Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org
El Catoblepas • número 32 • octubre 2004 • página 22
Sobre el Libro de los testimonios: los Sefardíes y el Holocausto,
de Salvador Santa Puche, Sephardi Federation of Palm Beach County,
Barcelona 2003, 242 págs.
«Nadie podía imaginar Auschwitz,
antes de Auschwitz.» Elie Wiesel
Salvador Santa Puche es el escritor español que ha sabido reconstruir, por fin, la tragedia de los sefardíes (judeo-españoles) en el Holocausto. Salvador Santa (Yecla 1971) es doctor en Filología Hispánica y ha publicado numerosos libros y artículos sobre cultura judeo-española en España, EEUU, Israel, Bélgica, Japón, Estonia, Austria, &c., y es autor, además, de tres novelas. Es profesor visitante en la Universidades de Tartu (Estonia) y Washington (EEUU). Ha impartido también conferencias en España, Francia, EEUU, Israel,... y se ha embarcado valientemente en la presente serie de volúmenes sobre los Testimonios de los Sefardíes en el Holocausto. Después de tres años de contacto con los supervivientes ha aprendido que nunca debe insistir en lo que el testimoniante no quiere recordar; y aún así el Volumen I del Libro de los testimonios: los Sefardíes y el Holocausto, es el primero de los cuatro volúmenes en preparación. El volumen segundo tratará de los sefardíes en Europa Occidental, el volumen tercero sobre los sefardíes de Bulgaria, Albania, Yugoslavia y Rumanía, y el cuarto volumen estará dedicado al Holocausto en la Literatura Sefardí y en las dos judeo-lenguas en los Campos de la Muerte: yiddish y judeo-español. Pero el hecho de que el futuro volumen cuarto termine con un estudio lingüístico no nos debe llevar a engaño. Estamos ante un verdadero libro de ciencia histórica, e incluso, de filosofía humanista. El complemento necesario al capítulo seis del famoso libro sobre la historia de los judíos de Paul Johnson. Lo podemos comprobar en toda el libro del joven investigador; solamente quiero llamar la atención en dos datos que lo confirman.
a) El autor no recae en la leyenda negra anti-española que ha convertido en general a España en la sociedad política anti-judía por excelencia. La historia verdaderamente científica no está reñida con el testimonio más personal –tampoco puede reducirse al mismo–. Así Salvador Santa nos dice que el gobierno español por medio del «Encargado de Negocios español en Atenas hizo diligencias para tratar de salvar a unos 400 judíos de Salónica, alegando que eran ciudadanos españoles acogidos al Real Decreto de 1924, Decreto del gobierno de Primo de Rivera por el cual se reconocía como ciudadanos españoles a los sefardíes que así lo reclamaran» (páginas 47-48).
b) La actuación colaboracionista con la SS de determinados judíos como el Rabino Korets: «que había sido arrestado y enviado a Viena, fue liberado y enviado nuevamente a Salónica. Durante su estancia en Viena conoció a un oficial de la SS, Dehagg, quien simpatizó con él y lo nombró Presidente de la Comunidad. A partir de ese momento, Korets tuvo el control completo del destino de los judíos Salónica... Trató de convencer a los judíos de que no se escaparan y que obedecieran las órdenes nazis» (páginas 43-44).
En este primer volumen, Salvador Santa nos habla, en su primera parte, de los Sefardíes de Grecia, y del Judeo-Español en los Campos, y se ilustra con una exacta cronología del Holocausto, para en la segunda parte recordar los primeros testimonios de la tragedia. Son los testimonios de :
• Haïm Vidal Sephiha
• Henry Levy
• René Molho
• Violette Mayo Fintz
• David Galante
• Bellina Almeleh Rahmaní
• Guiseppe Coné
• Sarah Notrica Jerusalmi
• Asher Varon
• Diamante Hugnu Franco
• Matilda Isarael Hasson
El autor dedica el trabajo a la memoria de Israel Cohen, insigne abogado, buen padre de familia, un gran sefardí y un gran amigo de los sefardíes, que supo aprovechar bien la vida. Asimismo quiere expresar su más completo agradecimiento a todas las personas e instituciones que han colaborado en su publicación, pues el Libro de los testimonios: los Sefardíes y el Holocausto (vol. I) no hubiera visto su luz sin el apoyo y ayuda: Sephardi Federation of Palm Beach County, Sra. Greace Glastone de Cohen y familia, y a South Florida Chapter of the American Sephardi Federation, Florida, EEUU.
El libro consigue rescatar la memoria de los judíos de origen español que sufrieron y fueron testigos de vista y de corazón de la Shoa. Rescatar la memoria de los «judíos expulsados de España por los Reyes Católicos en 1492, que fueron asesinados en los Campos de la Muerte» (pág. 11). Nos acerca a lo que supuso el Holocausto para los sefardíes (los españoles judíos). Los cuatro volúmenes se estructuran como el primero. Un estudio histórico en la primera parte y los testimonios en la segunda, «porque nadie mejor que los propios supervivientes para ilustrarnos levemente de lo que ha sido un exterminio sistemático industrial nunca antes conocido en la historia de la Humanidad» (pág. 12).
David W. Siman nos dice del presente libro: «dentro de lo mucho desconocido de los tristes acontecimientos de la Shoa es aún menos conocida la historia de los sefardíes, aquellos trágicamente ni reconocidos como los hermanos que eran por sus correligionarios asquenacíes. Hoy en día hay todavía un número significativo de hablantes del yiddissh, pero de los que conservan el judeo-español bien pocos quedan» (pág. 16). Es importante esta obra porque «por su forma genuina narrativa, presta la voz viva a las victimas. Y, de otra parte, da fundamento para la investigación del ¿por qué? ¿cómo pudo haber complicidad entre tantos, soldados SS, guardias de los campos, kapos, obreros civiles y del ferrocarril, nazis alemanes, y miles de otros que se prestaron libremente a la ejecución del crimen más grande de la historia de la humanidad?»
Salvador Santa Puche –nos dice M. Halévy, de la Universidad de Hamburgo– ha realizado una obra de referencia al recoger directamente los recuerdos de los supervivientes que muchas veces han sido suprimidos, documentos que los historiadores asquenacíes raramente querían considerar hasta hoy día.
Que sepamos, este libro es el trabajo más importante sobre la vida y muerte de los sefardíes durante el Holocausto. Y no hay en el mundo cosa más grande que un suspiro de agradecimiento, según dijo al morir Abraham Abulafia, el cabalista de Cumino.
El holocausto no es el asalto a una judería en la España de 1391; no es la expulsión de 1492; no es una persecución en la Rusia Zarista del siglo XIX. No es una matanza espontánea y sin explicación. No es un terremoto que arrasa la vida de miles de personas. Es la aniquilación sistemática de colectivos étnicos, sociales y políticos, organizada de forma industrial, planificada y calculada; una exterminación con unos objetivos pensados y programados; una auténtica maquinaria de matar que responde a una serie de programaciones y parámetros. Significa una concepción inimaginable en la historia. Es la aplicación de los avances industriales y técnicos al exterminio de un colectivo.
«Dante, Rimbaud y demás poetas malditos,
¿qué sabréis vosotros lo que es el Infierno?»
escribe León Felipe en su poema titulado «Auschwitz».
¿Qué razón había para la Shoa? Había una razón primordial: materializar el Mal en los campos de exterminio –nos dice Salvador Santa–. Era la Solución final, Endlösung, el exterminio del Pueblo judío. Así se estableció, también, en la Conferencia de Wansee. Pero después hubo una serie de razones secundarias: aprovechar su fuerza de trabajo, experimentar con sus cuerpos, experimentar con sus psicologías (destruir su carácter humano, destrozar sus personalidades, enfrentarlos, transformarlos en animales,...).
¿Cómo se organiza un campo de la Muerte? Hay un escenario esencial: el campo de Concentración, el Konzentrationslager, el campo lleno de barracones vallados, fuertemente vigilado, alejado de grandes núcleos de población y organizado con los únicos fines de trabajo y exterminio sistemático y silencioso.
Los campos se dividían en tres categorías: Campo de concentración, campo de Exterminio y Campo de Concentración y Exterminio. A su vez, todos estos campos constan de uno central y una serie de subcampos dependientes del central (los Kommandos) donde los deportados trabajan y mueren.
Dentro de los campos había que conseguir la deshumanización. Primo Levi dejó escrito:
«Por eso que el Lager (el campo) era una máquina que nos transformaba en animales...»
...a partir de 1942 los campos comenzaron la Solución Final...
En el testimonio del profesor Haïm Vidal Sephiha podemos leer «me parece que el leer y escribir son armas... siempre hay que luchar, transmitiendo la experiencia, porque las personas que conozcan mi experiencia y la de los demás ex-deportados, en este caso saben perfectamente que las ideas nacionalistas, las ideas racistas, son el primer escalón de las dictaduras y el nazismo».
Lo dice también Salvador Santa, amigo, «por último quisiera agradecer a todas las personas que me ha ayudado a en la elaboración de estos volúmenes: a mi siempre querido amigo David W. Siman, sin cuya ayuda este trabajo nunca hubiera visto la luz; al prof. Haïm Vidal Sephila, por hacerme entender lo que significa el Holocausto; de forma muy especial a la Doctora Rita Eskenazi, por sus orientaciones, explicaciones y certeros consejos; a las profesoras Helene Gutkowsky y Angela Waksman, por ayudarme a localizar a algunos de los supervivientes; al Doctor Michaél Halévy, por aceptar a escribir uno de los prólogos; a Mira Osrin, por autorizarme y ayudarme a dar a conocer algunos de los testimonios; a Editors SA por su cortesía al autorizarme a publicar la fotografía de la portada; a Aritz Albaizar, por su excelente diseño de la cubierta; al Dr. José Periago Ruíz, por sus horas de trabajo de maquetación, su inestimable ayuda y su amistad; a Yuma Puche Martínez, por su inapreciable trabajo de corrección del texto. Y por supuesto a todos los supervivientes: por haber soportado la mayoría de ellos mis preguntas e ingenuidades y por dejar que la Humanidad aprenda de sus terribles experiencias. A todos, muchas gracias».
Haïm Vidal Sephiha, fundador en París III de la primera cátedra de judeo-español del mundo, y superviviente del Holocausto, pudo por fin ver (junto con Simone Veil) colocada en Auschwitz-Birkenau, el pasado 23 de marzo de 2003, la placa en judeo-español:
«Ke este lugar, ande los nazis
Eksterminaron un milyon
I medyo de ombres,
De mujeres i de kriaturas,
La mas parte djudyos
De varyos payizes de la Evropa
Sea para syempre,
Para la umanidad,
Un grito de dezespero
I unas sinyales.»