pues nunca el indio se hará cargo del campo como el negro o el magrebí. Lo único que puede pasar con esa medida es que el indio se islamice aquí y lo lleve de vuelta a su tierra... Desde luego, se puede tener la ilusión de que se acabará con el Islam con una educación 'laica' dada gratuitamente a los inmigrantes, diciéndose para sí los ideólogos de nuestro gobierno nacional o regional: «se adaptarán por sí solos». Esto prueba la ignorancia que nuestros políticos tienen respecto al Islam. Si se educa 'a lo laico' en los colegios e institutos a los musulmanes venidos de tierra islámica, quizá la primera y la segunda generación den la espalda a sus raíces fascinados por el horizonte de confort que le pone ante los ojos la cultura occidental. Hasta que se den cuenta de que nunca serán aceptados. Entonces –como ya ha ocurrido en Francia o Alemania– volverán los ojos a su raza y su tradición y tratarán de ser como le han dicho que son: fanáticos, intolerantes, machistas, &c. Aceptarán el cliché porque no tendrán otra posibilidad de ser algo. La educación laica a los musulmanes llevará en tres generaciones al integrismo; la falta de educación a los colectivos inmigrantes aceleraría el proceso a esta misma generación; pero sólo la educación en Islam según los parámetros de los musulmanes europeos de nacimiento sería una fórmula de éxito frente al integrismo. Si hay algún miembro del Gobierno que no tenga la cabeza hueca al otro lado de esta pantalla, debería tomar nota.
Hace años, cuando empezaron las conversiones, los 'musulmanes nuevos' se fueron a vivir a Granada... ¡Cuidado, no te confundas! Nosotros somos 'musulmanes nuevos', pero somos 'moros viejos' –como decía Medina–, todos, nosotros y vosotros, somos moros viejos...
No se te escapa una ¿no?, bueno, sigo... Cuando los que en aquel entonces reconocieron el Islam se fueron a Granada como lugar simbólico por donde comenzar a reislamizar España, por aquello de que fue el último lugar que se perdió... Esto fue una estrategia ciertamente... ¿Cuáles son las estrategias actuales en la expansión del Islam? Aquello fue, más que una estrategia, un símbolo. Fue significativo a nivel emocional... Si tuviera que resumir a grandes rasgos nuestras estrategias actuales en la expansión del Islam no podría ceñirme al Estado Español... Iberoamérica es nuestro sueño. Trabajamos para dar lo mejor de nosotros a un continente que habla nuestra misma lengua. A nivel ideológico quizá lo más importante que está pasando lo está realizando la Yama'a Islámica de Al Andalus en lo que se denomina la 'descristianización del Islam', lo que finalmente supondrá un facilitar la shahada de la población que hoy día se considera atea, que no son en realidad en su mayoría sino no-cristianos. Otras líneas de actuación son las que nos vinculan con Marruecos, de todo lo cual ya hemos hablado, y los proyectos libios...
¿Los proyectos libios? Me vas a meter en un lío... ¿Qué quieres que te diga? ¿Todo?. Realmente nosotros nos dejamos pinchar los teléfonos y hablamos sin tapujos de lo que hacemos, pero, bueno... En fin, tampoco son nada del otro mundo. No te imagines cosas raras... Hay un proyecto muy bonito que se ha presentado a los libios que es financiar el establecimiento en cada pueblo de Andalucía de un profesor de árabe, un hombre bueno y culto que, con paciencia, vaya haciéndose un personaje importante en el desenvolvimiento de la vida de ese pueblo. Hay tantos pueblos olvidados en Andalucía... El campo andaluz es una mina a la hora de islamizar esta tierra. Tiene un potencial revolucionario impresionante porque nunca ha acabado de ser cristianizado. La mayor parte de estos pueblos cuentan su época de máximo esplendor cuando fueron parte de Al-Andalus... Este proyecto no tendría lugar en una generación ni en dos... ¡Y ya no puedo decirte más!
Abdelmumin Aya, Doctor en Filosofía, Director de 'Verde Islam', Director de opinión de Webislam, Presidente de la Academia de Jurisprudencia Islámica Española, autor de los Ensayos de Metafísica Islámica, de El creyente desnudo... ¿Eres tú el que actualmente diseña la estrategia de expansión del Islam en España? ¿Yo? Yo no existo... Soy sólo un hombre de paja que surge por la necesidad que estén en taqía (ocultamiento) cuatro o cinco personas de este país tras el asesinato de Sabora. Comprueba la fecha del comienzo de mi actividad como «pensador musulmán». Mi pensamiento islámico no es mío; yo sólo lo trascribo y lo compilo como me han enseñado a hacer en la Universidad. Detrás de esos pomposos títulos que has dicho no hay nada, ni siquiera hablo árabe... ¡cómo podría ser un líder de nada!
Me ha preocupado cómo pintas la situación del racismo... Europa tiende al racismo neonazi en un proceso difícil de parar. Se venden en todas las ferias de libros de los pueblos –junto con la obra de Tagore y Kalil Gibrán– el Mein Kampf de Hitler... Pese a que los inmigrantes no cesan de darnos pruebas de aculturación, tranquilidad y tolerancia. Sin embargo, me enamora el ver a un ultra de un equipo de fútbol entre signos neonazis pintarrajeados en el brazo llevar la camiseta de Zidane, o de alguno de los futbolistas de origen magrebí que son ídolos de juventudes en Europa... Esta es una vía interesante de desarticulación del racismo para la población más subnormal de Europa... ¡Los héroes del fútbol! No deja de tener su gracia... ¡Había que ver el equipo que ganó la última copa de Europa –Francia– casi enteramente integrado por africanos y moros (que no es insulto pues significa en tamazight 'el que ama su tierra')! Me parecía una escena de Europa para los africanos de Gottfried Distl... Aunque esto es curioso: Sólo se ve a los moros y a los africanos, y sin embargo, el peligro real del mundo, no sólo de Europa, son los chinos... Los chinos que progresan en silencio, comienzan con un restaurante en el que jamás se ve entrar a ningún cliente, luego se convierte en un negocio próspero, compran la casa de al lado, negocios de importación, compran el barrio entero, luego otra calle... y –cuando te descuidas– hay una nueva China Town en la cual uno puede nacer, crecer y morir sin hablar una palabra de la lengua del país, como ocurre en Londres o Estados Unidos... De momento son disidentes del gobierno chino, pero ya veremos cuando el Dayyal toque la trompeta... Cuando el Dragón chino se levante se servirá de sus mafias en todo el mundo, y todas esas mafias comenzaron por un simple restaurante chino de dudosa higiene en cualquiera de los barrios del mundo... Es la popularidad de la comida china, su billonaria población, su disciplina confuciana, su etnocentrismo y su resistencia física de garrapata, la que hará del pueblo chino el líder del Capitalismo mundial...
Para concluir, porque te veo cansado, ¿cómo quedó a tu juicio la polémica de Kamal [se refiere al imán de Fuengirola] y el golpear a las mujeres? Esta cuestión ya quedó zanjada. Sólo había que demostrar a los 'maestros de sabiduría' con sueldo en dólares que no mandan nada aquí. Aquí hemos decidido que no mande nadie, puesto que lo que queremos construir es Islam, y desde luego no vamos a dejar que nos vengan maestros que no hemos pedido a enseñarnos lo que no saben. Aprenderemos de aquellas personas a quienes nosotros reconozcamos como maestros de entre los venidos de tierras tradicionalmente islámicas. Pero son esos los que justamente nunca quieren hacerse notar. En «la cuestión Kamal» nos jugábamos que dentro de cien años aquí haya sabios que sean la luz del mundo o permanecer eternamente en la minoría de edad. Nos jugábamos mucho y hemos hecho lo que teníamos que hacer. Los musulmanes españoles hemos dejado la arena política para emplearnos a fondo en la construcción de nuestro propio pensamiento, y ahí sí que tenía su importancia demostrar que la mayoría de los Kamal son unos ignorantes. El próximo Kamal que quiera decir una tontería, se lo va a pensar dos veces...»
Apéndice II
«Dimite Abdelmumin Aya como director de Verde Islam y subdirector de Webislam. Abdelmumin Aya, sevillano de nacimiento, como los grandes toreros que no son apreciados en una plaza, ha sacudido sus zapatos del polvo de la incomprensión de los necios y se marcha al Japón a profundizar en sus estudios de poesía y cultura japonesa. Las últimas amenazas quebraron a uno de los más excepcionales musulmanes españoles de todos los tiempos. Sus escritos en español sobre la descristianización del Islam figuran ya entre los clásicos de una literatura islámica occidental que es atacada por los que no saben leer ni escribir. Entrevista realizada por Juan Carlos Cabezas y Hakim Madero.
Así que dimites de todo... Sí. De todo.
¿Por qué? Porque no puedo aguantar más. No puedo aguantar la presión, las amenazas, la incomprensión, el desagradecimiento...
¿De quién? De mis hermanos... Llevo trabajando unos años en sistematizar el pensamiento islámico, aunque yo no necesito del Islam para hacerme notar, soy actualmente el único especialista que hay en España en Poesía Japonesa y tengo desatendida mi especialización para trabajar por el Islam. Pero no observo que entre mis hermanos mi trabajo guste. Cuando no es "Abdelmumin, te estás inventando el Islam", es "Estás divulgando un conocimiento secreto", o "Escribes para escandalizar". Esto es lo mejor que me pasa en la mayoría de los casos, otras veces son simplemente amenazas, amenazas hasta de muerte como si estuviéramos entre mafiosos, como si España fuera una república bananera... Personalmente, voy a descansar tras esta decisión...
¿Y 'Verde Islam'? He trabajado mucho en estos años y hay aproximadamente para cuatro números ya preparados... No dejo "colgados" a mis hermanos... Hay tiempo para una transición, para que otro coja las riendas... Y, si no, es que no merecemos tener una revista como ésta... Una revista que ha sido oxigenar el Islam de esta tierra y que se debe a un esfuerzo abnegado y apenas reconocido de Hashim en una verdadera yihad a costa de todo, de su familia, de su profesión...
¿Lo dejas todo? ¿Webislam también? Sobre todo Webislam. Me da mucha pena porque de esas 300.000 visitas mensuales nos vienen muchos emails que nos hacen emocionarnos y hasta llorar en medio del trabajo. Pero no aguanto más la presión. Tengo una familia y quiero dedicarme a ella. No tengo por qué soportar que se me llame "buscavidas". Soy Doctor en Filosofía, estoy haciendo lo que estoy haciendo por el Islam, pero si se me dice explícitamente que no soy preciso, no tiene sentido que siga haciendo este trabajo...
¿Te refieres a Mansur? ¡No, por Dios! Mansur me quiere con locura, como yo a él. Él es un santo. Ha aguantado el desagradecimiento de aquellos a los que quería ayudar desde hace decenas de años...
¿Y cómo queda la Web? Bien. El trabajo que yo hago puede hacerlo cualquiera. Lo difícil era saber escuchar lo que se estaba demandando y eso lo hemos hecho entre todos. Ya se ha llegado en Webislam a una fórmula mágica que como todas las fórmulas mágicas es inexplicable, con elementos como AL ANDALUS o EL QUINTO SOL que son talismánicos. Creo que la receta de oro para formar a los musulmanes en lengua castellana tiene cinco pilares: GARAUDY, NASR, MERNISSI, GOYTISOLO y el pensamiento de mi maestro, cuyo nombre no digo para que siga en seguridad, pero que está básicamente recogido en las "Perlas de sabiduría tamazight"...
¿Hay amenazas? Sí las hay. Y no puedo más. Yo y todos mis pseudónimos nos vamos con la música a otra parte... (Se queda pensando sobre los pseudónimos)... Es que había que crear la impresión tras el asesinato de Sabora de que éramos muchos o no nos daba tiempo de montar la estructura básica del Islam Iberoamericano... Pero ya está montado... Se acabó. Creen que nos han ganado porque nos han quitado la FEERI, pero hemos ganado nosotros porque Webislam está ya en todos los mirror que existen en internet. Aunque destruyeran nuestro servidor con dinamita, ya los primeros cien números de Webislam están en todos los "espejos" de la red. Webislam no es una página es un modo de comprender el Islam, y puede seguirse evolucionando por ahí con las pautas de lo ya hecho.
¿Qué quieres decir con que "creen que nos han ganado"? Mira, la estrategia era muy sencilla. Existe en nuestro país una importante fuerza en la derecha de la Iglesia que maneja a su antojo al Gobierno y que estuvo de acuerdo en entrar en conversaciones con Mansur. A la vez intentaban conseguir un Islam español dirigido por Arabia Saudí. El Islam saudí es perfecto para el Opus Dei porque es intragable por los españoles pero puede controlar a los marroquíes inmigrantes. Con dinero, con imames muy «religiosos» (de mucho salat), con viajes gratis al Haÿÿ, con impresionantes mezquitas... pueden tener tranquilos a los inmigrantes, mientras que los wahabis nunca podrán fabricar un Islam seductor para los españoles. A Mansur el Estado le prometió de todo: pago de la deuda histórica, sello halal, Islam en los institutos... me hace gracia... jamás, oidme bien, jamás permitirá el Opus que los musulmanes den religión islámica en los institutos. Es su yihad. Nosotros les prometíamos la integración de los inmigrantes con un Islam tolerante y respetuoso con las leyes. Advertíamos de que sin nosotros se iba a producir un caos, pero ellos sabían que los saudíes estaban dispuestos a colaborar con ellos como lo hacen con los norteamericanos. Vale, ellos han ganado. Ya estos imames pagados se han hecho prácticamente con el control. Y sin embargo ha ganado Allah porque "como el que no quiere la cosa", a ratos perdidos, la misma gente que estaba perdiendo la batalla en el campo político montaron algo tan alucinante como Webislam, en castellano y para todo el orbe hispanoparlante. De pronto, se han dado cuenta que a pesar de que han ganado todas las batallas, sin embargo han perdido la guerra... La galiba il-la lah, no hay más vencedor que Allah. Ahora el Opus es un león herido dispuesto a vengarse; azuza a sus lacayos a que nos amenacen sólo para ganar tiempo, pero qué ficha moverán –qué golpe nos asestarán– no lo han decidido aún, porque están desconcertados. El Papa Woytila tiene su Cruzada en Iberoamérica y nuestro discurso es más seductor y, por supuesto, más revolucionario que el suyo; crece en Iberoamérica el interés por el Islam a una velocidad mayor de la calculada. El Islam andalusí que nosotros hacemos es el fin del reinado de la Iglesia en Iberoamérica
¿Qué crees que ha hecho más daño de Webislam? Depende de a quien te refieras, pero, en definitiva, a quien molesta es a ese sector del Estado controlado por el Opus y que intenta que el Islam en España aparezca como un fenómeno exclusivamente ligado a la inmigración y al fundamentalismo. Les molesta que se destruyan estereotipos sobre los musulmanes y que se desvelen mitos y mentiras que dan cuerpo a lo que ellos quieren constituya la identidad de los españoles. Les molesta la difusión de la teoría de Olagüe de que los árabes no invadieron la Península, y la de la Duquesa de Medina Sidonia de que no descubrimos América. Al Opus y a la jerarquía de la Iglesia, la belleza y profundidad de un Islam explicado en castellano. A los intereses del Gran Capital, del Gran Shaytán, propiamente, lo que le es insoportable es el Islam, es decir, la condena de la usura consustancial al Islam, la aceptación del tiranicidio, la propuesta de la autogestión económica de los pueblos, la defensa de la yihad, &c. Hay muchos intereses, pues, conjurados contra nosotros...
¿Vais a defender vuestro lugar en la FEERI? La FEERI es una ortopedia. El Estado la inventó, el Estado acordó el Convenio que luego no cumpliría para hacernos perder tiempo y que no hiciéramos dawa mientras montaban su propio órgano de control del Islam en España. Luchar por la FEERI es como el que ha tenido la suerte de que el tiburón le muerda en el brazo ortopédico y se pone a forcejear con el animal. Hay que ser simple para luchar por algo que no vale nada poniendo en riesgo la propia vida, y que me disculpen mis hermanos queridos, Mehdi, Abdelkarim... pero no se han enterado de nada. El Estado –que hoy día está manejado por el Opus– no buscaba la FEERI, buscaba controlar nuestro discurso y es lo único que se les han ido de las manos.
¿Y no es esto tuyo una huída, una derrota, o una «dimisión como acto de fuerza» al estilo de la última dimisión de Mansur? No exactamente. Toda yihad, y para mí esto lo ha sido desde la muerte de Sabora, tiene un final. Con el descanso cuando el soldado está agotado o con la muerte. No puedo más, te lo prometo. Tampoco tengo interés por ser mártir, pero si lo soy quiero que al menos sirva para que se sepa que predicar el Islam de Al Andalus en castellano es lo que me ha costado la vida... Ya me ha costado perder a mi familia, porque mi mujer no soportaba más esta situación... Lo único que me duele es no haber tenido el respaldo de mis hermanos, de los musulmanes españoles, pero éste es el país de la envidia y el Islam español no podía librarse de esta condición del español. "Yo no hago nada, pero no lo hagas tú porque te diré que tú eres un ignorante". Por supuesto. Nunca lo he negado. No sé árabe, no he estudiado Ciencias Islámicas... Y sin embargo no creo que mi amor por el Islam sea menor que el de los que tanto me han criticado. Vale. Se acabó. Se acabaron los irritantes artículos de Abdelmumin, el "Islam Descristianizado" y todo eso...
¿Entonces dejas a medias la "Descristianización del Islam"? Lamentablemente, sí. Este proyecto (en el que llevo trabajando nueve años) era hermoso, pero –se ve– que demasiado para mí... y para la comunidad islámica española actual... Todavía quedan muchos conceptos por descristianizar... los yinn, la tauba, la taqua, el quds, la sakina... De todas formas, os digo una cosa: lo que he querido enseñar no son los resultados de mi trabajo sino el método con el que se debía de trabajar. Así que el trabajo puede ser continuado por cualquiera... Sepa o no sepa árabe...
¿Y cómo se puede uno atrever a escribir tanto sin saber árabe? Bueno, aunque no sé árabe, tengo un equipo no sólo de arabistas sino que hay en él un hebraísta incluso que ha trabajado conmigo en todos, y digo todos, mis artículos. Había que ver las concordancias coránicas de cada término, la familia de palabras árabes a la que pertenecía cada concepto teológico... En fin, que alguien que quiera trabajar puede hacer mucho sin que tenga que conocer árabe. Además, el árabe sin sensibilidad no sirve para nada. Me decía 'Omar que hay gente que estudia la carrera de solfeo y son fríos interpretando música, y otros que funcionan de oído y son Pavarotti. El Islam es cuestión de sensibilidad, no de ciencia... ¿Se puede hacer pensamiento islámico sin hablar árabe? Claro. Uno de los santones del arabismo español, Miguel Cruz Hernández, autor de la Historia del pensamiento islámico en tres volúmenes, referencia obligada a la hora de hablar en España del pensamiento del Islam, no habla más árabe que yo. Esto no importa tanto, si se tiene rigor al usar el material, se tienen colaboradores y se desarrolla cierto olfato. Ojalá hubiera habido alguien sabio y trabajador en quien yo hubiera visto que podía delegar la misión que me autoimpuse, pero como para mí la opción era dejarlo en manos de arabistas o hacerlo yo mismo, pues, lo hice, como el maestro de Kung Fu ¿os acordáis?. que luchaba aunque estaba ciego. Pues, sí, los ciegos también podemos luchar, siempre que desarrollen un sexto sentido...
Es que tú también has jugado mucho a la heterodoxia, a la herejía fácil, "no existe otra vida" y todo eso... Me he expresado. Sólo eso. He dicho lo que sentía. Nunca he querido escandalizar gratuitamente. He dicho lo que iba sintiendo, sabiendo –eso sí– que habría quién no lo podría admitir y que se escandalizaría. Pero nadie ha dirigido mi pensamiento. He sido sincero a la hora de expresar mi espiritualidad. Si esto es dand, debo pedir la magfira porque nunca he querido otra cosa que la difusión del Islam contagiando la pasión que tengo desde que soy musulmán, por lo que dejé el Cristianismo y por lo que nunca llegó a seducirme el Budismo. Lo digo una vez más: me moriré –insha Allah– musulmán, pero ya se acabó mi trabajo de producción islámica. Sabios hay que hablan árabe, que han estudiado en Arabia o Irán. Ellos son los que deben hablar a partir de ahora. El error fue mío que siempre esperé una palabra de calor de mis hermanos por el trabajo que estaba haciendo y esto me hizo siempre perder rectitud de intención...
¿Sigues manteniéndote en tus posturas? Por supuesto... ¿Qué quieres, si no? ¿Que diga lo que no siento ni he sentido nunca? ¿Que vea a Allah como un Padre? ¿Que imagine que alguna vez tras la muerte estaremos en un lugar maravilloso rodeados de placeres? Allah es otra cosa. Yanna es otra cosa. Lo intuyen ya incluso los cristianos cuya teología punta es más evolucionada que la nuestra, ¡y no te digo los budistas..! Los budistas tardan en refutar la metafísica islámica de los que me han criticado lo que dura un telediarios. Con el Dios personal no vamos a ninguna parte. Eso es lo que he querido decir todo este tiempo. Y he encontrado razones en el Corán y en nuestros clásicos para defender mis posturas. Ahí están mis escritos que aun no han sido seriamente contestados por nadie, sobre todo los de mis Ensayos de Metafísica. Y el día que se haga, el día que se demuestre que soy un ignorante, habrá servido para activar el conocimiento en esta tierra, aunque sea a costa de mi reputación. La reputación no vale nada. Lo que importa es no estar en la gafla, estar en el atontamiento. Cuando yo llegué al Islam los musulmanes no sabían nada, sólo entremetían palabras como mashaallah, inshaallah, alhamdulillah, en una conversación normal, insoportablemente plagada de un sentir cristiano de la vida, como ya he dicho... el pecado, el perdón de los pecados, el temor de Dios... Esto era seguir siendo cristianos pero vestidos de marroquíes. Ahora el panorama ha cambiado, y en este esfuerzo yo sólo he sido una infinitesimal parte, pero estoy orgulloso de haber contribuido a cambiar aquella situación. En lo que a mi respecta, yo soy mu'min: La ilaha il-la lah wa anna Muhammad rasulullah. Hago salat, zakat, ramadán e iré a Meca cuando pueda. Y es lo único que tengo que decir de aquí en adelante.
¿Por qué has usado fuentes judías en tus escritos? Primero, con perdón, porque he querido. No tengo que pedir permiso a nadie para usar el material que mejor me parezca. El Islam nos da una gran libertad en esto. Todos los profetas anteriores son nuestros profetas, todos los sabios son nuestros sabios, siempre que lo que digan no vaya contra la ilaha il-la lah. Y especialmente los de la tradición abrahámica, entre ellos lo que nos llega de Musa (a.s.). El propio Ibn 'Arabî usaba fuentes judías. El Midrash, el Talmud, la Torá, el Zohar, son textos en los que un musulmán encuentra su misma intuición de las cosas sin las manipulaciones que tienen los textos de la tradición árabe. Porque los judíos no se han dejado traducir por los misioneros. No ha habido la cristianización del Judaísmo. Aprendo mucho más del Islam en las traducciones de los textos hebreos al castellano que en las traducciones del árabe. Esto es un hecho incuestionable para todo aquel que no tenga la cabeza de adorno. Los judíos, además, lo tienen todo en castellano, y distribuyen sus clásicos rápida y eficazmente... Nosotros no hemos sido capaces ni siquiera de traducir los hadices de Bujari o Muslim al castellano... Tantos petrodólares, tanto supuesto amor por el Islam, tantas mezquitas gigantescas... mentiras..., mentiras... no hay iman suficiente para reunir a varios de los perfectos bilingües que hay y que traduzcan al castellano –un idioma que hablan 400.000.000 de personas en el mundo– textos esenciales de nuestro din. Ningún saudí que tenga vergüenza me puede acusar de usar textos judíos...
... Dicen que eres secretamente chiíta... Tus enemigos te llaman Abdelmumin Aya...tollâh ¿También chiíta? ¿Y sufi libertino? ¿Y de la tariqa de Lings? ¿Y andalucista? ¿Y judaizante? ¿Y orientalizante? ¿Todo?. No tengo cuerpo para tanto... Lo que ocurre es que soy una persona muy leal a mi pasado, y siempre devuelvo mis deudas. Cuando me han enseñado (y los chiítas me enseñaron mucho), trato de corresponder en la medida que pueda... Por eso lo de ahlul bait... Respeto mucho la tradición islámica persa, me entusiasmó la Revolución iraní, y en materia de fiqh, me parece que la producción legal de la chía es mucho más inteligente que la de las cuatro clásicas escuelas sunníes. Quizá en algún momento seamos capaces de resucitar algunas de las escuelas de derecho perdidas en la sunna, la Escuela Dahirí, de Ibn Hazm de Córdoba, por ejemplo...
¿Y la fatwa? La famosa fatwa de la daraba... Se me ha adjudicado a mí, porque fui yo el que dio la cara. Pero todo el mundo sabe que yo no soy un mufti, ni importante ni poco importante. Soy un metafísico y eso es lo único que sé hacer para mis hermanos. Hice un estudio recabando opiniones de gente de Conocimiento sobre la cuestión de la daraba para una Comisión de Jurisprudencia Islámica que podría hacer un servicio magnífico a este país si alguna vez los musulmanes españoles se deciden a trabajar y dejar de criticar a los demás, y a este estudio finalmente se le acordó llamar 'fatwa'.
Os equivocasteis... Sí: nos equivocamos al llamarle fatwa. No me importa reconocerlo. Pero no nos equivocamos en que alguien tenía que tirarse al ruedo... Una vez salió la cuestión a los medios de comunicación, no valía con decir "nuestros sabios están estudiando la cuestión". Los primeros comunicados en apoyo de nuestra postura tardaron mes y medio... Había que decir con claridad que en el Islam no está permitido ponerle una mano encima a una mujer, y luego ya vendría las razones, los muftis, las condenas, los comunicados, los apoyos internacionales... Y es cierto que vinieron muchos, de Inglaterra, de Francia, de Marruecos, pero al principio estuvimos sólo Jadicha, 'Omar y yo aguantando el chaparrón. Y es que no vale con ser un sabio del Islam, hay que tenerlos bien puestos, con perdón, porque, si no, esto no va para delante. Yo prefiero a un ignorante con sentido común y las narices precisas más que a un sabio timorato y rácano con su conocimiento. Saber quedar en ridículo por amor a tus hermanos y al Islam es también parte de la vía espiritual, parte de nuestro yihad... Estamos en yihad y tenemos que ser rápidos en nuestros movimientos; hay que ser intuitivos, saber los movimientos del contrario... Sí. Puede ser que hiciéramos un poco el ridículo ante nuestros hermanos, pero los musulmanes que no nos apoyaron hicieron el ridículo frente a sus propias mujeres. Más de una mujer de musulmán comprendió que se había casado con alguien patético. Es al menos lo que me han dicho. Nosotros nos equivocamos, pero hicimos posible que se esclareciera fuera de toda duda la primera cuestión de un fiqh hecho en esta tierra... E impedimos la clericalización del Islam que, como ha puesto de manifiesto 'Omar Ribelles en uno de sus artículos, es una estrategia para entenebrecer el Islam, para jerarquizarlo, para ritualizarlo, para domesticarlo. Un Imam no es nadie; es sólo el que se pone delante en un salat. Y si está pagado, entonces, es menos que nadie, es un funcionario, un párroco. "El Imam de Valencia", "El Imam de no sé dónde"... ¿Qué pasa? ¿Que en Valencia sólo hay una mezquita, que sólo se hace salat en un sitio? Parece que se dijera "El arzobispo de Valencia", por Dios, hasta en esto es poco original la estrategia de clericalizar el Islam...
Y ¿cuál es la línea de actuación a partir de ahora? Los que están en taqiya que sigan así; los que no, que tomen la calle. Que se den cuenta de que son miles. Que salgan en Barcelona, en Madrid, que reclamen la Mezquita de Córdoba... Webislam y la calle son las líneas maestras... Respecto a los que yo tapaba, los «imprescindibles», que sigan sin dar la cara. Deben buscarse a otro "intermediario". Y no pasa nada...
Bueno, se acabó ¿no? Lamentablemente para muchos, en estos cuatro años he escrito una cantidad ingente de ensayos que aún no han visto la luz. Y estoy convencido que seguirán apareciendo en Webislam y "Verde Islam", para tortura de los que me consideran heterodoxo. Pero, si tienen paciencia, verán que serán los últimos coletazos... Y, luego, se acabó... Se acabó Abdelmumin. O sea, se acabó nada. Assalamu alaikum.»
Notas
{1} Ver Gustavo Bueno, «¿Soldados o policías?», La Clave, nº 26, pág. 21, 12 de octubre de 2001.
{2} Ver Gustavo Bueno Sánchez, «Ochenta años después del 11 de Septiembre de 1921», La Nueva España, 13 de octubre de 2001.
{3} Andalucía, Las Guías visuales de España 1, 2000: es muy interesante la diferencia semántica entre «legado» al hablar de la influencia musulmana en la constitución de España, frente a «huellas» al referirse a la romana: «legado» supone herencia dejada a los sucesores, e implica la continuidad para las siguientes generaciones de tal propiedad. Así seremos los españoles sucesores de los musulmanes de Al-Andalus que nos lo dejan en herencia, mientras que los romanos dejan «huellas», restos a su paso, indicios de que han pasado y ya no están, pero no herencia, es decir, continuidad en la propiedad. La «huella» romana implica más bien discontinuidad, ruptura, sino no sería indicio, sería la cosa misma heredada.
{4} Jordi Esteva. Mil y una voces, Cap. II: un pasado ocultado. Entrevista a Juan Goytisolo, págs. 125-126.
{5} Ambigüedad que no mide que, por ejemplo, erasmista era el cardenal Alonso Manrique, arzobispo de Sevilla e Inquisidor General, suponiendo que seguro que para Goytisolo uno de esos agentes demoledores era la Inquisición. Es más esta ambigüedad y oscuridad con la que habla Goytisolo no tiene en cuenta o silencia que, no un erasmista, sino Erasmo, según parece, rechazó su visita a la Complutense con el famoso «no me gusta España» por antisemitismo, no por la Inquisición, como muchos dejan caer por reflejo de Luis Vives.
{6} Los musulmanes de Al-Andalus no eran españoles, sencillamente porque España no existía, y cuando empezó a existir, la España coetánea a Al-Andalus se formó frente al Islam de Al-Andalus (tesis que por cierto entre otros defiende Américo Castro). Los musulmanes que quedaban en los reinos cristianos según se iba consolidando la «reconquista» (concepto este claro como ortograma emic, pero confuso históricamente, etic), son los únicos «musulmanes españoles» que registra la historia.
{7} La diferencia más evidente entre los musulmanes españoles actuales y los moriscos de los siglos XVI-XVII es que mientras que muchos de estos eran, sobre todo ya desde el siglo XIII, «cristianos nuevos de moro», es decir, bautizados pero –algunos de ellos, que no todos– musulmanes (muy desdibujados, eso sí), marcados en muchos casos por las llamadas «falsas conversiones», en los musulmanes españoles actuales no hay subterfugio (tagiyya) de falsas conversiones: muchos, por lo menos hasta los nacidos tras la llegada en masa de inmigrantes, son muladíes, bautizados primero y después convertidos al Islam, siendo mucho más rigurosos y ortodoxos que los moriscos de los siglos XVI-XVII. En todo caso, las funciones políticas son las mismas: quintacolumna.
{8} ¿A cuento de qué con el Estado de las Autonomías se le niega a Castilla, a las dos Castillas, pero también a Asturias, a Murcia..., su carácter de «histórica» en los Estatutos de Autonomía?: es que no es tan histórica su constitución como la de Cataluña, la de Galicia o la de las Vascongadas.
{9} Este señor, Yussuf Fernández, ha hecho recientemente, como portavoz de la FEERI, unas declaraciones en las que sostiene, según refleja El Mundo del 24/10/2002 (p. 13), que la polémica sobre el protocolo surgida con la visita oficial de Jatamí, era «ficticia», planeada para «boicotear» el encuentro oficial.
{10} Este señor debe ser hermano de Jesús Flores Contín, Secretario de Organización y Coordinador de Áreas de Izquierda Unida de Ceuta.
{11} Nº 7, firmado por Abduljabir Abu Ibrahim Molina que, tras la muerte de Coca, da continuidad a esa «biografía de la FEERI» que a Coca le hubiese gustado realizar.
{12} «la firma de estos Acuerdos significa la reparación de una situación de injusticia, que el 2 de Enero de 1992, cumplirá quinientos años», así interpreta Mansur Escudero estos acuerdos en su alocución al comienzo de la negociación como Secretario General de la C.I.E.
{13} Roger Garaudy, colaborador en VerdeIslam y en WebIslam, y su Fundación, acaban de anunciar la apertura, para noviembre de 2002, de la Biblioteca Viva de Al-Andalus, con el visto bueno, naturalmente, de la Comisión Provincial de Patrimonio. Ubicada en el Palacio del Bailío (rama bastarda de los Fernández de Córdoba, es decir, de la familia del Gran Capitán, vencedor en la Toma de Granada de 1492), su objetivo es el de promover el estudio de la «cultura árabe andaluza» (ver el periódico local El Día de Córdoba, 26 de octubre de 2002, sección Cultura).
{14} J. Dumont, Proceso contradictorio a la Inquisición española, Ed. Encuentro.
{15} H. Kamen, «El racismo en la España de los Austrias», Historia 16, nº 222, págs. 40-41.
{16} v. J. M. García Fuentes, La Inquisición en Granada en el siglo XVI, Granada 1981.
{17} Bien es verdad que cuando la zona de Granada dependía del Tribunal de Córdoba antes de 1523, la cosa fue mucho más incisiva y dura a cargo del famoso inquisidor Lucero de Córdoba. Pero la situación era anómala hasta para el propio Tribunal, que mandó a Lucero a otro sitio, destituyéndolo del cargo.
{18} A. Domínguez Ortiz, España, tres milenios de historia, Marcial Pons, 2000, pág. 153.
{19} J. B. Fuentes, en «Crítica de la idea de España de Gustavo Bueno» (Anábasis digital)
{20} Veamos cómo se dibujan en Párrafos de moro viejo, obra de Hashim I. Cabrera y que está permanentemente «colgada» en la página de WebIslam, los intentos de conversión de moriscos llevados a cabo por Cisneros en Granada:
«En 1501 empieza la gran represión. (...) Cuando llega la Bula se inventan una sublevación –como siempre, en la Alpujarra– y entra Fernando a saco. El que quiera se va y el que quiera se queda, pero matan a una cantidad de gente impresionante, y ahí sí se convierten por narices, porque ya, económicamente, le interesa más a la Corona que se conviertan que no que sigan siendo musulmanes.
Esta es la primera persecución seria y la primera vez en que sí hay que convertirse. Esto va a durar durante todo el año de 1501. Luego hay otra en 1505, que se produce en varias oleadas. A partir de entonces tenemos ya al morisco, que es el musulmán convertido a medias.
(...) Entonces ahí va a haber una segunda y tremenda expulsión. Hay descripciones que son sangrantes. Las hay ya con las arropeas, o sea, esposados hacia Castilla, Zamora... de los moriscos arrancados de sus casas. También al imbécil de Felipe II se le había ocurrido la idea de que las tierras que abandonaban aquí los moriscos se les podían dar a los cristianos viejos. Pero el cristiano viejo no entendía nada de regadío, entonces toda esta riqueza se pierde.
(...) Y luego, la última ola, que ésa es también sangrante, que es la expulsión de Felipe III. Es espantosa. Entonces ¿qué es lo que va a quedar aquí? Pues aquí va a quedar y queda siempre –lo vemos en el XIII y lo vemos en testamentos como en el del primer Conde de Niebla, a quien se le va un poco la cabeza y suelta alguna herejía que otra desde el punto de vista cristiano– un poso islámico que llevarán los católicos, los conversos católicos, muy fuerte en Sevilla y en Córdoba...»
Esta cita corresponde al capítulo 8, en el cual el protagonista Hisham y su compañero de viaje Abdussalam visitan a Luisa Álvarez de Toledo, la duquesa de Medina Sidonia, en boca de la cual el narrador pone el discurso que hemos trascrito. Pues bien, primero, se omite que Cisneros, a partir de 1499, y tras el edicto de conversión forzosa, trata de acelerar las conversiones a base de regalos hechos a los moriscos, también se omite que está a punto de perder la vida al ser rodeado en la Alcazaba granadina por moriscos rebeldes. Segundo, es falso, atendiendo a los trabajos de Lapeyre sobre la geografía morisca en España, que los cristianos viejos no supiesen nada de regadío porque, de hecho, la distribución, según Lapeyre, es que las tierras de regadío las ocupan cristianos viejos, y las de secano los moriscos, con alguna excepción. Y así podríamos seguir. En fin, que a base de omisiones de unas partes, y cargando retóricamente las tintas sobre otras, se falsea el proceso de conversión, fallido eso sí, de un modo completamente oscurantista.
{21} Teniendo en cuanta además que en ningún lugar del mundo, ni ahora ni nunca, salvo en España (y muy en precario) se ha conseguido reducir el islamita al cristianismo, el fracaso de Talavera y Cisneros no es absoluto.
{22} v. J. Dumont, Lepanto, la historia oculta, Ed. Encuentro.
{23} v. El Mundo, viernes 25 de octubre de 2002, pág. A14. También aparece la noticia en El País, 26 de octubre de 2002, Andalucía, pág. 10.
{24} v. González Alcantud, Lo moro, Anthropos, 2002, págs. 162-165.
{25} En esto no estamos de acuerdo: aunque indirectas respecto al chiringuito este del «Legado Andalusí», las críticas e impugnaciones de Serafín Fanjul en el libro Al-Andalus contra España a toda la patulea maurófila, nos parecen «de fondo» y fundamentales para enterarse del estado de la cuestión. A González Alcantud le parece un libro lleno de no sé qué fobias atribuidas al autor, no se sabe muy bien por qué. Que sepamos González Alcantud no es psiquiatra.
{26} v. Idem., págs. 193-194.
{27} Excombatiente, por cierto, en la guerra entre la U.R.S.S. y Afganistán, del lado afgano, naturalmente.
{28} Una sociedad críptica integrista y fundamentalista islámica cuyo origen egipcio se remonta a 1928.
{29} Situada en el barrio de Tetuán en Madrid y, según la policía y el juez Garzón, utilizada por Al Qaeda para reclutar activistas. Ver en ABC (27 de octubre de 2002, pág. 22, en la sección Nacional) entrevista a Riay Tatari Bakari.
{30} Otro mito, por cierto, es el de que el franquismo haya sido un período negro para las relaciones entre España y los países árabes: el «africanismo» de Franco, aunque retórico en cierto modo, activó mucho estas relaciones, sobre todo a partir de la crisis del petróleo (1973). De hecho la mezquita de Tetuán está situada en el barrio donde se asentaron tras la Guerra Civil muchos de los moros del ejército de Franco.
{31} De cuya obra, Párrafos de moro viejo, ya hemos hablado más arriba.