Separata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
publicada por Nódulo Materialista • nodulo.org
El Catoblepas • número 71 • enero 2008 • página 11
Entre finales de 1507 y principios de 1508 nace el cosmógrafo y expedicionario español Andrés de Urdaneta en la localidad guipuzcoana de Villafranca de Ordicia.
Villafranca y Urdaneta
Hace 100 años, justamente con ocasión del 400 aniversario, se levantó en una plaza de esta localidad un conjunto escultórico dedicado a su más célebre hijo.
Conjunto monumental del escultor Isidoro Uribesalgo dedicado a Urdaneta en Ordicia
El monumento fue encargado al escultor Isidoro Uribesalgo por la Diputación guipuzcoana en 1899 e inaugurado en 1904. El pedestal es obra del arquitecto Manuel Echabe y en él figura, en español y vascuence, la siguiente dedicatoria: «A Fray Andrés de Urdaneta, cosmógrafo sin par, introductor de la Civilización cristiana y española en Filipinas» (la negrita es nuestra).
Hemos podido, con mucha dificultad, encontrar en la red una imagen del conjunto escultórico que muestra la dedicatoria del pedestal.
Conjunto monumental del escultor Isidoro Uribesalgo dedicado a Urdaneta en Ordicia
Jesús Laínz, en su magnífico libro La Nación falsificada, describe la situación actual del pedestal y dedicatoria: «En el pedestal, sucio y lleno de pintadas de Gora ETA y similares, se lee este texto», texto que hemos citado y que Laínz inmediatamente transcribe (pág. 59).
Imagen de la situación en la que se encuentra la inscripción en el 2006, una vez «tuneada» por grafiteros de distinto pelaje. Imágenes cedidas por Jesús Laínz al autor de este artículo. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento.
Es curioso observar, en cualquier caso, cómo, en realidad, la inscripción en «euskérica lengua» no es una traducción de la dedicatoria en español (ni viceversa): en la inscripción en vascuence (en la que aún figura la «ñ» en su expresión gráfica, ahora eliminada en el batua normalizado) no aparece Urdaneta como introductor de la «civilización española», sino como transmisor de la «luz cristiana» en Filipinas sin más{1}. No creemos, sin embargo (aunque desde luego habría que profundizar más en ello), sin embargo, que esta ausencia en la mención se deba a razones políticas que busquen, ya en 1904, el fraccionamiento, sino que se deben más bien a motivos folklóricos que a otra cosa.
Urdaneta y Ordizia
Sea como fuera, el caso es que pasados cien años el Ayuntamiento de esta localidad, llamada ahora Ordizia, según esta «revolución toponómica» que sufren –inducida por el nacionalismo fraccionario– las localidades españolas de las Vascongadas{2} (al igual que en Cataluña y Galicia), ha declarado el 2008 como «Año Urdaneta», preparando bajo el título de «Urdaneta 500» una serie de eventos (entre los que se incluyen un Congreso Internacional, publicaciones, exposiciones, ciclos de conferencias....) para conmemorar este ya V Centenario de su nacimiento.
El Ayuntamiento incluso ha preparado una página web ex profeso (www.andresurdaneta.org) con un vínculo de acceso desde la página web del propio Ayuntamiento(www.ordiziakoudala.com), en donde, además de dibujar un semblante de la figura de Urdaneta (biografía, linaje, escritos, etc...), informa puntualmente (con actualizaciones constantes) sobre los diversos actos conmemorativos recogiendo además muy buena información de lo publicado al respecto (en prensa, revistas especializadas, etc). Además también existe un blog dedicado al evento (urdanetaensutiempo.blogspot.com) que va en la línea de lo presentado por el Ayuntamiento.
Allí mismo, en la web que la corporación local, presidida por un alcalde del PNV, dedica al municipio, se puede observar un mapa, relativo a la situación de la localidad en donde nació Urdaneta hace 500 años, muy ilustrativo del enfoque que tal conmemoración parece tener:
En efecto, pasados 100 años tras la inauguración del monumento a Urdaneta en la plaza de Villafranca de Ordicia, la perspectiva nacionalfraccionaria se ha impuesto en Ordizia marcando el enfoque de la celebración de este V Centenario. Ahora ya sí aparece moldeada su figura, la figura de Urdaneta, bajo estos intereses, haciendo una semblanza del personaje en el que este se presenta como un «héroe» (en el sentido espiritualista de Carlyle), por supuesto vasco, que, bajo esta condición, se «adelanta a su tiempo» desmarcándose de otras figuras coetáneas lastradas, se supone, por una concepción medieval de la conquista. Así lo dice el biógrafo oficial de «Urdaneta 500», el capitán de marina mercante José Ramón de Miguel Bosch, en una entrevista concedida al diario Gara:
«Urdaneta no tiene nada que ver con los conquistadores clásicos, hidalgos segundones que se lanzan a la aventura para conseguir fama y fortuna a punta de espada, sino que es hijo de la alta burguesía comercial e industrial guipuzcoana del siglo XVI. Como tal demuestra ser poseedor de una mentalidad y una formación absolutamente modernas.»
Dicho de otro modo, y para entendernos, Urdaneta no tiene nada que ver con los conquistadores españoles que, con «mentalidad medieval», ejercen su labor de conquista en Indias a «sangre y fuego», sino que procura una labor de comunicación comercial y de intercambio pacífico, tradicionalmente vasca (de Neguri, le falta decir), que nada tiene que ver con la acción de España en Indias, siempre «a punta de espada» (y es que si así fuera, entonces, por supuesto, no habría nada que celebrar).
Dicho aún más directamente, Urdaneta no tiene nada que ver con España, «de cuyo nombre no quieren acordarse» en los actos de conmemoración.
La muestra la tenemos ya, para abrir boca, en la visita a Ordicia de la Presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, producida este 5 de diciembre con ocasión, precisamente, de la inauguración del «Año Urdaneta»{3}.
Allí, en su encuentro solemne con Ibarreche, se asienta bien esta perspectiva nacional-fraccionaria, de la que se hace cómplice la misma presidenta filipina. Veamos cómo recoge el acto el diario El País el 6 de diciembre (en el 19 aniversario, por cierto, de la Constitución española):
«Euskadi y Filipinas renuevan sus lazos de unión
La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal, destacó ayer tarde en Ordizia los "antiguos lazos" que unen a Euskadi y Filipinas, ya que ambos comparten "espíritu audaz, dignidad individual y compromiso con los derechos humanos". Filipinas abolió el pasado año la pena de muerte. "Fortalecer la relación con Euskadi fortalece a Filipinas", recalcó la máxima mandataria de la nación asiática durante la apertura del Año Urdaneta en el quinto centenario del nacimiento del navegante.
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, resaltó la labor de Urdaneta para "colocar a Euskadi en el mundo", un objetivo que "también se pretende hoy". "Hay que enriquecer nuestra cultura con lo universal sin renunciar a lo propio", apostilló.
Por la mañana, Macapagal e Ibarretxe se reunieron en Ajuria Enea, donde firmaron un convenio de colaboración en materia de pesca, que supone "otro capítulo en las relaciones entre Filipinas y el País Vasco", apuntó la presidenta».
Sin duda las palabras de Ibarreche justifican muy bien el logo representativo de los actos de conmemoración, indicativo del enfoque de la celebración, en el que se puede observar (para que no haya dudas) los trazos de una esfera, de un globo terrestre, con lo que parece una ikurriña en esquema (todo ello generado a partir de la estilización de la rúbrica o firma del propio Urdaneta).
Firma de Urdaneta
De este modo, y con lo que «ha llovido» en este sentido desde entonces, puede que aún se reconozcan los méritos de Urdaneta como «introductor de la civilización cristiana en Filipinas», según figura en vascuence y en español en la dedicatoria del pedestal inaugurado en 1906, pero de ninguna manera se podrán reconocer, cien años después, aquellos otros derivados de introducir la «civilización española en Filipinas» según figura en la dedicatoria en español, porque, por supuesto, nada tiene que ver Urdaneta con esa «supuesta civilización».
En general, entre «Euskal Herria» y Europa –este es el enfoque–, España desaparece en los actos de celebración de este V Centenario, y, si acaso aparece, lo hará siempre como obstáculo.
Bajo esta perspectiva, estos son los objetivos declarados de «Urdaneta 500», tal como aparecen en la web dedicada al evento:
«Objetivos de Urdaneta 500
—Conseguir un reconocimiento de la figura de Andrés de Urdaneta, tanto a nivel local y provincial como en el exterior, que permita resaltar sus valores científicos y diplomáticos
—Potenciar el valor de la figura de Andrés de Urdaneta, ligado a sus logros científicos y humanos, a fin de obtener una implicación activa en la efeméride de los sectores vinculados a sus ámbitos de investigación.
—Profundizar en la figura de Urdaneta y enmarcar sus logros en su contexto histórico. Como indica José Ramón de Miguel «Urdaneta no tiene nada que ver con los conquistadores clásicos, hidalgos segundones que se lanzan a la aventura para conseguir fama y fortuna a punta de espada, sino que es hijo de la alta burguesía comercial e industrial guipuzcoana del siglo XVI. Como tal demuestra ser poseedor de una mentalidad y una formación absolutamente modernas» [citando las palabras de la entrevista realizada al capitán por Gara].
—Reivindicar la memoria de Urdaneta a través de esta conmemoración, dado que se trata de uno de los más importantes navegantes que han existido, a la altura de Colón, Magallanes o Cook.
—Promover la convivencia entre diferentes culturas, así como el intercambio de ideas y la solidaridad mediante los contactos con personas de lugares tan diferentes como Europa, América y Asia.
—Poner al día el estado de la investigación académica en torno a la figura de Andrés de Urdaneta, procurando nuevos contactos, intercambio de ideas e información y de proyectos entre los estudiosos de diferentes ámbitos académicos y geográficos.
—Debatir sobre los conocimientos actuales que se tienen de Urdaneta y su relevancia en la historia de Castilla, Portugal, México y Filipinas.
—Realizar un fructífero intercambio de opiniones y conocimientos entre los especialistas en la historia de América y el Pacífico en el siglo XVI de los distintos continentes y universidades.
—Facilitar la difusión de nuevas investigaciones, tanto por parte de ponentes como de comunicantes, que aporten mayor luz sobre la figura de Andrés de Urdaneta.
—Crear un marco de debate y participación teniendo a la figura de Andrés de Urdaneta, como protagonista principal.
—Presentar a la villa de Ordizia y a la Comunidad Autónoma Vasca como protagonista y organizador de un evento relevante de carácter internacional.»
La negrita es nuestra con la intención de señalar los verdaderos bolillos que tienen que hacer aquí los redactores para soslayar la palabra «España» en su programa, nombrando significativamente a «Castilla» como país extranjero (junto con Portugal, México y Filipinas) al que le pueda interesar por su relevancia la personalidad del «vasco» Urdaneta, cobrando así el evento una trascendencia «internacional», y no tan solo «nacional vasca».
España, sencillamente, no existe dentro de los objetivos de «Urdaneta 500».
En esta línea, un escollo, nada menor, que esta perspectiva nacionalfraccionaria tiene que salvar es el hecho de que en los documentos presentados en la web, reproducción de los originales hallados en los archivos nacionales (españoles, aclaramos), Urdaneta redacte sus relatos en castellano (en concreto el único documento que de momento aparece, bajo la rúbrica «Escritos de Urdaneta», es la relación de la expedición de Loaysa, en la que Urdaneta contratado por Elcano se embarcó todavía joven).
Pues bien, en la biografía que se presenta en «Urdaneta 500», bajo el título Andrés de Urdaneta y el Tornaviaje y cuyo autor es, de nuevo, el capitán José Ramón de Miguel Bosch, queda fácilmente salvado este escollo a través, esto es muy interesante, del siguiente expediente:
«Urdaneta era profundamente bilingüe: escribía en castellano lo que pensaba en euskara. Sus escritos, en un castellano trufado de léxico de otros romances vecinos, resultan a veces difíciles de entender sin recurrir al euskara, del cual traslada construcciones sintácticas y locuciones.»
No hay problema pues, el uso del castellano por Urdaneta es completamente inocente, instrumental, en realidad no se deja contaminar porque su «pensamiento», allá en su más profundo fuero interno, es en «euskara» (sin embargo nada se dice del latín, en el que se escribían buena parte de las obras cosmológicas del XVI).
Urdaneta y España
Por nuestra parte hay que decir que el escenario desde el cual se puede entender una figura como la de Urdaneta, no es desde luego la fantástica «Euskal Herria», como se pretende en los actos de conmemoración de este V Centenario de «Ordizia», ni siquiera el «País Vasco» del que es oriundo Urdaneta, sino precisamente aquel escenario, moldeado por la acción del Imperio español y sus empresas en Indias (Occidentales, pero también Orientales), en el cual, y solo en él, se puede situar, para entenderla, una trayectoria como la del expedicionario y cosmógrafo español, de extraordinaria relevancia, Andrés de Urdaneta.
Un escenario, en efecto global, y que tiene que ver con el ortograma «esférico», promovido ya por los Reyes Católicos, de navegar hacia el Occidente (mientras los portugueses lo hacían hacia Oriente) para tomar contacto con el «Gran Khan» así como con los reinos cristianos, a la postre legendarios (Preste Juan...), que pudiera haber en la ruta que ofrecerá el proyecto colombino, con el objeto de neutralizar el poder islámico (del Turco) que en 1453 había provocado la caída de Constantinopla. Colón lo dirá con claridad en su diario:
«y Vuestras Altezas, como cathólicos cristianos y prínçipes amadores de la sancta fe cristiana y acreçentadores d´ella y enemigos de la secta de Mahoma y de todas las idolatrías y heregías, pensaron de enviarme a mí, Cristóval Colón, a las dichas partidas de India para ver los dichos prínçipes y los pueblos y las tierras y la disposición d´ellas y de todo, y la manera que se pudieran tener para la conversión d´ellas a nuestra sancta fe, y ordenaron que yo no fuese por tierra al Oriente, por donde se acostumbra andar, salvo por el camino de Occidente, por donde hasta oy no sabemos por cierta fe que aya passado nadie.»{4}
Entre los hitos más importantes del desarrollo de este ortograma efectuado por el Imperio español, y que, desafiando las palabras de Píndaro en su traducción latina («non plus ultra»), terminará efectivamente por neutralizar el poder del Turco, se encuentran como es sabido la empresa colombina y la magallánica, esta última terminada por Elcano y con la que se consuma por vez primera, navegando hacia Occidente, la vuelta por Oriente, dando así en efecto la vuelta al globo («tú me diste la vuelta»). El Imperio español se significa así, histórico universalmente, por el «plus ultra», por el «hemos pasado», «hemos ido más allá», según figura aún en el escudo de España, más allá de las columnas de Hércules (en donde la Antigüedad, Plinio, en su concepción tripartita del mundo, ponía los límites de la ecumene).
Es aquí, y solo a la luz de este ortograma, en donde se sitúa el logro de Urdaneta, a saber, lograr el establecimiento de una ruta, la «vuelta del Poniente» (descubriendo y fijando cosmográficamente su derrotero), que permita un enlace recurrente (y no solo de ida) entre Nueva España y «las islas del Poniente», para así, no solamente ganar la Carrera de la Especiería (Molucas) frente los portugueses, en su rivalidad mutua, sino también para tratar de «arraigar en la China».
Es más, es la «empresa de China»{5}, suscitada por la propia Corona española, lo que mueve a los sucesivos intentos (desde Loaysa hasta Villalobos) por establecer el célebre «tornaviaje» entre las Islas del Poniente, situadas en el entorno del Antimeridiano –el meridiano opuesto a la «raya» de Tordesillas– y Nueva España, tratando de fijar así una comunicación entre el Extremo Oriente asiático y América que permitiese eludir la vuelta por el Índico, controlada por los portugueses, y que tantos sufrimientos causó en las expediciones españolas desde Elcano.
Urdaneta pues, completamente envuelto en este ortograma, conseguirá fijar por fin la ruta. Una ruta que, además de amparar a la «hueste de Legazpi» en la conquista filipina, será en efecto, durante tres siglos, recorrida por el «Galeón de Manila», convirtiéndose de este modo en uno de los fundamentos de la presencia española en el Extremo Oriente hasta 1898.
«Euskal Herria», zulo nacionalfraccionario
Así la idea nacionalfraccionaria y metafísica de «Euskal Herria», generada entre los siglos XIX y XX por la literatura de ficción, opera ahora, proyectada sobre, en este caso, el siglo XVI, como un verdadero agujero negro sobre el campo de la historiografía, desconectando u obviando algunos materiales de constitución del relato histórico (fuentes que se solapan, otras que se omiten, otras que se exageran, otras que, directamente, se modifican...), siempre en virtud del mantenimiento de este enfoque, y transformarlos en un relato ficticio en el que esos materiales reaparecen sí, pero relacionados de un modo completamente ahistórico, incluso anti-histórico arrojando anacronismos y «saltos», verdaderamente mortales, que hacen del todo ininteligible la materia histórica de la que se trata.
En este caso, la desconexión, de bulto, opera nada menos que sobre España y su identidad «global» a la altura del siglo XVI (el Imperio), cuya morfología social, geopolítica, cultural es absorbida y hecha desaparecer en la chistera nacionalfraccionaria.
Sin embargo, y por más que las autoridades locales y autonómicas se empeñen en ello, no es tan fácil realizar una obra de transformación semejante, y los trucos del ilusionista saltan a la vista del espectador....
Así, estamos seguros, que, por la propia materia de la que trata «Urdaneta 500» y por el gran recorrido de los actos conmemorativos, al regresar a las fuentes (con las que necesariamente tratan los especialistas), y aunque sea en algunos casos de un modo intencionadamente sesgado y tendencioso, estas dejarán entrever su verdadera naturaleza, poniendo así en evidencia al impostor ilusionista. Queremos decir, en definitiva, que una figura como Urdaneta es muy difícil de secuestrar políticamente sin dejar pruebas historiográficas del delito.
De hecho, sabemos de la presencia en esos actos de especialistas que desbordan completamente esa perspectiva que las autoridades municipales quieren mantener y, a pesar de que España no es invitada, España aparecerá...
En fin, frente a la miseria propia de «Euskal Herria», frente a este secuestro nacional-fraccionario de la historia de España, opongámonos en dos palabras: plus ultra
Notas
{1} Debemos estas precisiones sobre el «idioma del Paraíso» a Iñigo Ongay que ha traducido el texto en vascuence a petición nuestra. Desde aquí le agradecemos sus indicaciones.
{2} A esta «revolución» le acompaña otra, en este caso onomástica, que también afecta a las figuras, entre otras muchas, que tienen que ver con la empresa en la que está envuelto Urdaneta: así, «Elkano», «de la Kosa»... son nombres que aparecen generados en esta curiosa literatura nacionalfraccionaria.
{3} El acto de inauguración tuvo lugar en el Palacio Barrena, que acoge ya desde hace unos días una de las exposiciones programadas, en el que, con Ibarreche y Arroyo, se encontraban entre otros el alcalde de Ordicia y el de la localidad filipina de Urdaneta (situada al norte de Manila y hermanada con la anterior).
{4} Diario del primer Viaje (1492-1493), en Cristóbal Colón, Los cuatro viajes . Testamento. Alianza editorial, pág. 44.
{5} Ver Pedro Insua, «Hermes en China. El proyecto español de «arraigar en la China» durante el siglo XVI» (Trabajo de Suficiencia Investigadora por la Universidad de Córdoba) en donde se dedica un capítulo al «tornaviaje» de Urdaneta, en el contexto de los problemas de determinación, después de Tordesillas, del Antimeridiano, y en donde se trata de demostrar (con documentos de archivo) cómo la expedición Urdaneta-Legazpi está, desde el principio, envuelta por el objetivo de «arraigar en la China».