El CatoblepasSeparata de la revista El Catoblepas • ISSN 1579-3974
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El Catoblepas · número 207 · abril-junio 2024 · página 15
Artículos

Gobiernos de España en el siglo XX hasta 1975

Amparo García López

Sobre los gobiernos de Maura, Primo de Rivera y Franco

España

La revista El Catoblepas, número 204 (julio-septiembre de 2023), publicó el artículo “El legado de la Derecha Social española”, en el que se enumeraban de forma explícita las medidas adoptadas al respecto por tres figuras políticas que gobiernan en España desde 1903 hasta 1975 (Antonio Maura, Miguel Primo de Rivera y Francisco Franco); es decir, las tres cuartas partes del siglo XX, anteriores a la Transición entre el régimen de Francisco Franco y la promulgación de la Constitución de 1978 que, estando en vigor todavía, camina por incierta senda entre el federalismo de las diecisiete Autonomías hacia la desaparición del Estado Central, bastante menguado ya por la cesión incesante de competencias a las Comunidades Autónomas pero, sobre todo, por el peligro de la Caja Central del Estado cada vez más cercana a su quiebra definitiva ante las demandas voraces de quienes chantajean a ese Estado al que aspiran hacerle desaparecer.

En este caso se relatan los tres períodos políticos que fueron objeto de la lección impartida en la EFO el pasado 22 de mayo, tomando como guía el libro El mito de la derecha (2008) de Gustavo Bueno.

Antonio Maura

Comenzamos el análisis de la primera derecha social, representada y ejercida por Don Antonio Maura. Para situar su gobierno largo de 1907-1909, hemos de partir, a nuestro modo de ver, de los primeros años del reinado de Alfonso XIII (17 de mayo 1902) coincidente con una huelga general en Barcelona, seguida de las que tienen lugar en Bilbao y Andalucía en 1903, año en el que Segismundo Moret crea el Instituto de Reformas Sociales. Destacamos, igualmente, la fundación de la primera fábrica de automóviles, la Hispano-Suiza, síntoma de una evolución lenta pero profunda en la economía y sociedad de la España del primer tercio del siglo XX. Es una derecha liberal en la que el Estado sería subsidiario pero dejaría a compañías privadas la iniciativa de los negocios siguiendo a Quesnay (fisiócrata) y el Laissez faire de Adam Smith. El liberalismo económico se mantuvo hasta las guerras modernas pero renació vigorosamente, a pesar de Keynes, en la postguerra al hilo de las reconstrucciones de las industrias de guerra.

En el ámbito internacional, el reinado de Alfonso XIII coincide con la llamada carrera de armamentos, período que desembocó en el estallido de la Primera Guerra mundial, durante la cual triunfa la revolución soviética de 1917.

Respecto a la época de Maura se observa una división de los partidos del turno, provocada por la desaparición de los líderes históricos (Cánovas, asesinado en 1897, Sagasta, Silvela) y las luchas entre los nuevos jefes liberal-conservadores (Fernández Villaverde, Maura, Dato) y liberales (Moret, Montero Ríos, Canalejas -asesinado en 1912-. Resultado de la transformación de una derecha liberal en izquierda liberal). Al mismo tiempo el proceso de fraccionamiento parlamentario contribuyó a la aparición y crecimiento de partidos políticos ajenos al sistema de la Restauración: socialistas, republicanos (radicales y federales) y nacionalistas que incrementaron, cada vez más, su fuerza electoral. Éstos últimos, en el País Vasco y Cataluña aumentaron notoriamente el sentimiento nacionalista, a raíz de la pérdida de los restos del Imperio en 1898 por el gran perjuicio que representó en las economías de sus “notables”. Asunto éste estudiado por Carlos Serrano “Final del Imperio. España 1895-1898”, editorial siglo XXI, editores SA, Madrid 1984, en el que señala las fechas de aparición del PNV en octubre de 1897 y Sabino Arana conseguirá su primera elección por Bilbao en 1898.

Nace en Palma el 2 de mayo de 1853, falleciendo el 13 de diciembre de 1925, en Torrelodones. El 1902 ingresa en el partido liberal-conservador al que pertenecerá toda su vida de actividad política. “Enérgico, austero, honrado… José Calvo Poyato, Ediciones B, Barcelona 2003”. Ejerció como presidente de Gobierno en cinco ocasiones: 1903-1904, 1907-1909, gobierno largo, 1918, 1919 y entre 1921-1922; en estos últimos presidiendo gobiernos de concentración, dado que la crisis de 1917 liquida el turnismo parlamentario, como indica Roberto Villa en su libro dedicado a estudiar el proceso de dicha crisis. (1917 El estado catalán y el soviet español, Editorial Planeta, 2021). En ese año tiene lugar la creación de las Juntas de Defensas, a propósito de las aspiraciones del Cuerpo de Infantería de homologarse con las prerrogativas del de Artillería. Cristaliza asimismo la oposición de un grupo de diputados catalanes dispuestos a conseguir medidas independentistas, encabezadas por el Sr. Cambó. Por último hay la convocatoria de una huelga general “revolucionaria” haciéndola coincidir con el llamamiento de los soviets en el octubre rojo (CNT, UGT). Finalmente tuvo lugar en el mes de agosto y con escaso éxito. Detrás de todo ello estaría el dirigente catalán que, siguiendo al autor del mencionado libro, sólo perseguiría la proclamación de la República Catalana.

En otro orden de cosas, Antonio Maura negocia en 1904 los acuerdos sobre Marruecos con Francia y el Reino Unido manteniendo el statu quo del estrecho. Paralelamente, a raíz del desastre de 1898, en Cataluña se precipita la labor organizativa de hombres como Prat de la Riva o el joven Cambó que culminaría con la creación de La Liga en 1901 y que en 1905 ganaría las elecciones municipales de forma aplastante. Anteriormente, entre 1895 y 1898 el catalanismo se vio llevado a posiciones fluctuantes, puesto que la propia defensa de los intereses materiales de la gran burguesía catalana requería un apoyo al Gobierno español mientras existía la posibilidad de salvar la colonia. En este sentido, la Guerra de Cuba marca un hito; “al desmembrarse el Imperio… sectores cada vez más numerosos de la sociedad catalana dejaron de reconocer en el Estado una representación adecuada de sus aspiraciones, pasando, pues, a tratar de promover sus propias entidades políticas” (Carlos Serrano. Final del Imperio. España 1895-1898. Siglo XXI España editores, S. A. 1984. Págs. 124-125).

De 1903 a 1905 se sucedieron varios gobiernos conservadores cuya efectividad se limitaba a causa de la lucha interna por el poder que enfrentaba a los dirigentes del partido y que provocó continuas crisis. La Jefatura del gobierno estuvo alternativamente en manos de Fernández Villaverde, Silvela y Maura, siendo destacada la reforma financiera del primero que permitió presupuestos con superávit durante varios años.

La crisis de 1905 llevó al Rey a optar por un Gobierno Liberal (Eugenio Montero Ríos), que estuvo marcado por una grave crisis política y militar. Ese año los periódicos Cu-Cut y la Veu de Cataluña publicaron comentarios y caricaturas considerados ofensivos por muchos militares y trescientos oficiales de Barcelona asaltaron e incendiaron las imprentas respectivas a lo que el Gobierno aprobó una ley de suspensión de garantías constitucionales. Pero el ejército pedía más y en 1906 los diputados acabaron aprobando la Ley de Jurisdicciones que identificaban los delitos contra el ejército, como ofensa a la Patria y los ponían bajo la Jurisdicción militar. Las consecuencias fueron graves porque se convirtió en la reivindicación clave de los partidos nacionalistas catalanes desde carlistas a republicanos para formar Solidaridad Catalana, plataforma electoral de la burguesía del Principado que en 1907 obtuvo una contundente victoria electoral e hizo desaparecer, casi por completo, a los partidos del turno en Cataluña.

En enero de 1907 el Rey nombra a Antonio Maura, líder ya indiscutible de su partido. Emprendió en los dos años y medio siguiente un ambicioso programa de gobierno, llegándose a debatir 264 proyectos en las Cortes de carácter regeneracionista. Consiguió entenderse con Cambó para pactar reformas que satisficieron las peticiones de la Liga.

El gobierno de Maura confirmó la corriente proteccionista que los catalanes habían impuesto durante el siglo XIX frente al libre-cambismo (Jesús Laínz) y abordó una serie de medidas de impulso económico desde el Estado: la ley de protección de la industria nacional, el plan de reconstrucción naval, en la línea de rearme que las potencias europeas emprendían; la ley de fomento de industrias y construcciones marítimas con medidas para mejorar sectores concretos como la ley de colonización interior o la de sindicatos agrícolas; otras leyes como la referida a la trata de blancas, legislación sobre la policía y las corridas de toros y el proyecto de una ley antiterrorista que no llegó a aprobarse (Eduardo Dato murió asesinado en 1921) y la ley del descanso dominical tachada de clericalismo por sus oponentes “por su condición de santurrón y beato”. En el terreno social destaca la creación del Instituto Nacional de Previsión de 1908 y una ley electoral que establecía el voto obligatorio y la proclamación automática de candidatos sin oposición. La más ambiciosa reforma de Maura debía venir de la nueva ley de Administración Local. La autonomía municipal y la garantía de su representatividad eran, para el político conservador, la base imprescindible para desmontar el sistema caciquil y hacer participar a “la masa neutra del país”, en sus propias palabras. La creación de las Mancomunidades, Asociaciones regionales de las Diputaciones, debían de suponer el primer paso para un autogobierno regional, lo que facilitó el entendimiento con los diputados de La Liga. Pero la discusión del proyecto se eternizó en las Cámaras (más de cinco mil discursos en el debate), por lo que la ley no llegó a aprobarse, al caer el gobierno de Maura tras los sucesos de 1909 enmarcados con el rótulo de la Semana Trágica de Barcelona. En los primeros años del siglo XX, el ejército francés estaba llevando a cabo una decidida ofensiva en el norte de África frente a las Cabilas dirigida por Ab-el-Krim. España mandó también tropas y, tras un primer acuerdo franco español en 1904, la conferencia de Algeciras de 1906 concedió a ambos países el protectorado conjunto y entregó a España la administración citada.  En los años siguientes compañías españolas comenzaron a instalarse allí y junto a ellas se enviaron algunas tropas. Pero en Julio de 1909, los miembros de algunas Cabilas próximas a Melilla atacaron a los trabajadores españolas de una de esas compañías. El gobierno de Maura decidió trasladar soldados aunque en vez de enviar tropas situadas en Andalucía, el Ministro de la Guerra cometió el error de aprovechar la ocasión para ensayar el plan de movilización de reservistas y ordenó la incorporación de éstos en Madrid y Barcelona. El 18 de julio, cuando las tropas embarcaban en el puerto de Barcelona, se produjeron graves incidentes y la organización Solidaridad Obrera, antes Catalana, convocó una huelga general en Barcelona. Las noticias del desastre del Barranco del Lobo (1200 bajas) coincidieron con el inicio del paro (26 de Julio). Hubo enfrentamientos en las calles, quemas de conventos por parte de la población y fue a partir de la fecha cuando el comité de huelga perdió el control de la situación: 116 muertos, unos 300 heridos y más de 60 edificios destruidos. La represión posterior incluye mil quinientas detenciones, mil setecientos procesos, diecisiete condenas a muerte, de las que se ejecutaron cinco; procesamiento irregular, condena y ejecución de Francisco Ferrer y Guardia, pedagogo y anarquista, fundador de la Escuela Moderna.

Consecuencia de ello fue la caída de Maura al que en noviembre de 1909 Alfonso XIII le retiró su confianza. Don Gustavo Bueno comenta a propósito de su destitución “…es sabido que la oposición entre partidos que quieren lo mismo… puede ser tan estruendosa como la oposición entre partidos que buscan objetivos muy distintos. Esto es lo que ocurrió, sin duda, con los republicanos y socialistas, artífices principales del “Maura no” ante tantas disposiciones de Maura convergentes con sus propios programas como pudieran serlo la ley de Administración local… o la cuestión de los consejos de conciliación y arbitraje, de composición paritaria… que dejaba a los socialdemócratas sin programa propio (Gustavo Bueno “El mito de la derecha”, pág. 258).

Maura será jefe de un gobierno de concentración en 1918, 1919 y 1921 haciendo frente a la huelga de la Canadiense, (empresa eléctrica, Riegos y Fuerzas del Ebro) y siendo Milans del Bosch, Capitán General y Martínez Anido Gobernador se asiste a la actuación de pistoleros contratados por la patronal (Eduardo de Mendoza “La verdad sobre el caso Savolta, Seix y Barral bolsillo, 1979). Durante esos años se produjeron trescientos atentados, ciento cincuenta muertos; Dato será asesinado en marzo de 1921.

Miguel Primo de Rivera

Gobierna desde septiembre 1923 a enero de1930. Antes de producirse el golpe de estado, es necesario presentar algunos hechos de los años precedentes con relación a la guerra de Marruecos que ilustran la situación política española, añadida a los ya citados anteriormente.

Al término de la primera guerra mundial, Francia reanuda el avance por el protectorado y España emprendió igualmente una política lenta y sistemática de control del territorio, frente a unas tribus más beligerantes (Abd-el-Krim). “En 1921 una acción mal planificada desde la comandancia de Melilla por el General Fernández Silvestre, permitió al líder guerrillero atacar la posición de Annual sin que el General Silvestre supiera afrontar la situación. El desastre de Annual y posterior secuela en Nador supuso la pérdida de 13.000 soldados y su Jefe. Con ello creció la impopularidad de la guerra, fue un serio revés del ejército, déficit crónico y ahora se añadía las responsabilidades de la derrota. El expediente fue instruido por el General Picasso pero los intereses de las compañías que aspiraban a la explotación de los recursos mineros (fosfatos) y la oposición desde el gobierno para ahondar en la investigación, hicieron difícil el trabajo (Manuel Leguineche “Annual, el desastre en el Rif 1921”, Extra Alfaguara, Madrid 1996, pág. 192).

Por otra parte la situación interna de España era explosiva con enfrentamientos entre patronos y obreros, especialmente en Cataluña. Iván Vélez en su comentario al libro de Tamames “Ni Mussolini, ni Franco: La dictadura de Primo de Rivera y su tiempo”. Planeta, Madrid, 2008, pág. 287. Cita recogida por Gustavo Bueno en el mito de la Derecha, pág. 245 “Primo de Rivera acaba con una de las mayores amenazas para la propia eutaxia política de España, la que representaba el anarquismo, que en los años precedentes, y radicado principalmente en Cataluña, dejaría un rastro de asesinatos y huelgas. Los datos son elocuentes: Desde 1919 hasta el inicio de la dictadura se produjeron en España 1.259 atentados, mientras que con Primo de Rivera se reducirían a 51. La dictadura, por decirlo de forma directa, introduce orden y seguridad con la añadidura de su desarrollo”.

El golpe de septiembre de 1923 se fue fraguando desde las elecciones de primavera. Alfonso XIII valoró su posibilidad desde ese verano, llegó a consultárselo a Maura que lo desaconsejó. Lo que no está tan claro es que alentara la conspiración. Pero si es evidente que, al menos colaboró con el golpe al no oponerse al mismo y contribuir con su lenta reacción, a afianzar el pronunciamiento. Tras intentar primero el apoyo del Rey, optaron por organizarse sin él y en los primeros días de septiembre acordaron que fuera Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, quién lo dirigiera. Alfonso XIII regresó de San Sebastián en la mañana del día 14 de septiembre encargando al General formar gobierno.

El nuevo régimen militar se presentó al país a través de un manifiesto, como un proyecto de regeneración: “se trataba de corregir los defectos del sistema político y de eliminar el caciquismo, no de terminar con el sistema parlamentario. “Por lo que respecta a la capa conjuntiva… en la dictadura de Primo de Rivera (como en el llamado parlamento largo de Maura), la institución monárquica, herencia indudable del Antiguo Régimen, fue mantenida a toda costa, porque ni Maura ni Primo de Rivera pensaron nunca derribar a la monarquía” (Gustavo Bueno, op. cit. pág. 255).

A pesar de su manifiesto, las primeras medidas adoptadas se orientaron a implantar una dictadura férrea en la que el Ejército asumía un papel casi de monopolio de todos los resortes del poder. El mismo día 15 el Rey aceptó la propuesta de nombrar ministro único al General Primo de Rivera, a quién asistirá, a título consultivo, un Directorio militar compuesto exclusivamente por Jefes del Ejército. Era, por tanto, una dictadura de índole personalista. Primo de Rivera declaró el estado de guerra en todo el territorio, sustituyó a todos los gobernadores civiles por militares, decretó además la suspensión de garantías constitucionales (Asociación, reunión, expresión). Otro decreto disolvió el Congreso y la parte electiva del Senado; por último se establece una censura de prensa con instrucciones para suprimir cualquier alusión critica a la Dictadura o información no oficial sobre la guerra de Marruecos.

Para reforzar las fuerzas de orden público, quiso extender la institución medieval catalana del Somatén (Cortes de Cataluña, 1068) a todo el país, sin éxito. Se trataba de un cuerpo armado auxiliar y contrarrevolucionario, formado por “ciudadanos honrados”.

En abril de 1924 decidió unificar desde arriba las distintas Uniones Patrióticas, organizaciones que habían surgidos después del golpe. El nuevo partido, la Unión Patriótica, quedó bajo dirección de un militar y en 1926 de él saldrían los miembros de la Asamblea Nacional que intentaría dar nueva constitución a la Monarquía.

Hasta el mes de diciembre el dictador contó con bastante respaldo y con el silencio expectante de los partidos de la oposición (8 de septiembre 1925, desembarco de Alhucemas. Fin de la guerra de África). Pero en enero de 1924 comenzó un proceso de institucionalización del régimen que se prolongará a diciembre de 1925 y que se conoce con el nombre de Directorio Militar, pero es que esa fecha de 1925 inicia otro periodo que durará hasta enero de 1930 conocido con el nombre de Directorio Civil. Durante la primera etapa (1923-1925) se llevó a cabo la reforma de la Administración Local, concretada en el estatuto municipal de 1924 de José Calvo Sotelo, que buscaba mayor autonomía, recortada en la práctica por los gobernadores con excesivas competencias, dando lugar a una modelo intervencionista y paternalista; tampoco se acabó con el caciquismo, al no llegar a desarrollarse el sistema electoral democrático que preveía el Estatuto.

En la política económica procuró alcanzar un doble objetivo, con el fin de contribuir a la estabilidad social de España y a la incorporación plena de la nación al modo de vida occidental. Para lograrlo proclamó la urgencia de aumentar la renta nacional y la de mejorar su distribución. Para lo primero se procuró fomentar la industrialización surgiendo el intervencionismo estatal, completado por una autorregulación de tipo corporativo. El objetivo sería el de mejorar la agricultura e incrementar el comercio exterior con un amplísimo desarrollo de las obras y servicios públicos, organizando el plan sobre una triple base: apoyo del partido socialista que, a través de la UGT, jugó un papel muy importante; montaje de una estructura corporativa para las relaciones entre capital y trabajo; reforma fiscal progresiva y simplificadora. En 1924 se implanta la Compañía Telefónica.

El desarrollo agrícola se pretende con una profundísima revolución a largo plazo con la obra de las Confederaciones Hidrográficas, la primera de ellas la del Ebro, impulsada por el Ingeniero de Caminos Lorenzo Pardo. “La importancia política pasaba a ocupar el primer plano ofreciéndose una sugestiva empresa de crecimiento económico para la que era preciso la ruptura de las fronteras de los viejos reinos, el reforzamiento de la unidad española se produciría automáticamente los catalanistas reconocieron paladinamente el peligro que para su programa separatista suponía el robustecimiento de la confederación sindical del Ebro”.

“La política hidráulica de la dictadura se basaba en dos puntos fundamentales: Confederaciones sindicales Hidrográficas, de las que solo la del Ebro efectuó alguna labor significativa, y el Consejo de Energía que emprendió el problema de forma armónica y singularmente moderna. Lo brevísimo de su vida en comparación con el plazo que tardan en fructificar las obras hidráulicas, y la furia iconoclasta que desde 1930 se desencadenó sobre todo lo que hubiese estado vinculado con la Dictadura, fueron la causa de que sus resultados finales fuesen cuantitativamente escasos pero extremadamente significativos”. (J. Velarde Fuertes, “Política económica de la Dictadura”, Guadiana Publicaciones, S. A., Madrid 1973, pp. 81-82).

Hay que recordar finalmente la creación y desarrollo del Parque Móvil automovilístico que heredaría la Segunda República (1931-1939) y que muchas veces reivindicó como obra suya.

El éxito de la Confederación se muestra de forma rotunda al haber conseguido que “el interés privado colaborase, por primera vez, con elevado espíritu con una obra de interés general” (Juan Velarde Fuertes, op. cit., pp. 58-59).

Mas los gobiernos que siguieron a la Dictadura comenzaron la tarea de desarticulación de las confederaciones. El primer golpe fue el económico, sobre el mecanismo de la financiación, llevando a tener caracteres de asfixia lenta como si obedeciera a un plan sistemático de aniquilamiento, del cual los más altos representantes del Estado parecían no darse cuenta… de la obra de la Dictadura no queda más que un recuerdo” (op. cit. p. 82).

También se abordó el aprovechamiento del tramo internacional del Duero. Gracias al acuerdo con Portugal pudo comenzar su actividad la Empresa Saltos del Duero, antecedente inmediato de Iberduero, el gran coloso de nuestra producción eléctrica.

El otro asunto en el que intervino, dentro de su programa de progreso de las obras públicas, básico para una política de desarrollo económico, fue el de las carreteras, creándose para ello el Circuito Nacional de Firmes Especiales, al que se atribuyó la gestión autónoma de unos siete mil kilómetros de carreteras, que quedaban, esencialmente, fuera de la jurisdicción de las respectivas jefaturas de obras públicas. Este patronato iba, pues, a funcionar en condiciones administrativas descentralizadas, y en las financieras como una caja autónoma. En opinión de Salvador de Madariaga, poco sospechoso de afinidades con el régimen, “la magnífica expansión de las carreteras… llegaron a merecer en la prensa inglesa el honroso título de las mejores del mundo” J. Velarde Fuertes, op. cit., p. 87.

Directorio Civil 1925-1930

El desembarco en la retaguardia marroquí que tuvo lugar en la bahía de Alhucemas, el 8 de septiembre de 1925, permitió romper en dos la zona controlada por los marroquíes, cuyo frente se desmoronó. A mediados de 1926 Abd-el-Krim se entregó a los franceses; la guerra había terminado (según Manuel Leguineche fue desterrado a la isla de Reunión en el Índico, de modo oficial, pero vivió con su familia en un palacio de El Cairo hasta 1963 en que fallece).

En diciembre de 1925, cuando ya eran claros los resultados positivos del desembarco de Alhucemas, Primo de Rivera propuso al rey la sustitución del directorio militar por un gobierno civil. En él permanecía el militar Martínez Anido en Gobernación y Eduardo Aunós en Trabajo. El proceso de institucionalización de la Dictadura se realizó mediante la formación de una Asamblea Nacional consultiva convocada en 1927. Constituida por cuatrocientos miembros elegidos mediante sufragio restringido por municipios, provincias, Iglesia, Ejército, sectores de la cultura, intereses económicos… a la que se le encargó la elaboración de una Nueva Constitución. El proyecto que se presentó no satisfizo a nadie. Se otorgaba al rey una enorme capacidad legislativa y ejecutiva y el propio Primo de Rivera se opuso a ella. Si la Dictadura subsistió hasta 1930, las causas hay que buscarlas en la victoria militar en Marruecos y en la prosperidad económica de la segunda mitad de la década interrumpida por el crack de la bolsa de Nueva York en 1929. Las inversiones en carreteras y las obras hidráulicas citadas son buena muestra de ello.

Su actividad fue acompañada de una política social como la creación del Consejo Nacional del Trabajo (Eduardo Aunós) en 1924 y una legislación positiva que intentaba continuar la emprendida por Segismundo Moret y su Instituto de Reformas Sociales. Así el Código de Trabajo de 1926 que regulaba los contratos, tribunales laborales y los accidentes, el subsidio a familias numerosas del mismo año, el seguro de maternidad de 1929, el apoyo a los emigrantes y la mejora en el régimen de clases pasivas. Llevó a cabo la construcción de escuelas, hospitales y se aprobó el descanso nocturno a las mujeres trabajadoras. En 1926 se creó la Organización Corporativa del Trabajo para la regulación de los problemas laborales. Se organiza en Comités paritarios en cada uno de los cuales el número de obreros y patronos era idéntico a imitación del modelo italiano, tutelado por el Estado. La propia UGT llegó a colaborar permitiendo que Largo Caballero entrara en el Consejo Nacional del Trabajo. El resultado final es un incremento del grado de monopolio del Estado y una mayor rigidez en la estructura productiva del que son ejemplo las normas para la ordenación minera con el Instituto de estructuración minera al igual que en la industria algodonera y en la resinera, marcaron una clara política intervencionista.

En el año 1929, el desplome de la bolsa vino acompañado de manifestaciones estudiantiles, oleadas de huelgas provocada por el desplome de la peseta, la crisis financiera y la inflación. Presionado por el ejército y la oligarquía financiera solicitó el apoyo del Rey quién aplazó su respuesta. El 27 de enero de 1930 presentó su dimisión al monarca que ya realizaba gestiones para sustituirle. Se despide del país con otro manifiesto y se va a París, donde murió semanas más tarde.

La burguesía catalana que le aupó, estando Primo de Rivera de Capitán General en Cataluña, le dejó caer por considerarle demasiado intervencionista, obstaculizando sus negocios privados.

Francisco Franco

Durante los treinta y nueve años de su permanencia, el Régimen de Franco fue adaptándose a las diferencias coyunturas internacionales con las que tuvo que convivir; desde el alineamiento con el fascismo durante los primeros años de la II Guerra Mundial, al neutralismo de final del conflicto. Desde el aislamiento de la posguerra hasta que la guerra fría (Berlín, 1948) permitió a la Dictadura salir a flote, ser reconocida y apoyada, sobre todo por EE.UU. (1952).

La gran habilidad de Franco ha sido la de garantizar el equilibrio entre los grupos que le apoyaron, apartando en cada momento los posibles despuntes de una y otra fuerza que tendiesen a transformarse en figuras políticas de altura y que pudiesen romper el equilibrio constituido: Falange, Tradicionalismo, Democracia Cristiana, Ejército, Opus Dei. Precisamente la sucesión de los gobiernos podemos tomarla como eje central de la dinámica histórica de la era de Franco. En ella se pueden analizar las combinaciones de fuerzas políticas presentes en la capa conjuntiva del Estado. Se aprecian a lo largo de ellas las expresiones ideológicas del régimen, por ejemplo, la de prensa y libertad religiosa aparecida en la última fase del desarrollo histórico del régimen de Franco.

Etapas:

Política económica ligada a la evolución política

1. 1936-1951. A ella pertenecen, en primer lugar, el Fuero del Trabajo (1938), que consiste en la proclamación de unos ciertos derechos y obligaciones sociales; leyes industriales (1939) y la creación del I.N.I. (1941) con la instauración oficial en España de la Autarquía Económica. Telón de fondo: II Guerra Mundial (1939-1945) y posguerra.

2. 1951-1956. Los primeros años coincide con la Guerra de Corea (1950 a 1953). Siguieron patente los síntomas autárquicos más significativos pero coincidieron con una cierta recuperación de la Renta Nacional que contrasta con el estancamiento económico global de los primeros años de la postguerra. Al propio tiempo se apreció mayor estabilidad de precios durante cuatro años para desencadenarse al final una nueva inflación que demostraba que la autarquía estaba prácticamente agotada. Sobre todo, se pudo llevar a cabo el cambio porque empezaron las relaciones con el exterior, en especial desde 1952, con EE. UU.. Esto demuestra que la Autarquía no fue una decisión interna voluntaria sino la obligación ante el aislamiento por parte de las potencias extranjeras.

3. 1957-1959. Es la más breve y cubrió tres últimos trimestres del 57, todo el 58 y primer semestre del 59. Estos dos años fueron de búsqueda de un nuevo equilibrio, de planteamiento de una liberalización económica que finalmente se traduce en el plan de estabilización de 1959.

4. 1959-1961. Comenzó con la puesta en marcha del plan de estabilización y a partir de esa fecha se inicia la quinta etapa.

5. 1962-1964. Entra en funcionamiento el primer plan de desarrollo, inicio de la quinta y última fase de planificación indicativa.

Política Agraria

En el caso de las zonas rurales se acometieron las siguientes iniciativas:

– Política para zonas de agricultura minifundista a cargo del organismo Servicio Nacional de Concentración Parcelaria y Ordenación Rural (S.N.C.P.O.R.).

– Acometer la repoblación de áreas despobladas forestalmente y fijar orientaciones que crear una economía de montaña a cargo del Organismo Patrimonio Forestal del Estado (P.F.E.).

– En general la finalidad era crear nuevas redes de riegos (construcción de pantanos), zonas repobladas y concentradas, es decir, la labor que ha venido haciendo el Instituto Nacional de Colonización -I.N.C.-.

– Otros organismos fueron el Servicio Nacional del Trigo de 1937, que se transformó en Servicio Nacional de Cereales (1964) y desde 1971 en Servicio de Productos Agrarios. Construcción de Silos. “A parte de los grandes terratenientes, hay que considerar la amplia muchedumbre de 2.5 millones de pequeños y medianos agricultores. Si los grandes terratenientes han sido, desde 1939 un sólido apoyo del Régimen, los millones de pequeños agricultores –una gran parte también a tiempo parcial– no lo han sido en menor medida”. Ramón Tamames “La República y la era de Franco”. Alianza Universidad, 1973, pág. 375. También se crea la Comisaría General de Abastecimiento y Transporte para el apoyo a precios internos de aceite, carne y huevos principalmente. Y por último el FORPA centraliza las operaciones de financiación de las cosechas y el sostenimiento de los precios.

Política Industrial

Hay que recordar que el I.N.I. (Instituto Nacional de Industria) había sido creado el 1941 pero su actuación no tuvo un enfoque claro en el plano espacial, es decir no muestra, en principio, la finalidad de compensar desequilibrios interregionales al estar marcada por una rigidez de localización. Por ejemplo, INSIDESA estableció su siderúrgica en Avilés a pesar de que Asturias, en aquel entonces (1950-1956), era una de las provincias con mayor nivel de renta per cápita. Razones: tener el carbón asturiano y con la intención de aprovechar los minerales de bajo contenido calorífico de Lugo. La empresa nacional Calvo Sotelo creó su complejo de Puertollano en función de los yacimientos de pizarra bituminosa de aquél área (1950-1952). Seat fijó su fábrica en Barcelona, también una de las provincias más ricas por las siguientes razones: disponibilidad de mano de obra cualificada de la región más industrial de España y también por ser el puerto más próximo a su casa matriz, la Fiat en Turín. REPESA (1942-1950) implantó su refinería en Cartagena por ser puerto mediterráneo alejado de la frontera francesa y bien situado respecto de los yacimientos de crudo de Oriente Medio. En Asturias, Barcelona y Madrid se ha localizado en torno al 50% de las inversiones totales del I.N.I..

Se lleva a cabo un plan de inversiones públicas del tipo de Plan Badajoz (1953), de Jaén (1954) con el propósito amortiguador de los desequilibrios de rentas interprovinciales, a pesar de que les faltase articulación suficiente entre la puesta en regadío y su industrialización.

Sistemas de planes de desarrollo (1962-1967). Este primer plan supondrá la aparición de polos de promoción y desarrollo industrial. Desde esa fecha a 1972 (segundo plan) se crearon lo polos Burgos y Huelva y de desarrollo en Vigo, Coruña, Valladolid, Zaragoza y Sevilla. Critica: sin ordenación previa del territorio y no inserción en programas regionales.

Se abandona la política de polos y el tercer plan de desarrollo (1972-1975) son sustituidos por acciones más diversas:

– Actuación sobre grupos de núcleos urbanos: en veinte ciudades de tipo medio con acciones urbanísticas urgentes y sobre todo se abordan los graves de infraestructuras.

– Acciones en medios rurales: selección de 286 cabeceras de comarcas, planes de electrificación rural, vías provinciales, abastecimiento de agua.

– Zonas turísticas (18); expansión industrial, comarcas de acción especial y planes específicos como el de Badajoz y Jaén, que en este caso aborda la región del Segura, Campo de Gibraltar y Tierra de Campos.

Régimen político

En la trayectoria política del Régimen, es fundamentalmente la historia en torno a su poder ejecutivo, de hegemonía absoluta del Jefe del Estado, protagonista desde 1936.

Entre 1936 y 1940 se sientan las bases que configuran el Régimen:

– Septiembre 1936: Junta de Defensa Nacional que le nombra Jefe de Gobierno del Estado Español.

– Septiembre 1936: Prohibición de Partidos.

– Marzo 1937: Ley de Primacía de combatientes en la Administración

– Abril 1937: Partido Único: Movimiento. Unificación de FET y de las JONS.

– Agosto 1937: Jefe Nacional del Movimiento.

– Marzo 1938: Fuero del Trabajo.

– Abril 1938: Ley de Prensa.

El Consejo Nacional del Movimiento fue un Órgano corporativo deliberante que de tiempo en tiempo se reunía para escuchar a su Jefe Nacional, el Caudillo, o al Secretario General del Movimiento. Fue creado el 10 de octubre de 1937, único órgano hasta que en el año 1942, ante el comienzo del declive de las fuerzas del Eje, aconsejaba el comienzo de una institucionalización política para crear una mayor representatividad. De ahí la aparición de las Cortes (17 de Julio 1942). Fueron organizados por decreto el 31 de Julio de 1939. Debían reunirse, por lo menos, una vez al año (16 de Julio) para examinar: la estructura del Movimiento, la del Estado, la organización de los sindicatos y las cuestiones nacionales e internacionales de importancia a que le sometiese el Jefe Nacional. También tenía su papel en cuanto a la Sucesión. En el artículo 42 de FET y de las JONS se decía textualmente: “El Caudillo designará secretamente a su sucesor, el cual será proclamado por el Consejo en caso de muerte o incapacidad física. Este Órgano superior se puede definir como una Cámara Alta o Cámara de las ideas, de carácter colegiado. Se reunían en el antiguo colegio de la Encarnación, edificio del siglo XVI destinado a albergar a la Cámara Alta (Senado) en el siglo XIX. Está ubicado en la Plaza de la Marina Española en cuyo centro se alza un monumento dedicado a Cánovas del Castillo (curiosidad: al lado está el Palacio de las Rejas, residencia de María Cristina esposa de Fernando VII cuando venía de Paris con su segundo marido, Fernando Muñoz, Duque de Riansares.

Las siete leyes fundamentales:

1. Fuero del Trabajo (1938).

2. Ley Constitutiva de Cortes (1942).

3. Fuero de los españoles (Marzo 1945).

4. Ley del referéndum (1945)

5. Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947). ”La Jefatura del Estado corresponde al Caudillo de España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos, Don Francisco Franco Bahamonde (artículo 2).

6. Principios del Movimiento Nacional (1958).

7. Ley Orgánica del Estado (1966).

Fuero del Trabajo (1938)

Encargado de litigios laborales, organización de empresa, de la propiedad, Seguridad Social, organización sindical. También de la retribución de los trabajadores con la aparición de convenios sindicales (1958).

En la Jurisdicción laboral el mayor volumen está dedicado a los despidos: la estabilidad en el empleo será la norma de oro (no despido libre), compensando la falta de libertad para sindicatos autónomos. En cuanto a la organización de la empresa aparecen los Jurados cuando hay más de cincuenta trabajadores (1947, aunque funcionarán en 1953).

Seguridad Social (1943 - José Antonio Girón: Seguro Obligatorio para enfermedad, maternidad, vejez e invalidez, accidentes, enfermedades profesionales, previsión social agraria y desempleo), tuvo restructuración con la ley de bases de la Seguridad Social de 1963.

Organización Sindical (1940): basada en la unidad sindical: Los sindicatos verticales en los que empresarios, técnicos, trabajadores están obligatoriamente encuadrados en los sindicatos bajo la jerarquía de Falange.

La retribución fue evolucionando, aunque con gran lentitud, desde las reglamentaciones de trabajo y los convenios colectivos sindicales (1958) con su revisión parcial de 1962 y los métodos de represión de las actividades no legales (huelgas) para conseguir aumentos salariales.

Ley de Cortes (1942)

Órgano deliberante puesto que los proyectos de ley se discuten en comisiones y se sancionan por el Jefe del Estado para convertirse en leyes. Se producen reajustes en 1966.

Los Procuradores son en su mayoría natos o designados por el ejecutivo (40 de Ayete, localidad de veraneo donde designaba a esos procuradores).

Proceden en su gran mayoría del Consejo Nacional con las dos funciones, Consejeros y Procuradores.

También se extraen de la organización sindical, de las corporaciones locales (Alcaldes de las capitales de provincias), de los Colegios Profesionales y desde 1966 hay representantes familiares.

Fuero de los españoles (1945)

Promulgado en circunstancias de política exterior muy amenazadora para el Régimen y por eso se intentó cubrir la falta de un sistema de derechos que no existía desde 1936 al quedar suspendida la constitución de la 2ª República, puesto que de iure nunca se ha derogado. Es una carta de principios, derechos y obligaciones y pueden apreciarse vestigios o repeticiones de los veintiséis puntos de FET y de las JONS y los dieciséis del Fuero del Trabajo. Hacía falta pues algo más parecido a lo que los anglosajones llaman “Bill of rights” (relación de derechos).

Ley de Referéndum nacional

La democracia orgánica establecida por la Ley de Cortes de 1942 resultaba insuficiente en 1945. Era necesario ofrecer la idea de que funcionaba el sufragio universal y por eso esta ley de octubre de 1945. Se aplicó en dos ocasiones: en 1947 para sancionar la Ley de Sucesión y la segunda en 1966 respecto a la Ley Orgánica del Estado.

Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947)

En esa fecha los países anglosajones y especialmente EE. UU. habían dado muestras evidentes de que, en ningún caso intentarían el derrocamiento de Franco. Parecía necesario formular un nuevo estatus jurídico y poner a prueba la Ley de Referéndum Nacional:

a) España… es un Estado católico, Social y representativo que, de acuerdo a su tradición, se declara constituido en Reino.

b) El Jefe del Estado se reserva el derecho a designar sucesor y queda legalmente garantizada la continuidad personal del Caudillo. En 1969 designó como su sucesor, a título de Rey, a Don Juan Carlos Borbón y Borbón y para completar sus designios se crearon dos nuevos Consejos: El de Regencia y el del Reino y se completa con la Ley Orgánica del Estado de 1966 disponiendo que en lo sucesivo el Presidente de Gobierno será designado por el Jefe del Estado a propuesta de una terna del Consejo del Reino, cuyo mandato se fija en cinco años.

Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958)

Franco promulgó esta ley personalmente y sin previa deliberación en Cortes. Su intención, parece, es la de tranquilizar a los nostálgicos, alarmados por los visos que se empezaban a vislumbrar con los últimos estertores de la autarquía y pugnas en los grupos de poder a raíz de la entrada de López Rodó (Opus) de la mano de Carrero Blanco.

Ley Orgánica del Estado (1966)

Con la función de coordinar los textos legales anteriores y dejar franca la vía en el proceso que se ha dado en llamar Constitución Española Abierta.

Destacamos como novedades:

1. Separación de los cargos de Jefe de Estado y Presidente del Gobierno.

2. Plena inserción de las Fuerzas Armadas dentro del sistema constitucional español con garantías de integridad territorial, Seguridad Nacional y Defensa del Orden Institucional.

3. Posibilidad de crear Asociaciones de acción política.

En el año 1972 vieron la luz dos nuevas medidas: La primera aclarando que el sucesor, a título de rey, entraría en funciones automáticamente y que el vicepresidente del gobierno, entonces en el cargo, pasaría a ser presidente. La segunda se refiere a solventar posibles desacuerdos entre Gobierno, Cortes y Poder judicial.

Gobiernos:

Los colaboradores gubernamentales de los ocho gobiernos que presidió Franco, por él designados, se integran en las fases que marcan su mandato.

1. El Gobierno de Burgos (Pro-Eje: Alemania, Italia, Japón) de febrero de 1938 a agosto 1939, durante la Guerra Civil española (1936-1939). En él figuran tres militares, tres falangistas, tres técnicos y dos monárquicos alfonsinos. Destacamos la presencia de Serrano Suñer en Interior (Gobernación en 1939). El personaje fue figura dominante en la escena política hasta 1942 en que el inicio del declive alemán cambia el rumbo en política exterior.

El 23 de octubre de 1940 se había producido una entrevista en Hendaya, entre Franco y Hitler. “La neutralidad española en la segunda guerra mundial sería ensalzada durante los siguientes 30 años como el logro más grande de Franco. Sin embargo, éste evitó finalmente la guerra no por una gran habilidad o intuición, sino por una fortuita combinación de circunstancia, de las cuales fue una buena parte un espectador pasivo: el desastre de la entrada de Mussolini en la guerra, que alertó al Führer contra otro aliado pobre; luego la negativa de Hitler ante el alto precio que el Caudillo solicitaba por su beligerancia; y, en definitiva, el hábil uso que los diplomáticos aliados hicieron de los escasos recursos alimenticios y de combustible en una España económicamente devastada”. (Paul Preston, Franco “Caudillo de España”, Barcelona 1993, pág. 659). Por encima de todo, la neutralidad de Franco se debió a la calamitosa situación económica y militar de una España hecha añicos por la Guerra Civil, desastre del que el Caudillo obtuvo enorme provecho.

Añadir que en 1941 se crea RENFE.

2. Gobierno de Neutralidad y no Beligerancia (1939 a 1945). Con tres militares, tres falangistas (Serrano Suñer en Gobernación), dos tradicionalistas, uno de Acción Católica en Educación, José Ibáñez Martín (11 años) y permanece el técnico Peña Boeuf. El Ministerio de Defensa se divide en tres departamentos: Ejército, Marina y Aire y para su coordinación se crea el Alto Estado Mayor vinculado a Jefe del Estado. Se puede ir apreciando una cierta cuota de grupos por Ministerios: Agricultura, Trabajo y Secretaría General del Movimiento para falangistas; departamentos bélicos para los propios militares; Justicia para los tradicionalistas; Educación para los católicos. Hacienda, Obras Públicas e Industria y Comercio para técnicos, generalmente vinculados a Franco desde el punto de vista personal.

Ante el poder creciente de Serrano Suñer hubo un reajuste en la primavera de 1941, introduciendo cambios: en Gobernación Serrano Suñer es sustituido por un militar, Valentín Galarza. En Agricultura aparece Miguel Primo de Rivera (FET) y en trabajo José Antonio Girón (FET, 16 años), brazo derecho de Franco para la política social,

Hay un segundo reajuste de gobierno en agosto de 1942 a raíz del incidente en el Santuario de la Virgen de Begoña (Vizcaya), en donde estalla una bomba. Al parecer Serrano Suñer y cuadros falangistas organizan una provocación aprovechando que los tradicionalistas (Fal Conde) habían apoyado públicamente a Alemania y exigían la adhesión a la misma, antes de su entrada en la URSS. Su objetivo era mermar el contenido falangista a la contribución militar del Eje (División Azul) y, aunque hubo entrada de requetés, no fue masiva y su nombre final fue “División Española de Voluntarios”. Serrano Suñer fue cesado de todas sus funciones.

El reajuste de gobierno, además de este cese también tuvo otros cambios: Serrano Suñer será sustituido por un técnico, Blas Pérez González, Catedrático de Derecho Civil que, al frente de Gobernación, reorganizó el control político y social interno. En Asuntos Exteriores estará el militar Conde de Jordana y otro en Ejército, el General Asensio (Tradicionalista). La Falange comenzó a ser funcionarizada. Aún hubo otros dos retoques antes de 1945. En Justicia se nombrará a Aunós, Ministro con Primo de Rivera y, tras la muerte de Jordana será el General Berenguer el nombrado para Exteriores; maurista, embajador en Francia donde actuó como intermediario en las conversaciones del armisticio franco alemán de junio de 1940.

 

3. El gobierno de la autarquía (1945-1951):

Hay tres grupos políticos: Militares, Católicos y Falange. Los primeros son cuatro, dos católicos, Martin Artajo en Exteriores y en Educación sigue Ibáñez Martín. De Falange hay otros dos nombres, continuando en Trabajo José Antonio Girón; el resto son cuatro militares y cuatro técnicos, desapareciendo los monárquicos después de la entrevista en Estoril con Don Juan en donde se atisba un regreso inviable. Artajo situó a Ruíz Jiménez, católico, en Roma y a Castiella, católico también, en el Vaticano, como embajadores.

Hasta julio de 1951 hubo incertidumbre en el extranjero (Berlín 1948, Guerra Fría) y en el interior aparece el problema de los maquis republicanos, relativamente activos en los Pirineos (Valle de Arán) y se crea el SEU universitario. Por otra parte fue la época del hambre (cartillas de racionamiento, economatos) por efecto autárquico, solo amortiguado con los acuerdos concluidos con la Argentina de Perón; aparece el estraperlo y hay episodios huelguísticos en Barcelona y Madrid.

4. Julio 1951, Febrero 1957

La Subsecretaria General de Presidencia del Gobierno pasaba a tener rango de Ministerio, dirigido por Luis Carrero Blanco; continua en Asunto exterior Martin Artajo (AC), en Gobernación estará el técnico tradicionalista Blas Pérez González y Girón en Trabajo. Aparece Ruiz Jiménez en Educación (Plan de Estudios) y se crea el Ministerio de Información y Turismo. Los católicos presentaban por primera vez las premisas para un posible entendimiento nacional, mientras el SEU empezó a desmoronarse. Ruíz Jiménez, a través de Laín Entralgo, influido a su vez por Dionisio Ridruejo con estrechos contactos en la Universidad, consiguió la organización del Congreso de Escritores Jóvenes de inspiración liberal y socializante, llegándose a un equilibrio entre católicos y falangistas.

En el año 1953 Martín Artajo proporcionó al régimen dos de sus más sonoras actuaciones: los acuerdos con el Vaticano y con EE. UU., que representaron una definitiva consolidación exterior del Régimen y la puerta para acceder al ámbito de los Organismos Internacionales. EE. UU. coloca las bases en Rota, Morón, Torrejón… Su objetivo será la defensa propia y tener un baluarte anticomunista ante el avanza de la URSS en el este de Europa, además del control del Mediterráneo.

En 1952 se había acabado el racionamiento y desde esa fecha y hasta 1963 llegaron de EE. UU. mil doscientos millones de dólares, cifra pequeña comparada con el plan Marshall de la postguerra mundial para la reconstrucción de Europa.

En Enero de 1956 empieza a fraguarse en Madrid un movimiento en pro de un Congreso Libre de Estudiantes, con Dionisio Ridruejo, enlace entre lo mejor de las antiguas generaciones falangistas y las nuevas promociones. Ante la solicitud se produjo una fuerte reacción de los dos grupos en disputa, Falange y Opus Dei. Durante una manifestación, actúa la fuerza pública y se produce la muerte de un joven falangista con un tiro en la cabeza. Las medidas a tomar son extremas: Suspensión del Fuero de los Españoles, detención gubernativa de siete personas conocidas, per se o por adscripción familiar, como prohombres del Régimen: Miguel Sánchez Maza, Dionisio Ridruejo, J.M. Ruiz Gallardón, Gabriel Elorriaga, Enrique Múgica, Javier Pradera y Ramón Tamames. Declaración del Estado de Excepción y cese de dos ministros responsables Raimundo Fernández Cuesta por el  SEU y Joaquín Ruíz Jiménez por la Universidad.

5. Plan de Estabilización 1957-1962: Huelgas en Navarra, Vascongadas, Cataluña, Madrid. 1958 Ley de Convenios colectivos. Se estaba poniendo a prueba todo el sistema de economía autárquica.

A destacar: Subsecretario de Presidencia Luis Carrero Blanco y con él otros cinco militares como Camilo Alonso Vega en Gobernación y un monárquico que será el General Jorge Vigón. En Exteriores Fernando María Castiella de AC, un tradicionalista en Justicia, Antonio Iturmendi y entre los falangistas Fermín Sanz Orrio sustituye a Girón en Trabajo; hay dos del Opus Dei y cuatro técnicos. López Rodó irá consiguiendo poder de penetración en los departamentos a través de la oficina de Coordinación y Programación Económica; la tarea del Opus será conseguir la estabilización económica y la apertura comercial con el exterior. Para ello se creó, por Decreto, el cargo de Comisario del primer Plan de Desarrollo (1962) con categoría de Subsecretario Adscrito a la Presidencia del Gobierno y su titular será Laureano López Rodó para la coordinación de la política económica.

Se produce un cambio de generación y también asistimos a la reunión en Múnich (1962) donde se celebra el Congreso del movimiento europeo (contubernio) al que asisten 118 delegados españoles representantes de todos los partidos, excepto el PCE, expresamente rechazado. La opción de Franco será la del destierro o exilio y, aunque recibió a un comité del Congreso, no hubo cambio en su decisión; las huelgas generalizadas en la primavera de 1962, traen consigo un reajuste de gobierno.

 

6. 1962 a 1965: Durante esta época España se coloca como décima potencia mundial. En el cargo de vicepresidente (recién creado) está Agustín Muñoz Grande y sigue Carrero Blanco como Subsecretario de la Vicepresidencia; a estos dos militares se suman los que dirigen otros cuatro ministerios: Gobernación, Ejército, Marina, Aire y Obras Públicas. En Asuntos Exteriores sigue Castiella (AC) y el Opus consigue cinco carteras destacando López Bravo en Industria, Mariano Navarro Rubio en Hacienda y Lora Tamayo en Educación; completan el Gobierno dos tradicionalistas, cinco falangistas y cuatro técnicos. Destacamos la presencia de Manuel Fraga Iribarne en el Ministerio de Información y Turismo, recién creado;“la sustitución de Areces en Vivienda por Sánchez Arjona significaba el definitivo desguace político de los más altos directivos falangistas porque Solís se preocuparía mucho más de la vía sindical que de la Secretara General del Movimiento”. (Paul Preston, opus cit. pág. 925) López Bravo en Industria se ocupó de la libre instalación, ampliación y traslado de industrias dentro del territorio nacional y se establecerán mínimos de capacidad para la instalación de nuevas industrias, así como una activa labor de salvamento de empresas deficientemente organizadas; como ejemplo el concierto del Ministro con Altos Hornos de Vizcaya. Terminó por relegarse al INI a una posición secundaria en favor de las empresas privadas.

En Educación Lora Tamayo cambió el nombre del Ministerio por el de Educación y Ciencia, crea la figura del Profesor Agregado y los tres niveles de dedicación: normal, plena y exclusiva. En Trabajo es nombrado Romeo Gorria, oficialmente falangista pero que venía de una empresa de publicidad claramente influenciada por la Obra. Completó la ley de convenios colectivos para resolver, mediante laudos del Ministerio del Trabajo, las situaciones de no entendimiento entre las partes. Crea un programa de promoción obrera (PPO) para la Formación Profesional con mayor eficiencia que la FPA de la Organización Sindical. Asimismo introduce cambios en la Organización de la Seguridad Social con falta de eficiencia por exceso de burocratismo.

Por otra parte aparece la revista de Occidente (José Ortega Espotorno), Cuadernos para el Diálogo (Ruiz Jiménez, 1964) y la revista Triunfo.

 

7. 1965-1969. Compuesto por cinco militares que fueron cuatro desde 1967 en que Muñoz Grande cesó como vicepresidente y fue asumido el cargo por Luis Carrero Blanco quién siguió además como Subsecretario de la Presidencia; Continua Castiella en Asuntos Exteriores y Federico Silva Muñoz en Obras Públicas. El Opus Dei obtiene siete ministerios, entre ellos, el de Educación porque sigue Lora Tamayo, López Bravo en Industria y como ministro sin cartera estará Laureano López Rodó mientras uno de los cesados, Navarro Rubio, se encargará de la Gobernación del Banco de España.

Silva Muñoz representa una personalidad nueva a destacar; como miembro de Acción Católica estuvo cinco años al frente de Ministerio de Obras Públicas; puso en marcha el Plan Nacional de Autopistas españolas de peaje; la Red de Itinerarios asfálticos para homogeneizar el firme y el ancho de las principales carreteras como la del Mediterráneo y algunas transversales, aunque presentará alguna inconveniencia: algunos segmentos pronto resultaron insuficientes, siendo necesario yuxtaponer las costosas autopistas de peaje y, por otra parte, el deseo de su pronta terminación, en pocos años estarán afectadas por vehículos de gran tonelaje.

En materia ferroviaria, se llevará a cabo la terminación de tres tramos que, desde la dictadura de Primo de Rivera y la II República, tenían realizada gran parte de la inversión: Madrid-Burgos, Santander-Mediterráneo y Baza-Utiel.

Otro proyecto puesto en marcha fue el trasvase Tajo-Segura (1967), cerrado en la actualidad y sustituido por desalinizadoras, siguiendo el plan de Cristina Narbona, Ministra de Rodríguez Zapatero y actualmente Presidenta del P.S.O.E.. Fue concebido y construido por Lorenzo Pardo, en la dictadura de P. de Rivera, e inaugurado el 1979 por Garrigues Walker, diputado por Murcia. Silva Muñoz estaba aislado dentro de un gobierno monopolizado por el Opus, y afectado su prestigio por el caso Matesa, prefirió dimitir, aceptando la presidencia de Campsa.

El Gobierno llevó a cabo otra labor de institucionalización del Régimen como fue la promulgación de la Ley Orgánica del Estado (1966) que dio coherencia a las leyes fundamentales y será aprobada en referéndum el 14 de diciembre de 1966. Ese mismo año se promulga la Ley de Prensa de Manuel Fraga y finalmente Franco procede a designar a Juan Carlos de Borbón como su sucesor a título de Rey (22 de julio de 1969).

Hay que destacar en este gabinete, como causa de inestabilidad, dos hechos importantes: la declaración del estado de excepción en enero de 1969 y el estallido del caso Matesa en julio del mismo año. Como tercer asunto menos importante el propósito del OD de controlar totalmente el Estado en un proceso de involución política suspendiéndose todos los derechos fundamentales de libre expresión, residencia, reunión y no registro domiciliario, 72 horas de máxima detención y restablecía la censura previa de prensa. La causa: episodios y manifestaciones estudiantiles; entrada de la fuerza pública en el recinto universitario; las manifestaciones eran de crítica a las instituciones (mayo 1968).

Caso Matesa (Maquinaria Textil del Norte de España). En el debate aparece lucha por el poder dentro del gobierno. Fraga, Solís, Nieto Antúnez y Castiella e incluso Silva se proponían (aprovechando el caso) desbancar a socios del OD. Matesa basaba todo su negocio en la explotación de la patente francesa del telar de lanzadera “Iwer” adquirida para su perfeccionamiento industrial con vistas a una masiva exportación mundial de máquinas. Matesa hizo un uso fraudulento de todos los fondos de Fomento a la exportación y del Crédito oficial: el Banco de Crédito Industrial era acreedor de Matesa en 9.655 millones de pesetas. Devengadas además 540 millones por desgravación fiscal sumaba un monto de diez mil ciento noventa y cinco millones de pesetas. A cambio, la Administración recibiría 20.381 telares. Únicamente se vendieron en firme 2.381 y el stock de 8.315 se quedaron en poder de las filiales exteriores de Matesa en gastos propios de directivos, adquisición de empresas filiales en España, préstamos a empresas no vinculadas a Matesa con exportación no autorizada para su retorno a España en forma de divisas como justificación de exportaciones para poder mantener el ciclo de créditos de BCI. Se destapó el 17 de julio de 1969 cuando el director general de Aduanas presentó una denuncia contra Joan Vila Reyes al frente de la operación e hizo saltar el asunto a las primeras páginas periodísticas.

En definitiva, era un caso de subvenciones a la exportación concedidas a una empresa fraudulenta.

 

8. 1969-1975: La crisis de Matesa tuvo como consecuencia final el cambio de gobierno (9 octubre 1969).

Sigue como vicepresidente Carrero Blanco y con él otros cuatro militares, entre ellos el de Gobernación. Dos de Falange; en Trabajo, Licinio de la Fuente y Torcuato Fernández Miranda dirigiendo la secretaria general del Movimiento. El resto son miembros del OPUS, destacando a Gregorio López Bravo en Exteriores y, al frente del Plan de Desarrollo a Laureano López Rodó.

1973: asesinato de Carrero Blanco (20 diciembre), asesor y hombre de máxima confianza de Franco que ha dirigido el Régimen desde el principio a través de la Subsecretaria General de Presidencia del Gobierno, al menos, desde la caída de Serrano Suñer.

En el desarrollo político y social del período presentado tenemos que constatar los siguientes hechos significativos.

En 1956 (huelga de estudiantes y caída de Ruiz Giménez en Educación); la oposición compuesta por nueva generación, salía a la luz, alejada de los planteamientos de los dirigentes del exilio. El movimiento sindical clandestino se iba formando a través de asociaciones católicas de base con fuertes influencias comunistas y habían ido ganando terreno con su táctica de presentarse a las elecciones sindicales e ir ocupando posiciones en los sindicatos verticales. El PCE, tras superar una fuerte crisis interna prosoviéticos/cristianos por el socialismo, renovó sus estructuras en 1956, dando entrada a los dirigentes más jóvenes como Claudín o Carrillo, que comenzaron a tejer una red de activistas en el interior.

Los dirigentes falangistas con Arrese como Secretario General del Movimiento, tenían entonces gran influencia en el gobierno y pasaron a la ofensiva para poder conseguir un aumento de poder para el partido. Quedaban dos leyes: La referente al Movimiento y la de Gobierno. José Luis Arrese presentó un proyecto por el cual el Secretario General de aquel podría vetar decisiones de ministros y el Consejo Nacional tendría facultad de poder cesar el Gobierno. Las demás familias pusieron el grito en el cielo y en especial la Iglesia (Tarancón). Franco procedió a remodelar el Gobierno (1957-1962). De él desaparecían los dos más notorios falangistas: Arrese y Girón pero, para compensar fueron nombrados Martín Artajo, en Exteriores, que se les había opuesto y Camilo Alonso Vega, hombre duro del Régimen, en Gobernación. Los cambios fundamentales se producirán con la llegada de dos tecnócratas del Opus: Navarro Rubio y Alberto Ullastres y la figura de Laureano López Rodó.

Ya hemos citado que en la década de los 50 se inicia el reconocimiento del régimen en el exterior con el aldabonazo de EE. UU. que supuso además una cierta contribución económica para aliviar la temida autarquía a la que se veía obligado el Régimen. Con ello el Plan de Estabilización (1959) fue el primer paso para iniciar el desarrollo de los 60 en la que España solo fue superada por Japón. Se trataba de liberalizar la economía mediante la supresión de trabas burocráticas; supuso la reducción de salarios y del dinero en circulación, recorte del gasto público y la apertura a las inversiones internacionales. Vino, además, acompañado del éxodo masivo del campo a la ciudad y hacia el extranjero (con contratos de trabajo). Ello permitiría la llegada de divisas que equilibraría la balanza de pagos y la deuda pública. La década de los 60 fue también la del baby boom (matrimonios al finalizar la guerra civil) impulsada por una política natalicia como pluses salariales, gratuidad de Educación y Sanidad, Premios de natalidad. Se tomaron además otras medidas gubernamentales como la de multiplicar el número de escuelas e institutos, entre otras razones porque el desarrollo económico exigía aumentar la formación media en los trabajadores. En 1975, el 70% de los alumnos de Enseñanza Primaria y Media estudiaban en centros públicos y desde finales de la década de los 60 también la Universidad se masificó, gracias a un potente sistema de becas acompañadas de un buen expediente académico.

Desde 1963 con la ley de bases de la Seguridad Social, el Estado asumió todas las prestaciones sociales y sanitarias; el crecimiento permitió extender la red de hospitales, como La Paz en 1964, 12 de Octubre, el 2 de octubre de 1973 y cubrir prestaciones por enfermedad, jubilación y desempleo.

Hubo cambios también en la política de viviendas (Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao) extendiéndose como áreas metropolitanas y absorbiendo barriadas, suburbios y pueblos periféricos.

En otro orden de cosas se inicia un lento pero continuo incremento de la población activa femenina que en 1970 era un 20%. Estamos ante la aparición del turismo y medios de comunicación; en 1958 comenzó sus emisiones la Televisión estatal y al año siguiente había ya 30.000 receptores y medio millón en 1965.

Al terminar la década, la luz eléctrica llegaba a casi todo el país y una gran parte de hogares tenían teléfono, frigorífico y lavadora. El símbolo de la época fue el coche 600 que, a comienzos de los 70, se tradujo en el veraneo en las zonas playeras.

Aparecerán también tensiones nacionalistas: En 1959 aparece ETA desgajada del PNV; en 1960 fue detenido Jordi Pujol por distribuir panfletos antifranquistas en catalán. Ejecución del dirigente comunista Julián Grimau, dirigente del PCE, en 1963 y en 1964 oleada internacional de protestas. Se crea Fuerza Nueva de Blas Piñar, formada por el sector inmovilista. En 1970 hubo presiones internacionales para que fueran conmutadas las penas de muerte dictadas en el proceso de Burgos: 16 miembros de ETA, nueve condenas de muerte, finalmente conmutadas por cadena perpetua. En 1973 aparece el FRAP y en el verano de 1975 fueron juzgados miembros de ambos con doce condenas a muerte, de las que cinco son ejecutadas acompañadas de nuevas oleadas de protesta (Olof Palme, Primer Ministro Sueco, asesinado pocos años más tarde).

En julio de 1974 con Franco hospitalizado por tromboflebitis asumió el cargo el Rey Juan Carlos y hubo dos atentados de ETA, el más sonado el de la cafetería Orlando de Madrid y el 13 de noviembre del año siguiente con Franco hospitalizado de nuevo se produce la Marcha Verde (Hasan II), que trae como resultado la entrega del Sáhara, violando los acuerdos de tutela de la ONU. El 20 de noviembre moría Franco.


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