El CatoblepasSeparata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
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El Catoblepas · número 198 · enero-marzo 2022 · página 13
Libros

Hans Blumenberg

Luis Durán Guerra

Notas para una bibliografía crítica de su recepción en español

retrato

En el presente trabajo se comenta la bibliografía secundaria en español sobre el filósofo alemán Hans Blumenberg. El comentario se divide en cuatro partes. En la primera, se analiza la escasa recepción en español del pensamiento de Blumenberg en la última década del siglo XX. En la segunda, comentamos las principales contribuciones de la recepción española de su pensamiento en los primeros diez años del siglo XXI. En la tercera, se da noticia de los nuevos paradigmas de análisis de la obra de Blumenberg en la segunda década de este siglo. Por último, ofrecemos un resumen de las ponencias del Congreso Internacional "Pensar con Blumenberg. Nuevas investigaciones en Filosofía y Humanidades" celebrado en modalidad virtual entre los días 20 y 22 de octubre de 2021. El trabajo finaliza con una bibliografía de Blumenberg en español.

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Los primeros libros de Hans Blumenberg en traducirse al español fueron La inquietud que atraviesa el río y Naufragio con espectador, en 1992 y 1995, respectivamente. Cuando en 1998 se vierte a nuestra lengua la pequeña monografía de Franz Josef Wetz sobre el hanseático, el profesor José Luis Villacañas escribió una muy elogiosa reseña en la revista Res publica a la que puso por título “De cegueras y ansiedades”. Las primeras líneas de este texto reflejaban perfectamente el status quaestionis de la recepción española de Blumenberg hasta ese momento: “La muy precisa, elegante y pedagógica introducción al fascinante pensamiento de Hans Blumenberg que ha realizado Wetz viene a llenar un vacío en la filosofía española que se hace penoso”.{1} Hacía dos años que Blumenberg había fallecido y sus grandes obras todavía no habían conocido una versión en la lengua de Cervantes. El profesor Villacañas se mostraba escéptico ante tal posibilidad: “Dudo, sin embargo, que lleguen algún día”, afirmaba rotundo el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid. Pasados más de veinte años desde la publicación de su comentario a la traducción de Manuel Canet del librito de Wetz, podemos decir que, afortunadamente, los más negros presagios del mismo respecto al futuro español de la obra del hanseático no se han visto cumplidos. Excepto Die Genesis der kopernikanischen Welt y la Matthäuspassion, los grandes libros publicados en vida por Blumenberg han sido traducidos ya al castellano.

En su “Estudio introductorio” a la primera traducción realizada en 2003 de Paradigmas para una metaforología, el primer “libro” de Blumenberg, el profesor Jorge Pérez de Tudela expresaba un malestar parecido al de su colega respecto a la escasa audiencia que estaba teniendo en nuestro país el autor de Trabajo sobre el mito. Pérez de Tudela pudo entonces escribir: “Con pies de paloma, en efecto, los textos y posiciones blumenberguianos comienzan a encontrar entre nosotros el lugar que a mi juicio merecen; un lugar que, sin embargo, aún debería ser mucho más holgado”.{2} En efecto, a la altura de 2003 continuaban sin traducir libros tan importantes como Die Legitimität der Neuzeit, Lebenszeit und Weltzeit, Höhlenausgänge, etc., si bien ya había aparecido o estaba a punto de aparecer Arbeit am Mythos, para muchos la obra cumbre del filósofo de Münster. No obstante, el panorama dibujado por Pérez de Tudela seguía siendo desolador: “Que en cambio no haya habido aún el correspondiente debate público sobre el alcance de sus propuestas no tiene nada de extrañar en un medio cultural como el nuestro, que en esto sigue aferrado a su más querida tradición de autarquía”.{3}

Los quince años transcurridos desde la primera edición española de los Paradigmas blumenberguianos han servido para mejorar sustancialmente la situación de la recepción en castellano del pensamiento de Blumenberg, y así lo reconoce el mismo Pérez de Tudela en la “Nota a la segunda edición” de Paradigmas publicada por Trotta en 2018. Ahora bien, las palabras de Villacañas y Pérez de Tudela eran sintomáticas de una misma percepción acerca de la clase intelectual española. ¿Habría cambiado entretanto esa percepción? En la reseña del ensayo de Wetz antes citado, don José Luis aprovechaba la ocasión que le brindaba la celebración de aquella novedad editorial para arremeter contra el gremio de los filósofos españoles:

En nuestra cultura filosófica, dominada por personajes tan prolíficos como manieristas, anclados en una repetición permanente de sí mismos, finalmente potenciada por una recepción tan mediocre como superficial –no hay nada peor que los jefes de fila españoles de los diferentes ismos de la filosofía mundial– Blumenberg sería un aire fresco de sutil erudición, de variado estilo, de plural temática, de austero y profundísimo aliento ético.{4}

Que una obra fundamental del siglo XX como La legitimidad de la Edad Moderna haya tardado más de cuarenta años en ser traducida al castellano –Crítica y crisis (1954) de Reinhart Koselleck lo sería, sin embargo, en la España franquista a los pocos años de su aparición– es una prueba fehaciente que avala las palabras de desaliento de Villacañas y Pérez de Tudela sobre la cultura española. “Sutil erudición”, “variado estilo”, “plural temática”, “austero y profundísimo aliento ético”, en efecto, ¿qué tiene todo ello que enseñar a una legión de “filósofos de departamento” enfrascados en debates tan estériles como aburridos sobre el pensiero debole, la posmodernidad o el fin de la historia? El profesor Villacañas no pudo por menos que confesar en aquella inolvidable reseña:

Con toda franqueza, que Habermas esté traducido hasta en los borradores preparatorios de la Teoría de la acción comunicativa, y lo que es peor, que incluso todo Apel se pueda leer en castellano, cuando bastaba con traducir las quince primeras páginas de su obra central, mientras Blumenberg resta sin acceso al público de habla hispana, es una de las pruebas más innegables del pésimo gusto que rige en la vida cultural española.{5}

Si a la “autarquía” del medio cultural patrio señalada por Pérez de Tudela añadimos su “pésimo gusto”, entonces se comprende que una obra como la de Blumenberg, tan irónica como elegante, de una exigencia intelectual desacostumbrada y elusiva como ninguna otra, haya tenido que ignorarse durante tantos años en España y en América hispánica. Sin embargo, aquel “penoso vacío” al que se refería el profesor Villacañas en 1998 se ha venido llenando de un tiempo a esta parte con numerosas traducciones que, visto el atraso con el que han aparecido, se nos antojan ahora incluso apresuradas. En efecto, ¿se ha producido entretanto acaso “el correspondiente debate público” sobre el alcance de esta obra que Pérez de Tudela echara de menos en la ya lejana fecha de 2003? O dicho de otra manera (recogiendo aquí una sugerencia del profesor Villacañas en su epílogo a la Teología política de Schmitt): ¿disponemos hoy por hoy de las claves teóricas necesarias para leer la obra de Blumenberg de forma productiva?{6}

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Si por “debate público” se entiende, por lo pronto, la celebración de congresos o simposios, la edición de libros colectivos, la promoción de tesis doctorales o la publicación de artículos y reseñas tanto en periódicos como en revistas científicas, entonces no cabe duda de que el lugar que merecen las tesis de Hans Blumenberg comienza a ser más holgado entre nosotros. Me limitaré aquí a citar solo algunas publicaciones relevantes en lo que va de siglo.{7} Pero antes me gustaría recordar un artículo pionero que de alguna manera nos sirvió a los más jóvenes para enterarnos por primera vez de quién era Blumenberg. Me refiero al texto publicado por la revista hispalense Cuadernos sobre Vico en 1998, el mismo año de la reseña comentada del profesor Villacañas, y firmado por el director de mi propio Trabajo de Investigación sobre los Paradigmas blumenberguianos,{8} el profesor Dr. José Antonio Marín-Casanova. Aquel ensayo, titulado Un sentir metafórico común: Vico y Blumenberg, llevaba a cabo una comparación magistral entre el pensamiento del filósofo italiano Giambattista Vico (1668-1744) y el del catedrático de Münster al mismo tiempo que revelaba las que, a juicio del autor, eran las tres claves de la obra del hanseático: el “absolutismo de la realidad”, la “metáfora absoluta” y el “principio de razón insuficiente”. Blumenberg era presentado en esa ocasión como un gran viquiano, lectura que desgraciadamente no ha sido muy seguida con posterioridad aunque si lo fuera con anterioridad,{9} y que el propio Wetz había sugerido en su célebre monografía al situar a nuestro autor en una tradición de defensa de la metáfora que, partiendo precisamente del pensador napolitano, pasaría por Hamann, Nietzsche y Cassirer, para remontarse incluso más allá del propio Blumenberg.{10}

Pues bien, en el año 2000 la revista catalana Comprendre ofrecía en sus páginas una traducción del magnífico artículo que el prestigioso profesor de la Sorbona Rémi Brague dedicara a La legitimidad de la Edad Moderna bajo el título de La galàxia Blumenberg. Tomando probablemente como referencia la clasificación de Franca D’Agostini en su libro Analíticos y continentales,{11} el Catedrático Emérito de la Universidad de Salamanca, el profesor Cirilo Flórez, publicaba algunos años más tarde en Azafea un breve ensayo titulado Hans Blumenberg: los márgenes de la hermenéutica donde se afirmaba que, en los márgenes que se encuentran entre fenomenología, neokantismo y hermenéutica, el de Lübeck “va a construir una antropología en sentido pragmático, siguiendo la senda de la antropología kantiana e incorporando a esa senda los aportes introducidos por Cassirer, al que podemos considerar como uno de los maestros de su filosofía”.{12} De 2003 es también un importante ensayo de Antonio Rivera sobre la “querella de la secularización”, un exhaustivo comentario de la obra que un año antes publicara Jean-Claude Monod sobre este polémico debate y en el que nuestro autor desempeña un papel fundamental.{13} En 2004 aparece, por fin, la primera Tesis doctoral sobre el hanseático titulada La metaforología de Blumenberg, como destino de la analítica existencial. Su autor, César González Cantón, justificaba en la “Introducción” de su trabajo el porqué de su elección con las siguientes palabras: “A mi modo de ver, Blumenberg lleva a cabo uno de los escasos intentos en nuestros días de realizar una reflexión ontológica omniabarcante desde posiciones modernas”.{14} Este meritorio estudio, que desgraciadamente no se pudo beneficiar de la publicación de Beschreibung des Menschen, el mamotreto que iba a cambiar a partir de 2006 nuestra mirada sobre la producción intelectual del filósofo alemán, partía de la sugerente hipótesis según la cual la crítica a la ontología hermenéutica de Heidegger conduce inevitablemente a la antropología filosófica.{15} Así, pues, la antropología se iba perfilando ya en estos primeros años del nuevo siglo como el verdadero eje vertebrador de la filosofía de Blumenberg, y no otra cosa es lo que se refleja en el artículo de Garay Suárez-Llanos titulado Hans Blumenberg: la antropología como retórica que fue publicado en la revista sevillana Thémata, o en la síntesis de su tesis que hiciera César G. Cantón en el Anuario filosófico de la Universidad de Navarra, publicados ambos en 2005.{16} Desde este punto de vista, mientras Maximiliano Hernández explicaba en su estudio de 2009 titulado Metaforología e Historia Conceptual la polémica de Blumenberg con la concepción “cartesiana” del Historisches Wörterbuch der Philosophie (1971 y ss.) editado por Joachim Ritter retrotrayéndola a las propias ideas del hanseático sobre el hombre como un ser biológicamente carencial, el profesor de la UNED Francisco José Martínez presentaba en 2011 unas Bases antropológicas de la metaforología de Hans Blumenberg.{17}

Pero no menos importantes para hacerse una idea de lo que Brague había llamado ingeniosamente la galaxia Blumenberg son las 30.000 páginas resguardadas en esa especie de búnker del pensamiento teutón que es el Archivo Alemán de Literatura de Marbach y que constituyen su inconmensurable legado póstumo. La tarea de búsqueda de aquellos elementos no conceptuales que configuran los sistemas teóricos (La posibilidad de comprenderse, 1996), los textos que recogen la sustitución de la historia de los conceptos por una pluralidad de historias (Conceptos en historias, 1998), la contribución extraordinaria a la venerable tradición de la antropología filosófica alemana mediante su amplio esbozo de una antropología fenomenológica (Descripción del ser humano, 2006); los artículos y glosas sobre algunas figuras contemporáneas que le influenciaron o fascinaron especialmente (El hombre de la luna. Sobre Ernst Jünger, 2007), la atención al problema de la técnica y a su historia espiritual (Historia del espíritu de la técnica, 2009), sus investigaciones en torno a la fenomenología del mundo de la vida (Teoría del mundo de la vida, 2010), los estudios siempre renovados en la historia de las metáforas (Fuentes, corrientes, icebergs, 2012) o las recopilaciones de artículos ya publicados junto a conferencias inéditas sobre diversos temas literarios (Literatura, estética y nihilismo, 2016) no representan sino una pequeña muestra de una documentación ingente que ha acabado por modificar sustancialmente nuestra visión del filósofo y que, en la medida en que se halla lejos de haber sido explotada por completo, promete seguir dando quehacer al ya desbocado Arbeit am Blumenberg.

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Parapetados, pues, tras “los dominios del reino de papel”{18} blumenberguiano recién abierto al público por el Archivo Alemán de Literatura de Marbach (DLA), la segunda década del siglo XXI se abre para los investigadores españoles con la propuesta de nuevos paradigmas de análisis de la obra del filósofo de Lübeck. En efecto, si bien se publicaba fuera de nuestras fronteras, el volumen colectivo Hans Blumenberg. Nuovi paradigmi d’analisi (2010) era coeditado por el español Alberto Fragio, uno de nuestros blumenberguianos más diligentes, y en él aparecían ya cinco ensayos en castellano, entre ellos uno del propio Fragio donde se delimitaban perfectamente las múltiples áreas temáticas abordadas por el autor de La legitimidad de la Edad Moderna. De 2012 es el artículo de la joven investigadora Josefa Ros Velasco, publicado en la revista salmantina Azafea cuyo título, Metaforología y antropología en Hans Blumenberg, tenía que hacerse eco necesariamente del nuevo estado de la cuestión de los estudios blumenberguianos.{19} Ese mismo año el colombiano Enver Joel Torregroza daba a conocer su disertación doctoral titulada La nave que somos en la que reflexionaba sobre la “condición ontonáutica” del ser humano inspirándose ampliamente en la metafórica de la navegación de Blumenberg.{20} Siguiendo con nuestra crónica nacional, en abril de 2013, mientras el profesor Villacañas coordinaba por primera vez en España un número de la benemérita revista Anthropos dedicado al hanseático bajo el programático título de Hans Blumenberg: la apuesta por una Ilustración tardía, la revista de estudios culturales dirigida por Antonio Lastra publicaba al poco tiempo en sus páginas un conjunto de trabajos y reseñas en torno al lema La legibilidad del mundo blumenberguiano.{21} El filósofo alemán era presentado en Anthropos bajo el significativo rótulo de un “ilustrado decepcionado” y en aquella notable sede pudieron ver publicados sus trabajos, aparte de los del propio Villacañas y de reputados investigadores internacionales, tres valores emergentes en los estudios sobre Blumenberg en español: Alberto Fragio, Josefa Ros Velasco y Enver Joel Torregroza.

Hubo que esperar, no obstante, a la primavera de 2014 para que se celebrara en Valencia el Congreso Internacional “Hans Blumenberg: Historia in/conceptual, antropología y modernidad”, cuyas principales contribuciones verían la luz en 2015 gracias a la selección de las mismas realizada por el profesor Faustino Oncina y su joven doctorando Pedro García-Durán, quien a su vez nos regalaba en 2017 en forma de libro la Tesis doctoral que había consagrado al filósofo de Münster dos años antes.{22} García-Durán, para quien “tal vez resulte osado decir que nos las habemos con una de las figuras centrales del pensamiento de la segunda mitad del siglo XX”, pretende subsanar con su trabajo la “forma parcial” con la que se había venido leyendo a Blumenberg hasta el momento. A pesar de la dificultad que supone hallar un hilo conductor en la proteica y heteróclita obra de este autor inclasificable, el estudioso valenciano presenta la relación con la fenomenología como “una constante” del pensamiento blumenberguiano. En efecto, su adhesión a esta corriente se evidencia en los que pasan por ser los dos grandes proyectos filosóficos del autor de Paradigmas para una metaforología: la “fenomenología de la historia” y la “antropología fenomenológica”.

Por su parte, Alberto Fragio, que en 2013 ya había mandado a la imprenta una selección de sus múltiples ensayos sobre Blumenberg, publica en 2016 Paradigmas para una metaforología del cosmos. Hans Blumenberg y las metáforas contemporáneas del universo, un libro donde se pone de manifiesto la relevancia antropológica que tenía para el catedrático de Münster la historia de la astronomía.{23} Entre las publicaciones de 2018 se encuentran, por lo demás, la tesis –cuya motivación antropológica es evidente- de una de las participantes de aquel memorable primer congreso valenciano, un concienzudo trabajo a pie de archivo de Josefa Ros Velasco, dirigido por el profesor Villacañas y titulado El aburrimiento como presión selectiva en Hans Blumenberg, así como el número monográfico de la revista Historia y Grafía intitulado Blumenberg en perspectiva histórica, un claro ejemplo del incipiente interés iberoamericano por la obra del pensador alemán.{24} Finalmente, los propios Fragio y Ros Velasco, empeñados en analizar con lupa el Nachlass del lubequés, editan junto a la joven Martina Philippi el volumen colectivo, esta vez en alemán, Metaphorologie, Anthropologie, Phanomenologie: Neue Forschungen Zum Nachlass Hans Blumenbergs, publicado por el sello editorial Verlag Karl Alber en 2019.{25} Ante tal avalancha de materiales, cuando se acaba de cumplir el centenario del nacimiento del filósofo,{26} parece que va siendo hora de hacer un balance de lo cosechado e ir calmando ciertas ansiedades hermenéuticas, pero no para evaluar el alcance de sus propuestas ni juzgar si estamos en condiciones de poder leer esta obra gigantesca de forma productiva, dictamen seguramente prematuro dado el estado actual de la investigación, sino simplemente para delimitar “lugares” que posibiliten la legibilidad del mundo blumenberguiano.

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No otra debiera ser la intención de la recién creada Sociedad Hispanoamericana Blumenberg (SHB), cuyo presidente, el profesor de la Universidad del Rosario Enver J. Torregroza ha organizado recientemente (20-22 de octubre de 2021), con la colaboración de la Universidad Complutense de Madrid y de los incansables Josefa Ros Velasco y Alberto Fragio, el Congreso Internacional “Pensar con Blumenberg. Nuevas investigaciones en Filosofía y Humanidades”, y de cuya celebración he tenido noticia al término de este breve comentario bibliográfico. Este evento, realizado en modalidad virtual, ha contado con la participación de los más importantes connaisseurs del hanséatico en la lengua de Cervantes, así como de jóvenes investigadores de uno y otro lado del Atlántico interesados en la obra de nuestro pensador. No puedo dar aquí debida cuenta de todas las contribuciones del Congreso, sino referenciar someramente (a la espera de la publicación de las actas o de examinar con mayor detenimiento las propias grabaciones de las ponencias que ya se encuentran disponibles) algunas de ellas y recoger mis impresiones como mero oyente.{27}

La Conferencia Inaugural estuvo a cargo del profesor José Luis Villacañas, quien esbozó una tentativa de reflexión no exenta de riesgo sobre los presupuestos teológicos de la génesis del mundo moderno a propósito de la frase de Lutero, citada por Blumenberg, de que “por su naturaleza, el hombre no puede querer que Dios sea Dios”. Según Villacañas, la teoría de la modernidad de Blumenberg que se desprende de La legitimidad de la Edad Moderna “no es plenamente coherente” con la misma teoría que deriva de Die kopernikanische Wende.{28} A la luz de Trabajo sobre el mito, el catedrático de la Complutense pretendía salvar la presunta inconsistencia del hanseático proponiendo una lectura alternativa del espíritu prometeico de los tiempos modernos como un producto no solo de la revolución intelectual en su doble vertiente científica y metafísica (Bacon y Descartes), sino de lo que él llama la “lucha teológica” (Lutero). Lectura que el autor de Imperio, Reforma y Modernidad avalaba con una exégesis “gnostizante” de la filosofía de Nietzsche inspirada en la interpretación blumenberguiana del solitario de Sils Maria.{29} El resto de la jornada del miércoles se distribuyó en tres mesas dedicadas, respectivamente, a la “técnica”, el Nachlass y la “antropología” en la obra del lubequés. De la primera mesa, destacaría la ponencia “Reflexiones sobre lo fáustico en Blumenberg” a cargo del profesor Fabio Bartoli, de la Universidad Pontificia Javeriana, o la interesante comparación entre Blumenberg y Ortega realizada por Esmeralda Balaguer García, de la Universidad Complutense de Madrid, en su intervención titulada “La comprensión de la técnica en Blumenberg y Ortega”. Contra la demonización heideggeriana, en efecto, Ortega y Blumenberg se nos presentan como dos firmes defensores de la naturaleza técnica del ser humano.

Tras el descanso y un correspondiente turno de preguntas, la siguiente conferencia de la tarde fue pronunciada por el presidente de la SHB, el Dr. Enver J. Torregroza. El título de la misma fue “Blumenberg y la imagen del hombre en el Renacimiento” y en ella, el profesor de la Universidad del Rosario, establecía interesantes paralelismos y contrastes entre las visiones que tuvieron del Humanismo renacentista autores como Ernst Cassirer, Paul Oskar Kristeller y el propio Blumenberg. Las siguientes mesas, con las que se cerraba el programa del miércoles, estuvieron consagradas, como ya he dicho, al Nachlass de Blumenberg y a la antropología. En cuanto al primer tema, el Nachlass, mientras la Dra. Josefa Ros Velasco, de la Universidad Complutense de Madrid, nos ilustraba acerca del interés de Blumenberg sobre la paleoantropología, el profesor Alberto Fragio, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Cuajimalpa, nos dejaba ciertamente expectantes ante el halo de misterio que aún rodea el legado blumenberguiano conservado en Marbach, si bien (como se elucidó tras mis preguntas) no parece que se vayan a revelar obras que vengan a revolucionar los paradigmas de análisis actualmente existentes del pensamiento del hanseático. Respecto a la antropología, temática de la tercera mesa, se pronunciaron tres ponencias de las que me limito a citar la de Diego Zorita Arroyo, de la Universidad Autónoma de Madrid, titulada “Hans Blumenberg y la noción taxonómica del ser humano”, y la de Ángel Octavio Álvarez Solís, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que versó sobre “El problema del gusto y los dilemas antropológicos del cuerpo propio”.

La jornada del jueves 21 se abrió con la conferencia (que desgraciadamente no pude escuchar por completo) del Dr. Pedro García-Durán, de la Universidad Jaume I de Castellón, y en ella se comparaban las “consecuencias políticas” de las teorías sobre la “génesis de la significatividad” de dos autores tan distintos como Blumenberg y el francés René Girard. Partiendo de presupuestos antropológicos diametralmente opuestos, los dos autores coincidirían, sin embargo, no sólo en su rechazo del estructuralismo por no tener en cuenta la “perspectiva genética”, sino a la hora de señalar la violencia potencial que entraña la pérdida de los contextos de significatividad en los que se inscribe la experiencia histórica del ser humano. Ahora bien, mientras que en Girard los órdenes de significatividad provendrían de su célebre teoría del deseo mimético, para Blumenberg tienen su origen en la necesidad del ser humano de responder a la amenaza que supone el “absolutismo de la realidad”. El resto del día se distribuiría en diferentes mesas dedicadas a temas tales como “política”, “metaforología”, “metafísica” e “inconceptuabilidad”, abriéndose también un espacio para el debate con las preguntas que se podían formular al término de las mismas. De la mesa cuatro sobre política debo destacar la ponencia de Álvaro Narva Gil, de la Universidad Complutense de Madrid, quien habló de las “diferencias y convergencias” entre Eric Voegelin, el autor de Order and History, y Blumenberg a propósito del mito y la gnosis. Las convergencias no fueron más allá de señalar la importancia que en ambos autores tiene el gnosticismo para la autocomprensión de la modernidad, pues la tesis de Blumenberg sobre ésta como una superación definitiva de la gnosis no puede estar más alejada del pensamiento de Voegelin al respecto. Completaron la mesa, Franco Castorina y Franco Patuto, ambos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), disertando el primero sobre Blumenberg como intérprete de la teología política del jurista Carl Schmitt, y el segundo sobre mito, concepto y metáfora desde una perspectiva filosófico-política.

Una vez contestadas las preguntas que se hicieron a los ponentes de la cuarta mesa, el resto de ponencias de la segunda jornada de este Congreso se pronunciaron tras un breve descanso. Así, la mesa cinco sobre metaforología, moderada por Alberto Fragio, presentaba tres intervenciones de las que destacaría, sin desmerecer a las demás, la de Tomás Ferreyra, de las Universidades de Buenos Aires y Nacional de Avellanada, quien disertó sobre la utilidad del concepto y de la metáfora para comprender la historia en Blumenberg y Reinhart Koselleck. Tras equipar la función teórica y pragmática de las metáforas absolutas con la doble capacidad de los conceptos koselleckianos de ser índices y factores, el ponente contrastó el tratamiento que hace el hanseático de la metáfora de la luz en el célebre artículo Licht als Metapher der Wahrheit con el corte transversal realizado en el capítulo III de Paradigmas a propósito de la metafórica de la verdad en el apologista latino Lactancio. La sexta mesa, consagrada a la metafísica, presentaba ponencias de Gonzalo Ricci Cernadas, procedente también de la UBA, Óscar Alberto Quintero Ocampo, de la Universidad del Valle, así como de Manuel Cerezo y Estefanía Losada Prieto (en intervención conjunta), ambos dos de la Pontificia Universidad Javeriana. En cuanto al tema de las mismas, si el primero de ellos comparaba las ideas de Blumenberg y Spinoza en relación a los conceptos de autoafirmación y de autoconservación; y el segundo reflexionaba sobre la actitud “heroica” de la filosofía moderna desde el concepto de “absolutismo de la realidad” (Absolutismus der Wirklichkeit); los dos últimos exploraban un posible encuentro de la “fisio-psicología” de Nietzsche con la metaforología de Blumenberg en relación a la pregunta por el ser humano.

La jornada se cerró con una mesa sobre “inconceptuabilidad” (y no sobre “metafísica” como rezaba el Programa), moderada por el Dr. Torregroza, la cual volvió a contar con la presencia del profesor García-Durán, quien trató en su ponencia de contextualizar la teoría de la metáfora del lubequés mediante aquellos “referentes externos” que habrían articulado su evolución hacia una teoría de la inconceptuabilidad. Si bien la idea de metáfora absoluta apuntaría ya a la teoría de la inconceptuabilidad, Blumenberg se habría visto obligado en los años 70 a anclar la metáfora en la noción de “mundo de la vida” (Lebenswelt) frente al “modelo kantiano” de intuición de la misma propuesto en Paradigmas. Ahora bien, al entender del ponente, el vínculo de la metáfora con el mundo de la vida acabó exigiendo una “fundamentación más profunda”. Según García-Durán, esta fundamentación tendría que ver con el concepto de “visibilidad” de la antropología blumenberguiana y la necesidad de cubrir el mundo con nombres para hacer soportable el absolutismo de la realidad. Por su parte, el Dr. Ricardo Laleff Ilieff, de la UBA y de la Universidad de San Martín (USAM), disertó sobre “Blumenberg, el absolutismo de la realidad y lo real lacaniano”. Entre las preguntas que se formularon a los ponentes al final de la jornada se encontraban las que yo mismo hice: ¿Cómo rehabilitar la cuestión ontológica si la metafísica deviene metaforología y el ser no es más que un MacGuffin? ¿Es la antropología el fin de la metafísica? Dirigida a García-Durán iban, sin embargo, las siguientes: ¿Acaba rompiendo la metaforología con la historia conceptual? ¿Pueden retroalimentarse ambas disciplinas más allá de Blumenberg? En relación a las dos primeras preguntas, mientras Ricardo Laleff apostó por “tensionar la idea de metafísica en Blumenberg”, García-Durán y Fragio no dejaron de señalar el carácter “especulativo” de la antropología filosófica del filósofo alemán. En cuanto a las dos últimas, el profesor García-Durán se refirió a la dinamización de los conceptos llevada a cabo por la primera metaforología, así como a la complementariedad que, a su juicio, existe entre la disciplina creada por Blumenberg y la historia conceptual.

El Congreso “Pensar con Blumenberg. Nuevas Investigaciones en Filosofía y Humanidades” se clausuró el viernes 22 de octubre con tres mesas sobre “hermenéutica”, “historia” y “técnica”. La primera de ellas, la octava del Congreso, contó con la participación de Pedro Vuisso (USAM), quien delimitó los puntos de contacto entre metaforología y hermenéutica. Tanto Gadamer como Blumenberg anclarían la verdad en la historia, pero mientras que el historicismo del primero fortalecería la llamada “verdad hermenéutica”, el segundo considera la verdad como algo mucho más precario e inestable por cuanto su concepción de la historia no es de carácter sustancialista. Es por ello que Vuisso ubica a Blumenberg, recogiendo una sugerencia de Flórez Miguel, en los “márgenes de la hermenéutica”. Por su parte, el profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, Ricardo Pinilla Burgos, mostraba con solvencia cómo cuando quiere aclarar la idea de metáfora Blumenberg acude a Kant, señalando al final de su intervención un pasaje de la Crítica del juicio, el § 49 sobre el concepto de “idea estética”, que el filósofo alemán habría pasado extrañamente por alto en su concepción de la metaforología. La mesa nueve, consagrada a la historia, contó con la inestimable aportación del gran historiador Claudio Ingerflom (USAM), quien se ocupó de la aportación de Blumenberg a la investigación histórica, tomando a continuación la palabra Elías José Palti, profesor de la Universidad Nacional de Quilmes, de la UBA e investigador del CONICET, quien expuso la crítica del hanseático a la historia conceptual. En cuanto al autor de El zar soy yo, éste confesaba haber tenido que acudir a la interpretación que hace Blumenberg del mito y del apotegma referido por Goethe Nemo contra deum nisi deus ipse para poder hacer una lectura alternativa a la de la historiografía tradicional de los movimientos populares de resistencia contra el poder despótico zarista en Rusia. Por su parte, el profesor Palti nos recordaba en su intervención cómo para el Blumenberg de Paradigmas los conceptos presuponen un horizonte de sentido dentro del cual éstos se desplegarían y de cuyo cambio ninguna historia conceptual puede dar cuenta. Según Palti, lo que revela la teoría de la inconceptualidad blumenberguiana es la inconsistencia última de la historia conceptual koselleckiana, una aporía en el seno de la misma que se expresa en el momento crucial de explicar cómo cambian los conceptos y que muestra la imposibilidad de que pueda haber algún tipo de complementariedad entre ambas disciplinas.

La última mesa del Congreso, la décima, estuvo dedicada de nuevo a la técnica y en ella pudimos asistir a tres contribuciones muy ilustrativas sobre esta crucial temática. En primer lugar, el Dr. Fernando Beresñak, profesor de la Universidad de Belgrano e investigador del CONICET, abordó algunos aspectos críticos que se desprenden de la revolución científica en relación a la visión que tiene el propio Blumenberg del mundo moderno. La tesis defendida por el ponente podría resumirse diciendo que los autores de la revolución científica, principalmente Newton, habrían sido plenamente conscientes de las consecuencias “antropológicas” de su propia cosmovisión. Seguidamente, Miranda Bonfil, de la Humboldt de Berlín, disertó sobre la disputa hermenéutica entre Schmitt y Blumenberg en torno a la figura de Prometeo y la interpretación de la sentencia Nemo contra deum nisi deus ipse, central en Trabajo sobre el mito, cerrándose así curiosamente un círculo “teológico-político” que el profesor Villacañas había abierto programáticamente en su Conferencia Inaugural. La tercera ponencia de la jornada, y última del Congreso, fue pronunciada por Gonzalo Manzullo (UBA) y en ella se exploraban las conexiones existentes entre la metaforología de Paradigmas, los textos póstumos de Historia espiritual de la técnica y la teoría de la modernidad como autoafirmación humana de La legitimidad de la Edad Moderna. Desde este punto de vista, tanto la metáfora como la técnica no son más que los recursos con los que cuenta el ser carencial para autoafirmarse provisionalmente frente al absolutismo de la realidad. La función antropológica de la metáfora quedaba conectada, así, con la técnica y con la historia. La Clausura del Congreso estuvo a cargo del presidente de la SHB, el profesor Enver J. Torregroza, quien se congratuló por los resultados cosechados por un evento sobre cuyas expectativas se habían sentido al principio algunas dudas, pero que finalmente ha servido para poner en contacto a la comunidad hispánica de estudiosos de Hans Blumenberg y emplazarles para futuros encuentros en torno a su pensamiento.

Bibliografía de Blumenberg en español (por orden cronológico)

La inquietud que atraviesa el río. Ensayo sobre la metáfora, trad. de J. Vigil con la colaboración de M. García Serrano, Península, Barcelona, 1992 (trad. revisada por D. Innerarity Grau para la edición de 2001 en Península HCS).

«Aproximación a una teoría de la inconceptualidad», en Revista de Occidente, 132 (1992), 5-24.

Naufragio con espectador. Paradigma de una metáfora de la existencia, trad. de J. Vigil, Visor. La Balsa de la Medusa, 71, Madrid, 1995 (reed. 2018).

Las realidades en que vivimos, trad. de P. Madrigal, Paidós ICE/UAB, Barcelona, 1999.

«Mito fundamental y mito de arte», trad. de A. Lastra, en Teoría/Crítica, 6 (Universidad de Alicante, 1999), 187-225.

«Codificación y desciframiento del mundo humano», en Revista de Occidente, 232 (2000), 108-122 [se trata del capítulo IX de La legibilidad del mundo, cit. infra].

La legibilidad del mundo, trad. de P. Madrigal, Paidós, Barcelona, 2000.

La risa de la muchacha tracia. Una protohistoria de la teoría, trad. de T. Rocha e I. Reguera, Pre-Textos, Valencia, 2000.

La posibilidad de comprenderse, trad. de César G. Cantón y prólogo de D. Innerarity, Síntesis, Madrid, 2002.

Trabajo sobre el mito, trad. de P. Madrigal, Paidós Ibérica, Barcelona, 2003.

Conceptos en historias, trad. de D. Innerarity y César G. Cantón, Síntesis, Madrid, 2003.

Paradigmas para una metaforología, trad. y estudio introductorio de Jorge Pérez de Tudela Velasco, Minima Trota, Madrid, 2003 (2ª ed. 2018).

El mito y el concepto de realidad, trad. de C. Rubies, Herder, Barcelona, 2004.

Salidas de caverna, trad. de J. L. Arántegui, Antonio Machado Libros, Visor. La Balsa de la Medusa 137, Madrid, 2004.

Tiempo de la vida y tiempo del mundo, trad. de M. Canet, Pre-Textos, Valencia, 2007.

«El progreso descubierto como destino», en VV. AA., Las contradicciones culturales de la modernidad, Beriain Razquin, J. & Aguiluz Ibargüen, M. (coord.), Anthropos, Barcelona, 2007, 346-357.

El hombre de la luna. Sobre Ernst Jünger, trad. de Pedro Madrigal, Pre-Textos, Valencia, 2007.

La legitimación de la Edad Moderna, trad. de Pedro Madrigal, Pre-Textos, Valencia, 2008.

Historia del espíritu de la técnica, trad. de Pedro Madrigal, Pre-Textos, Valencia, 2009.

Descripción del ser humano, trad. de G. Mársico y U. Schoor, FCE, Buenos Aires, 2011.

Teoría del mundo de la vida, trad. de G. Mársico y U. Schoor, Buenos Aires, 2013.

«El padre absoluto», trad. de Pedro García-Durán, en La Torre del Virrey. Revista de estudios culturales, 15, 2014/1, 11-13.

Literatura, estética y nihilismo, trad. de A. Fragio. J. Ros Velasco, P. García-Durán y César G. Cantón, Trotta, Madrid, 2016.

Fuentes, corrientes, icebergs, trad. de G. Mársico, FCE, Buenos Aires, 2016.

Leones, trad. de G. Mársico y U. Schoor, El Cuenco de Plata, Buenos Aires, 2021.

——

{1} J. L. Villacañas, Res publica, 1, 1998, pp. 199-204. Como me ha recordado oportunamente su autor, el libro de Wetz fue recensionado un año antes por A. Lastra, Debats, 57-58, 1997, pp. 146-152.

{2} J. Pérez de Tudela Velasco, “Estudio introductorio”, en H. Blumenberg, Paradigmas para una metaforlogía, Trota, Madrid, 20182, p. 12.

{3} Ibid., pp. 12-13.

{4} Villacañas, art. cit., p. 200.

{5} Ibidem.

{6} Cf. J. L. Villacañas, “La leyenda de la liquidación de la teología política”, Epílogo a C. Schmitt, Teología política, Trotta, Madrid, 2009, p. 135.

{7} Para las principales publicaciones registradas hasta el año 2003, véase Pérez de Tudela, “Estudio introductorio”, en Paradigmas, 2ª ed. cit., pp. 12-13, n. 2.

{8} L. Durán, El lugar de la metáfora. Una aproximación a la metaforología de Hans Blumenberg, Universidad de Sevilla, Sevilla, 2009. [Trabajo de Investigación inédito]. Cf. una síntesis de este trabajo en L. Durán, Revista de Filosofía, 35, 2, 2010, pp. 105-127.

{9} Cf. S. Rudnick Luft, New Vico Studies, 5, 1987, pp. 149-156.

{10} Cf. F. J. Wetz, Hans Blumenberg. La modernidad y sus metáforas, Edicions Alfons el Magnànim, Valencia, 1996, p. 18.

{11} Cf. F. D’Agostini, Analíticos y continentales. Guía de la filosofía de los últimos treinta años, Cátedra, Madrid, 20185, pp. 375-386, especialmente 378-379.

{12} C. Flórez, Azafea, 5, 2003, 263-270, p. 264.

{13} A. Rivera García, Res publica, 11-12, 2003, pp. 95-142.

{14} César G. Cantón, La metaforología de Blumenberg, como destino de la analítica existencial, Servicio de Publicaciones de la UCM, Madrid, 2004, p. 7.

{15} Cf. Ibid., p. 8.

{16} J. de Garay Suárez-Llanos, Thémata, 35, 2005, pp. 443-450; César G. Cantón, Anuario filosófico, XXXVIII/3, 2005, pp. 725-746.

{17} M. Hernández Marcos, “Metaforología e Historia Conceptual. Sobre la polémica de H. Blumenberg con J. Ritter en 1971”, en F. Oncina (ed.), Teorías y Prácticas de la Historia Conceptual, Plaza y Valdés, Madrid, 2009, pp. 283-326; F. José Martínez, “Bases antropológicas de la metaforología de Hans Blumenberg”, en J. San Martín y T. Domingo Moratalla (coord.), La imagen del ser humano: historia, literatura y hermenéutica, Biblioteca Nueva, Madrid, 2011, pp. 276-284.

{18} Cf. A. Fragio, “Das Überleben der Übergänge. Nuevos paradigmas de análisis de la obra de Hans Blumenberg”, en A. Fragio y D. Giordano, Hans Blumenberg. Nuovi Paradigmi d’analisi, Aracne Editrici, Roma, 2010, pp. 27-74.

{19} J. Ros Velasco, Azafea, 14, 2012, pp. 207-231.

{20} Enver J. Torregroza, La nave que somos. Hacia una configuración prosaica del sentido del hombre, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2012.

{21} Anthropos. Huellas del conocimiento, 239, Abril 2013; La Torre del Virrey, 15, 2014/1, pp. 11-37.

{22} F. Oncina Coves y P. García-Durán (eds.), Hans Blumenberg: Historia in/conceptual, antropología y modernidad, Pre-Textos, Valencia, 2014; P. García-Durán, De la historia a la antropología. El camino fenomenológico de Hans Blumenberg, Tesis doctoral, Universitat de València, València, 2015; Id., El camino filosófico de Hans Blumenberg. Fenomenología, historia y ser humano, Institució Alfons el Magnànim, València, 2017.

{23} A. Fragio, Destrucción, cosmos, metáfora. Ensayos sobre Hans Blumenberg, Lampi di Stampa, Roma, 2013; Paradigmas para una metaforología del cosmos. Hans Blumenberg y las metáforas contemporáneas del universo, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Cuajimalpa, México, 2016. Del mismo año es su coedición junto a Ros Velasco, García-Durán y G. Cantón del importante volumen H. Blumenberg, Literatura, estética y nihilismo, Trotta, Madrid, 2016.

{24} Ros Velasco, El aburrimiento como presión selectiva en Hans Blumenberg, Tesis doctoral, Universidad Complutense, Madrid, 2018; Blumenberg en perspectiva histórica, Alfonso de Mendiola Mejía (ed.), Historia y Grafía, vol. 1, 50, 2018.

{25} Metaphorologie, Anthropologie, Phanomenologie: Neue Forschungen Zun Nachlass Hans Blumenbergs, Verlag Karl Alber, Freiburg/München, 2019.

{26} En 2020 (25 y 26 de noviembre) expertos del mundo hispanohablante celebraron el “Seminario Internacional: 100 años del natalicio de Hans Blumenberg. Su aporte a la filosofía y las humanidades y su recepción en español”. Entre los eventos más recientes en el mundo de habla hispana sobre Blumenberg que pueden consultarse en línea debo mencionar el curso Hermenéutica y genealogía del mito en la obra de Hans Blumenberg impartido por el Dr. Tomás Pollán, de la Universidad Autónoma de Madrid, que tuvo lugar en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM entre los días 18 y 22 de febrero de 2019. Por lo demás, el Centro de Estudios de Hermenéutica de la Universidad Nacional de San Martín organizó el 18 de agosto de 2021 un encuentro del Seminario Permanente de Hermenéutica a cargo del Dr. Damián Jorge Rosanovich (USAM) que llevaba por título Hans Blumenberg y el debate sobre el teorema de la secularización.

{27} La mayoría de las ponencias de este Congreso, que no duraron más de quince minutos, constituyen una síntesis de trabajos previos de sus autores que acaban de ver la luz en un volumen colectivo titulado Hans Blumenberg, pensador político. Lecturas a cien años de su nacimiento, Ricardo Laleff Ilieff & Gonzalo Ricci Cernadas (dir.), CLACSO, Buenos Aires, 2021. Por lo demás, el Programa del Congreso presentaba algunos errores. Así, por ejemplo, la ponencia del profesor Elías Palti del viernes 22 aparecía en el Programa bajo el título La contribución de Blumenberg a la investigación histórica y no como La crítica de Hans Blumenberg a la historia conceptual, que es como realmente se titulaba su intervención. Así mismo, la ponencia de Gonzalo Manzullo, también del viernes 22, aparece con el mismo título de la ponencia precedente de Miranda Bonfil y no como Secularización y Modernidad en la obra de Hans Blumenberg: técnica y realidad.

{28} Aunque nos parece haber oído Wendung y no Wende, creo que el profesor Villacañas se refiere a esta obra y no a Die Genesis der kopernikanische Welt, la magna obra que también sigue sin traducir al castellano y que es la que en realidad expone la posición definitiva de Blumenberg sobre el copernicanismo.

{29} De esta lectura no solo se desprendería la revisión del teorema de la secularización (como el propio conferenciante puntualizó), no pudiendo ya interpretarse ésta como un “conjunto inorgánico de metáforas”, sino una enmienda –al menos parcial- a la tesis de Blumenberg de la modernidad como la segunda superación definitiva del gnosticismo, consecuencia teórica que Villacañas no tematizó como tal en su ponencia a pesar de dejar claro que estamos obligados a ver de otro modo la autoafirmación humana como forma específica de la modernidad, la cual no se cumple sino en lucha contra un Dios. Véase antes de Villacañas, “Legitimacy, Self-affirmation and deificatio: The Modern Age as Definitive Epoch”, en A. Fragio y J. Ros Velasco (eds.), Contemporary Approaches in Philosophical and Humanistic Thought, Aracne Editrice, Roma, 2017, 197-268, especialmente pp. 258-263 sobre Nietzsche, traducidas al inglés en parte por mí mismo.

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