El CatoblepasSeparata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
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El Catoblepas · número 202 · enero-marzo 2023 · página 1
Artículos

Reconquérir

Iván Vélez

El término ya aparece a finales del siglo XVII en Francia

Como suele ocurrir con la mayor parte de las conmemoraciones históricas, el 1.300 aniversario de la Batalla de Covadonga, suponiendo que esta ocurriera en 722, ha servido, fundamentalmente, para abrir o, por mejor decir, mantener abierto el debate acerca de la pertinencia de la idea y del término «Reconquista». A pesar de que son abundantes las publicaciones en las que se afirma que su uso en español está acreditado en el siglo XVIII, no son pocos los que, acaso por inercia, mantienen la tesis de que el mentado rótulo comenzó a emplearse en el siglo XIX, con lo que ello conlleva en cuanto a la elaboración de una historia vinculada a la nación política española. Una somera investigación refuta esa idea, pues sus usos en español son numerosos durante el siglo en el cual se produjo el cambio dinástico a favor de la casa de Borbón. Así, Cadalso, Jovellanos o Llorente lo emplearon, después de que Esteban de Terreros y Pando S. J. trocara el «reconquête» en «reconquista», en la traducción de una obra del abad francés Noël Antoine Pluche. Si nuestras pesquisas son acertadas{1}, ello nos llevaría al año 1753 y a la conclusión de que, en el sentido que nos interesa, el término habría nacido en Francia y habría pasado a nuestro idioma, al menos, en ese año.

En 2020, el Real Instituto de Estudios Asturianos publicó el libro, Actas del Congreso Internacional Nuevas visiones del Reino de Asturias{2}. En una nota al pie del artículo «El Reino de Asturias y la historia de España», firmado por Armando Besga Marroquín{3}, el historiador da cuenta de varias publicaciones francesas en las que aparecen diversos usos del verbo «reconquistar». La primera referencia nos conduce a 1694, cuando el diccionario de la Academia Francesa incluye el vocablo «reconquérir», referido a los Santos Lugares, tierra de confrontación entre cristianos y musulmanes. Cuatro décadas más tarde, en 1734, se publicó la obra de François Fénelon (1651-1715), Examen de conscience pour un Roi, en cuyo suplemento, el arzobispo de Cambray, preceptor del duque de Borgoña, Luis de Francia, al que un letal sarampión impidió su acceso al trono francés, aludió a las pretensiones que los Austrias españoles habían tenido de establecer una monarquía universal. Fénelon redactó también unas memorias sobre la Guerra de Sucesión en las que calificó a España, «esa nación no es menos envidiosa y suspicaz, que imbécil y envilecida», como «un cuerpo muerto». Es precisamente en las Observaciones a esas memorias, que el Duque de Chevreuse hizo públicas en 1710, donde encontramos estas palabras referidas a Felipe V:

Se sabe que los reinos son, o electivos, de los cuales el rey no tiene más poder que el usufructo vitalicio; o patrimoniales, de los cuales el rey dispone como quiere; o, por último, sucesivos, de los cuales el rey tiene siempre como sucesor necesario a su heredero más próximo descendiente del primer rey (se prefiere la línea directa, y se guarda el derecho de mayoría de edad), sea solamente varón, sea mujer a falta de varón: y este último uso es el que se ve establecido en España desde hace mil años; pues Felipe V desciende en línea directa de los dos primeros reyes que, refugiados en diferentes lugares de las montañas del norte, comenzaron al mismo tiempo a reconquistar España de los moros hacia 717, y cuyas familias se reunieron después por matrimonio en una sola, que ha reinado siempre desde entonces…{4}

De este modo, el uso del verbo «reconquistar» –«reconquérir», si nos atenemos a su forma literal en francés–, referido a las pugnas entre cristianos hispanos y moros, queda constatado en los inicios del siglo XVIII, en el contexto del establecimiento de la Casa de Borbón en España, que busca su legitimidad en las primeras reacciones ante el invasor mahometano.

También en 1734, después de recibir la aprobación para su publicación dos años antes, apareció Histoire des revolutions d'Espagne: depuis la destruction de l'Empire des goths, jusqu'à l'entiére & parfaite réünion des Royaumes de Castille & d'Arragon en une seule Monarchie, obra del jesuita Pierre-Joseph d´Orleans (1641-1698). Aunque el libro salió de la imprenta en el citado año, es evidente, dada la fecha de la muerte de su autor, que este fue escrito antes de finalizar el siglo XVII, lo cual anula la idea de una Historia elaborada a la borbónica carta, pues Carlos II falleció en 1700, sin que quepa atribuir al clérigo galo un afán propagandístico a favor de la casa reinante en Francia. Revisada y completada por los padres Rouillé y Brumoy, publicada en París por la propia Compañía de Jesús, en Histoire des revolutions d'Espagne aparece varias veces el verbo «reconquistar». La primera –Tomo I, página 149– de ellas, y la que más nos interesa, nos lleva al tiempo de Sancho III de Pamplona y de Alfonso V de León:

Au tems que Sanche le Grand monta sur le trône, Alphonse cinquiéme fils de Ramire avoit hérité de son pere la Couronne de Léon. Six ans aprês Sanche Garcie étoit devenu Comte de Castille, & ces deux Princes travailloient avec beaucoup d'application à reconquérir sur les Infidéles ce qu'ils leur avoient enlevé. Par la valeur de ces deux Souverains, par leur adresse à prositer de la division des Infidéles, & foûtenus des forces du Roi de Navarre, ils avoient réparé leurs pertes contre les ennemis du nom Chrétien.

La expresión –«reconquérir sur les Infidéles ce qu'ils leur avoient enlevé»– empleada por el jesuita, no deja lugar a dudas, pues se refiere a las tierras que los infieles, es decir, los musulmanes, habían «quitado» a los cristianos.

El siguiente uso del verbo se halla en la página 323 de esta obra póstuma, y va referido –«le Roi de Castille cependant reconquit sur le Roi de Léon les Places qu'il lui retenoit»– a las plazas reconquistadas por el rey Alfonso VIII de Castilla al rey Alfonso IX de León. Por último, en la página 331 reaparecen las pugnas mantenidas entre cristianos:

Cette Ville étoit fous la domination des Maures, mais celui qui en étoit maître payoit tribut au Roi de Léon, Ferdinand s'étant mis en campagne ne s'arrêta pas à reconquérir ses Places.

Estas dos últimas citas podemos conectarlas con el uso que ya se da en la traducción de Tirante el Blanco: «Por que yo quiero y mando que todo ello sea repartido entre vosotros; y cuantos han sido heridos en la reconquista de castillo, villa o ciudad, reciban dos partes; y cuantos queden estropeados de cualquiera de sus miembros, y no puedan llevar armas, éstos reciban tres partes; y los que no hayan recibido mal alguno, reciban una». Descartados estos registros, el primero de ellos se atiene al sentido comúnmente entendido, el de la recuperación de un territorio invadido por los sarracenos.

La obra de Pierre-Joseph d´Orleans, que quedó inacabada, pues pretendía terminarla con la muerte de Fernando el Católico, cuando la propia le alcanzó, comienza descartando los  orígenes míticos, ligados a las figuras de Hércules y de Túbal. Según confiesa el propio clérigo, para la confección del libro, en el que recoge la leyenda de la deshonra de la hija del conde don Julián, a manos del rey don Rodrigo, se había servido de una serie de «autores que me han seguido de guía». No es, por lo tanto, descabellado, pensar que entre ellos figurara Rodrigo Jiménez de Rada o Juan de Mariana, también jesuita, residente en París un siglo antes y autor de la influyente Historia General de España.

En definitiva, el término «reconquérir», que no la idea que subyace también bajo el vocablo «reconquista», impregnado de un goticismo que también alcanza a Pierre-Joseph d´Orleans, aparece, al menos, a finales del siglo XVII en Francia.

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{1} Iván Vélez, Reconquista. La construcción de España, Ed. Esfera de los Libros, Madrid 2022, págs. 310-311.

{2} Debo el conocimiento de esta obra a Andrés Gálvez Gálvez.

{3} VV. AA., «El Reino de Asturias y la historia de España», Nuevas Visiones del Reino de Asturias: actas del Congreso Internacional, (Javier Rodríguez Muñoz, coord.), 2020, pág. 183, nota 127.

{4} Julián Marías, España inteligible. Razón histórica de las Españas, Ed. Alianza, Madrid 1985, pág. 224.

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