Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org
El Catoblepas • número 24 • febrero 2004 • página 16
El camino virtuoso de Lao Tsé como gran timonel chino
El camino virtuoso que está siguiendo China en los últimos años es el camino de la menor intervención estatal. La sociedad y la economía china han conseguido cierto bienestar y progreso a pesar del Estado y cuando Él ha disminuido en su intervencionismo.
La eutaxia social china se consigue a pesar del Estado maoísta. La mayor productividad de las empresas a lo largo de la historia se ha dado «a pesar» de la intervención estatal.
La tradición «liberal» china es precisamente la más antigua de las conocidas: Lao Tsé y el taoísmo.
China se reencuentra así con su misteriosa y milenaria tradición filosófica liberal auténtica. Lao Tsé vuelve a ser el Gran Timonel. El Imperio Central podrá seguir avanzando por el camino del bienestar económico si amplía la libertad empresarial y se reducen al mínimo los monopolios estatales y los impuestos a la actividad empresarial.
En cambio el renacer económico chino puede verse amenazado si sigue la estrategia del enfrentamiento militar con sus vecinos y con Occidente.
Ahora, y a la luz de la ciencia económica del siglo XXI, sí que se pueden entender los siguientes aforismos y consejos al gobernante de Lao Tsé:
«Administra el país con justicia y al ejército con estrategia. Ganarás el mundo si sabes controlar tus actos. ¿Cómo lo sé? Por lo siguiente: A medida que aumentan las leyes limitando la acción de los hombres, éstos se empobrecen; si abundan armas poderosas el estado se vuelve caótico; si la técnica adelanta, la producción aumenta; y a medida que aumenta el número de leyes y decretos aumenta también el número de ladrones. Por eso el «Hombre Justo» [«El gobernante justo»] declara: Si yo controlo mis acciones los hombres evolucionarán, si adopto la quietud los hombres adoptarán el orden, si soy tolerante los hombres se enriquecerán, si no soy ambicioso los hombres se comportarán honestamente.»
El gobierno chino, si quiere mantener la eutaxia social, e incluso aumentarla, no debe preocuparse por «reformar su democracia» por una «democracia más pura» u «occidental» (o un fundamentalismo democrático), sino más bien volver a un gobierno «que limita sus atribuciones» pues hará a «los hombres felices»
«Un gobierno que limita sus atribuciones hace a los hombres felices; un gobierno demasiado riguroso hace a los hombres desgraciados. Pero, ¿quién sabe en dónde está el término medio y justo? La bondad y la justicia demasiado perfectas parecerán grotescas y como obra de magia, y los hombres tienden a ser supersticiosos.»
Incluso podemos encontrar la primera formulación de la necesidad de la baja preferencia temporal para aumentar y mantenerse en el nivel cultural o de civilización mínimo en la siguiente sentencia:
«Para gobernar a los hombres y para servir a la Naturaleza es necesario ser moderado en ambiciones. Ser moderado significa volver a los principios naturales, eso es, volver a la virtud absoluta, que es una fuerza invencible que permite mantener el reino en buen orden. Esta actitud es la madre de todas las acciones; sus raíces forman una base sólida, el fundamento del Camino que conduce a la eternidad.»
Los principios de la libre entrada en la producción en todas sus ramas por parte de las empresas privadas significa que no se dañará a los ciudadanos chinos del siglo XXI.
«Gobernar un país inmenso es como freír un pescadillo. Si se adoptan los principios del Camino para gobernar a un país los espíritus malignos pierden sus dones divinos. Pero aunque los espíritus malignos no pierdan su divinidad ya no pueden ser nocivos al hombre y, evidentemente, el Hombre Justo tampoco puede ser nocivo. Y si el Hombre Justo y los demás hombres no son nocivos entre ellos, entonces sus virtudes se complementan.»
El hecho de que el país sea grande no tiene que ser un obstáculo, en principio, si no aumenta los impuestos a las empresas privadas y además productores, así:
«Un país espacioso es lugar en donde acuden todos los ríos; el país espacioso es receptivo como la mujer. En efecto, la mujer con su pasividad y su humildad acaba por dominar al hombre. Asimismo, pasiva y humildemente, el país grande domina al país pequeño y lo hace suyo, pero al mismo tiempo el país pequeño domina al grande. El país grande necesita aumentar el número de sus habitantes; el país pequeño necesita más espacio para los suyos. De esta manera el uno ayuda al otro para conseguir respectivamente sus objetivos, pero es esencial que el país grande lo haga con humildad.»
Lao Tsé también recomendaba una doctrina acertada para la economía cuando animaba a ser activo de una forma inteligente y valorar las organizaciones pequeñas en empresas grandes que se obtienen con el trabajo honrado y continuado.
«Sé activo en pleno reposo; reposa cuando trabajes. Saborea lo que es insípido. Considera la grandeza de lo que es pequeño. Corresponde el odio con virtud. Inicia los trabajos difíciles empezando por lo más fácil. Considera las empresas grandes cuando éstas son aún pequeñas. Los grandes conflictos del mundo generalmente empiezan por una bagatela. Las grandes realizaciones de hoy han empezado con muy poca cosa. Por eso el Hombre Justo no intenta hacer cosas demasiado grandes, y es así como alcanza una verdadera grandeza.»
Incluso encontramos en la obra de Lao Tsé los dos modos mejores de llevar a buen término la transición:
a) Realizar el proyecto del nuevo Imperio liberal auténtico de un modo ordenado y paciente:
«El que intenta hacer las cosas prematuramente las estropea. Por eso el Hombre Justo no se apresura nunca, y así no estropea nada. El Hombre Justo no intenta coger las cosas bruscamente y así no se le escapan de las manos. Generalmente los hombres reducen a la nada los mejores proyectos si no tienen paciencia para llevarlos a buen término. Falta de cuidado, desde el principio hasta el fin, de lo que se realiza, destruye toda realización. Por eso el Hombre Justo acoge lo que los demás han desechado, no se apresura en poseer lo que es difícil de adquirir, estudia lo que los demás han olvidado, se atribuye un lugar que otros han abandonado. Su objetivo es restablecer el orden natural de las cosas, pero para conseguirlo no emprende ninguna acción apresurada.»{1}
b) Reducir los impuestos y tasas al mínimo.
«El pueblo pasa hambre a causa de las tasas elevadas que ha de pagar, de las que se aprovecha la alta sociedad para consumir más de lo necesario. El pueblo es difícil de gobernar porque los gobernantes son incapaces. El pueblo no teme morir y por eso exige vivir más intensamente. Así los hombres sin los medios para vivir convenientemente son superiores en virtud a los hombres que valúan demasiado a la vida»
Nota
{1} Traducción de El libro del camino y de la virtud de Lao Tsé, realizada por Taiji Yamaga. Las citas de Lao Tsé corresponden a dicha traducción.