David Stoll, ¿América Latina se vuelve protestante? Las políticas del crecimiento evangélico
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Desde el evangelismo hacia la política electoral

Unicamente era cuestión de tiempo para que los evangélicos trasladasen sus energías de las preocupaciones espirituales hacia las políticas, sugerían Roberto Santana y Blanca Muratorio.{99} Este fue uno de los temas que se encontraba detrás de las quejas evangélicas en contra de Visión Mundial en 1985. ¿Debía la Asociación Evangélica Indígena del Chimborazo tomar un camino diferente al de la Unión Misionera Evangélica, el camino de la política electoral? La asociación estaba orgullosa de su independencia administrativa respecto de la GMU, pero Henry Klassen todavía era un consejero de mucha influencia. Y había problemas en el interior. Misioneros católicos habían oído rumores de un cisma interno en la época de la última elección nacional. Aquella elección, según un dirigente misionero, «casi había destruido la unidad de la iglesia evangélica en la sierra.»{100}

La Asociación Evangélica Indígena del Chimborazo había sido un bloque político potencial durante algún tiempo. Ya para 1978, por lo menos tres partidos políticos se le habían acercado.{101} Pero los misioneros desaprobaban el alineamiento de la iglesia con partidos políticos o con demandas políticas, salvo para el caso de obras públicas y protección contra los católicos. Debido a que los quichuas tenían razón para desconfiar de cualquier partido político, los intentos por afiliarse a uno de ellos estaban destinados a producir reacciones. Por consiguiente, la asociación vacilaba en respaldar a candidatos. Mientras tanto, uno de sus líderes, un estudiante de leyes llamado Manuel Naula, se encontraba construyendo una mayor plataforma para él y otros ambiciosos jóvenes quichuas. Consistía en la Federación Evangélica Indígena de Ecuador (FEINE), que se alojó en las instalaciones del Instituto Lingüístico de Verano en Quito. Cuando escalaron los ataques contra el SIL en 1981, FEINE salió en defensa de los norteamericanos y organizó asociaciones evangélicas indígenas a lo largo de la sierra.

El Instituto Lingüístico, a su vez, ayudó a introducir a la nueva federación en la siguiente campaña presidencial. A finales de 1983, [359] ciertos colaboradores no-indígenas de SIL organizaron una reunión en la cual trataron de casar a FEINE con el candidato presidencial de la derecha, León Febres Cordero. Según el acuerdo, si los indígenas evangélicos votaban por Febres Cordero, éste daría al Instituto Lingüístico un nuevo contrato. Pero a los líderes de FEINE no les gustaba el aire patronal de Febres Cordero, ni ser los peones de políticos blancos.{102} En la primera vuelta electoral, a finales de 1984, los indígenas evangélicos se inclinaron, abrumadoramente, por candidatos de centro e izquierda. Los líderes de las Asociaciones Evangélicas Indígenas del Chimborazo y de Tungurahua dijeron a los investigadores que un significativo número de su gente votó por el Frente Amplio de Izquierda de René Maugé, construido alrededor del partido comunista.{103} Muchos más votaron por la Izquierda Democrática, un partido de centro izquierda en cuya lista se eligió a Manuel Naula como el único legislador quichua del país.

Sin embargo, no todos los hermanos de Naula estaban contentos con su triunfo. Poco después, la asociación de Chimborazo eligió a un nuevo comité ejecutivo anti-Naula, el cual procedió a acusar a uno de los protegidos de Naula –al anterior presidente de la asociación– por malversar los fondos de Visión Mundial. Un año más tarde, los directores de la asociación todavía sentían que habían sido utilizados por Naula, por haber ofrecido sus votos a la Izquierda Democrática y por haber utilizado a la asociación para que lo eligieran. «Trató de vendernos», protestaban.

¿Era apropiado para una organización eclesiástica, que por la naturaleza de sus miembros era una organización de los oprimidos, convertirse en un bloque electoral? La asociación de Chimborazo siempre había sostenido ser apolítica, pero la necesidad de defender a los evangélicos de los católicos le había llevado a relaciones amistosas con las autoridades locales, de quienes la asociación trataba de conseguir la realización de obras públicas como escuelas y caminos. Como deseaban los misioneros, la asociación se convirtió en una alternativa a la participación en organismos católicos o marxistas. Ahora que se había convertido en un sustituto funcional para las organizaciones políticas rivales, se encontraba bajo la presión de expresar las demandas básicas de los quichuas. [360]

Cuando Manuel Naula y su gente trataron de transformar a la asociación evangélica de Chimborazo en un voto de bloque, afirmaron que la misión de la iglesia era transformar la sociedad. Para los misioneros, aquello se asemejaba a la herejía de la teología de la liberación. Según ellos, también era peligroso desde un punto de vista práctico. Si los misioneros extranjeros se hubieran metido en la política partidista al igual que la Iglesia Católica ¿habrían sobrevivido al sinnúmero de cambios del gobierno en la política de turno del Ecuador? Incluso para los organismos evangélicos nacionales, ¿qué ocurría cuando estuvieran de parte del lado perdedor? Los misioneros aceptaban que los cristianos podían participar en la política, pero como individuos y no como iglesia.

A medida que los líderes quichuas perseguían sus ambiciones, las misiones se preocupaban de que las asociaciones evangélicas indígenas pudieran salir fuera de control. Alrededor de Otavalo, donde Visión Mundial tuvo sus primeros problemas, la Asociación Indígena Evangélica de Imbabura quedó más resquebrajada que la de Chimborazo. Se hablaba de cuatro, siete, e incluso diez iglesias que se habían apartado de la misión allí, la Alianza Cristiana y Misionera (CMA).

Algunos culpaban a Visión Mundial por la división. Los hombres a quienes había contratado como sus coordinadores provinciales, y luego despedido en diciembre de 1983, dirigieron la separación de la Alianza menos de un año más tarde. La contribución de Visión Mundial había sido la de inflar el egoísmo de los líderes disidentes, según un pastor de la Alianza. Después de la salida de Visión Mundial, uno de los coordinadores despedidos se rehusó a someterse a la disciplina eclesiástica para un fracaso moral. Por ese motivo, dijo el pastor, ahora existían dos asociaciones indígenas evangélicas en la provincia. Según los separacionistas, por el contrario, éstos se vieron forzados a seguir su propio camino cuando los misioneros y pastores de la Alianza trataron de vincular a la asociación indígena más estrechamente con la iglesia nacional. Ahora los disidentes empleaban un lenguaje anti-imperialista para agitar en contra de sus mentores norteamericanos. «Los misioneros nos quieren en su bolsa», dijo uno de los desacreditados coordinadores de Visión Mundial en La Compañía. «¡Que vayan!»{104}

Notas

{99} Muratorio 1981; Santana 1983: 167-174.

{100} Entrevista del autor a Ben Cummings, vicepresidente ejecutivo de Radio HCJB, Quito, 18 de junio de 1985.

{101} Paredes 1979: 45.

{102} Entrevistas del autor a Alfredo Viteri, Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, Quito, 28 de febrero de 1984, y a Manuel Naula, FEINE, Quito, 28 de febrero de 1984.

{103} Lucía Salamea, Centro de Planificación y Estudios Sociales, Quito, al autor, 22 de febrero de 1984.

{104} Entrevista del autor a Pedro Castañeda, La Compañía, 16 de junio de 1985.

 

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