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El Catoblepas, número 57, noviembre 2006
  El Catoblepasnúmero 57 • noviembre 2006 • página 17
Libros

Al presentarse en Oviedo
Zapatero y el Pensamiento Alicia

Tomás García López

Palabras introductorias a la presentación del libro de Gustavo Bueno,
Zapatero y el Pensamiento Alicia, en el Club de Prensa Asturiana,
de La Nueva España, el 31 de octubre de 2006

Club de Prensa Asturiana de La Nueva España, 31 de octubre de 2006, Gustavo Bueno presenta Zapatero y el Pensamiento Alicia, Temas de Hoy, Madrid 2006, 357 páginas

Muy buenas tardes a todos ustedes. Tengo el honor de abrir esta sesión en la que Nódulo Materialista, con la inestimable colaboración de La Nueva España, procederá a presentar al público asturiano, en este Club de Prensa, el último libro del filósofo materialista Gustavo Bueno: Zapatero y el Pensamiento Alicia.

Con el rigor sistemático y la decencia filosófica que le caracterizan comienza definiendo lo que entiende por «Pensamiento Alicia» (título original del libro), recurriendo a la más genuina tradición académica, es decir: clasificando, separando, discriminando ese tipo de pensamiento de otros como el pensamiento utópico; y esa clase de racionalidad de otras. La definición no es independiente de los análisis posteriores, ya que parte de la realidad política, jurídica, sociológica… y periodística que le rodea.

Y precisamente para no permanecer en el tipo de racionalidad abstracta, a la que nos tiene acostumbrados la Filosofía «burocrático-universitaria», desciende a la caverna política, corriendo un riesgo personal, vaticinado por Platón, fundador de la Academia, en el libro VII de la República:

«Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas… ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aún de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían, si encontraran manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?» (Platón, República, libro VII, 2; 517 a.)

Es entonces cuando se encara en once capítulos a once ejemplos del presente en marcha: la Alianza de Civilizaciones, la mujer, el diálogo, Franco y el franquismo, los derechos de los simios, la solidaridad, la memoria histórica, el pluralismo cultural, España y la nación española, la democracia y el humanismo, para ejercitar su Filosofía crítica.

De nuevo lo hace con los procedimientos académicos clásicos: Reconstrucción de las objeciones que va a criticar, análisis de las mismas, y posterior trituración, de manera similar a la empleada por Platón contra el pensamiento sofístico, o la empleada por Santo Tomás de Aquino contra las herejías albigenses o averroístas, o la empleada por Carlos Marx contra el «Humanismo abstracto» de Feuerbach, que, curiosamente, concretó en once tesis.

Finalmente, obtiene una deletérea conclusión respecto a los pensamientos Alicia: pueden llegar a ser peligrosos y repugnantes como efectos de una mala fe que va envolviendo a la realidad con un velo que tiene «la blancura de la estupidez sin la menor mancha de inteligencia» (página 19 de su libro, Zapatero y el Pensamiento Alicia).

En el caso que nos ocupa, los penetrantes análisis y sus oportunas críticas se fundan en conocidas doctrinas suyas sobre la cultura, la Antropología filosófica, la Filosofía moral, la Filosofía política, la Filosofía de la Historia…, contenidas en publicaciones anteriores.

Por el contrario sus detractores proceden al revés (rasgo característico de Pensamiento Alicia); es decir: creen haber reducido a su adversario filosófico sin reexponer su posición y sin analizarla desde parámetros o doctrinas más potentes que las utilizadas por el filósofo materialista Gustavo Bueno, recurriendo, únicamente, a un juego cromático de palabras.

En efecto, Fernando Lastra Valdés, portavoz del Grupo Parlamentario socialista, le acusa de haber puesto «punto y final» a la Filosofía Académica (ignorando lo que ésta significa y confundiéndola con la Filosofía burocrático-universitaria), y de haber «caído por el sumidero de la Filosofía rosa» (El Comercio, 13 de octubre de 2006).

Trece días después, en la Tribuna de La Nueva España («El amarillismo periodístico y el discurso político», 26 de octubre de 2006), el otra hora alumno del profesor Gustavo Bueno cambió el color rosa por el amarillo, colocando el discurso de Zapatero y el Pensamiento Alicia, (sin citar a su autor), sobre el fondo del amarillismo periodístico, fórmula que utilizó para ¡criticar! el libro del señor Jiménez Losantos, De la noche a la mañana, libro que él mismo confiesa no haber leído. De nuevo confunde los géneros.

Un día antes de semejante impostura filosófica, el ex Presidente del Principado y ex diputado socialista Pedro de Silva, terció en el juego de palabras, proponiéndonos, en ese mismo periódico, un enjambre de pensamientos alternativos al Pensamiento Alicia, a saber: El Pensamiento Caperucita Roja, el Pensamiento Capitán Trueno, El Pensamiento Donald, el Pensamiento Pinocho, tras agradecer, socarronamente, el homenaje que, en realidad, rinde el profesor Bueno a Zapatero con este libro, porque el relato político debe ser «sencillo, y hasta simple», a su juicio.

Puede el señor De Silva hacer apología de la simplicidad, (acaso esto permita explicarnos, por ejemplo, las miserias filosóficas de su Miseria de la Novedad, por cierto, libro prologado por Gustavo Bueno), pero sepan tanto don Pedro de Silva como don Fernando Lastra que si no definen, adecuadamente, esos tipos de pensamientos y no nos muestran los parámetros y las doctrinas, desde las que pretenden criticar al Materialismo filosófico de Gustavo Bueno, estaremos autorizados para afirmar que sus balbuceos filosóficos son «ecolalias reactivas» no exentas de mala fe… En fin, tinta de calamar, en este caso de color rosa, amarillo o rojo, con el propósito de camuflar la formulación, el análisis y las implicaciones del «Pensamiento Alicia», conjurando así su lectura.

Parafraseando al Sr. Lastra diremos, en conclusión, que «no critica quien quiere, sino quien puede» (el portavoz del Grupo Parlamentario socialista manifestó, refiriéndose al libro de Bueno, Zapatero y el Pensamiento Alicia, que «no ofende quien quiere, sino quien puede», El Comercio, 13 de octubre de 2006).

Muchos de ustedes ya habrán leído el libro y dispondrán de sus propios autologismos respecto a los argumentos en él esgrimidos por el autor.

Es posible que otros de los aquí presentes tengan tan sólo una relación fenoménica con este libro a través de los medios de comunicación tales como la radio (Punto Radio, Radio Intereconomía), la Televisión (Tele 5), las revistas o la prensa digital, la prensa convencional…, &c.

En este punto necesito hacer una somera clasificación de los géneros periodísticos, relacionados con el libro que hoy presentamos, para condenar a uno de ellos: el último.

Además del género «cefalópodo», al que antes me referí, es posible que tengan noticia del libro a través de las notas informativas o ruedas de prensa, relativas a la presentación editorial; o de las entrevistas al autor, (una de ellas hecha por el periodista de esta casa Javier Neira, 13 de octubre de 2006); o de los extractos aparecidos en La Razón (8 de octubre de 2006), o en Oviedo Diario (14 de octubre de 2006); o de las columnas valorativas, de entre las cuales destaco la realizada por Francisco Umbral en El Mundo del 25 de octubre de 2006); o de las reseñas analíticas (de ellas resalto la efectuada por Marcelino Javier Suárez Ardura, El Catoblepas, 56:17, octubre de 2006), o de las discrepancias más o menos atinadas como las de Laudelino Vázquez (La Nueva España, 25 de octubre de 2006), o José Viñas García (La Nueva España, 26 de octubre de 2006); o finalmente de los libelos, escritos en los que se denigra, infama e insulta, gratuitamente, a las personas: este es el caso del escrito de Ismael Almanza Riesco, aparecido en La Nueva España del 25 de octubre de 2006.

El único comentario que se me ocurre al respecto es el de aconsejar a los jóvenes, que tienen la desgracia de ser sus alumnos en un IES de Pola de Siero, que lean el libro a pesar de todo para criticarlo, si se sienten capaces; y que le pregunten a su profesor por el contenido del diálogo platónico Gorgias y por el capítulo de la Retórica, en el que Aristóteles nos habla del género epidíctico.

Pues bien, Nódulo Materialista quiere ampliar este conjunto de relaciones con el libro, abriendo un turno para que ustedes, después de que el profesor Bueno nos exponga los componentes objetivos de su análisis del Pensamiento Alicia, hagan cuantas preguntas o apreciaciones juzguen oportunas.

Tiene la palabra Don Gustavo Bueno Martínez.

 

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