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El Catoblepas, número 51, mayo 2006
  El Catoblepasnúmero 51 • mayo 2006 • página 10
Política

El mito de la Izquierda Castellana

José Manuel Rodríguez Pardo

Informe sobre un partido político que opera en el antiguo Reino de Castilla, fundado por afines al socialismo vasco y simpatizantes del entorno de ETA

Izquierda Castellana

Como muchos recordarán, los días previos al cambio del año 1999 al 2000, se especuló, aparte de sobre ciertos mensajes apocalípticos que anunciaban el fin del mundo con un cambio de siglo que sólo llegaría con el 2001, con que los sistemas informáticos, debido a una falta de previsión técnica, entrarían en colapso total en lo que se dio por llamar Efecto 2000. Sin embargo, si hubo algún Efecto 2000 éste se produjo en la política española de modo muy sectorial, pues el 2 de enero del año 2000 nació un nuevo partido político denominado Izquierda Castellana. Una de sus fundadoras fue Doris Benegas Haddad, abogada hermana del militante del PSOE José María Benegas Haddad (a) Chiqui Benegas (Caracas, 1948), quien fuera dirigente de este partido en el País Vasco durante los años 80, cuyo mayor logro fue ganar las elecciones vascas del año 1987, aunque permitió que gobernase el PNV, el partido político del «gran amigo» de Felipe González y antiguo jesuita, Javier Arzallus.

Merece la pena conocer, aun sucintamente, la biografía de esta abogada tan estrechamente relacionada con el PSOE. Doris Benegas nació en Caracas en 1951, y al igual que su hermano José María, es hija de un exiliado de la guerra civil de origen vascón y de una venezolana. Sin embargo, pronto volvió a España junto con su familia y ya desde los 17 años se convirtió en antifranquista, dentro del movimiento feminista. Se licenció en Derecho en la Facultad de San Sebastián y participó en los años setenta en las luchas obreras siendo trabajadora de la empresa Fasa Renault asentada en Valladolid.

Fue represaliada y detenida en varias ocasiones así como condenada por pintadas en defensa del derecho al aborto, interviniendo como defensora de mujeres juzgadas por abortar en 1983 así como en casos de pederastia en Valladolid. En 1979 su despacho de Valladolid fue incendiado por militantes de extrema derecha Fue ponente en el 10º Congreso de Mujeres Abogadas de 1996. A día de hoy es militante en Izquierda Castellana y en el Colectivo feminista Mujeres Castellanas, así como fundadora de otras organizaciones de orientación feminista y de asistencia a mujeres maltratadas.

Doris Benegas, dada su biografía personal, acabó formando un partido político como Izquierda Castellana, que se constituyó en su forma actual en 2002 en Madrid, con la incorporación de la inicial Izquierda Comunera a una organización que incluía a Unidad Popular Castellana, Juventudes Castellanas Revolucionarias, Mujeres Castellanas y el Círculo Castellano de Toledo. El Partido Comunista del Pueblo Castellano (sección del Partido Comunista de los Pueblos de España en la comunidad autónoma de Castilla y León) también formó parte de Izquierda Castellana, pero posteriormente abandonó la coalición.

El objetivo principal de Izquierda Castellana es la consecución de una Castilla unida, superando la división de la nación castellana entre cinco comunidades autónomas, añadiendo así Cantabria y La Rioja a Castilla y León, y Castilla-La Mancha. Se autodenominan como socialistas y republicanos, haciendo suya la tradición comunera que reivindican cada 23 de abril en Villalar de los Comuneros. Esta día está considerado por organizaciones nacionalistas castellanas, como Izquierda Castellana y Tierra Comunera como el Día Nacional de Castilla, y oficialmente es la festividad de la comunidad autónoma de Castilla y León.

Sin embargo, los propios militantes de Izquierda Castellana consideran que el partido se inició el 2 de enero del año 2000, y no tras la coalición de 2002, y a ese efecto han celebrado su sexto aniversario de la siguiente manera:

Izquierda Castellana

IZCA, 6 años de vida. (miércoles, 04 enero 2006)
El dos de enero del año 2000, se celebraba en Madrid la Asamblea Constituyente de la IzCa, muchas cosas han pasado desde aquel entonces. En el Estado Español asistíamos a una tremenda ofensiva de la derecha fascista española que progresivamente iba ocupando todas las parcelas de poder y a punto estaba de conseguir una mayoría absoluta en las elecciones generales celebradas ese mismo año.
A nivel internacional el imperialismo estaba también en plena ofensiva estratégica y parecía que nada ni nadie en el mundo podía pararle los pies.
L@s militantes que participamos en aquella asamblea constituyente de IzCa ese dos de enero del 2000, en el inicio del siglo XXI, lo hicimos con la convicción de que el mundo podía y tenía que cambiar, que las dificultades serían muchas, pero las posibilidades de cambio también.
Y hoy el mundo esta cambiando de forma significativa, los movimientos de resistencia antiimperialista se han reforzado, la estrategia del imperialismo esta en crisis, lo cual no quiere decir que no le quede aún muchísima cuerda.
En el Estado Español los sectores sociales que exigen transformaciones de calado en el régimen vigente son muy importantes.
En Castilla en estos seis años hemos podido asistir a un incremento del sentimiento castellanista y progresista, muy especialmente en los últimos meses, que muy probablemente se verá impulsado de forma significativa a lo largo del 2006.
En el transcurso del 2005, el proyecto político que la IzCa representa, que se sintetiza en la lucha por la soberanía y la unidad territorial de Castilla, el avance en un sistema de poder popular y la solidaridad entre los pueblos, ha madurado.
Hemos mejorado en la comprensión de que sin movimientos sociales reales y autónomos, no hay posibilidad alguna de llevar adelante una transformación sería: política, económica y social en Castilla, que merezca tal nombre.
Hemos avanzado también en la comprensión de la importancia de la lucha de las mujeres, de la lucha de género y de la necesidad de su organización autónoma.
Nos queda mucho por aprender, nos queda mucho por avanzar, lo sabemos y aportamos a cada lucha en la que participamos todo lo que podemos, pero sobre todo participamos con la voluntad de aprender lo más posible de cada una de esas luchas. [...]

Izquierda Castellana se considera internacionalista, por lo que apoya diversos movimientos de construcción nacional tales como el que reivindica el terrorismo nacionalista vasco de ETA o el del terrorismo palestino de Hamas, siempre desde una perspectiva democrática y de soberanía de las clases trabajadoras. Como es natural, no parece muy normal que, sin precedentes claros, aparezca un nacionalismo fraccionario castellano, donde se supone que está el centro de la españolidad según la ideología actual («Castilla ha hecho a España y Castilla la ha deshecho», como bien señaló Ortega y Gasset en su España invertebrada). Si el nacionalismo fraccionario es ante todo periférico, resulta extraño que la fractura surja precisamente donde más asentado está el españolismo. De hecho, Castilla es la cuna del español e históricamente es una región que ha tenido gran importancia en la expansión de una lengua que hoy es hablada por más de 400 millones de personas. ¿Qué referentes o parámetros fundamentan a esta izquierda castellana?

Uno de ellos, como ellos mismos manifiestan, es la historia de los Comuneros, conjunto de campesinos, frailes y otras clases populares dirigidas por Padilla, Bravo y Maldonado que protestaban por el olvido de Carlos I respecto a Castilla, quienes se rebelaron contra la autoridad real y fueron derrotados en 1521 por las tropas de Carlos I. Esta tradición fue reivindicada por los liberales españoles de la Constitución de 1812, como bien señala Joseph Pérez en su obra clásica Los Comuneros. En consecuencia, este mismo referente les situaría dentro del liberalismo, la segunda generación de izquierda. Sin embargo, este referente histórico era para los liberales españoles meramente orientador, y nada dice de la posición de los liberales frente a los serviles y sus proyectos superadores del Antiguo Régimen.

De hecho, mientras que los liberales del siglo XIX tomaban como referente a la nación española y sus habitantes de ambos hemisferios, donde quedaba justificada la reivindicación de las cortes castellanas y de los comuneros castellanos, Izquierda Castellana pretende segregar Castilla de España, en una suerte de inversión de la Historia de España vista a la orteguiana. Curiosamente, están siguiendo la estela del PSOE, quien el 17 de abril de 1986 estableció el 23 de abril como fiesta oficial de Castilla y León, en recuerdo de la derrota de los Comuneros en Villalar en 1521, una fiesta que ya había reivindicado el propio PSOE desde 1976. Por otro lado, su internacionalismo les sitúa dentro de la izquierda indefinida tan habitual en nuestros tiempos modernos, sin referentes políticos claros y cercanos al pensamiento políticamente correcto que justifica el terror y que pide diálogo con ETA, así como comprensión para el terrorismo palestino.

A ello se añade su ecologismo, que les lleva a reivindicar la desaparición de las centrales nucleares de Castilla y la desaparición de la M 30, o simplemente su cierre al tráfico rodado, que es lo mismo. No menos sintomática de su indefinición es la reclamación de un proceso independentista para Castilla «desde una perspectiva democrática y de soberanía de las clases trabajadoras», expresión contradictoria, pues si tal proceso ha de realizarse desde una perspectiva democrática, entonces han de ser todos los ciudadanos con derecho a voto, incluyendo a empresarios y burgueses en general, y no sólo los trabajadores de todas clases (ahora que estamos en plena celebración del 75 aniversario de la II República) quienes decidan sobre la independencia de Castilla. Fundamentalismo democrático que se añade a su posición izquierdista indefinida, por lo tanto. Asimismo, reivindican la manida memoria histórica y la II República (olvidando que tal república fue española y no simplemente castellana), utilizando como símbolo el pendón morado que Alejandro Lerroux incluyó en la bandera española. Pendón que era en realidad carmesí (rojo, como las barras de la bandera española), pero al no pasar en balde los años desde 1521, fue decolorándose y se volvió morado.

Una de las mayores hazañas de este partido político fue pintar de rojo la estatua ecuestre de Francisco Franco presente en Nuevos Ministerios el 19 de mayo de 2001, monumento que fue retirado por orden del Ministerio de Fomento la noche del noventa cumpleaños del socialdemócrata y compañero de viaje del PSOE Santiago Carrillo. Ellos mismos cuentan su logro y sus consecuencias jurídicas de la siguiente manera:

Izquierda Castellana pinta de rojo sangre la estatua de Franco

Izquierda Castellana pinta de rojo sangre la estatua de Franco, de los Nuevos Ministerios de Madrid
IZQUIERDA CASTELLANA 01/06/03
A las 12:30 del mediodía, del sábado 19 de mayo 2001, varios militantes de Izquierda Castellana han llevado a cabo una acción antifascista contra la estatua ecuestre de Franco, sita en los Nuevos Ministerios de Madrid. La acción ha consistido en pintar de rojo completamente dicha escultura.
25 años después de la muerte de Franco, las calles de las ciudades de Castilla siguen llenas de símbolos propagandísticos de la dictadura. Todos los días hemos de pasar por sitios céntricos donde nos encontramos con placas, estatuas, etc., que se hicieron para ensalzar a los liberticidas que durante 40 años aterrorizaron a la población con el único objeto de sostener un régimen político injusto al servicio de los intereses de la oligarquía española y de la corrupta casta militar y burocrática que constituyó la columna vertebral del franquismo.
Franco fue un genocida que no merece tener monumentos en ninguna parte:
• Encabezó un movimiento militar que se sublevó contra el gobierno legítimamente constituido de la 2ª República.
• Mantuvo una dictadura de 40 años.
• Fue responsable de 300.000 asesinatos, del encarcelamiento de cientos de miles de presos y del exilio de millones de demócratas antifascistas.
• La escultura de Franco y otros monumentos que él mismo mandó confeccionar para exaltación de su persona y de su régimen son un homenaje permanente al fascismo y al genocidio, lo cual es intolerable a estas alturas.
Quienes lucharon contra la dictadura desde su comienzo hasta su terminación merecen no sólo respeto, sino también admiración y apoyo. Por eso es inaudito que las víctimas del franquismo, quienes han sufrido torturas e interminables años de cárcel tengan que sufrir la humillación de pasar diariamente por delante de los símbolos franquistas y comprobar que están en los mismos sitios, como en los tiempos en los que el sádico general regía con mano despótica los destinos del Estado. Los hijos y familiares de los cientos de miles de fusilados no merecen semejante oprobio.
Como consecuencia de la acción de protesta antifascista, fueron detenidas cinco personas: Luis Ocampo, Paulino Reyero, Juan Carlos Gómez, José Antonio de Torre y Diego Estébanez. Las cuales salieron 24 horas después, tras prestar declaración en los juzgados de Plaza de Castilla.
Durante la estancia en la Comisaría de Moratalaz, sede de la Brigada de Información, se trató a los detenidos como peligrosos enemigos del Estado. Varios de ellos han declarado que notaron cómo los agentes tienen educación fascista. Ninguno de los detenidos políticos fue objeto de malos tratos tipificados en el código penal. Pero todos ellos recibieron un trato desconsiderado.
Los policías estuvieron curioseando las agendas personales, lo cual es una intromisión en la vida privada de los detenidos y un atentado contra su intimidad, sin relación ninguna con los hechos investigados.
Las detenciones fueron más largas de lo necesario y se utilizó la detención preventiva como un elemento de castigo para que estuvieran 24 horas privados de libertad.
Por otra parte, mientras estaban detenidos en comisaría un "madero" silbaba el "Cara al sol", con intención de provocarles.
Fueron despertados a las dos de la mañana para tomarles las huellas dactilares y hacerles las fotos de la ficha policial con el único objeto de interrumpirles el sueño.
Desnudan a los detenidos con la excusa de que pueden esconder algún objeto entre sus ropas, pero la realidad es que lo hacen para humillarlos.
Todas estas cosas siguen poniendo de manifiesto que aquello que la policía considera un "buen trato a los detenidos" sigue siendo un trato poco acorde con un sistema democrático.
Al salir en libertad los cinco detenidos manifestaron a las decenas de personas que se habían concentrado ante los juzgados de la Plaza de Castilla, que les agradecían su presencia y que también agradecían mucho los numerosos testimonios de solidaridad que habían recibido de diversos colectivos antifascistas de Madrid y de otras partes de Castilla, lo cual les da ánimos para afrontar el juicio en su día y para seguir peleando juntos desde ya por la desaparición de todos los símbolos fascistas de Castilla.
Por último empuñaron un pendón morado que se hallaba unido a una bandera republicana tricolor y lo ondearon en señal de respeto hacia quienes perdieron la vida en la Guerra Civil combatiendo contra el fascismo.
El ayuntamiento neofranquista de Álvarez del Manzano ha valorado en un millón de pesetas los gastos de la limpieza de la estatua del dictador. Cantidad que a todas luces parece exagerada y de la que la letrada Doris Benegas ha comentado con ironía que "por ese precio va a haber muchas empresas que querrán participar en la limpieza". Por su parte Izquierda Castellana se pregunta a cuánto ascienden los daños morales de soportar la presencia de estos símbolos fascistas en las ciudades.
En estos momentos lo que verdaderamente se debate es si el régimen español es capaz de saldar sus deudas con el pasado fascista o si va a poder más el "corazoncito" del PP, partido que se siente íntimamente unido a sus orígenes franquistas.

Quizás anticipándose a los contactos reconocidos por el gobierno socialista de España, en 2005 Izquierda Castellana realizó el homenaje a los últimos terroristas de ETA ejecutados por el franquismo. He aquí el particular homenaje realizado por Izquierda castellana al terrorismo nacionalista vasco de ETA:

En la madrugada del 27 de septiembre de 1975, cinco antifascistas eran fusilados en Madrid, Barcelona y Burgos, en cumplimiento de las penas de muerte dictadas en los correspondientes consejos de guerra sumarísimos, celebrados muy pocos días antes, entre el 28 de agosto y el 19 de septiembre.
Todos los fusilados fueron brutalmente torturados durante su detención, torturas que por cierto denunciaron. Los responsables policiales de aquella operación fueron personajes bien conocidos como el comisario Roberto Conesa y Antonio González Pachecho, alias “Billy el niño”, reconocidos torturadores.
En el proceso, los tribunales militares, no respetaron ni la propia legalidad franquista, querían muertos, rápidamente y a cualquier precio, que sirvieran para dar una lección al movimiento popular antifascista en ascenso en aquellos momentos.
Las ejecuciones en el amanecer del 27 de Septiembre fueron una auténtica orgía de sangre, los verdugos fueron Guardias Civiles y policías voluntarios; y otros muchos miembros de esos cuerpos acudieron a ver “el espectáculo”, como en los viejos tiempos.
El padre de uno de los fusilados, Xose Humberto Baena, pidió a través de una carta a Juan Carlos, clemencia para su hijo, la respuesta a través del jefe de su casa militar (Alfonso Armada), fue la de que nada se podía hacer.
Juan Carlos era en aquellos momentos el 2º en la jerarquía del régimen franquista, y ya había sido Jefe de Estado interino por enfermedad de Franco, probablemente hubiera podido evitar aquellos crímenes, pero no sólo no movió un solo dedo para ello si no que estuvo con Franco el uno de octubre de 1975 en el balcón del palacio Real, en la última concentración de apoyo al “Generalísimo” en la Plaza de Oriente, que tenía como finalidad la celebración de las ejecuciones que pocos días antes se habían realizado.
En el año 2001, la familia de Xosé Humberto Baena inició un procedimiento para conseguir la nulidad del consejo de guerra sumarísimo que dicto su condena de muerte, los tribunales españoles han vuelto a lavarse las manos, y como Juan Carlos I en 1975, han dicho que nada se podía hacer. Actualmente el asunto esta en manos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Nos parece absolutamente patético y expresión de una hipocresía sin limites, que magistrados de altos tribunales españoles, se dediquen a procesar y a investigar a responsables de crímenes de Estado en Argentina, Chile,... y escondan la cabeza o den por buenos los crímenes cometidos por el Estado Español y en el Estado Español. [...]

Asimismo, el mismo 22 de marzo, con el comunicado de la banda terrorista ETA de su «alto el fuego permanente», publicaron una declaración llena de solidaridad con el terrorismo etarra y plagada de fundamentalismo democrático en línea similar a lo ya presentado:

La Izquierda Castellana, considera que la declaración comunicada hoy día 22 de marzo de 2006 a la opinión pública por parte de ETA, en la que informa de “la suspensión de forma permanente de su actividad armada”, es una expresión clara de la voluntad del movimiento popular vasco de encauzar por vías políticas y dialogadas, la solución del conflicto, que enfrenta a Euskal Herria con el Estado Español.
Desde Izquierda Castellana saludamos con esperanza la declaración de la organización ETA y consideramos que con ella se abre un nuevo escenario, en el que ya no hay ninguna justificación para dejar de iniciar un auténtico proceso democrático en Euskal Herria.
Consideramos también que este nuevo escenario ofrece interesantes expectativas para el avance de los procesos democráticos en el conjunto de Pueblos del Estado español.
Creemos que estamos ante una oportunidad histórica que no se puede dejar pasar y consideramos que es un momento muy adecuado para que los movimientos populares y democráticos de las diversas naciones del Estado Español exijan a éste la adopción de medidas que hagan posible el avance en las soluciones políticas, democráticas y dialogadas.
En la primavera del 2004, la Izquierda Castellana impulso un manifiesto titulado "Por una Solución Política Dialogada para la Cuestión Vasca", que creemos que sigue reflejando un camino por el que avanzar.
Es evidente que hay fuerzas políticas, sociales e institucionales que tratan de impedir que un proceso como el que se está articulando llegue a buen puerto, esas resistencias sólo serán vencidas con la presión popular

Y no dudaron en añadir además un comunicado:

POR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA, DIALOGADA PARA LA CUESTIÓN VASCA
Las movilizaciones contra la guerra de Irak, las movilizaciones como expresión de dolor y rechazo por la masacre del 11 del marzo, y muy especialmente las movilizaciones contra la manipulación cainita que el PP hizo de esa gran tragedia, buscando el enfrentamiento civil entre los pueblos del Estado, así como las repercusiones electorales de esos acontecimientos, han puesto de nuevo de manifiesto el espíritu antifascista y antiimperialista, de anhelo de democracia y paz que ha caracterizado históricamente a los sectores populares mayoritarios de las diversas naciones y comunidades del Estado y muy particularmente, a las clases trabajadoras de Madrid.
Así como en los años 30, los pueblos del Estado Español fueron los primeros en levantarse frente al fascismo dando un ejemplo de generosidad, solidaridad y heroísmo. En este momento histórico, caracterizado por el intento de imposición de un nuevo modelo de Neofascismo Global, dirigido por la administración republicana de los Estados Unidos, hemos dado un NO rotundo al representante principal y gestor de ese proyecto en este Estado, el Sr. Aznar y su partido.
Las movilizaciones sociales contra la guerra, los resultados electorales del 14-M, no son una muestra de cobardía o claudicación como algunos mentores del Imperio pretenden hacernos creer, muy al contrario, los resultados electorales y las movilizaciones en la calle son la expresión del rechazo contundente al proyecto político del PP subordinado al del Sr. Bush. El pronunciamiento de los pueblos del Estado ha sido toda una expresión de valentía y coherencia.
Hoy se abre una nueva etapa, a la que algun@s caracterizan como la SEGUNDA TRANSICIÓN, en la que muchos problemas se tendrán que resolver. Uno de principal trascendencia es el del reconocimiento de los derechos nacionales, el reconocimiento cabal del carácter plurinacional del Estado Español. Sólo se podrá considerar auténticamente democrático a un Estado que parta de ese reconocimiento explícita y plenamente.
En este marco, por la intensidad del conflicto, tiene especial importancia la cuestión vasca. El pueblo vasco, como cualquier pueblo, tiene que ver reconocido el derecho a decidir democráticamente su futuro, sin imposiciones de ningún tipo, en este sentido hacemos un llamamiento a que se creen las condiciones para avanzar en una solución política dialogada y democrática al problema vasco que requeriría al menos tres condiciones:
1º Que el gobierno del Estado reconozca la existencia del pueblo vasco y de los derechos que son inherentes a tal condición, recogidos por diferentes convenios internacionales. Esencialmente el de decidir su propio futuro democráticamente.
2º. Que se devuelva el estatus de legalidad a todas las organizaciones políticas y sociales de Euskal Herria representativas de sectores muy amplios de ese pueblo. Así mismo se devuelva el estatus de legalidad a los medios de comunicación, centros de reunión... actualmente clausurados. Que se deroguen aquellas leyes y normas de excepción que posibilitaron la puesta en pie de esas decisiones represivas.
3º Que la organización ETA adopte aquellas medidas que permitan que esa vía política, democrática y dialogada pueda ponerse en marcha y avanzar hasta alcanzar una solución justa.
Los abajo firmantes Consideramos que estas cuestiones supondrían un importantísimo avance en la construcción de un auténtico ESPACIO DEMOCRÁTICO en el Estado Español y en Europa.

Sin embargo, y ante tales reivindicaciones, uno no puede dejar de preguntarse qué izquierda puede construirse tomando como referente el antifranquismo. Y menos aún a la ETA. ¿Es que olvidan estos señores castellanos que ETA es una organización terrorista fundada por clérigos vascos? ¿Cómo puede construirse una izquierda política al lado de asesinos cuyo olor a sacristía produce auténticas arcadas? Además, ETA no es sólo antifranquista, sino antiespañola, algo en lo que demuestran ser solidarios tanto la ETA como Izquierda Castellana. Por otro lado, sus ataques constantes al PP (a quienes, en un alarde de verdadera originalidad, denominan como «derecha fascista» [sic]) y ninguno al PSOE parecen delatar una cierta querencia por la izquierda socialdemócrata, aunque no exista ningún manifiesto conjunto de ambos partidos por ninguna cuestión específica, ya sea la guerra de Iraq o el diálogo con la ETA que ambos parecen tener en común.

En cualquier caso, si la propia Iglesia católica creó movimientos terroristas que buscaban desestabilizar al franquismo, y el propio franquismo vivió una evolución que lo convirtió en un régimen socialdemócrata como el coronado en 1978, como ya hemos señalado en otro lugar («Franco, treinta años después»), no se entiende, salvo que estos dóciles castellanos fueran anarquistas, que al declararse antifranquistas tengan que ser en consecuencia un partido de izquierdas. Sin embargo, su fundamentalismo democrático y su querencia por los referendums consultivos a los pueblos vasco o castellano les delatan: pertenecen con rotunda claridad a la izquierda indefinida, sin referentes políticos claros que permitan distinguirlos de otras formaciones que se identifican con el pensamiento políticamente correcto.

Lo curioso es que sea un partido surgido en el corazón de lo que se suele considerar España el que pida la independencia de Castilla, además de modo anexionista: Castilla y León, Castilla La Mancha, Madrid, La Rioja, Cantabria (no nombran ni a Galicia ni a Asturias, que para ellos serían presuntamente otras naciones independientes, dejando su destino en manos del BNG y de Andecha Astur) serían parte de sus reivindicaciones. Sin embargo, la biografía de algunos de sus militantes y su relación con el PSOE (como el caso reseñado de Doris Benegas), así como sus amistades con el independentismo vasco, que hoy día también mantiene el PSOE para ver si se lleva la gloria de otorgarle estatuto de nación a Vascongadas y colocar a los etarras en cargos públicos bajo la coartada de la paz, dejan muchos puntos oscuros en sus intenciones. Y más aún la declaración de Enero de 2006 donde señalan la ofensiva de la derecha y de su intento de frenarla. Dados los antecedentes socialistas de reivindicación de los Comuneros y otras filiaciones comunes, la Izquierda Castellana podría ser un partido político cuyo fin es entorpecer al PP en la Comunidad Autónoma de Madrid y otras provincias castellanas, para mayor gloria del PSOE. Difícilmente puede entenderse de otra manera que estos izquierdistas extravagantes castellanos pidan eliminar la M 30 (¿por qué no pedir la eliminación también de todas las carreteras, incluyendo la Nacional I que pasa por Burgos?), algo en lo que seguramente estaría de acuerdo el PSOE si con ello se consigue saturar aún más el tráfico en la Comunidad de Madrid y así perjudicar al partido político que gobierna en la comunidad autónoma y la alcaldía de Madrid. Parece por lo tanto que, bajo la máscara de la izquierda indefinida y el nacionalismo fraccionario, se encuentra una creación que realiza un juego importante dentro del actual sistema bipartidista de nuestra democracia coronada.

las huestes de Izquierda Castellana en Villalar de los Comuneros

 

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