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El Catoblepas, número 50, abril 2006
  El Catoblepasnúmero 50 • abril 2006 • página 1
Artículos

Crónica de las Jornadas sobre España
en Caravaca y sus secuelas

Joaquín Robles López

Un ejemplo significativo de la calaña de los enemigos de España

La crónica que a continuación ofrecemos se justifica en la medida en que Caravaca de la Cruz (Murcia) es una pequeña ciudad –otros dirán «un pueblo grande»– que puede servir como modelo o fractal de la sociedad política española, o lo que queda de ella, de suerte que se nos antoja un «laboratorio» privilegiado para la observación de los fenómenos políticos y el impacto que un análisis crítico filosófico de esos mismos fenómenos puede producir en la ciudadanía.

Durante varios viernes de febrero y marzo de 2006 se desarrolló en Caravaca un ciclo de conferencias sobre la idea de España. Se trataba de ofrecer a los alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) San Juan de la Cruz, y a los ciudadanos en general, tres lecciones sobre distintos momentos del curso de España: la España medieval (Serafín Fanjul: «Al Andalus contra España»), la España Imperial (Atilana Guerrero: «La idea de España en el siglo XVI») y la España en guerra civil (Pío Moa: «Mito y mitos de la guerra civil española»). Por último, la España del presente se representaba con dos actos: la presentación, por parte de Pedro Insua{1}, de la Asociación para la defensa de la Nación Española y una mesa redonda a la que invitamos a los tres partidos políticos con implantación nacional: Partido Popular PP, Partido Socialista Obrero Español PSOE, e Izquierda Unida IU.

Veamos los fenómenos, las imágenes, tal y como se interpretaron desde dentro de la caverna por quienes ni siquiera perciben las contradicciones que les ayudarían a saltar por encima de ellas.

En un Pleno municipal (el 23 de febrero de 2006), anterior a la primera de las ponencias, toma la palabra el concejal de IU, Miguel Romera y acusa al concejal de cultura del Ayuntamiento de financiar unas jornadas «de la extrema derecha y xenófobas». Sustenta su afirmación en el título de la conferencia de Fanjul a quien reconoce no haber leído. Ni siquiera sabe quién es. Añade:

«Después del 11M, ¿les parece bien que se moleste a los musulmanes, como están las cosas...? ¿En manos de quién están nuestros hijos?»

A continuación, un concejal del grupo socialista, Luis Zarco, arremete contra Pío Moa con los argumentos consabidos: su pasado «terrorista» y su presente «ultraderechista». Este concejal informa públicamente la intención, del grupo municipal, de no presentarse en la mesa redonda a la que habían sido invitados. Al tiempo, la dirección regional de IU me confirma la presencia en la mesa de su coordinador regional, José Antonio Pujante Dieckman que, tras enterarse de las opiniones de su concejal caravaqueño, se retracta y no viene.

En otro escenario, en el Claustro extraordinario del IES San Juan de la Cruz, convocado ad hoc y celebrado el 3 de marzo de 2006, el concejal socialista y profesor de historia de este centro, Jesús López, pide al director que desautorice las Jornadas y arremete contra la presentación de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, que identifica con el PP por ser su presidente Santiago Abascal. Ante la imposibilidad de justificar esto con preceptos reglamentarios o legales y como respuesta a mi intervención en la que informaba del carácter no partidista de la Asociación, reconoce que «no hay nada ilegal», pero añade: «esto es una cuestión ética». El director no hace caso y nadie –salvo otro compañero, profesor de gimnasia, también concejal del PSOE– le apoya{2}.

Tras la celebración de las Jornadas, que contaron con gran asistencia de público e interesantes debates al final de cada acto, el 30 de marzo de 2006 se celebra en Caravaca otro Pleno municipal, en el que toma la palabra, en ruegos y preguntas, el edil de IU y dice:

«(...) unas jornadas tan sectarias, donde han vertido insultos{3} sobre este concejal que descalifican a quienes los han hecho y que dicen ser mucho más cultos que yo, pero no me importa... lo que nos preocupa es que con fondos públicos se colabore en la difusión de ideas que llevan implícitas la xenofobia{4}, el odio, el sectarismo, la exclusión y que no creo que sean las mejores ideas para formar a nuestros hijos. Esto dije anteriormente y que nos volvemos a ratificar en este Pleno. Para muestra un botón.»

El «botón» consiste en unos textos sacados de Internet{5}, y descontextualizados, de Pío Moa en donde defiende la bonanza económica del franquismo y critica a las feministas. Textos que, en cualquier caso, no se corresponden con la conferencia que Pío Moa leyó en Caravaca ni con la supuesta incitación «al odio, &c.» que con estos textos pretendía justificarse. Tampoco dice en qué lugar se le ha insultado, según dice él que pasó. Esto es falso, nadie implicado en estas jornadas –ni yo mismo– conoce a este pobre hombre. Nunca se le ha citado, ni a él ni a ninguna persona concreta (al margen de los políticos que ostentan cargos relevantes en el gobierno o la oposición del Parlamento Nacional). A continuación, arremete contra mí:

«El individuo éste, el responsable de las jornadas ha vertido... [calla y no dice qué] ...pero bueno, ni le voy a hacer caso, no quiero ni nombrarlo... porque no es digno, una persona de esa clase, de darle clase a nuestros hijos. Porque que yo tenga fallos, quizás tenga otra educación, pero cultura, por desgracia, no tengo mucha. Pero a propósito de esto el Consejo de Europa dice de todo esto (...).»

y lee una declaración del Consejo de Europa condenando el franquismo (¿?).

Mientras esto sucede me avisan por teléfono para que vea la televisión local, que retransmite los Plenos municipales que, por lo visto, tienen una buena audiencia. Después de escuchar la alucinante intervención de este señor, me visto (estaba en pijama a punto de irme a la cama) y me marcho corriendo al Salón de Actos en donde se celebra el Pleno municipal. En el trayecto sucede lo siguiente (transcribo la grabación):

El concejal de cultura, Orencio Caparrós, indica que los textos que ha leído el edil de IU no se corresponden con la conferencia pronunciada: son textos sacados de Internet, sin relación con lo tratado en la conferencia por Moa. Que no ha habido incitación a nada de eso que señala y que hubo, por parte de los ponentes de estas jornadas «una defensa del título segundo de la Constitución que ya me gustaría a mí verla realizar a su partido». Caparrós explica, a grandes rasgos, las tres ponencias y ratifica su valor pedagógico. Miguel Romera vuelve a tomar la palabra y dice:

«Está en el ánimo de todos{6} educar en valores y en libertad y en la verdad y entonces, es lo que yo me pregunto, sobre la gente que ha venido, sobre todo Pío Moa, creo que las versiones que ha dado de todo son de derechas, de extrema derecha y fascistas. Y yo os digo: un ladrón no puede dar clases de honradez. Entonces, una persona que viene a dar unas conferencias, entiendo yo, dentro de mi analfabetismo, que debe ser una persona que ni se vaya 'pá lo blanco ni pá lo negro', tiene que ir al centro{7}. Que no confunda porque lo que hacen, a lo mejor, esta gente es confundir, confundir... al menos a mí me confunden a veces cuando los 'leo' [sic] hablar, entonces viene uno y dice una cosa... pues no señor. Ante conferencias de estas que van dirigidas a gente de esta, a alumnos, pues tienen que ser imparciales totalmente y nosotros no las hemos visto así (...) ¿Hubo mucha gente? Pues no sé. No las he visto{8} porque tampoco tengo oportunidad de verlas porque tengo otros menesteres que son para desarrollar mi vida y la de mi familia 'palante' y no puedo dedicarme por completo a eso. Yo a lo mejor lo que me da por pensar es que alguna gente ha abusado de su buena fe e incluso de la buena fe del director metiendo cosas por medio. Y casi que diría que los han engañado... como dicen que hay libertad de cátedra y no sé qué, porque yo no entiendo muy bien esto, pues han dicho.. yo voy a coger esto y hala, voy a decir lo que quiera... y luego, esto son conjeturas.. pero lo voy a decir, ¿por qué no?{9}: se ha oído decir también que se primaría a los alumnos{10}. Lo digo por la masiva 'actuación' de la gente que ha ido a las conferencias. Se ha oído decir, pero eso si lo hacen está muy mal. ¿Dónde está la libertad? Eso es lo que yo pregunto. Nada más.»

El concejal de cultura, casi sorprendido, le indica que cómo es posible que diga tantas cosas sobre algo

«...a lo que no ha asistido, que no ha leído, que no ha visto. Se lo digo, incluso con afecto: hay que hablar con conocimiento de causa. Por mí, ya he terminado.»

Se produce un pequeño rifirrafe porque quiere intervenir la concejala del PSOE Consagra Muñoz aduciendo que existieron alusiones. El alcalde indica que no ha lugar al debate porque el Pleno se encuentra en el momento de los «ruegos y preguntas» y que puede preguntar lo que quiera pero no entrar en debate. Se oye la voz del concejal Jesús López{11}, portavoz del grupo municipal del PSOE que dice «¡Va a hacer una pregunta, va a hacer una pregunta!». El edil de IU dice que él no ha acabado de preguntar y la concejala, «que se pervierte el debate» si no le dejan hablar en ese preciso instante. El alcalde indica que no hay debate y López dice: «Es que ha habido alusiones y se quiere silenciar al... [ininteligible] si Vd. no quiere permitir el debate...». Por fin toma la palabra el inefable Romera para preguntar por qué fue la policía municipal al acto de Pío Moa. El alcalde contesta que «seguramente pasaban por allí y se quedaron». El otro queda estupefacto.

Toma la palabra Consagra Muñoz, que tras indicar que se ha desvirtuado el debate dice que

«Yo vi algo, de una mesa redonda o una puesta en común... y me sorprendió que estaba todo lleno de alumnos y lo que se hablaba allí era todo político. Pero tan político como que era un ataque absoluto a la izquierda y una defensa absoluta del PP{12}... yo no sé los padres de alumnos qué pensarán, pero a mí, si tuviera hijos en ese Instituto estaría preocupada y me hubiera opuesto{13}. Porque el trozo que yo vi era muy partidario, muy partidista y a mí me preocupa la influencia que pudiera tener en los alumnos... esa influencia a alumnos que precisamente a esas edades son muy influenciables... creo que fue una cosa un poco, bastante, grave y vergonzosa.»

Interviene Domingo Aranda, alcalde: «Y ahora yo le digo ¿cuál es la pregunta?» López dice «ha sido por alusiones». Aranda dice que «no ha lugar porque no hubo alusiones» y Consagra reacciona y formula, por fin la pregunta: «¿Me quiere Vd. decir si el contenido de esas jornadas no tenían [sic] contenido político?» Responde el concejal de cultura que:

«Está mezclando dos cosas que ya antes diferencié. Una cosa son las conferencias a las que Vds. han reconocido que no fueron –y no sé si las vieron por otro medio– que, insisto, que se hizo una defensa de la Constitución. Y luego se produjo una mesa redonda a la que estaban invitados los tres partidos. Esa mesa redonda de tres patas se quedó en una... por favor. Me dicen que sólo se habló bien del PP, ¡pero si fue solamente el representante del PP!... insisto: estaban invitados. Podían haber debatido, pero no fueron. Y una cosa quiero decirle: no es bueno mencionar aquí una institución dedicada a la enseñanza.»

Entonces toma la palabra Luis Zarco, del grupo del PSOE y antiguo alumno mío:

«Ha dicho Vd. que es peligroso que se mencione un centro público ¿Y no es peligroso que un profesor se dedique en sus clases a hablar mal del gobierno? ¿Y no es peligroso que pregunte si alguien entre los alumnos que pertenezca a Juventudes socialistas?{14} ¿Qué iba, Como un comisario político a ver si había alguien del PSOE? ¿Eso es peligroso, o no...? Este profesor tiene una animadversión personal hacia el PSOE y siempre la ha tenido y podía haber organizado una plataforma y no meter a este Instituto por medio. Pero, claro, como en este Instituto hay algunos profesores que se dedican a lo que se dedican que es a meterse con el PSOE...»

El concejal de cultura dice que:

«No se puede hacer una crítica a una persona que no está aquí para defenderse. Es temerario mencionar si se dice en clase esto o aquello basándose en si me han dicho o me han dejado de decir. Este concejal reitera que considera que la subvención estuvo bien dada. Reitera que se defendió el título segundo de la Constitución. Reitera que hubo una gran asistencia y que está muy satisfecho con el resultado.»

Tras una serie de preguntas referidas a otros asuntos se termina el Pleno. Me levanto de mi asiento –llevaba allí un buen rato ya, pues vivo cerca del Ayuntamiento– y pido la palabra al alcalde que me la concede{15} y cuando me dirijo a los concejales de la oposición para reprenderles por su actitud y desmontar sus acusaciones falaces, un concejal, José María Marín, que no había intervenido en esta cuestión más que tangencialmente (esto es: haciendo aspavientos e interrumpiendo constantemente a Orencio Caparrós), se levanta de su asiento y se dirige hacia mí señalándome desafiante con el dedo índice mientras me espeta:

«Vd. a mí no me va a decir tonterías. Vd. a mí no tiene que nombrarme.» (¿?)

A este tipo ni siquiera lo conozco. A este individuo lo invité personalmente a asistir a la mesa redonda, por indicación de López, por teléfono. Entonces no objetó nada. Tan sólo se quejó de que en la mesa estuviera Pedro Insua porque, según su criterio, la Asociación para la Defensa de la Nación Española era la «extrema derecha». Pero no dijo nada más (esto ocurrió antes del primer Pleno). Después le envié varios «emilios» que nunca fueron contestados. El resto de concejales se levantaron tras él de forma que me oyeron lo que tenía que decir mientras bajábamos por las escaleras que conducen al salón de plenos.

Molesta el profesor de filosofía, molesta la Filosofía de España, molesta España

«Y no matarían, si pudieran echarle mano y matarle,
a quien les desatara y pretendiera hacerles subir.»

Al margen de la cuestión de las acusaciones infundadas, del miserable comportamiento de los munícipes de PSOE e IU, de sus lagunas formativas y de su inconsistencia argumentativa; la cuestión es, ¿hubieran molestado por igual unas jornadas dedicadas a Murcia o la «murcianidad»? ¿Hubiera generado el mismo escándalo la presentación de una Asociación para la defensa de la lengua murciana, del panocho, o de la nación murciana? ¿Si en lugar de Fanjul y de Moa hubiesen venido Ian Gibson o Enrique Kamen se nos habría objetado partidismo alguno{16}?

Obviamente nada de esto habría sucedido. Las razones por las cuales molesta España pueden, desde dentro de la caverna, interpretarse vinculadas a que, estos concejales, emic, interpretan que hablar de España es, rectamente, hacer propaganda del PP. Ahora bien, conviene aclarar los finis operantis. Reproducimos la nota que, incluida en el díptico, anunciaba las Jornadas:

«El propósito de estas jornadas es discutir acerca de la Unidad y de la Identidad de España, en el contexto del debate sobre la 'Nación' que nos atraviesa y ante las amenazas que nos acechan a corto y largo plazo.
Apelamos, para dilucidar el problema de España, al conjunto de saberes que pueden acogerse a la rúbrica de 'Filosofía de la Historia de España'. Pensando no tanto en la existencia de una disciplina capaz de plantear, en términos científicos o gremiales, estas deliberaciones sobre la Unidad y la Identidad de España, sino partiendo, antes bien, de la propia filosofía de la historia de España ejercitada por nuestra 'clase política'; en tanto, son ellos, los partidos políticos de la democracia coronada del presente, quienes apelan constantemente a Ideas filosóficas (Nación, Identidad, Unidad, Existencia) de las que, por lo general, no tienen demasiadas noticias, en un sentido o en otro. Es decir: que cada uno tiene su propia filosofía, clasificable en un abanico que incluye desde quienes piensan que 'España no existe' (aunque luego, paradójicamente, digan que se quieren 'separar': ¿Cómo separarse de lo que no existe?) hasta quienes, en el límite opuesto, piensan que la identidad de España es eterna e inmutable (que, también paradójicamente, claman porque España puede dejar de existir: ¿Cómo podría dejar de existir lo 'eterno'?).
Y entre estos dos extremos o límites contradictorios, internamente y entre sí, queremos contrastar las ideas de España, de su Identidad y de su Unidad, a través de tres ponencias y una mesa redonda.
En el transcurso de estas jornadas acogeremos también la presentación en Caravaca de la Asociación para la Defensa de la Nación Española.
Esperemos que estas ponencias y debates sirvan, por modesta que pueda parecer la pretensión, para despertar a cuantos, a día de hoy, todavía siguen pensando que 'España' es una idea de 'derechas' (en esto coinciden, aunque esta vez sin paradoja, los dos extremos de nuestro abanico). Despertar a quienes, instalados en el sueño dogmático, apenas interrumpen su sopor y, si lo hacen, es para llamar 'fascista' o 'facha' a quien nombra la Patria, haciendo buena la rima: 'Fácil es saber, donde vio uno nacer, por primera vez la luz del sol, si habla bien de su tierra es un inglés, si habla mal de Alemania es francés, y si habla mal de España, es español.'
No está de más recordar a quienes profesan como una revelación íntima este absurdo, de que 'la patria es de derechas', las palabras de Don Manuel Azaña en vísperas del 18 de julio de 1936: 'Os permito, tolero, admito, que no os importe la República, pero no que no os importe España. El sentido de la Patria no es un mito.'»

¿Leyeron esto? ¿Lo entendieron si lo hicieron?{17}

Incapaces de debatir, de argumentar, de trabar cuatro conceptos seguidos, estos individuos han respondido de la única manera que saben: calumniando, personalizando el debate hasta hacerlo desaparecer. De forma que el enunciado titular de este corolario se escribe al derecho pero se transita al revés: les molesta España, por tanto les molesta la Filosofía de la Historia de España, pero como de esto no tienen noticia ni la quieren tener (sin duda porque les resulta molesto), entonces quien les molesta es el profesor de filosofía. Por mí van. Aquí les espero.

Caravaca. Abril de 2006

Notas

{1} Que no pudo venir por una inoportuna enfermedad.

{2} A mi juicio más que por desacuerdo con este señor que se autodenomina socialista, por cobardía congénita.

{3} No indica ni cuándo, ni dónde.

{4} La incitación a la xenofobia es un delito tipificado en el Código Penal.

{5} De los genoveses.com Estas citas no vienen con indicación de dónde y cuándo fueron pronunciadas por Pío Moa.

{6} «tós» en el original.

{7} ¿a lo gris? Es de risa.

{8} Todas las sesiones, salvo la presentación de la Fundación para la defensa de la Nación Española que fue retransmitida únicamente por la cadena SER, que no estuvo en el resto de actos, fueron retransmitidas, en diferido y por tres ocasiones cada una de ellas, por la televisión local, Telecaravaca, que también retransmitió, esta vez en directo, el Pleno que en parte transcribimos.

{9} Se podría objetar que precisamente por ser conjeturas. El alucinante relato de este analfabeto, según su propio criterio, merece pasar enterito a la antología de la estulticia y el disparate. Es hasta divertido, según se mire. Pueden notar ciertas diferencias de estilo entre su primera intervención, escrita de antemano, y esta segunda, improvisada tras la argumentación del concejal de cultura. Este individuo no sabe de qué habla y encima lo reconoce, como si esto constituyera alguna especie de mérito añadido. Mal está Izquierda Unida cuando no ha encontrado más candidato que este pobre individuo, que debería asistir a la escuela de adultos en lugar de pretender ocupar cargos de cierta relevancia política. Una pena.

{10} Absolutamente falso. Los propios alumnos están para desmentirlo. Nadie vinculado a estas jornadas ha ofrecido puntos ni décimas por la asistencia.

{11} Este señor es profesor de Historia en el IES San Juan de la Cruz y compañero, por tanto. Ha perdido, por dos veces, las elecciones municipales y fue expulsado en un Pleno anterior por el alcalde tras ser llamado al orden. En el Pleno siguiente aparecieron los concejales del PSOE con unas pancartas exigiendo «Libertad de expresión». Ahora parece que no les gusta tanto la idea.

{12} El cinismo de esta señora sobrepasa lo admisible: se refiere a la mesa redonda en la que únicamente estaba representado el PP porque PSOE e IU renunciaron a ir. Y esto a pesar de haber enviado cientos de correos electrónicos a sus representantes locales y regionales y haberles invitado en entrevistas radiofónicas y en la prensa. La mesa tuvo que improvisarse con la presencia de Atilana Guerrero y yo mismo junto a Pedro Vílches, el portavoz del PP, que sí accedió a la invitación gustosamente.

{13} Ella no los tiene. Pero sí su portavoz, López. Su hijo, estupendo zagal, estudia segundo de Bachillerato y recibe mis clases de Filosofía sin mayor problema, sacando, además, muy buenas notas. Podría haberlo denunciado él. Pero no lo ha hecho. También podían haber denunciado ante la inspección, pero no.

{14} Este majadero no dice dónde ni cuándo he preguntado yo eso, ni con qué perversos fines. Esta calumnia gratuita no persigue más que ofenderme. Tampoco se me ha denunciado por esto nunca.

{15} Al parecer esto no se da en todos los ayuntamientos; pero es costumbre, al menos en este, que terminado el Pleno, los ciudadanos puedan intervenir.

{16} Intentamos, también en vano, la presencia de algún historiador contrario a las tesis de Moa. Ninguno respondió a nuestro requerimiento. La táctica del avestruz está bien extendida en este gremio. Así, cuando invitas a Moa a exponer sus ideas bien pueden acusarte de sectarismo.

{17} Obviamente no lo hizo el edil de IU que está ocupadísimo intentando «sacar su vida palante» aunque le queda tiempo para dedicarse «a la política».


De los foros de la Sociedad de Filosofía de la Región de Murcia tomamos los siguientes comunicados difundidos por dos catedráticos de filosofía de la Universidad de Murcia, Patricio Peñalver Gómez y Alfonso García Marqués, los días 5 y 6 de abril de 2006 respectivamente:

Patricio Peñalver Gómez

A propósito del lamentable e indignante ataque que ha recibido nuestro compañero el profesor Joaquín Robles en sede pública, en un pleno del Ayuntamiento de Caravaca, en el cual ataque, –creo que es la palabra–, se pone en cuestión su competencia profesional y su honradez como enseñante, sobre la irrisoria «base» de haber organizado un ciclo de conferencias acerca de la idea o la Idea de España a partir presuntamente de posiciones «fascistas», y con la intención de extender la «xenofobia», reitero desde luego los términos de la toma de posición de Luis Martínez Conesa, y subrayo lo de que no puede uno quedarse con la boca cerrada ante cosas así.

De lo que derivo además dar el paso de pedir formalmente a la dirección de la Sociedad de Filosofía de la Región de Murcia para que asuma como tal la defensa pública a este ataque público a, por lo pronto, un compañero, y luego, a las condiciones del ejercicio libre de la reflexión filosófica peri panta. Que es que pasa mucho que los abanderados de la hipócrita puritana ideología de lo «políticamente correcto» pecan muchísimo de sectarismo en sus habituales autoautorizados dictámenes de sectarios a quienes no piensan como ellos, y en temas por así decirlo intrínsecamente discutibles: suelen insultar (con inmensa viga evangélica en sus propios ojos) a los que argumentan, acusando a éstos típicamente de que insultan, confundiendo «insulto» con «vehemencia» o a veces simplemente potencia lógica en la discusión y la controversia. Y ya puestos, a esos sectarios con altísima autoconciencia de gente razonable y crítica, a lo mejor les vendría bien releer, no sé si como ilustración o como edificación, este paso del libro XI de las Leyes que reza: «Que haya, pues, la siguiente ley aplicable a todos en punto a injurias. Que nadie insulte a nadie; y el que en alguna discusión esté en desacuerdo con otro, que intente instruir y aleccionar a su antagonista y a los presentes, absteniéndose en absoluto de insultar.» En cuyo contexto el curioso lector encontrará una concretísima referencia a la obligación de responsabilidad adulta de una institución como nuestra Sociedad, a saber: «Y si en otros lugares hay alguien, sea quien sea, que, ya como iniciador él mismo de la pelea, ya en defensa propia, no se abstenga de tal género de expresiones, que todo adulto allí presente preste ayuda a la ley reprimiendo con golpes a quienes miman a ese mal amigo que es la ira; y si no, quede incurso en la sanción correspondiente.»

Patricio Peñalver Gómez

Alfonso García Marqués

Mi testimonio sobre Joaquín Robles

Quiero mostrar mi pleno apoyo a Joaquín Robles, y el rechazo frontal a los injustificados ataques de que está siendo objeto.

Me sumo también a los diversos escritos publicados en favor de Joaquín, especialmente al firmado por mi colega Patricio Peñalver.

Además, puedo testimoniar que conozco hace años a Joaquín, y lo considero un pensador profundo, realista, enérgico, y además una excelente persona, respetuosa con los demás y amante de la verdad. Tengo de ello una experiencia personal, que ciertamente es relevante, pues nuestras posiciones intelectuales son divergentes en la mayoría de los temas y en puntos centrales.

Por último, quiero añadir que yo mismo he estado con él en diversos encuentros y debates (el último el pasado noviembre) y reconozco que es un formidable enemigo: no se atiene a los clichés, a los tópicos de los «bienpensantes», a los pudores de los «políticos», sino que razona y expone con libertad y fuerza su pensamiento. ¡Los que amen la verdad que se atrevan a enfrentarse con él en la palestra pública! Verán lo que es un filósofo.

Alfonso García Marqués
Catedrático de Metafísica
Universidad de Murcia

 

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