Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
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El Catoblepas • número 54 • agosto 2006 • página 20
El ideólogo fascista italiano Corrado Gini (1884-1965), autor de Las bases científicas del fascismo (1927), introdujo el «coeficiente de Gini» para medir la desigualdad en los ingresos y en la riqueza de quienes conforman una sociedad. El coeficiente de Gini es un número entre 0 (igualitarismo absoluto: todos reciben los mismos ingresos) y 1 (uno solo recibe todos los ingresos). Según el Informe de Desarrollo Humano de la ONU (2005) el coeficiente de Gini de Namibia es 0,707 (situación de máxima desigualdad), el de Brasil 0,593, el de Chile 0,571, el de México 0,546, el de Argentina 0,522, el de Venezuela 0,491, el de China 0,447, el de Estados Unidos 0,408, el de Rusia 0,39, el de Portugal 0,385, el de Italia 0,36, el de Francia 0,327, el de España 0,325, el de Alemania 0,283, el de Suecia 0,25, el de Japón 0,249, y, el más bajo, el de Dinamarca 0,247 (situación de máximo reparto igualitario). El Ministerio de Finanzas de China reconoce que el coeficiente de Gini no cesa de aumentar en China, y ofrece ya la cifra de 0,46, que prueba la creciente desigualdad redistribuidora en los ingresos de los cientos de millones de unidades humanas chinas. ¿No peligra la eutaxia del Pueblo a medida que se incrementa la desigualdad?
Pueblo en Línea ofrece una serie de documentos bajo el rótulo ¿Qué aspiran las masas populares de China? que muestran la preocupación de los representantes del Pueblo por ajustar los sueldos de los funcionarios públicos a las necesidades gestoras de la República Popular, donde huyendo del igualitarismo y aunque garantizando el necesario nivel salarial de los empleados de bajo cargo se propugna «aumentar de manera adecuada la diferencia de los sueldos de los empleados con distintos cargos y categorías, formándose así las relativamente razonables relaciones salariales». Pero no parece que la preocupante realidad del incremento de las desigualdades de renta en un país tan desarrollado como China pueda resolverse con el infantil recurso a la famosa consigna, «es mejor enseñar a pescar que regalar sólo el pescado...», como si la solución consistiera en educar a los más pobres en las artes del enriquecimiento, pues si todos los chinos que reciben menos ingresos se contagian de competitividad y reivindicaciones, ¿a costa de quien y cómo van a mejorar sus ingresos?
China iniciará reformas en serie para eliminar
la injusticia en la distribución de ingresos
El Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y el Consejo de Estado han tomado la decisión de realizar la reforma del sistema de salarios de los funcionarios públicos y regular el orden de la distribución de ingresos de los mismos y la reforma del sistema de distribución de ingresos de los trabajadores de las instituciones públicas. Se elevará de manera adecuada el nivel salarial y subvención de las personas pertinentes especialmente las dotadas de los seguros sociales. Se trata de una medida de importancia destinada a resolver el problema de injusticia en la distribución de ingresos.
Las mencionadas reformas constituyen una importante parte de la reforma del sistema económico de China. Como señaló la reunión del Buró Político del CC del PCCh celebrada el 25 de mayo de 2006, «el establecimiento de un sistema científico, razonable, igualitario y justo de distribución de los ingresos sociales se concierne a los intereses fundamentales de la abrumadora mayoría de las masas populares, a la construcción integral de la sociedad modestamente acomodada y al impulso de la causa socialista con características peculiares de China. Hay que prestarle gran importancia a esta labor y hacerla bien».
«Hay que hacer hincapié en elevar el nivel de ingreso de los empleados con salarios bajos, en ampliar la proporción de los con ingresos a nivel medio, regular de manera efectiva los ingresos demasiado altos, proscribir los ingresos ilegales y esforzarse para impedir la tendencia de ampliación de las disparidad de distribución de ingresos entre las distintas regiones y entre una parte de los miembros de la sociedad», indicó la reunión.
China ha hecho notables progresos en superar el igualitarismo en la distribución de ingreso. A pesar de la existencia en cierto grado del igualitarismo al respecto, la disparidad demasiado grande de los ingresos se ha convertido en la principal tendencia que ha atraído la atención de la gente y ha provocado la repercusión social. Esta es la razón por la que las autoridades centrales de China han tomado la mencionada medida. En realidad, la diferencia demasiado grande y el igualitarismo son injustos en el terreno de distribución de ingreso. Hay que recurrir a la reforma para superar estas dos tendencias.
De acuerdo con la Ley de los Funcionarios Públicos de la República Popular China, se aplicará el sistema centralizado estatal de sueldo de los funcionarios públicos, según el cual se paga la remuneración de acuerdo con el cargo y categoría. Según este sistema, se garantizará el necesario nivel salarial de los empleados de bajo cargo y aumentará de manera adecuada la diferencia de los sueldos de los empleados con distintos cargos y categorías, formándose así las relativamente razonables relaciones salariales. Estas estipulaciones están destinadas a prevenir y superar las tendencias del igualitarismo y la diferencia demasiado grande en la distribución salarial. La reforma del sistema de salarios de los funcionarios públicos forma parte de la reforma de todo el sistema de distribución de ingresos.
En las reformas, se perfeccionarán las estipulaciones referentes a los subsidios para los funcionarios públicos e instituciones públicas que se gratifican de acuerdo con las distintas regiones y puestos. Los subsidios para las zonas marginadas con arduas condiciones laborales y de vida reflejan el trato preferencial para alentar a los empleados a trabajar en esas regiones. Al regular el sistema de subsidios, se aplicarán los subsidios adicionales regionales en correspondencia a las diferencias entre las diversas zonas con distinto grado de desarrollo económico y del nivel de consumo. Los subsidios de puestos reflejan la política preferencial para con los empleados que trabajan en los puestos especiales. Mediante la reforma se aumentará la diferencia de subsidios de puesto de manera razonable y se prevendrá que se cedan de manera arbitraria subsidios en las diversas regiones, departamentos y entidades. Con esto se cumplirá el requerimiento de rectificar y regular el orden en la distribución de ingresos.
Además, en la reforma del sistema de sueldo de los departamentos gubernamentales e instituciones públicas, también se planea rectificar el sistema de la pensión de sus jubilados y elevar el nivel de ingreso de otras personas pertinentes. Se aplicarán políticas y medidas destinadas a prevenir la ampliación irrazonable de la diferencia de ingresos entre los empleados en servicio y los retirados. Los trabajadores retirados contribuyeron aportes al desarrollo económico del país cuando se encontraban en servicio activo, por eso deben compartir los resultados fructíferos del desarrollo económico del país. En la actual reforma del sistema de salarios, al incrementar la pensión de los trabajadores retirados de los organismos gubernamentales e instituciones públicas, también se elevará el nivel de pensión de los jubilados de las empresas estatales. Se elevará el nivel de subsidio a las personas que gozan de los seguros sociales.
En la reforma de sueldo de los organismos gubernamentales e instituciones públicas, se iniciará la reforma del mecanismo de formación salarial y el mecanismo de aumento salarial normal, para adaptarse a la necesidad de la economía de mercado socialista y al requerimiento de la justa distribución de ingreso basada en el desarrollo económico y la elevación del rendimiento. Para encubrir estos requerimientos deben introducir una serie de medidas pertinentes tales como la reforma del sistema de personal y la reforma del sistema de sueldo de los funcionarios públicos.
En el proceso de la reforma completa de distribución de ingreso, el esforzarse por aliviar la tendencia de ampliación de la diferencia de la distribución de ingreso será una tarea muy ardua que enfrenta China.
Al prestar importancia a la reforma del sistema de distribución de ingresos, las autoridades centrales de China dan especial énfasis a la regulación del orden de la distribución de ingresos y a la proscripción de los ingresos ilegales.
Conferencia de personalidades no comunistas sobre reforma
de sistema de distribución de ingresos
Recientemente el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) celebró una reunión para solicitar las opiniones de los dirigentes de los partidos democráticos y de la Federación Nacional de Industriales y Comerciantes así como personalidades sin partido sobre la reforma del sistema de distribución de ingresos y la regularización del orden de distribución de ingresos. El Presidente del CC del PCCh, Hu Jintao presidió la reunión y pronunció un discurso.
Al hacer uso de palabra en la ocasión, los participantes de la reunión dijeron que en el periodo clave de la reforma y desarrollo de China, la reforma del sistema de distribución de ingresos y la regularización del orden de distribución de ingresos revisten gran significado para llevar a cabo el concepto de desarrollo científico, poner en pleno juego el entusiasmo de los cuadros y las masas populares e impulsar generalmente la construcción de una sociedad de vida modestamente acomodada. La reforma del sistema de distribución de ingresos y la regularización del orden de distribución de ingresos favorecen el trabajo de construir gradualmente un científico y perfecto sistema social de distribución de ingresos. Y expresaron sus opiniones y propuestas sobre la resolución de los problemas existentes a este respecto.
Se iniciará reforma de sistema de distribución
destinada a reducir disparidad entre ricos y pobres
Se iniciará reforma destinada a reducir disparidad entre ricos y pobres
Para la reforma del sistema de distribución de ingresos, existen muchas medidas a optar tales como ampliar el radio de cobertura de los seguros sociales, restringir la injusticia causada por el monopolio, y realizar la regulación y control por medidas impositivas. En fin de cuentas, todas estas medidas están destinadas a fomentar la justicia social. El 26 de mayo, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China celebró una reunión para estudiar el problema de reforma del sistema de distribución de ingresos y regular el orden de distribución de ingresos.
Ya es el momento para subrayar la justicia y la imparcialidad
En los últimos años, los problemas de la vida del pueblo y de la justicia social se han convertido en el punto candente de la atención de la sociedad. Se ha ampliado demasiado rápido la disparidad entre los ricos y los pobres en el país. A finales de la década 70 del siglo pasado, el coeficiente Gini de China fue de 0,16, índice que mostraba lo equitativo en lo referente a la disparidad entre los ricos y los pobres del país. Hasta la etapa mediano y final de la década de los 90 del siglo pasado, el coeficiente Gini superó 0,40, lo que indicaba que esa disparidad alcanzaba ya el nivel mediano y la línea de alarma, lo que estaba universalmente aceptado por la comunidad internacional.
Disminuir la disparidad entre los ricos y los pobres, un consenso de los diversos sectores sociales
La ampliación de la disparidad entre los ricos y los pobres también ha traído impactos negativos al país y a la sociedad, como por ejemplo a la estabilidad y unidad estatales. Esa disparidad ha dado origen al problema de seguridad social. «Los problemas en el orden público en la ciudad de Guangzhou están directamente relacionados con la disparidad entre los ricos y los pobres», afirmó un experto local. Según él, la disparidad en los ingresos es el criterio más directo para evaluar la justicia social, aunque no es el único. China se ha incorporado a los países con mayor disparidad en los ingresos, sostuvo el erudito.
El desarreglado orden de distribución se debe al monopolio sectorial
Actualmente el relativamente desarreglado orden de distribución se atribuye en gran parte a la existencia de los departamentos y ramas de monopolio. No pocas entidades han establecido por su propia iniciativa items de prima, subsidio y bienestar. Hay suficientes temas de ingresos fuera de los salarios, cuyas fuentes están bien ocultadas y son difíciles de controlar. Los ingresos de los empleados comunes de muchas ramas de monopolio, tales como chóferes y trabajadores de aseo, son mucho más altos que el nivel del precio del mercado de las manos de obra, e incluso más alto que los ingresos de los profesionales de otras ramas.
La proporción de los fondos designados a la vida básica del pueblo de China en la PIB es menos que la cifra de los países africanos
En la actualidad China no dispone de suficientes recursos para garantizar los seguros elementales. Los habitantes comunes son reacios a gastar el escaso dinero que tiene en el bolsillo, ya que no disfrutan de los seguros sociales. El aumento continuo de los ahorros bancarios de los habitantes chinos se debe a que ellos deben preparar los seguros pos sí mismos y que no se atreven a gastar. China debe persistir en la reforma, sin embargo, hay que prestar atención a los problemas surgidas en el proceso de la reforma, incluidos los de seguro social, educación obligatoria, sanidad pública y la vivienda. De acuerdo con los cálculos de los expertos, China ocupa el último puesto del mundo en la proporción de los fondos designados a la básica vida del pueblo.
El gobierno debe asumir la debida responsabilidad en la distribución de los ingresos
El diputado de la Asamblea Popular Nacional de China, Li Yonghai dijo que el vertiginoso aumento de los gastos de los seguros sociales, los servicios médicos y la educación constituye una importante causa de la disparidad entre los ricos y los pobres y del agravamiento de la injusticia social, sobre todo para las familia con ingresos mediano y bajo y para la comunidad vulnerable. El gobierno deben establecer lo más pronto posible una barrera de seguros sociales en protección de las familias con bajo ingreso.
Hay que establecer un sistema primario de seguro social, aplicar estrictamente las políticas impositivas y formular los reglamentos y sistemas pertinentes. Esta labor necesita el apoyo gubernamental.
El «pescado» y la «pesca»
en la reforma de la distribución de ingresos
Hay un antiguo dicho chino lleno de inteligencia que dice: «Es mejor enseñar la pesca que regalar sólo el pescado.» Debería tomarse este pensamiento como referencia en la resolución del problema de la injusticia en la distribución de ingresos y la disparidad entre los ricos y los pobres.
¿Por qué es tan grande la disparidad entre los ricos y los pobres en la actual sociedad china? El injusto sistema de distribución es indiscutiblemente una importante causa y es totalmente necesario la fuerte intervención gubernamental. Sin embargo, la causa más fundamental consiste en que los trabajadores del sector básico no gozan del derecho de participar en la competencia en la distribución de los ingresos. O sea, el mayor problema a que se enfrentan es la carencia del derecho. Esta es la razón por la que ellos no tienen oportunidades de compartir los resultados fructíferos de la reforma económica de China, y que les ha conducido a la pobreza.
Como por ejemplo, los ingresos salariales de los campesinos que trabajan en las ciudades no han aumentado durante largo periodo. Esto se debe fundamentalmente a que ellos no han sido sino los recipientes pasivos de los precios de mano de obra y a que no tienen medios ni capacidad para ejercer su debida influencia sobre el nivel salarial. Y esto también está relacionado con la carencia de los derechos de unidad, negociación colectiva y discusión que les obliga a aceptar de manera pasiva el precio de la mano de obra.
Es indudable que si este problema no se resuelve, los campesinos que trabajan en las ciudades se encuentran en una posición pasiva. Ocurre lo mismo con otros trabajadores del sector con bajo ingreso la mayoría de las veces. Es notable que si esta situación no cambia esencialmente, será imposible cambiar radicalmente lo injusto en la distribución de los ingresos.
Al formular el proyecto de la reforma de la distribución de los ingresos, hay que considerar a simultáneamente los problemas de la «pesca» y el «pescado», o por lo menos hacer instancias a este respecto a toda la sociedad.
Hay que comenzar la reforma de distribución de ingresos
regulando el ejercicio del poder
Durante los últimos 20 años, China se ha convertido del país con la distribución más igualitaria de los ingresos en uno de los primeros del mundo en la disparidad entre los ricos y los pobres. La constante injusticia en la distribución de ingresos ha dado origen a muchas contradicciones sociales y ha ayudado a formar una enorme tirantez social, e incluso algunas de tales contradicciones están a punto de estallar. Esto ha afectado en gran margen la ulterior profundización de la reforma y el establecimiento de una sociedad armoniosa.
La inequitativa distribución de ingresos, que es aparentemente un problema económico, es en esencia un problema político y legal. La principal causa de producir la disparidad injusta en la distribución de ingresos consiste en la insuficiente garantía de los derechos e intereses legítimos, razón por la que los salarios de los trabajadores con bajo ingreso permanecen en un nivel bajo, se retrasa el pago de salarios de campesinos que trabajan en las ciudades y no se lleva a cabo completamente la norma de salario mínimo en algunas regiones del país.
El incontrolado e irregularidad en el ejercicio del poder constituyen otro importante factor de la promoción de la injusta distribución de ingresos y la ampliación de la disparidad entre los ricos y los pobres. El irregular ejercicio del poder impide la resolución del problema de los ingresos extremadamente altos de una parte de las entidades mediante el monopolio en ciertas ramas. La clave de este fenómeno consiste en que algunos grupos monopolistas han logrado la legalización de sus intereses sectoriales controlando en cierto grado las políticas públicas e incluso los recursos legislativos. Por eso, la lucha contra el monopolio no es un problema económico sino un problema político y jurídico.
Además, la irregularidad en el ejercicio del poder también ha dado origen a la promulgación de políticas públicas sospechosas de estar en busca de intereses injustos y en contra de los principios éticos, tales como la política de educación que permite altos cobros de enseñanza, la política de introducir el mecanismo mercantil en los servicios médicos públicos, y la política sobre la reforma del sistema de vivienda. Esto ha causado trastornos en estas esferas y ha incrementado continuamente la disparidad entre los ricos y los pobres.
La irregularidad en el ejercicio del poder también conduce a la práctica excesiva de cobrar «ingresos ocultos», y favorece el engrandecimiento de la disparidad de ingresos. El aumento de la diferencia de ingresos se debe a los excesivos ingresos gris ocultos en vez de los ingresos visibles. Según revelaron fuentes cercanas a las autoridades de las empresas estatales, el total de los gastos de los directores de estas empresas correspondientes a su cargo y pagados con fondos públicos es más de diez a veinte veces la cantidad de sus ingresos salariales. En muchas empresas estatales los gastos correspondientes al cargo tales como la vivienda, automóviles, comunicación, servicios, banquetes, viajes de inspección al extranjero, turismo, chequeo médico, convalecencia e incluso el arreglo de la oficina son pagados con fondos públicos. Esto también ocurre en algunos organismos del poder.
Para evitar que la distribución de ingresos no se convierta en un problema social, hay que garantizar una distribución comparativamente razonable, restringir las actividades de corrupción, frenar el monopolio, afianzar la subsistencia y servicios médicos básicos a las personas con bajo ingreso y la educación escolar de sus hijos.
No hay que tener fe ciega en el coeficiente Gini
al juzgar la diferencia de ingresos
Una investigación realizada recientemente por el Ministerio de Finanza de China demuestra que el coeficiente Gini de China es de 0,46. Esta cifra sobrepasó la línea de alarma reconocida universalmente por la comunidad internacional. De acuerdo con las experiencias de los diversos países en su desarrollo, una opinión comúnmente aceptada sostiene que la desigualdad en la distribución de los ingresos en China ha llegado a ser muy grave. Si no la restringe, dará origen a una posible conmoción social e inactividad económica.
Sin embargo, en los recientes años, a medida de que se incrementa el coeficiente Gini en China, se mantiene un aumento económico continuo y rápido, se reduce el número de la población necesitada y se incrementan los ingresos absolutos de los habitantes con bajo ingreso y su vida mejora con cada día que pasa, situación diferente a lo ocurrido en otros países. Esto no ha hecho sino a la gente a sospechar de la aplicabilidad de la teoría del coeficiente Gini en China. Con este problema, corresponsales del Diario del Pueblo se entrevistaron con Ren Weijie, economista de renombre y director del Centro de Estudios Económicos adscrito a la Universidad Qinghua de China.
No hay que tomar de manera dogmática el coeficiente Gini como criterio para definir la línea de alarma
Pregunta: ¿Tiene limitaciones el coeficiente Gini como el criterio para calcular la disparidad de los ingresos?
Respuesta: El coeficiente Gini, que mediante una cifra simple sintetiza las diversas informaciones pertinentes, constituye el índice satisfactorio. Sin embargo, en el proceso de utilizarlo no se debe confundir el concepto del juicio sobre la disparidad de los ingresos con el sobre la influencia de esa disparidad. Según se considera, en los países ya urbanizados e industrializados y con el índice Gini ubicado entre 0,3 y 0,4, los ingresos son adecuados, la sociedad permanece estable y la economía se desarrolla, y en los países con el coeficiente Gini superior a 0,4, la disparidad de ingresos es demasiado grande, la economía queda estancada y los problemas sociales son graves. Esta tesis hace coincidir el criterio del juicio sobre la disparidad de ingresos y su influencia con el resultado del juicio.
Actualmente es relativamente bajo el nivel de la urbanización e industrialización en China, y la urbanización se realiza a una velocidad menos que la de la industrialización. Por eso, no se puede aplicar indistintamente el criterio de juicio que se usa en los países occidentales tras cumplidas la urbanización y la industrialización. Teóricamente, en el proceso de la urbanización e industrialización de un país, las manos de obra rurales se trasladan a las zonas urbanas y el capital se moviliza hacia las ciudades y los departamentos industriales. Esto hace inevitablemente que la distribución de ingresos se inclina en favor de los habitantes urbanos y los poseedores del capital, se agrava la desigualdad de ingresos. En cuando se hayan cumplido la urbanización y la industrialización, el capital se volverá a los departamentos agrícolas y se bajará el nivel de desigualdad de ingresos.
Cuando esta situación se refleje en el coeficiente Gini, se producirá la tendencia de que a principio la cifra aumenta y se reduce después.
La mayoría de las veces, el coeficiente Gini de los países que se encuentran en el proceso de la urbanización e industrialización es más alto que el de los países que han cumplido ese proceso. Se trata de una situación normal. Por eso, al utilizar el coeficiente Gini para juzgar los países en el proceso de la urbanización e industrialización, se debe aflojar el criterio de manera adecuada, en vez de aplicar de manera dogmática como criterio la línea de alarma de 0,4. Aunque el coeficiente Gini de China sobrepasa 0,4 y entra en la esfera de diferencia demasiado grande, su influencia negativa sobre la economía no es muy prominente y su urbanización e industrialización continúan. Por eso no se puede juzgar que la influencia de la disparidad de ingresos ha sobrepasado la línea de alarma.
La disparidad de ingresos se encuentra todavía dentro del ámbito de aguante
Pregunta: El coeficiente Gini es un índice estático, entonces, ¿tiene limitaciones en el análisis dinámico?
Respuesta: El coeficiente Gini, cuyos cálculos se centran en un punto de tiempo, con la disparidad entre los diversos grupos de ingresos más el medio general, es un índice estático que refleja la disparidad de los ingresos. Cuando se realiza una comparación del orden cronológico, solo se puede juzgar el cambio de la disparidad de los ingresos en su conjunto, según el coeficiente Gini registrado anualmente, ya no se puede reflejar los cambios dinámicos de cada grupo de ingresos.
Al juzgar los cambios de la disparidad de los ingresos, hay que considerar los cambios dinámicos ocultos detrás del coeficiente Gini, y no se puede hacerlo indistintamente recurriendo las cifras del coeficiente Gini.
El coeficiente Gini de China aumentó de 0,288 en 1981 a 0,447 en 2001. Se atravesó una etapa de rápido aumento durante 20 años, desde la esfera de un incremento relativamente medio, a través de la esfera de aumento razonable, y hasta la de aumento demasiado grande. A pesar de eso, los ingresos absolutos de la gente recobraron un aumento general. Durante el periodo del 1988 al 1995, se registraron mejoras en los ingresos absolutos de todos los habitantes urbanos y se elevó notablemente su nivel de vida. La gente aceptó universalmente la ampliación de la disparidad de los ingresos. Durante el periodo del 1996 al 2004, las familias urbanas con bajo ingreso, especialmente las familias necesitadas con los ingresos flotantes, comenzaron a sentir descontento. Sin embargo, se registró un aumento de ingresos todavía, lo cual no provocó problemas sociales enérgicos. Del 2002 al 2004, se incrementaron incesantemente los ingresos absolutos de los cinco grupos de los habitantes rurales encuestados. La actual disparidad de los ingresos aún se ubica dentro del ámbito de aguante de la gente.
Con la estructura de dualidad no se siente tan profundamente la disparidad de ingresos
Pregunta: ¿Cómo comenta usted el coeficiente Gini de China bajo la estructura de dualidad?
Respuesta: El coeficiente Gini incluye la disparidad de los ingresos de todas las personas, no importa que vivan en las zonas urbanas o en las rurales. El mismo índice Gini de 0,4 puede tener dos estructuras sociales. Una es la de dualidad con las zonas urbanas separadas de las rurales. Dentro del ámbito de los habitantes urbanos la disparidad de sus ingresos es muy pequeño, y ocurre lo mismo con los habitantes rurales. Sin embargo, es muy grande la disparidad de los ingresos entre los habitantes urbanos y los rurales. Esto conduce a una muy grande diferencia de los ingresos globales, como resultado de ello el índice Gini llega a 0,4. La otra la constituye la estructura formada tras cumplida la urbanización y es muy pequeño la disparidad de los ingresos entre las zonas urbanas y las rurales. Tanto los habitantes urbanos y como los rurales se enfrentan a la misma diferencia de ingresos, y el coeficiente Gini también es de 0,4.
El tan enorme coeficiente Gini de China ha sido decidido por la estructura de dualidad con las zonas urbanas separadas de las rurales. Según las estadísticas de la Administración Estatal de Estadísticas de China, el índice Gini en el seno de las ciudades y poblados sólo fue de 0,23 en 1988, y aumentó a 0,319 en 2002, cifra que estaba lejos de la línea de alarma de 0,4. El coeficiente Gini en el seno de las zonas rurales era un poco más alto que el registrado en las zonas urbanas. Fue de 0,303 en 1988 y de 0,366 en 2002. Tampoco alcanzó al nivel de 0,4. Los índices Gini de las zonas urbanas y de las rurales se encuentran dentro del ámbito razonable y mucho más por debajo del nivel del coeficiente Gini nacional. Es limitada la diferencia de ingresos que sienten los habitantes dentro de su esfera de vida. Además, debido al sistema de registro civil y el de empleo, era difícil que los habitantes sientan la disparidad de ingresos entre las zonas urbanas y las rurales. Por eso, aunque el coeficiente Gini de China es muy alto en su conjunto, los habitantes chinos distribuidos en la estructura de dualidad con las zonas urbanas separadas de las rurales no sienten tan grande disparidad de ingresos. Esto ha hecho más fuerte la capacidad de aguante de toda la sociedad china.
Coeficiente Gini no se refleja la diferencia estructural de los ingresos
Pregunta: El índice Gini ha sintetizado los datos de los diversos grupos de ingresos encuestados, ¿no quiere decir eso que este coeficiente es capaz de reflejar realmente las distintas estructuras de ingresos?
Respuesta: Aunque el índice Gini ha sintetizado los datos de los diversos grupos de ingresos, no puede reflejar la diferencia estructural de los ingresos.
Por eso, es necesario hacer mayores esfuerzos para comparar las estructuras de ingresos de estos años. Los habitantes de los cuatro grupos de más bajos ingresos son todos campesinos. Al sumar el número de personas y el de sus ingresos, se puede descubrir que el ingreso anual per cápita iba aumentando incesantemente, de 394,37 yuanes en 1988 a 1711,05 yuanes en 1999. Sin embargo, su proporción que ocupaba en el Producto Interno Bruto (PIB) se reducía con cada año que pasaba, del 26,42% en 1988 al 20,25% en 1999. Esto ha hecho aumentar incesantemente el nivel de la disparidad de los ingresos. Sin embargo, el coeficiente Gini no ha demostrado completamente esta tendencia. Los índices Gini de 1993 y de 1997 son similares fundamentalmente, pero la proporción de los ingresos de los grupos de bajo ingreso de 1997 era más bajo que la de 1993, lo cual puede comprobar que la distribución de los ingresos en 1997 fue más desigual que en 1993. Por eso en algunos años, aunque no había enormes cambios en los índices Gini, se habían registrado ocultos cambios en la estructura de ingresos. Se descendía la proporción de los ingreso de los grupos con escasos recursos y se empeoraba la situación de la desigualdad de los ingresos reales. El gobierno no puede desatender estos cambios inherentes.