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El Catoblepas, número 96, febrero 2010
  El Catoblepasnúmero 96 • febrero 2010 • página 17
Libros

Tribulaciones de un emigrante pasiego

Remigio Fernández Martín

Un capítulo de las memorias de Remigio Fernández Gómez

Remigio Fernández, Tribulaciones de un emigrante pasiego, Oviedo 2009 Bajo el título de Tribulaciones de un emigrante pasiego y la rúbrica de Pentalfa Ediciones se han publicado en Oviedo en diciembre de 2009 las memorias de un emigrante cántabro a México y Cuba en 1922. El autor, Remigio Fernández Gómez, volvió definitivamente a España en 1978 y escribió sus recuerdos contando ya con más de 90 años de edad. En Cuba pasó la mayor parte de su vida adulta y allí vivió a través del machadato, la revolución de 1933, el batistato por dos veces y la revolución fidelista. Esta última le fue especialmente cruel dispersando a su familia y apropiándose de la poca fortuna que con trabajo y sacrificio había reunido.

Las memorias han sido editadas por su hijo en homenaje póstumo, respetando el orden y organización de los manuscritos originales. El libro de 100 páginas, profusamente ilustrado y en bonita edición, contiene un prólogo del editor, seis capítulos del memorialista, una cronología y un apéndice documental. Los cuatro capítulos primeros, los de mayor contenido histórico, se centran alrededor de la vida del autor el primero y el cuarto, alrededor de la historia política de Cuba el segundo, y de España el tercero. Todos están escritos, creo que inadvertidamente, a modo de paisajes donde coexisten datos históricos objetivos y anécdotas localistas y personales.

Al capítulo segundo que reproducimos aquí como muestra del conjunto, el editor ha puesto como exordio unas frases del propio texto que son significativas y que pueden resumir mejor que cualquiera otras la historia política de Cuba en el siglo XX: «Condenar a los gobernantes de Cuba desde que se independizó de España no tiene fin. Cuba siempre ha sido gobernada por la fuerza.»

* * *

II. De Zayas a Castro

«Condenar a los gobernantes de Cuba desde que se independizó de
España no tiene fin. Cuba siempre ha sido gobernada por la fuerza.»

Llegué a Cuba en el mes de diciembre de 1923. Procedía de Veracruz, México. Abandoné Veracruz sin saber por qué o para qué. Pero lo hice y ya está hecho. Después de estar en Cuba, viajé hacia Oriente, y en Oriente, en Sabanilla del Este. Allí trabajé en distintos trabajos con distintos patronos, siempre en trabajos manuales.

Unos meses después ya empecé a interesarme por las cosas de Cuba, su vida social, costumbre de la gente pobre. Leía la prensa cuando la conseguía sin tener que comprarla. Lo que más me gustaba –del periódico– era que hablaba mucho de política y hablar de política. Eso que cuento sucedió hace 72 años, y hasta hoy me ha durado la costumbre y el vicio de ambas cosas.

Empezaré por decir que cuando yo llegué a Cuba, el Presidente era el Dr. Alfredo Zayas y Alfonso. Era abogado y muy culto.

Alfredo Zayas y Alfonso
Alfredo Zayas y Alfonso (1861-1934),
cuarto Presidente de Cuba (1921-1925)

En los últimos tiempos de su mandato se alzaron contra el gobierno un grupo de hombres, no eran militares, en la provincia de Santa Clara, como se llamaba en aquella época, ahora es Las Villas.

Las primeras noticias con muchos hombres armados. Se alborotó toda la nación, no era para menos. Se decía que habían salido para allá muchos soldados, un regimiento de caballería. Se decía que no serían posibles las elecciones que se aproximaban.

El Presidente de la República no mandó ni siquiera un policía. Él mismo, con su ayudante, se fue adonde estaban los alzados. Pidió y consiguió entrevistarse con el jefe de los rebeldes y también lo consiguió. Y colorín, colorao, ...todo el mundo para su casa.{1}

La vida sigue su destino después de terminada la revolución. No se habla de otra cosa que no sea de las elecciones. Los candidatos son, por el partido Conservador el general Menocal, y por el partido Liberal, el general Gerardo Machado. El Presidente en el cargo pertenece al partido que él mismo fundó, el partido Popular.

Así que la pelea era entre dos generales. Supe que Menocal era ingeniero no sé en que materia, graduado en universidad norteamericana{2}. No sé como se ganó los galones, que tuvieron que ser muchos, antes de llegar a general. No creo que fuera matando gallegos en la manigua cubana{3}.

Ahora vamos con el general Machado. Tampoco creemos que tuviera muchos deseos de matar españoles. Esos deseos los tendría en matar toros, vacas, novillas, terneros, becerros, todo lo que portara cuernos. Y sospechamos esto porque era carnicero de profesión.

Los candidatos ofrecían el oro y el moro, lo mismo o muy parecido a lo que ofrecen los candidatos de estos tiempos que aspiran a lo mismo que aquellos caballeros.

Recuerdo, y es tener memoria, que en un mitin del partido Liberal que se celebraba en la capital, La Habana, hubo un caso para reírse. Así fue lo que escribió la prensa, que yo supe porque lo leí en el Diario de La Marina.

En Cuba se celebraban los mítines políticos en plazas públicas. Los asistentes se sentaban en el suelo, el orador no podía sentarse. Así se

hacían las tribunas: unas tablas sobre cuatro barriles vacíos de cargar cerveza, que se habían utilizado para mandar la cerveza a sus clientes.

Gerardo Machado y Morales
Gerardo Machado y Morales (1871-1939),
quinto Presidente de Cuba (1925-1933)

Siempre los mítines se celebraban de día. Hubo un mitin en una ocasión del partido Liberal en el que iba a hacer uso de la palabra, que lo hizo, el más famoso y conocido tribuno de Cuba. En estos casos el orador y presentador va a presentar al hombre que quieren que el pueblo conozca y para eso lo primero da su nombre que es Juan Gualberto. Aplausos. Para empezar el maquillarlo hace una interrogación:

—Pero ... y ¿quién es Juan Gualberto?

La respuesta sale de un asistente al mitin:

—Juan Gualbeto es un mielda.{4}

Como tenía que ser, tardó un rato en volver el silencio. En Cuba los negros no pronuncian la «r» y parece que no pueden, por eso la palabrita salió como la oímos.

Sigue la propaganda de los dos candidatos. Hubo varios conflictos. Unas veces mandaban a «Marianitu»{5} a la calle San Isidro{6}, otras que en las fincas vecinas de la finca del general Machado se perdían algunas vacas y también algunos toretes. Al fin llegan las elecciones. El triunfo es para el general Machado y el pueblo parece estar satisfecho.

Empiezan los nombramientos de los secretarios. El primero es un camagüeyano también general. Este general presume de varón:

—Se hace lo que yo mande y nada más.

Va a tener las primeras dificultades. Este secretario decreta la prohibición total de la prostitución en Cuba:

—En Cuba no puede haber putas, las francesas echarán un pie.

En La Habana las chicas de esta profesión eran francesas en mayoría absoluta, según decían los habaneros. El decreto prohíbe totalmente la prostitución en Cuba. Este general es el señor Gregorio Zayas Bazán. Presume de que él fue el que libertó a Cuba.

Otro de los secretarios fue el de Obras Públicas. Este secretario fue lo mejor que pudo haber y hubo en todos los tiempos en Cuba. Para empezar lo primero, la Carretera Central, el Capitolio, la avenida del Malecón. Los habaneros dicen que como esa avenida no hay otra en toda América. También el Paseo del Prado{7}, los árboles en ese Paseo, los gorriones importados. Estos pajaritos también tuvieron adversarios en Cuba. En aquellos tiempos, todos los hombres se ponían en la cabeza un sombrero de pajilla. Los cubanos y los habaneros principalmente que quieren gozar de la vida lo más que se pueda, muy bien vestidos y con su sombrero de pajilla, se iban a poner a la sombra de los árboles en el Paseo del Prado.

Los pajaritos tan bonitos vivían en los árboles, como es natural. Los habaneros no tenían paciencia para comprender que los pajaritos no tenían bidé para sus necesidades, como tenían las señoras que estaban abajo.

El gobierno con su política marcha regular. Estamos en el año 1925. Hay mucho trabajo. Han venido de España muchos obreros, principalmente de Galicia. Sigue pasando el tiempo y llega el año 1928, año de elecciones. El gobierno ha reformado la Constitución, en estas elecciones el que salga elegido será por seis años. El general Machado es candidato. Este año ’28 se presenta para Cuba con muy mala perspectiva, lo mismo en economía que social. En economía no hay trabajo para nadie. El caso más grave es con los obreros españoles que al terminarse los trabajos en la carretera Central, se han quedado sin trabajo y sin dinero para volver a su país. Hay un acuerdo entre el gobierno cubano, el español y la Compañía Trasatlántica Española para llevarse estos hombres a su casa de gratis. En lo social, el pueblo protesta violentamente por la política que lleva el gobierno. El gobierno sigue con dificultades para mantener el orden y no querer entregar el gobierno a otros políticos.

Pasa el tiempo, los meses, los años, la economía cada vez peor, lo mismo en Cuba como en otras naciones. Pero en Cuba los tiroteos y los muertos estaban al día. En la oposición había un grupo que se hacían llamar ABC, la mayoría pertenecían a la alta sociedad. Tenían una ametralladora que se llamaba Thompson. En las horas que se oía, la radio clandestina decía:

—La Thompson de ABC terminará con Machado.

Al fin interviene la diplomacia americana, estamos en la primavera del año ’33. La primera entrevista del americano no tiene éxito. También entra en la bahía de La Habana un crucero de guerra americano. Nombran otro diplomático americano. Se llama Benjamín Sumner Welles, es subsecretario de estado. Unos días en espera. Al fin llega el acuerdo. Queda nombrado un presidente que ahora no recuerdo su nombre{8}, pero fue aceptado por la opinión pública como un acierto. Así la situación, parece que llegó a tiempo la intervención de Benjamín Sumner Welles.

Antes de semana vencida pasa por la isla un ciclón, como acostumbran todos los años. El ciclón daña mucho la provincia de Matanzas{9}. El Presidente de Cuba inmediatamente sale para Matanzas, vio los daños causados y vuelve para La Habana. Al llegar al palacio presidencial se encuentra con que ha sido destituido del gobierno y puede marcharse, que eso fue lo que hizo{10}.

En el cuartel general del ejército los sargentos en servicio se han sublevado contra el reglamento del ejército que habían jurado y contra los oficiales sus jefes. Los sucesos del palacio y del cuartel fueron en la misma fecha. En el palacio presidencial se nombraron cinco hombres como presidentes, era una pentapresidencia{11}. El jefe principal era Ramón Grau San Martín. Era un asturiano que le dio muchos disgustos a Cuba, era médico, fue Presidente constitucional de Cuba en los años del ’44 al ’48.{12}

Ramón Grau San Martín
Ramón Grau San Martín (1887-1969),
Presidente de Cuba de 1933 a 1934 y de 1944 a 1948

En el cuartel Columbia, los sargentos organizando su porvenir. El sargento jefe y el primer inspirador nunca supe su nombre{13}, el segundo era Batista{14}. El sargento que fue el primero duró poco tiempo. Batista lo mató para él quedarse con la jefatura. Este hombre, si se puede decir hombre, tiene el número dos en Cuba en ladrón, criminal, asesino, cobarde, inmoral. El número uno lo tiene Fidel, pero la responsabilidad de que Fidel esté donde está la tiene Batista.

Fulgencio Batista y Zaldívar
Fulgencio Batista y Zaldívar (1901-1973)

Pues sí, los sargentos están preparando su porvenir. El pueblo de Cuba está tan mal que no está más adelantado que hace ochenta años. Responsable Batista y sus semejantes en el robo. Los oficiales del ejército y Batista no se ponen de acuerdo. La razón no hay que preguntar quien la tiene. Los oficiales se refugiaron en el Hotel Nacional. Los sargentos les dicen que salgan de ahí y se vayan para su casa. Los oficiales amenazan con represalias y que no saldrán del hotel donde están. Entonces los sargentos disponen cañonear el hotel. Ya Batista había sobornado a la marina de guerra para que cañoneara el hotel y así lo hicieron. Los oficiales dispusieron salir y al llegar a la puerta y ya en la acera fueron asesinados, no se sabe si tres o cuatro{15}.

Primer triunfo de un ladrón de gallinas y otras cosas en su juventud. Así que el ejército ya tiene carta blanca para robar, principalmente la guardia rural. Hasta al que no tiene más que dos vacas le dicen que quieren tener una ternerita de esa vaca que está próxima a parir, que esa vaca parece que es muy buena. En la tienda fuman y beben. Si te ofrecen pagar y les cobras, antes de irse de la tienda han descubierto que tú tienes algún cajón muy sucio y echas en ello los alimentos que tiene que comer el pueblo y eso no se puede tolerar. Te piden el Jeep prestado por unos momentos. Si no es mucho, te lo traen mañana.

En el palacio presidencial ha habido muchos cambios. La pentapresidencia no funcionó. Se quedó Grau solo. Era la cuñada viuda la que tenía que disponer. Ella tenía el banco de «bolita» y todas las noches, después de las nueve que era cuando el locutor cantaba el último chance de la noche, ella no jugaba, ella cogía el dinero que habían recaudado por la venta de la «bolita», el juego de la «bolita» era de ella.

Volviendo a la revolución. En el ejército se habló de que hubo un personaje dirigiendo a Batista. Esa persona era Sergio Carbó{16}. Este señor no pudo ocultar que aspiraba a la presidencia de la República y pensó que con el apoyo del ejército podía conseguirlo, y creía que él podía manejar a Batista a su gusto porque Batista era un simple sargento y nunca podría aspirar a altos cargos en política. Pero Carbó se equivocó y se retiró al periodismo. Pero mucho daño le hizo a Cuba al retirarse. Carbó creó un periódico diario que tuvo aceptación en La Habana y duró hasta que llegó Fidel{17}.

Batista fue el mandamás en Cuba desde el mes de septiembre de 1933 hasta el mes de junio de 1944, esto fue el primer tiempo. La segunda etapa empezó el 10 de marzo de 1952 hasta el día que tuvo que salir de Cuba, con el culo a dos manos, en los últimos días del mes de diciembre de 1958. Él siempre fue el mandamás, pero en el año 1940 hizo elecciones, de acuerdo con los que se presentaban como partidos de la oposición, en vez de llamarse «partidos de la ocasión». Convinieron en que las elecciones las ganaría Batista, que era candidato. El período de tiempo como elegido era de cuatro años. Por tanto en el año 1944 habría elecciones que ganaría Grau San Martín. Así sucedió que Batista quería hacer ver que el pueblo lo quería y lo eligió Presidente de la República de Cuba por los votos, y llevarlo a orgullo, y que el pueblo le perdone todos los latrocinios cometidos. Desde el robo de las gallinas de los vecinos cuando tenía quince años y los millones de pesos estafados al pueblo de Cuba, desde que mata y atropella al pueblo que trabaja y produce, él y miles de los que quieren llamarse soldados, que son también ladrones de gallinas, y para ellos no hay diferencia entre una gallina y una vaca.

Condenar a los gobernantes de Cuba desde que se independizó de España no tiene fin. Cuba siempre ha sido gobernada por la fuerza. Desde que tomó posesión don Tomás Estrada Palma ha ido en aumento la muerte, el atropello, la cárcel. Todo esto y mucho más con mucho aumentó en cantidad y calidad hasta el día de hoy.

Bueno, pues se cumplieron los acuerdos. Batista fue presidente de Cuba a su gusto. Ahora llega Grau a la meta de la ridiculez. Desde agosto del ’33 estuvo de Presidente, cuando la pentarquía, que fue como cosa de payasos. Había vuelto Benjamín Sumner Wells a Cuba, y en audiencia había recibido a Batista para discutir la forma de arreglar la política de Cuba y llevarlo a país civilizado. Cesó la pentarquía. Se quedó Grau como Presidente, pero por pocos días.

Subió a las alturas otro personaje de muchas aspiraciones. Este señor quiso demostrar que él daba su vida por Grau San Martín y por tanto se disparó un tiro en su vientre. Eso sí, tuvo la habilidad de que la bala pasara a sedal por debajo de la piel pero sin entrar en los intestinos. Se suponía que esa operación le había costado muchos pesos. Este señor se llamaba Eduardo (Eddy) Chibás.

Este señor heredó de sus padres mucho dinero. Decían, se pensaba, que tenía algún trastorno mental. Cuando se hizo el disparo, él dijo que lo hacía por Grau, que aún no había salido en letra de molde{18}, pues tanto lo quería que deseaba hacerle publicidad. Esto sucedió cuando él y Grau empezaron a hacer política y empezaron por arriba, queriendo la presidencia.

Pasaron algunos años, en ese tiempo siguió con Grau hasta después de las elecciones del ’44. Enseguida que Grau tomó el poder, empezaron las campañas para ir preparando el candidato que sería en el ’48, que habría elecciones. En ese año, todos los domingos a las seis de la tarde había una hora de radio que la escuchaban cubanos y extranjeros. Era Chibás que hablaba siempre en su hora. Nadie tenía chance. Él siempre ignoraba la hora que tenía y cuando se cumplía la hora, la emisora después de que el cliente se había pasado hasta dos minutos, cortésmente le pedía perdón y le cortaba. Nunca Chibás se despedía de sus oyentes dando las gracias por haberle escuchado. Después de algún tiempo la emisora cerraba sin cortesía.

Pasa el tiempo. La campaña para las elecciones del ’48 continúa más fuerte, más bla ...bla...blá. Según las opiniones de muchos, piensan que otro aspirante, Carlos Prío Socarrás, otro político cubano y del mismo partido, será el que se lleve el gato al agua, que al fin se lo llevó. Pero Chibás se enfadó bárbaramente y decía que el candidato tenía que ser él. Se creía con derecho, se supone que por lo del balazo en defensa de Grau. Iba los domingos a la radio y parecía al oírlo que tenía rabia perruna. Al verse abandonado, él sigue y dispone repetir lo del tiro en su vientre. Se rumoreaba que estaba arruinado, pagaba por alguna propaganda basura, lo que le pedían los que estaban más cerca de él. Decían que se había gastado un capital. Por fin se dispone a lanzarse otro tiro, pero éste no pasó a sedal. Se metió por los intestinos, los perforó a muchos y el médico dijo:

—Muerto por necesidad.

Y esto es el fin de un hombre que pudiera estar enfermo. Fin de Chibás.

—Eddy, ya estarás descansado{19}.

Bueno, pues ya tenemos a Grau en la presidencia de la República de Cuba. Para la mayoría de los cubanos había llegado la libertad, para los otros cubanos una libertad no mejor que la dictadura. Grau nombró comandantes de la policía a un grupo de jóvenes que habían combatido la dictadura. Entre ellos había varios estudiantes de la Universidad. Los más de ellos eran del Directorio Estudiantil Universitario. Algunos murieron en la contienda. Dos eran presidentes cuando fueron ajusticiados. Eran tres grupos, en uno de esos grupos estaba Fidel Castro. Ellos se habían provisto de pistolas Colt 45, las mismas que usan los oficiales del ejército norteamericano, y del ejército mexicano también.

Grau estaba en palacio, en la calle los gángsteres, como los bautizó el pueblo de Cuba, el mismo que hizo presidente a Grau. Eso mismo eran, gángsteres. Grau recibía quejas, tenía que ser. Prometía:

—Mañana.

Esa mañana no llega.

—Llego yo y arreglo eso.

La noticia de prensa y radio era:

—Balaceado y muerto el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria{20}.

Volviendo atrás a otro orangután. Batista en su casa de la Florida a donde llegó huyendo de Cuba como el perro que tumbó la olla. En Cuba sus cofrades forman un partido. Ese partido hace campaña, llegan las elecciones del ’46. Postulan para Senador a Batista y Batista sale Senador por la provincia de Matanzas. Se ha gastado mucho del dinero que se había robado en Cuba. Ya puede venir, ya tiene inmunidad, pero no viene. Carlos Prío que es el presidente quiere que venga y dice que los cubanos todos deben de estar en Cuba:

—Aquí cabemos todos.

Entonces Batista pone condiciones aparte de la inmunidad legal. Necesita dos soldados del Ejército, de custodia permanente que sean elegidos por él, es decir soldados que él ya conoce. Batista en Cuba toma posesión de Senador, da conferencias, charlas, aconseja como se debe gobernar. El pueblo lo quiere y el cobra su salario. Algunos miembros del pueblo no saben con quien quedarse, si con Batista o con el pueblo que lo quiere.

Volviendo a Grau, él está muy bien. En el tiempo de Batista, un industrial cubano fabrica un matadero muy moderno y cuando todo está en orden, va a la oficina y solicita permiso para ponerlo a producir jornales y artículos de consumo. El jefe de aquella oficina era un ex teniente de infantería del ejército español. Lamento no tener nombre. Trabajaba para el gobierno y para Batista también. Aquel españolito le pidió 50 mil pesos en efectivo. La licencia era gratuita. Este señor industrial se llamaba Remigio Fernández{21}. Dispuso no abrir el matadero. Así estuvo cerca de dos años. Al fin se fue Batista, llegó Grau. Éste lo dio gratis.

Grau siguió con sus gángsteres. No le hacían caso. En su vida privada era soltero. Era médico. Siempre vivió en casa de su hermano que estaba casado. El hermano se murió y su esposa quedó viuda, pero Ramón Grau, cual era su nombre completo, continuó viviendo en la misma casa que ahora es de la viuda. Pero mientras Grau fue Presidente, su cuñada vivió en Palacio con sus hijos. Era la Primera Dama de Cuba. Las lenguas viperinas hablan, hablan. El señor doctor que era Grau fue el que más ilusiones despertó en el pueblo cubano en todas las clases. Esto le produce al pueblo un desengaño absoluto en la política. En Cuba hablar de política, que era muy poco lo que se hablaba, era en tono de relajo, no había respeto para nadie. Grau seguía con amigos todos los gángsteres, en su papel. Todos esperando las próximas elecciones del ´48{22}.

Sale Grau, entra Carlos Prío Socarrás. No va mal, reforma algunas costumbres de Batista, limita la introducción de los soldados en el comercio, principalmente la Guardia Rural. Comen, beben, fuman, no pagan nada, piden prestado cinco pesos, no los devuelven, se inmiscuyen en sanidad del comercio. Otros piden libro de contabilidad oficial, siempre amenazas. Estas inmoralidades también funcionan en los juzgados. Los señores jueces la principal sanción era para su bolsillo. Los que tenían que gobernarnos nos administraban. Prío también hizo algo bueno. Creó el Banco Nacional. En Cuba se podían violar todas las leyes en vigor, el dinero lo arreglaba todo. Algunos comerciantes e industriales no estaban ni inscritos en sus oficinas destinadas para esa función. No les salía gratis la costumbre, algo tenían que pagar pero este pago se hacía en el bar tomándose una cerveza o un Bacardí. Pero Cuba estaba contenta, no esperaba lo que le venía encima.

Carlos Prío Socarrás
Carlos Prío Socarrás (1903-1977),
Presidente de Cuba desde 1948 a 1952

Estamos en el año ’52. En este año hay que celebrar elecciones, esto será en el mes de junio. Había tres aspirantes a la Presidencia. Uno de ellos era Batista. Era el día 10 de marzo del mismo año. Un locutor de radio desde Columbia da la noticia: el general Fulgencio Batista rechaza el gobierno del actual Presidente y nombra un nuevo gobierno presidido por el general Batista. El nuevo gobierno decreta lo siguiente: Quedan suspendidas todas las noticias y comunicaciones en prensa, radio, televisión, teléfono y telégrafo. Para conseguir algunos de estos servicios se podrá llamar por teléfono al número que se fijará dentro de poco tiempo. La Presidencia en el Palacio Presidencial se entregará a la persona que haya sido nombrada por el nuevo gobierno, que llevará el documento necesario para identificarse. El ex Presidente o la persona que esté al frente podrá retirarse del Palacio a donde lo desee pacíficamente. Se advierte que la persona que ocupará el Palacio lleva a sus órdenes una compañía de Infantería de Marina del Ejército Nacional.

A esa hora Carlos Prío está volando en un avión particular hacia la Florida en los Estados Unidos. Cuba volvió a lo que estuvo, muchos años en manos de este inhumano animal. Nada se puede hacer, armas las tiene Batista. Ahora cada soldado se considera dueño de todo lo que le rodea. Él es el que vale y por eso manda. Los políticos en silencio, el pueblo murmurando y la luz no se ve, parece que está lejos. Los únicos que protestaron fueron los estudiantes universitarios, pero los dejaron solos. Todos los gobiernos del mundo reconocieron inmediatamente a Batista. En la primera etapa de su gobierno, si así se puede llamar, él legalizó el Partido Comunista de Cuba. A esta hora no lo tiene a su favor, por eso ha nombrado algún secretario de ese partido.

Batista robó mucho dinero en el gobierno hasta el año 1944, que tuvo que marcharse de Cuba a la Florida. Para hacerse Senador gastó nadie sabe cuanto, pero tuvo que ser mucho. Después en la campaña para su candidatura en las elecciones del ’52, parece que se quedó sin una peseta y optó por el golpe de estado. Así se pasó robando otra vez hasta diciembre del año del golpe{23}.

Fidel Castro desembarcó en Cuba alrededor del 2 de diciembre de 1956. En Santiago de Cuba los fidelistas salieron a la calle armados{24} y hubo un momento en que los rebeldes dominaban la situación. Salió toda Moncada, quiero decir todo el ejército. Fueron donde estaba el tiroteo, no encontrarían a nadie. Los vecinos escondieron, con armas y todo, a los rebeldes. Batista estaba perdido. Él mandaba a la Sierra a sus soldados, que no querían pelear, le tenían miedo a Fidel. No solo en la Sierra sino en toda la Isla, movimientos rebeldes. Decía Fidel: –Me sobra el dinero, y era verdad. Necesitaba balas, los soldados se las vendían a los rebeldes a 50 pesos, o sea a 300 pesos la carga. Fidel exigía las compras por cargas.

A mí me tocó, tuve la suerte, de tener mi finca y mis negocios en el territorio donde Fidel desarrolló su revolución. A Fidel nunca lo vi, a su segundo y hermano sí lo conocí muy bien. Ocuparon mis casas en la finca hasta que tomaron el gobierno en La Habana. Quisiera saber y poder explicar al que me lea, pero no sé escribirlo, están viendo. La revolución de Fidel encontró un pueblo asqueado y aburrido de Batista. Había que vivirlo para saber hasta donde llegaba su asquerosa vida y costumbre de gobernar con sus soldados ladrones. Ya terminó Batista.

Llegó Fidel, mucho peor, pero mucho peor. Sé de la vida de Fidel desde que estaba en el colegio de los Hermanos de La Salle en Santiago de Cuba. Quiso seguir segunda enseñanza. En Santiago no había segunda enseñanza pero la consiguió en La Habana en el colegio de los Jesuitas. Al terminar la segunda pasa a la superior. Allí ya hay muchos gastos. Ya empieza a tener palabras fuertes con su padre, aunque nunca le ha hecho caso. Ahora ya le falta al respeto y le amenaza que lo va a matar. Echa mano a un revólver que portaba su padre. Sigue lo que hay que hacer en estos casos, llama a la policía y hace la denuncia en el Juzgado de Guardia. Lo buscan pero no aparece, pero el acta que levantó el juez quedó allí: su padre lo acusa de amenaza de muerte, hay testigos. Ya en la universidad, se une a un grupo de gánsteres que campean en La Habana con sus pistolas en tiempo de Grau.

Yo tuve que tratar a los fidelistas con mucho cuidado. Yo vivía en Santiago, iba a menudo a la finca. Pero cuando ellos ya dominaban la zona de la finca, iba todas las semanas a la finca que estaba en el término municipal de Sagua de Tánamo. Yo iba, conversaba con ellos y les decía que a los que no fueran fidelistas y no ayudaran a la revolución, era mejor matarlos antes que aconsejarlos. Eso ya ellos lo hacían. Ellos me preguntaban por qué yo no tenía Jeeps. Eso lo preguntaban para indicar que debería de tenerlos. Ellos pedían prestados los Jeeps, si no se les prestaba posiblemente la próxima fuera el paredón de fusilamiento. A distancia de un kilómetro tenían de mi casa un paredón. Eso era un árbol muy grande, muy gordo. En el paredón, al preso lo amarraban al árbol, le disparaban desde lejos con intención de que el que tenía que disparar fuera practicando y afinando la puntería. Siempre tiraban con arma corta. A veces tiraba más de un verdugo, que eran todos. El lugar donde estaba el árbol paredón era una mata de mango, se llamaba El Alma. Era una finca de un español. Eso era el castigo a no prestar un Jeep o una bestia de monta, caballo o mula. Yo tenía cinco animales para ese servicio. Antes de terminar la campaña me quedaba uno, pero les decía que esos animales eran cubanos de la revolución.

Así estuve cerca de dos años hasta que me quitaron la finca, que era lo que más quería yo. En todo el frente, que era como le decían, había tres o cuatro jefes que sabían leer y escribir y sabían lo que estaban haciendo. Los demás eran chavales de quince a veinte años, completamente salvajes. Entre ellos los había dominantes y mandaban a los demás. A quienes les tenían miedo estos tipos eran a los que fusilaban, incluso a algunos de los de ellos. Me decían que había que hacerlo para que hubiera respeto, yo pensaba miedo, terror.

Yo nunca fui fidelista aunque combatí a Batista. Yo lo soporté en el gobierno nueve años. Lo mismo hicieron muchos de mis colegas y compañeros. Pensábamos que eso no podía subsistir. Cuando conversábamos en la calle estábamos de acuerdo en que se cae solo y pronto. Los disparates que hacía esta bestia, nos parecía que era mentalmente anormal. Esto empezó a los seis meses de estar en el gobierno. Hoy a los 36 años de estar gobernando pienso lo mismo. Quisiera ver su fin como será. Ha matado muchos hombres, empezando por sus mejores compañeros de lucha{25}. Los ha matado con las armas. Ha matado muchos hombres, mujeres y niños de hambre, y sigue gritando que la revolución comunista marcha para adelante, que el comunismo nunca se irá de Cuba. El único compañero que le queda desde sus principios es su hermano Raúl.

Fidel Castro Ruz y Camilo Cienfuegos
Fidel Castro Ruz (1926) y
Camilo Cienfuegos Gorriarán (1932-1959)

Con este Raúl hablé en algunas ocasiones. Comprendí que pensaba que yo no era comunista, pero me toleraba por los servicios que le prestaba a su gente en la finca de Sagua de Tánamo. Algunas noches dormimos en la misma casa. Fue que yo, cuando llegaron allí, les ofrecí la casa. Como era lógico, la casa era la mejor de la finca. En la casa había una habitación que yo la tenía destinada para mí de siempre. El jefe que venía ese día con la tropa dispuso, cuando supo que yo ofrecía la casa, lo siguiente. Mi cuarto tenía cerradura, él se la quitó y le puso un candado y me dio las dos llaves que tenía el candado nuevo, que yo lo vi porque él me lo enseñó. Una noche que yo dormía allí, Raúl llegó y durmió en otra habitación. Me enteré a los pocos días.

Notas

{1} Las últimas frases del autor se refieren con ironía a que Zayas aparentemente pudo resolver el asunto repartiendo dinero, una indicación de la corrupción imperante en la política cubana de la época. El alzamiento tuvo lugar en Trinidad en abril de 1924, liderado por el coronel Federico Laredo Brú, más tarde Presidente de la nación entre 1936 y 1940, bajo la tutela del general Batista. La rebelión era promovida por el Asociación de Veteranos y Patriotas, de claro propósito insurreccional.

{2} Mario García Menocal (1866-1941) era graduado en ingeniería de Cornell University (1888), fue el tercer Presidente de Cuba (1913-1921).

{3} El autor utiliza nuevamente el sarcasmo para evidenciar su escepticismo ante los méritos militares de Menocal, que llegó a general durante la Guerra de Independencia de 1895. En Cuba es común llamar gallegos a todos los españoles.

{4} Juan Gualberto Gómez (1854-1933) fue un patriota cubano, hijo de esclavos, que se distinguió en la lucha política contra el régimen colonial español y la esclavitud, y en la República contra la ingerencia norteamericana. Fue el delegado de José Martí en la Isla para los preparativos de la Guerra de Independencia de 1895 y dio la orden de alzamiento para el comienzo de la guerra.

{5} Se refiere al político liberal Miguel Mariano Gómez, hijo del ex Presidente general José Miguel Gómez. Fue Alcalde de La Habana de 1926 a 1931.

{6} Esta calle y su barrio homónimo eran en la época la zona de tolerancia por excelencia de La Habana.

{7} El autor erróneamente se refiere al Paseo del Prado como calle El Monte.

{8} Carlos Manuel de Céspedes, hijo del iniciador homónimo en 1868 de las guerras de independencia y considerado por los cubanos el «Padre de la Patria». Es nombrado presidente el 12 de agosto de 1933.

{9} Décimo primer huracán de la temporada ciclónica de ese año, causó 70 muertes en Cuba. Pasó paralelo a las costas de Matanzas y La Habana el 1-2 de septiembre de 1933 con categoría 2.

{10} El 4 de septiembre de 1933.

{11} Mejor conocida como la Pentarquía.

{12} Se equivoca el autor, Ramón Grau San Martín había nacido en La Palma, provincia de Pinar del Río. Su madre, María del Pilar San Martín y del Collado, sí era asturiana.

{13} Sargento Pablo Rodríguez Silverio.

{14} Fulgencio Batista y Zaldívar (1901 – 1973), militar y político cubano. El general Batista fue la eminencia gris de la junta militar que dirigió Cuba del 1933 al 1940 y presidente elegido de 1940 al 1944. Vuelve al poder por un golpe de Estado en 1952 y gobierna hasta el 1 de enero de 1959 cuando es echado del poder por la revolución castrista.

{15} Los hechos ocurrieron el 2 de octubre de 1933 a partir de las seis de la mañana cuando se inició la batalla por parte de los sitiadores. Hubo una tregua promovida por la Cruz Roja alrededor del mediodía que terminó a las tres de la tarde. Hora y media más tarde los oficiales dispusieron rendirse bajo garantías por parte de Batista de que se respetarían sus vidas. Las fuentes más autorizadas dan 2 oficiales muertos y 12 heridos durante el combate, y 11 muertos y 22 heridos en una balacera que se desencadenó sobre el último grupo de 70 oficiales ya rendidos que esperaban ser recogidos y llevados a prisión. Por parte de sargentos, soldados y civiles sitiadores, no existen registros pero se estiman alrededor de 100 muertos y 200 heridos. Los sitiados estaban atrincherados y contaban con buenos tiradores.

{16} Sergio Carbó Morera (1892-1971), dirigió La Semana, contraria a Machado, formó parte de la Pentarquía y siendo su miembro con más poder promovió a Batista de sargento a coronel y jefe del ejército.

{17} Prensa Libre, fundado en 1941 y clausurado en 1960.

{18} En titulares de prensa.

{19} La auto-inmolación de Chibás el 5 de agosto de 1951 fue posterior a las elecciones del '48 que llevaron a Prío a la presidencia. Chibás iba a ser candidato en las elecciones del '52. Su suicidio se produjo a raíz de acusaciones de corrupción que hizo contra el Ministro de Educación de Prío, Aureliano Sánchez Arango, que no pudo probar públicamente.

{20} Se refiere al asesinato de Manolo Castro, Presidente de la FEU, sin parentesco con Fidel Castro, el 22 de febrero de 1948. El nombre de Fidel Castro aparece por aquel entonces en la prensa nacional como un miembro destacado de las pandillas gansteriles universitarias. Lo acusaron (sin poder demostrarlo) de participar en los asesinatos del arriba citado Manolo Castro, y del sargento de la policía universitaria Oscar Fernández Caral. También en otros hechos violentos, atentó a tiros contra Leonel Gómez, dirigente estudiantil del Instituto de La Habana y contra Rolando Masferrer, otro connotado gánster.

{21} Sin parentesco alguno con el autor.

{22} En agosto de 1947 el autor accedió a la ciudadanía cubana. Aparentemente esto tuvo que ver con cambios hechos a partir de la Constitución de 1940, que hacían el tener la ciudadanía cubana más conveniente económicamente para propietarios de negocios, y con esperanzas en un mejor futuro político para Cuba.

{23} Se refiere a diciembre de 1958.

{24} El 30 de noviembre de 1956.

{25} Es sospecha generalizada que la muerte de Camilo Cienfuegos Gorriarán, seguramente el comandante rebelde más popular, el 28 de octubre de 1959, en un extraño accidente de aviación, haya sido un asesinato político provocado por diferencias con los Castro.

 

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