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El Catoblepas, número 86, abril 2009
  El Catoblepasnúmero 86 • abril 2009 • página 1
Artículos

La Cultura Física en la URSS

Juan Miguel Valdera Gil

Se propone una interpretación del fenómeno deportivo en la antigua Unión Soviética tomando como punto de partida la distinción de Gustavo Bueno entre cultura subjetual y objetual

La Cultura Física en la URSS

1. Introducción

No cabe duda de que la Unión Soviética era una superpotencia deportiva. Junto a Estados Unidos, el país de los Soviets solía situarse en los primeros puestos del medallero en las competiciones internacionales. Rusia ha heredado este gran potencial. La meritoria tercera posición en los Juegos Olímpicos de Pequín da fe de ello.

En mi primer viaje a Rusia en 2004, quedé sorprendido por la obligatoriedad de la educación física en los tres primeros años de universidad. Pero más me llamo la atención el uso de la expresión «Cultura Física»{1} para referirse a lo relacionado con la instrucción física y deportiva. La denominación olía indudablemente a soviético, y de hecho había sido copiada del inglés Physical Culture{2} por los bolcheviques.

Algunos años después, caería en mis manos el libro de Gustavo Bueno, El mito de la Cultura{3}. En su trabajo, Bueno introducía una distinción de suma relevancia entre cultura subjetual y cultura objetual. La idea de cultura subjetual está presente en la Edad Antigua y en el Medievo, y equivale a instrucción. Alguien se hace culto cuando aprende, cuando se forma. Sin embargo esta idea se transformará, con la secularización de la idea de Gracia, en cultura objetual a partir de la Edad Moderna. Ello no significa la desaparición de la anterior idea de cultura subjetual, pero si su reinterpretación desde coordenadas harto distintas. No solo es que el sujeto se haga culto con la adquisición de determinadas destrezas, sino que mediante su aprendizaje se transforma, es elevado a la categoría de miembro de una determinada comunidad política. Comunidad que se presenta como eterna, inalterable y con contenidos culturales megáricos{4}.

Pero volvamos a la Cultura Física. ¿Se diferenciaría en algo de la Educación Física en Europa Occidental o Estados Unidos? ¿Son sinónimas las expresiones? Mantenemos que tras el par Cultura Física/ Educación Física se encuentran latentes las ideas de cultura objetual y subjetual. En realidad, y esa es nuestra hipótesis , el ortograma{5} comunista triunfante tras la Revolución de Octubre habría colocado bajo la égida de la cultura (objetual) los contenidos deportivos, mientras que ese proceso de circunscripción no habría tenido lugar en el mundo capitalista, o no por lo menos de un modo tan claro.

Respecto a los contenidos del artículo, la primera tarea consistirá en realizar una breve exposición de los referentes fisicalistas{6} del fenómeno deportivo. Queremos mostrar como la idea de cultura física estaba siendo ejercitada, conformando según planes y proyectos la realidad soviética. No podemos pues reducir el fenómeno a novísimas elucubraciones pergeñadas por los aparatchiks del partido con el fin de engañar al pueblo. Nos encontramos ante sistemas de ideas (doctrinas), objetivadas por la fuerza de las instituciones, y que se sitúan más allá de los deseos e intenciones de los sujetos operatorios corpóreos{7}.

En el apartado tercero ofreceremos una sucinta descripción de la diferencia entre cultura subjetual y objetual, además de exponer el surgimiento de la cultura objetual desde la idea secularizada de Gracia. Para finalizar, procederemos a reinterpretar el significado de la Cultura Física en la URSS.

2. El fenómeno deportivo en la URSS{8}

2.1 Organización administrativa

Después de la Revolución de Octubre, la instrucción física se pone bajo el control del «Servicio General de Instrucción Militar», a través del cual se crea en 1920 el «Consejo Superior de Cultura Física». En 1923 se establecen sus homólogos en la RSS de Ucrania, en la RSS de Bielorrusia, en la República Socialista Soviética Federativa de la Transcaucasia y en Asia central. En 1936 se produce un cambio de denominación; el Consejo pasa a llamarse «Comité para Asuntos de la Cultura Física y el Deporte de la Unión» (dependiente del Consejo de Comisarios del Pueblo).

La planificación y ordenación de toda la actividad deportiva dependía de las resoluciones dictadas al respecto por el Comité Central: «Tareas del Partido en el área de la Cultura Física (1925)»; «Sobre el desarrollo de la cultura física (1929)»; «Sobre la implementación por el Comité para Asuntos de Cultura Física de la directrices del partido y del gobierno sobre el desarrollo del movimiento deportivo en el país y la mejora de la preparación de los deportistas soviéticos(1948)»; «Medidas para el desarrollo futuro de la Cultura Física y el deporte(1966)» &c.

En el programa del PCUS de 1961 y en las resoluciones del Comité Central, se subrayaba la significativa importancia del crecimiento de la cultura física como parte fundamental del trabajo educativo entre la población.

El programa y las bases normativas del sistema de educación física comenzaron a ser elaboradas en 1931 a través s de la organización «Preparados para el trabajo y la defensa de la URSS». En 1937 se estableció un único documento con todos los estándares.

En la URSS las enseñanzas deportivas eran obligatorias en todas las escuelas primarias, técnico-profesionales y en las instituciones educativas superiores. Además existían programas deportivos especiales para los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía. Las clases se impartían siguiendo un programa estatal con énfasis en los conocimientos y en la práctica. En las empresas e instituciones se organizaban clases de gimnasia en los intervalos de descanso. Aquellos que deseasen practicar cualquier deporte en su tiempo libre, tenían a su disposición clases formativas en multitud de polideportivos. Todo este trabajo era coordinado por los sindicatos, ministerios y por la «Sociedad Voluntaria de Cooperación de los Ejércitos de Tierra, Aire y de la Armada». De esta última organización militar deportiva dependían en 1976 39 asociaciones: 9 de rango federal (Burevestnik, Vodnik, Zenit, Lokomotiv, Spartak, Dinamo &c.) y 30 en las distintas repúblicas de la URSS.

2.2. El desarrollo de la actividad deportiva

Desde los primeros años del poder soviético, las organizaciones estatales y deportivas, con participación activa de sindicatos y Juventudes Comunistas, realizaron grandes esfuerzos para extender masivamente el deporte por todas las regiones de del país. A comienzos de los años veinte se celebraron los primeros campeonatos de natación (1921) y futbol (1922) en la RSFSR{9}, así como la Fiesta de la Cultura Física de la Unión (1923).

En 1918 se organizaron las primeras sociedades deportivas en las fuerzas armadas. Las Juventudes Comunistas también se prodigaron por la creación de clubes: Muravei (Moscú), Spartak (Leningrado) o Dinamo. En 1936 había más de 60 sociedades de tipo voluntario bajo la batuta de los sindicatos. En las empresas, koljoses, sovjoses y centros académicos, también era habitual la fundación de colectivos para la práctica del deporte (cerca de 219.000 en 1976).

En las escuelas deportivas para niños y adolescentes trabajaban en 1976, 54.000 entrenadores que atendían la demanda de 18.000.000 millones de alumnos. Además existían más de 100 escuelas superiores para formar a estos entrenadores.

En 1976 los colectivos de cultura física, clubes y escuelas deportivas contabilizaron más de 50.000.000 millones de afiliados. Los centros técnicos especializados atendieron a 19.000.000 millones de personas. En 138.000 empresas, instituciones y centros educativos fue introducida la «gimnasia productiva» con más de 28 millones de participantes.

A comienzos de 1976 habían sido formados por las instituciones académicas: 220.000 deportistas de alto nivel, 117.000 entrenadores y 38.000 entrenadores de categoría internacional. En 1975 el sector deportivo daba ocupación a cerca de 300.000 trabajadores estatales (de ellos el 70% con estudios medios o superiores), y también a 5.800.000 instructores y a 4.200.000 jueces. La preparación de los cuadros se realizaba en 210 centros de educación superior y media que incluían: 22 institutos y tres filiales, 89 facultades, 26 institutos técnicos y 26 academias. Cada año egresaban de estos centros 15.000 especialistas con titulación superior y 10.000 titulados medios. Los cuadros superiores de la investigación deportiva se formaban en distintos programas de doctorado (Moscú, Leningrado, Kiev, Minsk, Tbilisi), además de en tres Institutos de Investigación (Moscú, Leningrado y Tbilisi). En estos centros trabajaban más de 13.000 especialistas.

Respecto a los recursos materiales, en 1976 había 3.000 estadios en el país, más de 60.000 salas deportivas, más de 12.000 piscinas cubiertas, 98.000 campos de futbol, 60 circuitos para motos, 19.000 campos de tiro, 66.000 estaciones de esquí y 13.000 pistas de patinaje. El gobierno destinó ese año 3 billones de rublos del presupuesto para el mantenimiento de la actividad deportiva.

En la URSS tenía una importancia central la propaganda asociada al deporte. Todos los años se celebraban manifestaciones donde intervenían miles de deportistas (el primer acto de este tipo fue presidido por Lenin el 1 de mayo de 1919). En 1939 se decidió que el 18 de julio (después se cambió por agosto) se consagrara al deporte.

También se prestaba atención a la literatura deportiva. En el año 1976 se habían editado 30 revistas y periódicos con más de siete millones de ejemplares. La editorial «Cultura Física y Deporte» ponía a disposición del público más de 700 libros y monográficos con más de 10 millones de ejemplares. Además, cada año se producían unas cuarenta películas de temática deportiva y se dedicaban unas 900 horas en programas especiales televisivos.

Tabla 1: Indicadores fundamentales del crecimiento
de la Cultura Física y del deporte

1940196019701975
 Número de colectivos deportivos62.346185.646209.543218.934
 Número de deportistas5.332.00028.722.00043.623.00050.109.000
 Numero de salas deportivas1.16114.80944.63760.999
 Número de estadios37819812.9183.198

Tabla 2: Indicadores por repúblicas de la URSS
a 1º de enero de 1976

Indicadores por repúblicas de la URSS (a 1 de enero 1976)Colectivos deportivosDeportistasPreparados en 1975Instalaciones
Total
miles
Mujeres
miles
PTD{10}Deportistas eliteEntrenadoresEstadiosSalas deportivas
 Rusia111.14026.4239.40510.0319.3634.3341.70134.282
 Ucrania42.31510.3843.5624.1083.0971.69885011965
 Bielorrusia10.5151973774766724457952.532
 Uzbekistán9.8452.5388379816023611201.896
 Kazajstán11.4702.77889912758873671243.803
 Georgia6.5921.01829925127125965902
 Azerbaiyán6.06892926338422416436780
 Letonia3.31066623530022218631541
 Moldavia2.85662822228521319937924
 Lituania2.53249118222220920233497
 Kirguizistán2.4775541952361617020546
 Tayikistán2.94155712125112610030521
 Armenia2.93745111518410213320956
 Turkmenistán2.242408117152847719461
 Estonia1.69431011514214616217393

Tabla 3: Campeones soviéticos de Europa y del mundo

1949-521953-561957-601961-641965-681969-721973-76
 Campeones del mundo45137154184227416574
 En deportes de verano3678129130137299432
 Campeones de Europa131255308260366553542
 En deportes de verano131199252219284490450

3. Las ideas de Cultura Subjetual y Objetual

Para Bueno existen dos ideas diferenciadas de cultura irreductibles desde un punto de vista ontológico. La idea de cultura de los griegos o de los romanos no es la idea de la cultura moderna, nacida de la filosofía alemana. Ello no es óbice para negar las mutuas conexiones entre ambas ideas, o como ya expresáramos, que la idea de cultura propia de la Antigüedad o del Medievo (subjetual) pueda reinterpretarse desde coordenadas objetuales. De este modo, la distinción subjetual-objetual quedaría diluida en una idea de cultura genérica (que es realmente la cultura objetual), donde los contenidos antiguos serian reexpuestos como una modulación de la idea moderna, a pesar de ser genéticamente anteriores en el tiempo. Pasemos sin dilación al meollo del asunto.

El primer analogado de la idea de cultura es la cultura subjetual. Bueno prefiere usar el concepto subjetual frente a subjetivo, porque se evita el componente peyorativo (subjetivo como inconsistente, delirante, inseguro o desprovisto de valor), así como aquellas ideas que lo ligan a la intimidad o la privacidad.

Subjetual se refiere al sujeto operatorio, y supone una modificación del cuerpo según patrones externos al mismo. A través de los sentidos y en interacción con la realidad el sujeto asimila información que lo va conformando. Así, por definición, la cultura subjetual es intrasomática, y se adquiere necesariamente tras un proceso de aprendizaje.

En esta acepción el poseer cultura es un discriminante que organiza las relaciones sociales indicándonos el estatus de unos grupos frente a otros: clases altas frente a bajas, zonas rurales frente a urbanas, países cultos frente a incultos…En realidad es de sumo interés discernir los criterios que ayudan a circunscribir contenidos culturales como propios de unas clases u otras. Para el sociólogo estadounidense Thorstein Veblen:

«Estos criterios tendrían que ver con la voluntad de distanciamiento con las clases trabajadoras y por ello incluían habilidades tales como el cuidado de las uñas (que demostraban la ociosidad de sus manos) o hábitos inútiles tales como la colección de botones antiguos o el aprendizaje de lenguas muertas.»{11}

Históricamente la primera acepción del término cultura surgió como una metáfora de la agricultura{12}. La agricultura es el cuidado del campo y la obtención de fruto. La palabra cultura procede de colere = cuidado, práctica, cultivo. De este modo, al igual que el agricultor trabaja sobre el terreno roturándolo, sembrándolo, regándolo y recolectándolo, el hombre cultiva también su intelecto a través de sucesivas operaciones, hasta dar el fruto deseado: el conocimiento en determinadas áreas del saber.

Ahora toca dilucidar como pudo transformarse la idea de cultura subjetual, considerada como un concepto categorial etológico semejante a adiestramiento, domesticación o condicionamiento, en la idea metafísica de cultura objetual. Ella tuvo que surgir no solo con la aparición de una nueva sociedad, sino también a partir de la transformación de una idea homóloga que actuara ya en la sociedad feudal. Bueno se refiere a la idea de Gracia, que se había venido fraguando a partir de las interpretaciones, fundamentalmente, de San Pablo y San Agustín de Hipona. El apóstol señala en Corintios 1,12, que el Señor procede a entregar gran cantidad de carismas o dones para mejor servicio de la comunidad. Por su parte San Agustín, más conocido como el doctor de la Gracia, desarrollará aún más esta idea. Los dones entregados por el Señor («conjunto de medios extrasomáticos» en palabras de Bueno) no solo tienen un beneficio social para los hombres, sino que además los elevan a un estadio superior, curándolos de los efectos del pecado (gracia medicinal) y situándolos en comunión con Cristo (gracia elevante). Finalmente, en el Concilio II de Orange en el año 529, Bonifacio II establecerá:

«Que la Gracia de Dios no se puede conseguir por la humana invocación sino que es la misma Gracia la que hace que invoquemos al Señor; y que la Gracia de Dios es la que hace que podamos creer, querer, desear, esforzarnos y trabajar sólidamente.»{13}

Del párrafo se deduce que la mayor parte de las acciones que realiza el sujeto operatorio se explican por mediación de la Gracia de Dios. En el poder, la familia, la pintura o la construcción de catedrales, está la mano del Señor que actúa a través de los carismas insuflados a sus hijos. La dicotomía filosófica por antonomasia no es entre Naturaleza y Cultura, sino entre Naturaleza y Gracia. La cultura no puede objetivarse como idea sustancial porque sus contenidos subjetuales terminan por remitir al Reino de la Gracia.

No obstante, con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la Reforma Protestante, el poder del Papa y su capacidad de gobierno empezarán a declinar. Aparecen las Iglesias Nacionales, e incluso en países católicos como España, la centralización estatal le va restando protagonismo a la Iglesia. Los Estados Canónicos (España, Portugal, Francia, Inglaterra) empiezan a definirse en un proceso dialéctico de enfrentamiento. El Estado va construyendo la nación, dotándola de una identidad cultural singular{14}. El Espíritu Santo que actuaba a través de la Iglesia Católica, acabará por trasmutarse por mor de la filosofía alemana (Herder), en Espíritu del Pueblo. El camino para una idea metafísica de cultura (objetual) estaba abierto. En la nueva versión laica del Mito de la Gracia, ya no es Dios el que dota al hombre de sus atributos más humanos. Es la cultura, en sus variadas versiones nacionales, la que transforma al hombre de su condición animal, encumbrándolo a la categoría de ciudadano. La cultura se presenta para el hombre como un mundo envolvente que lo precede, como un sistema conectado por múltiples trabazones que le confieren una unidad esencial.

«La idea metafísica de cultura comporta una visión holística de la cultura, es decir, la visión de cada cultura como una totalidad global sistematizada que se comparará muchas veces con un organismo viviente. La cultura objetiva, es su acepción metafísica, será presentada como una inter-conexión espiritual de partes que se comunican entre sí un mismo aliento (la arquitectura, la literatura, la música, las leyes, etc.) transmitiéndose una misma espiritualidad (por la lengua, por las instituciones jurídicas, por la música, por la tecnología, por la religión y hasta por el modo de morir).»{15}

Ahora bien, la formación de la cultura en calidad de totalidad objetiva no hubiera sido posible sin tres operaciones precedentes:

a) Operaciones del sujeto operatorio que parte de las obras culturales para objetivarlas mediante su hipóstasis{16}. La obra deja de ser contemplada desde la perspectiva del autor, para ser recreada como un componente cultural autónomo.

b) Para construir la idea objetiva de cultura también es necesario una totalización. Es decir, las diversas partes sustanciadas a priori, pero que aún aparecen independientes, deben ser reabsorbidas en un todo sistemático troquelado a partir de una esencia común, de unas características propias.

c) Finalmente, para que la totalización pueda completarse, se requiere una tercera operación. La idea de cultura objetiva solo podrá afirmarse contraponiéndose a otra entidad mítica, la naturaleza. Ésta, bien como obra de Dios, o de la evolución, pero sobre todo como independiente de lo humano, se nos presenta como el estado primigenio anterior a la constitución del hombre.

4. Interpretación del fenómeno deportivo soviético desde el Mito de la Cultura. El porqué de Cultura Física

La Revolución Soviética prestó gran atención al desarrollo deportivo del país. Así la instrucción física debía cumplir importantes funciones en las distintas capas de la sociedad política. En la capa basal{17}, garantizar unos requerimientos mínimos para abordar las duras tareas de un proceso de industrialización y crecimiento económico acelerado. El minero Aleksei Stajanov popularizaría a partir de 1935 un sistema de trabajo consistente en aumentar el ritmo de producción a costa del propio esfuerzo (Stajanov consiguió superar su cuota asignada para un día en 14 veces). El ejemplo de este obrero, ensalzado por la propaganda estaliniana, serviría como estandarte de la llamada emulación socialista. El buen comunista no necesitaba incentivos materiales para producir más. El firme convencimiento de construir un nuevo modo de vida le bastaba para esforzarse al máximo, y contribuir de paso a la acumulación originaria necesaria.

Pero también hay claras vinculaciones entre el desarrollo del deporte y la capa cortical{18} de la sociedad soviética. El Ejército Rojo fue creado no solo para defender la revolución en el interior, sino para ayudar a su expansión en el exterior. Un decreto del Consejo de Comisarios del Pueblo fijaba la misión de las nuevas fuerzas armadas:

«Еl paso del poder a las clases trabajadoras y explotadas hace necesario un ejército nuevo que será el baluarte del poder de los soviets (...) y el apoyo de la próxima revolución socialista en Europa». Además los soldados del ejercito rojo se comprometían «ante las clases trabajadoras de Europa y el mundo a combatir por el socialismo y la fraternidad de los pueblos, sin regatear sus esfuerzos y sus vidas.»{19}

Para convertir en realidad esas aspiraciones de imperio generador, el poder militar soviético no solo necesitaba de ingentes recursos tecnológicos, sino además soldados y cuadros con alta preparación física.

En conclusión, el deporte y la preparación física se ponen al servicio del nuevo poder soviético con la creación de organizaciones como «Preparados para el trabajo y la defensa» o la «Sociedad Voluntaria de Cooperación de los Ejércitos de Tierra, Aire y de la Armada». La promoción del deporte por parte de las autoridades se ligaba con la mejora de la fuerza, de la destreza, de la resistencia, de la perseverancia, con el sentido del colectivismo, del autocontrol &c. Por lo dicho hasta aquí, parecería que el deporte y la preparación física se mantienen dentro de los márgenes de la cultura subjetual: el cultivo del intelecto ejercitado a través de disciplinas humanísticas, matemáticas, ciencias &c. se complementa con el cultivo del cuerpo. El sujeto operatorio asimila conocimientos y habilidades, ya sea en natación, voleibol, cálculo integral o en el dominio de una lengua extranjera.

Sin embargo, sostenemos que la Cultura Física tiene claros componentes objetuales. Ya señalamos al comienzo del artículo el origen británico de la Cultura Física. Empero en el mundo anglosajón, el término no llegó a asentarse frente al Physical Education usado por el Estado. Por tanto, que los bolcheviques lo eligieran supone, antes que nada, una toma de partido ontológica, relacionada con el ortograma comunista y con su modo de construir la nueva sociedad política.

Es cierto que los comunistas no pretendían presentar a la cultura soviética como una realidad inveterada o eterna, tal y como hacía Herder. La propia propaganda comunista cultivaba la imagen de la cultura como obra dinámica del pueblo Es más, reconocían la existencia de componentes culturales plurales procedentes de distintas realidades nacionales étnicas que serían refundidos(los que pudieran serlo) en la naciente cultura socialista, nacional en su forma y socialista en su contenido:

«La Cultura Socialista es una cultura de nuevo tipo y superior, establecida por las masas trabajadoras bajo la dirección del Partido Comunista, como parte necesaria del orden social y estatal socialista, y que posee como objetivo la edificación de la sociedad comunista y la educación consciente y activa de los constructores del comunismo... La Cultura Proletaria, dice Stalin, es socialista por su contenido, y adopta diferentes formas y modos de manifestarse de los diversos pueblo que construyen el socialismo, independientemente de la lengua, del modo de vida &c. Esta es la cultura universal hacia la que se dirige el socialismo. La cultura proletaria no anula la cultura nacional sino que le da su contenido. Y al contrario, la cultura nacional no suprime la cultura proletaria sino que le da su forma. La cultura socialista incluye de manera orgánica y asimila criticamente todo lo vanguardista y progresista que fue creado con anterioridad por las culturas nacionales de los pueblos de la URSS.»{20}

En este sentido, la difusión del deporte se introdujo entre los bienes culturales que transfiguran la naturaleza humana en pos del ciudadano comunista. «La Cultura Física y el deporte es una parte orgánica de la cultura soviética y de la vida social»{21}, nos dice la Enciclopedia Soviética. La hoz y el martillo ejemplifican magníficamente esta inclusión. Con la nueva simbología, el Estado rinde pleitesía al campesino y al obrero como columna vertebral de la sociedad. El trabajo manual y el esfuerzo físico son dignificados. El nuevo hombre habrá de ser letrado pero también físicamente apto. El desarrollo de estas dos cualidades son las que transforman (santifican en términos católicos) al individuo en miembro de la sociedad. La popular escultura del obrero y la campesina (véase portada) usada con profusión en la Unión Soviética, es quizás la muestra gráfica más elocuente de esta culturización (en sentido objetual) del deporte. Dos figuras esbeltas, atléticas y bien proporcionadas sostienen y representan a la vez los máximos símbolos del Estado. Las dos imágenes encarnan el canon de belleza del realismo socialista, un ideal moldeado por la concepción de una cultura física.

Notas

{1} En ruso Физическая Культура. También muy usada la abreviatura Физкультура (Fiscultura).

{2} «Physical culture is a term applied to health and strength training regimens, particularly those that originated during the 19th century. During the mid-late 20th century, the term "physical culture" became largely outmoded in most English-speaking countries, being replaced by terms such as "physical education", "fitness training" or simply "exercise"» (http://en.wikipedia.org/wiki/Physical_culture). En otros países las enseñanzas deportivas se denominan: L'éducation physique et sportive (Francia); Educazione Fisica (Italia); Educação Física (Portugal); Educación Física (España); Sportunterricht (Alemania), &c.

{3} Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996.

{4} «El adjetivo megárico se utiliza en esta obra, por sinécdoque, referido específicamente a las (supuestas) doctrinas de los megáricos que subrayaban, no solo la multiplicidad de las esencias, sino también su inmutabilidad (eleática: los eleatas en cambio negaban la pluralidad) y, sobre todo, su separación mutua y su incomunicación, lo que obligará a dejar de considerar a las esencias como géneros (englobantes de especies: las esencias serían más bien especies únicas, mónadas esenciales. Cada esencia encerraría en la necesidad de su naturaleza todo su porvenir, que no es en realidad más que un eterno presente; lo que se expresaba en los celebres argumentos del segador(o recogéis o no recogéis), el argumento perezoso o el vencedor, dirigidos probablemente contra la idea de potencia de Aristóteles. Los megáricos –dirá Aristóteles– sostienen que solamente hay potencia cuando hay acto y que cuando no hay acto no hay potencia», Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996, págs. 241-242.

{5} «Los ortogramas son aquellas materias formalizadas capaces de funcionar como moldes activos o programas en la conformación de unos materiales dados (que también están conformados, puesto que no existen materias desprovistas de forma). Por ejemplo, un programa algorítmico, una regla gramatical, una creencia, etc. Los ortogramas actúan como dispositivos reguladores de secuencias operatorias, de tipo muscular, o perceptivo, o verbal, &c.»
http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Ortograma

{6} «Figura (sector) del eje semántico del espacio gnoseológico. Los referenciales son contenidos fisicalistas (corpóreos, tridimensionales) de los cuerpos científicos: las disoluciones tituladas que figuran en un laboratorio de química, los cristales de una sala de geología, las proteínas-problema y las proteínas de control utilizadas en bioquímica en un proceso de electroforesis, las letras de un tratado de álgebra o la Luna, en tanto que aparece inmersa en la retícula o en la pantalla de un telescopio que la relaciona con otros cuerpos celestes. La necesidad de referenciales no la derivamos tanto de postulados ontológicos corporeístas («sólo existen los objetos corpóreos») cuanto de principios gnoseológicos: las ciencias son construcciones operatorias y las operaciones sólo son posibles con objetos corpóreos (no todo contenido físico es, en este sentido, un referencial –por ejemplo, las partículas que han sido absorbidas por un agujero negro–). [38-39, 50, 65, 68, 75, 195] Una ciencia sin referenciales fisicalistas (una «ciencia de la mente», o una «ciencia de Dios») es como una música sin sonidos. No queremos decir que todos los términos, relaciones y operaciones de las ciencias deban ser fisicalistas y no porque presupongamos que, «además» de los referenciales corpóreos, los cuerpos de las ciencias contienen entidades meta-físicas o espirituales. Ocurre simplemente que el análisis o el desarrollo de los propios contenidos corpóreos arroja, en el campo de las ciencias, contenidos in-corpóreos (sin perjuicio de que tales contenidos sigan siendo materiales): las relaciones a distancia entre dos cuerpos no son un cuerpo; un cubo es un cuerpo pero sus caras no lo son (no son tridimensionales) ni menos aún sus aristas o sus vértices. Tampoco es un cuerpo el hipercubo, construido a partir del cubo: sin embargo, caras, aristas, vértices o hipercubos son términos de la Geometría. Tampoco son cuerpos las aceleraciones del movimiento de un cuerpo y, sin embargo, son contenidos de la Física. {QC 50-51 / TCC 1417 / → TCC 120-12» http://www.filosofia.org/filomat/df196.htm

{7} Una visión típicamente psicologista sobre la URSS nos las brinda Edgar Morin, Qué es el totalitarismo. De la naturaleza de la URSS, Anthropos, Barcelona 1985.

{8} Datos obtenidos de A.M. Projorov (redactor principal), URSS. Guía Enciclopédica, Editorial Enciclopedia Soviética, Moscú 1979, Págs. 276-279, Edición en ruso.

{9} República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

{10} Organización «Preparados para el trabajo y la defensa»

{11} Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996, pág. 32.

{12} «Constituye un grave descuido el intento orientado a considerar como una primera modulación de la idea general de cultura el concepto particular y objeto de la cultura agraria. Este conceptos particular (agricultura) no puede considerarse como una modulación general de la idea de cultura, sino como el punto de partida tecnológico de la primera modulación subjetual de la idea general», Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996, pág. 35.

{13} Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996, pág.125.

{14} «Que las culturas nacionales tengan por ello una identidad similar a la de un jardín de invernadero, no significa que tal identidad no exista de hecho. Lo que se discute es que la identidad de estas naciones canónicas sea sustantiva, y que ella sea expresión de un espíritu nacional propio. La realidad es que sus contenidos más valiosos proceden de un patrimonio común secuestrado por los Estados, o de la imitación disimulada de otras culturas nacionales», Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996, pág. 137.

{15} Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996, pág. 49.

{16} «Proceso mediante el cual se sustantifica una propiedad, relación o atributo abstracto que, por sí mismo, no es en modo alguno sustancial. Como quiera que, en muchos casos, la sustantificación no consiste en concebir como sustancia lo que es un accidente o una relación, sino en concebir como atributos o relaciones simples o exentas a lo que no son sino atributos o propiedades o relaciones insertas, se hace preferibles usar el término hipostatización al de sustantificación (que es solo un tipo de hipostatización, más restringida). Hipostasía la relación de igualdad quien la trata como una relación simple, cuando en realidad la igualdad no es una relación sino un conjunto de propiedades –simetría, transitividad, reflexividad- que afecta a determinadas relaciones como la congruencia, la isonomía, &c. Hipostatiza el concepto de dado perfecto quien lo concibe un cuerpo perfectamente homogéneo y no como una relación entre los dados empíricos que en el curso de jugadas indefinidas, compensa sus imperfecciones», Gustavo Bueno, El mito de la Cultura, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona 1996, pág. 240.

{17} «La capa basal del cuerpo de la sociedad política es la resultante de la acción-reacción del núcleo en el eje radial del espacio antropológico. Está formada por el poder gestor, planificador y redistribuidor.»
http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Capa_basal

{18} «La capa cortical del cuerpo de la sociedad política es la resultante de la acción-reacción del núcleo en el eje angular del espacio antropológico. Está formada por el poder militar, federativo y diplomático.»
http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Capa_cortical

{19} León Trotsky, La Revolución Traicionada. Qué es y adónde va la URSS, Fundación Federico Engels, Madrid 2001, pág. 185

{20} «Культура Социалистическая – культура нового, высшего типа, создаваемая трудящимся массами под руководством Коммунистической Партии как необходимая составная часть социалистического общественного и государственного строя и имеющая своей целью построение коммунистического общества и коммунистическое воспитание активных, сознательных строителей коммунизма». «Пролетарская культура, - говорит И.В. Сталин, - социалистическая по своему содержанию, принимает различные формы и способны выражения у различных народов, вытянутых в социалистическое строительство, в зависимости от различия языка, быта и т.д. Пролетарская по своему содержанию, национальная по форме, - такова та общечеловеческая культура, к которой идёт социализм. Пролетарская культура не отменяет национальной культуры, а даёт ей содержание. И наоборот, национальная культура не отменяет пролетарскую культуру, а даёт ей форму»
«Социалистическая культура органически включает в себя и критически осваивает всё передовое, прогрессивное, что было создано ранее национальными культурами народов СССР»
M. Rozental, P. Yudip, Diccionario Filosófico Abreviado, Editorial Estatal de Literatura Política, Moscú 1955, págs. 216-217, Edición en ruso, Traducción del autor.

{21} «Физическая Культура и спорт - органическая часть советской Культуры и общественной жизни» A. M. Projorov (redactor principal), URSS. Guía Enciclopédica, Editorial Enciclopedia Soviética, Moscú 1979, págs. 276. Edición en ruso. Traducción del autor.

 

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