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El Catoblepas, número 49, marzo 2006
  El Catoblepasnúmero 49 • marzo 2006 • página 13
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Iluminaciones antes del fin... en español

Iñigo Ongay

Se denuncia la existencia de una página web en la que el reverendo Dawlin A. Ureña procura canalizar el «libre examen» de varios millones de hispano-hablantes

La felicidad encarnada en la familia del reverendo Dawlin A. Ureña, quien posa con su esposa Rosemary y sus encantadoras crías Mikaela y Carolina
La felicidad encarnada en la familia del reverendo Dawlin A. Ureña, quien posa con su esposa Rosemary y sus encantadoras crías Mikaela y Carolina

Gracias al aviso de Javier Pérez Jara, amigo y colaborador habitual de la revista El Catoblepas, hemos tenido noticia de la existencia de Antes del Fin, curioso y rocambolesco sitio web «en español» (detalle nada baladí como comprobaremos) que, en actitud sensacionalista, recibe al visitante con diversas «noticias» relativas a sucesos más o menos preocupantes de la actualidad internacional («Muerte y catástrofes acechan al mundo por falta de agua», «Israel se cita con las urnas bajo la sombra de Sharon y las amenazas de Hamas», «Concluye protesta en Belarús de forma violenta», «Estudio advierte del aumento del nivel del mar por deshielo: Miami será sólo un recuerdo, Bangkok una sombra inundada, las Islas Maldivas desaparecerían», «Gripe aviar: nuevas muertes por enfermedad en Indonesia y China», &c., &c.), «noticias» que, al margen del tratamiento «espeluznante» con el que son presentadas, cuando se las concatena –de manera verdaderamente surrealista si se nos permite decirlo así– en esta misma página web con distintas citas bíblicas (del Antiguo Testamento, de los Evangelios, del Apocalipsis, &c.), parecen adquirir el carácter de auténticos signa iudicii con los que, se diría que pretenden los responsables de esta web (cuyo rótulo titular –Antes del Fin– ahora entendemos muy bien), fomentar la contrición (si es que cabe hablar de contrición entre los cristianos reformados) en el internauta al fin de garantizarle, a través del «arrepentimiento», la «lectura de la Biblia», &c., la certitudo salutis antes de que sea demasiado tarde; puesto que, ¿no nos habría advertido nuestro Divino Maestro de que «El día y la hora nadie la sabe, ni los ángeles del Cielo, ni el Hijo, sólo el Padre». En todo caso, «el día y la hora», parecen creer los responsables de Antes del Fin, no quedará a estas alturas demasiado lejos y es preciso darse prisa diríamos, para que «Dios nos coja confesados» (aunque, como es sabido, tampoco cabe hablar de «confesión» entre los teólogos protestantes).

¿Y quiénes son los responsables de esta encomiable iniciativa misionera en Internet? El principal no es otro que el reverendo Dawlin A. Ureña, quien ostenta, según se nos informa en la propia página web, el puesto de «Pastor de la Iglesia Hispana» (Hispanic Ministry) de la Iglesia Resurrection Life en la ciudad de Grandville, Michigan (EUA). Profesor de Apologética en la Christian Life School of Theology y miembro destacado de la creacionista Creation Research Society, el pastor Ureña presenta de esta guisa su propia «intimidad doméstica», en las propias páginas de Antes del Fin:

«Antes de acostar a mis hijas cada noche mi esposa y yo oramos en familia y pedimos a nuestro Dios que coloque una cobertura alrededor de mi casa. Que los ángeles ministradores asignados a mi familia y a mí nos cuiden de los dardos del tentador. Pero... ¿Puede usted estimado amigo o amiga que nos visita solicitar esto con la misma seguridad que nosotros de que Dios honrará su petición? ¿Tiene usted una relación personal con el Creador de no solamente los ángeles, pero también Creador de usted mismo? ¿Acaso no le gustaría participar de las ventajas indescriptibles que significa tener una amistad íntima con el Creador del Universo?»

En este sentido creemos, el párrafo citado, no puede ser más significativo: demuestra en efecto, que estamos ante un individuo que «tiene» (emic) una «relación personal» e «íntima» con el Dios monoteísta, «Creador del Cielo y de la Tierra» al que reza cada noche, acompañado de su señora esposa y de sus pobres hijos, para solicitarle que los Ángeles le protejan contra las acechanzas del «Tentador». Es decir, lo que el párrafo demuestra verdaderamente (Etic) es –para decirlo con el tono más neutro que nos sea posible– que nos encontramos ante un impostor o bien ante un psicótico que delira, o bien, más sencillamente, ante un estúpido. Pero sigamos leyendo, porque las «revelaciones» presentes en Antes del Fin deparan todavía numerosas sorpresas.

Así, destaca por méritos propios la sección de Antes del Fin que lleva por título «Misterios antes del fin» en la que, principalmente en forma de preguntas y respuestas, Dawlin Ureña pasa revista a variadas cuestiones de teología moral (tales como: «¿Puede un católico ser salvo?», «¿Van al cielo aquellas mujeres que siendo cristianas usan pantalones y maquillaje?», &c.), pero también de escatología apocalíptica («¿Nacerán niños en el Milenio?», «Destruirá Dios a Roma, que según algunos es la Gran Ramera»), exégesis bíblica («¿Cuántos hijos tuvo Abraham: uno o dos?», «¿Cómo se llamaba la mujer de Poncio Pilatos?», «¿Cómo murió Judas: ahorcándose o cayéndose de cabeza?», &c.) así como, muy señaladamente, problemas relativos a las operaciones de diversas entidades espirituales, angélicas o demónicas, cuya existencia admite la teología cristiana reformada («¿Dónde se encuentra ahora Satanás?», «¡Un demonio en mi casa!: ¿qué hacemos?»); espíritus puros de los que nos relata el Pastor Ureña cosas tan increíbles como las siguientes:

«Si en realidad su suegra es capaz de ver espíritus de gente que ha muerto, en realidad ella no está viendo los espíritus de las personas que ella cree, sino de espíritus familiares. Los espíritus familiares son espíritus o demonios que son asignados a las personas y que tienden a permanecer con la familia del fenecido. A menudo estos son los demonios encargados de llevar a cabo las maldiciones que resultan de las iniquidades o las cadenas de iniquidades en las familias. Dios es claro sobre los peligros de consultar o tener contacto alguno con alegados espíritus de personas muertas, ya que si lo hacemos estaremos pecando y abriremos nuestras vidas a un área del mundo espiritual malvado que difícilmente podremos cerrar más tarde. »

Nos abstenemos de profundizar en tales revelaciones. Tan sólo comentaremos que, a la luz de este párrafo, el Reverendo Dawlin A. Ureña, Pastor de la «Iglesia Hispana» de la Resurrection Life Church cree (o afecta creer) en «espíritus familiares» demoníacos, malvados, con los que las personas pueden mantener un trato operatorio de signo apotético, distal, percibiendo a tales criaturas a través de la visión orgánica (no hay otra). Con lo que el presente texto, nos devuelve al sistema trilemático de alternativas que presentábamos anteriormente, pero ahora todavía con mayor motivo: ciertamente, un impostor, un psicótico o un estúpido.

Algunos de los textos más interesantes debidos al Pastor Ureña, en su página web proselitista, aparecen dedicados –como por otro lado, no podía ser menos, si tenemos en cuenta que nos encontramos ante un destacado miembro de la Creation Research Society– a la promoción de las doctrinas que en los Estados Unidos de América del Norte vienen conociéndose bajo el rótulo de «Diseño Inteligente» desde la publicación en 1989 del libro Of Pandas and People de David y Kenyon{1}, bajo cuyas pretensiones más o menos «científicas», respiraba desde luego el mismo «Creacionismo» (a veces consignado también como «Creacionismo científico») contra el que lucharon toda su vida biólogos como Esteban Jay Gould{2}, et alii.{3} De este modo, y en gracia a la actividad apologética de pastores tan activos como Ureña, puede, ochenta años después del «Juicio del Mono», recuperar la cristiandad reformada el aliento necesario para hacer frente a los malvados tejemanejes del darwinismo y del materialismo, que por vía directa, según lo habría podido ver Ureña, conducen a la negación impía de la verdad contenida en el libro del Génesis. Reparemos en las siguientes afirmaciones, sin duda que muy interesantes sin perjuicio de que no desborden la condición propia de los delirios, de nuestro buen Pastor:

«Muchos creen que sólo con creer en Dios tienen para llegar al cielo. Pues déjame decirte que Judas no sólo creía en Dios, sino que vivió con él y, sin embargo, ahora se encuentra sufriendo el castigo del fuego eterno en el infierno. Por favor, no sigas cerrando tus ojos a la verdad. Cierro esta edición de Antes del fin con la siguiente reflexión:
Todavía no es demasiado tarde para venir a Jesús. No sigas a líderes humanos, ya que tarde o temprano morirán y con ellos sus teorías. Hombres como Marx, Lenin, Darwin, Mao, Hoyle, &c. han logrado fama con teorías tales como el comunismo y la evolución, las cuales no son más que provenientes del mismo demonio, para confundir y hacer que el hombre no tenga miedo de romper con todos los valores morales establecidos por Dios.
A esa juventud se le ha enseñado que viene del mono y que no hay Dios, y constantemente actúa con un pensamiento en su mente: "Si todos venimos de una explosión y todos terminaremos en otra explosión, y si nunca tendré que dar cuentas a un Dios Justiciero por mis acciones, ¿Por qué entonces debo preocuparme de a donde iré cuando muera?"
En Hebreos 9:27 la Biblia nos dice: «Por que está establecido que el hombre muera una sola vez, y luego vendrá el juicio...»
El Apóstol Pablo sabía de estas «teorías». Esto de que venimos de la nada no es nuevo. En su primera carta a los Corintios, y referente a nuestra procedencia y destino, Pablo dice: «Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.» 1 Corintios 15:32. ¡Ven a Jesús y evitarás ser encontrado culpable en ese juicio!»{4}

Ahora bien, sin duda movido por su exceso de celo en el combate contra el evolucionismo, el darwinismo, el materialismo y otras celadas puestas por el «Ángel de la Ponzoña», el Reverendo Ureña de Grandville, Michigan, no parece tener demasiados escrúpulos a la hora de declarar, en el colmo de la falsa conciencia, cosas ciertamente sorprendentes. Como botón de muestra, mencionemos sólo una de tales declaraciones:

«No existe una relación evolutiva entre los humanos y los chimpancés. La ciencia, por ejemplo, demuestra que la estructura del ADN de los chimpancés no ofrece evidencia biológica de que estén cercanamente relacionados a los humanos. Aun si el ADN mostrara alguna similitud, eso no significaría mucho. Permítanme darles un ejemplo: Una nube está conformada casi en un 100% por agua, ¿de algún modo está relacionada con un melón, que es 98% agua? No son las similitudes las que importan, sino las diferencias significativas entre humanos y chimpancés.»{5}

Ante este dechado de cinismo (o de estupidez) debemos confesar que nos quedamos sin palabras. Desde luego, no es nuestro objetivo en este breve comentario defender «de frente» la teoría de la evolución por selección natural, cuya verdad apodíctica en todo caso damos enteramente por supuesta, contra el «Creacionismo»; como tampoco es nuestro propósito discutir aquí la inexistencia de los ángeles, de los demonios, de los espíritus familiares, o de los mismos númenes metafísicos infinitos de la religiosidad terciaria. No creemos además que sea siquiera posible, mantener el «diálogo» con sujetos como el reverendo Ureña, al aparecer nuestras propias premisas (nuestros Praeambula Fidei por así decir) como absolutamente incapaces, de plano, a la hora de mantener el más mínimo engranaje con las suyas. En este sentido, si presentamos los contenidos de Antes del Fin a la atención del lector de El Catoblepas, lo hacemos así para que este pueda hacerse cargo de este modo, y por lo demás de una forma casi «límite», de las dificultades características de la «ideología de la tolerancia» tan extendida en las democracias de mercado pletórico. Todo ello, dado entre otras cosas, que lo que desde luego no cabe, al menos desde los parámetros racionalistas que aquí estamos dando por presupuestos, es respetar (es decir, suspender el juicio de existencia) doctrinas delirantes como las defendidas por Ureña; no cabe, simplemente, cuando ejercitamos las premisas filosóficas propias de un materialismo ateo (y en este sentido: «anti-gnóstico») que excluye para empezar, la existencia real de vivientes incorpóreos{6}, así como también la existencia de la propia idea del Dios terciario{7}, mantener, en el nombre de la «tolerancia» inextricablemente vinculada a los principios de la «democracia de mercado» (con lo que, se deduce de aquí, que estos mismos principios quedan en el límite enteramente comprometidos), la «duda», es decir, el «agnosticismo» en lo concerniente a este «gnosticismo»{8} fideísta de raíces luteranas{9}, puesto que –concluiremos– el propio respeto de tales contenidos espiritualistas y filosóficamente indoctos (en este sentido preciso, paulinos: «Huid de necias filosofías») terminaría, a la postre, por descalificar racionalmente a quien lo profesase, procediendo como si cupiese, directamente, inhibirse en actitud escéptica ante la «verdad» de los mismos ( en este sentido es sin duda cierto aquello de que «los agnósticos son creyentes vergonzantes»). Cuando se retira la misma posibilidad de «suspender el juicio» sobre semejantes «creencias», el supuesto «respeto» hacia las mismas aparece también, eo ipso, como un «respeto» imposible de mantener.

Y lo que tampoco resulta de suyo respetable y mucho menos tolerable desde la perspectiva de la eutaxia de las sociedades políticas hispanoamericanas, es sin duda el impulso proselitista, misional, del que el Pastor Ureña hace gala en su calidad de «hispanic ministry» de la Iglesia Resurrection Life de Grandville. ¿Puede acaso desconocerse, salvo negligente ingenuidad, el alcance político de las revelaciones de Ureña en el contexto de la penetración por parte de las diferentes modulaciones del fanatismo protestante (evangelista, adventista, presbiteriano, bautista, anglicano, calvinista, pentecostalista, &c.) en los mismos restos del Imperio Generador Católico Hispano?, ¿no recuerda inevitablemente la «labor» llevada a cabo por Ureña desde la página web Antes del Fin al activismo misionero realizado por Jorge Borrow en la España del XIX o, en pleno siglo XX, por Townsend y Keneth Pike en Iberoamérica desde plataformas como puedan serlo la Wycliffe Bible Translators o el Summer Institute of Linguistics{10} en su voluntad de «pescar hombres» y de «forjar Imperio»{11}?, ¿no es acaso curioso que el predicador Dawlin A. Ureña, «hispanic ministry» de la Resurrection Life Church y máximo responsable de Antes del Fin{12} sea, por lo demás, presidente de la empresa de traductores Schreiber Translations Inc.?

Notas

{1} Para detalles sobre estos temas, resulta altamente recomendable leer, Lino Camprubí, «Diseño Inteligente en un Imperio Movedizo», en El Catoblepas, nº 43, septiembre 2005, pág. 1.

{2} Vid., por ejemplo, «La evolución como hecho y como teoría», o también «Darwin y los 'munchkins' de Kansas», ambos trabajos incluidos en la recopilación Gould, Crítica, Barcelona 2004.

{3} Podrían mencionarse muchos casos. Nos limitaremos a citar a la autora de la hipótesis del origen endosimbionde de las mitocondrias, Lynn Margulis quien, en una entrevista concedida al diario El Mundo el lunes 20 de Marzo de 2006, sostenía que tales concepciones creacionistas reflejan «la ignorancia del régimen fascista que estamos padeciendo ahora mismo con Bush. Su actitud tiene mucho que ver con el auge del creacionismo o el diseño inteligente, que al final son conceptos que representan lo mismo.» (vid «El rechazo a Darwin en EEUU refleja la ignorancia de un régimen fascista», El Mundo, 20 de marzo de 2006, pág. 41). Ahora bien de lo que parece que no se da cuenta Margulis (mostrando de paso, en este sentido, su propia «ignorancia», aunque ahora «política») es del alcance de cifras como las que nos ofrece Lino Camprubí en el artículo antes citado según las cuales el 78% de los useños admiten que, en efecto, Dios Padre creó la tierra. En estas condiciones, ¿qué recorrido podemos atribuir al aserto, ingenuo y voluntarista, de quien acusa de «fascismo» al Emperador sin parar si quiera en mientes que si esto fuera así, si el «creacionismo» equivaliese al «fascismo» (cosa que representa sencillamente un disparate «político»), entonces ese «fascismo» habría que empezar por atribuírselo a los propios «electores» de los Estados Unidos de América del Norte, &c.? Acaso de lo que Margulis –cuya competencia categorial por supuesto nosotros no discutimos ni por un momento– no haya podido darse cuenta (sea por fundamentalismo democrático, sea por cualquier otro motivo) es de que: «La democracia tiende por tanto a la tolerancia y al relativismo de los valores, porque un bien o un candidato adquiere su valor de cambio simplemente por el hecho de haber sido preferido. Y habrá que tolerar que todo aquello que pueda ser valorado por alguien, en términos de mercado, deba automáticamente ser respetado, puesto que su valoración lo convierte, automáticamente también, en un bien. Y nadie podrá objetar a nadie en democracia, por ejemplo, una preferencia por un programa de televisión, en lugar de otro de mayor 'calado', o una opinión (creerse, tras una 'regresión hipnótica', reencarnación de una concubina de Ramsés II): cualquier preferencia, cualquier opinión o cualquier creencia que no 'actúe en peligro de terceros' (en realidad porque esta condición es utópica, que no 'actúe en peligro del mercado') ha de ser igualmente respetable, si se quiere que la libertad objetiva, debida a la plétora, se mantenga.», cfr Gustavo Bueno, Panfleto contra la Democracia realmente existente, La Esfera de los Libros, Madrid 2004, pág. 199.

{4} Fragmento extraído de «La evolución. El lavado de cerebro más grande de la historia», en, http://antesdelfin.com

{5} Fragmento extraído de, «Son los chimpancés tan inteligentes como niños pequeños», en, http://antesdelfin.com

{6} vid Gustavo Bueno, El Mito de la Felicidad, Ediciones B, Barcelona 2005, pág. 177 y ss.

{7} Para este tema, remitimos al impresionante trabajo de Javier Pérez Jara, «Materia y racionalidad: sobre la inexistencia de la idea de Dios», en El Basilisco, nº 36, 2005, págs. 27-64.

{8} Para estas cuestiones, puede consultarse las voz «agnosticismo/antignosticismo» en Pelayo García Sierra, Diccionario Filosófico. Manual de Materialismo Filosófico, Pentalfa, Oviedo 1999, en línea: http://filosofia.org/filomat

{9} Se trata nada más que de un ejemplo. Tampoco se puede, claro está, respetar las revelaciones debidas al Profeta Mahoma (vid. Gustavo Bueno, «Sobre el 'respeto' a Mahoma y al Islamismo, y sobre la condena moral de las caricaturas», en El Catoblepas, nº 48, febrero 2006, pág. 2, en ese mismo número, véase también Gustavo Bueno Sánchez, «Firmeza ante el iconoclasmo mahometano») ni los relatos del cristianismo romano en torno a apariciones de la Virgen María, milagros, estigmas o posesiones diabólicas tales como las que nos narra por ejemplo, Carmen Porter en su divertido (bien que involuntariamente) libro Misterios de la Iglesia (Edaf, Madrid 2000), o el Padre Fortea en su Daemoniacum. Tratado de Demonología (Bellaqua, Barcelona 2002).

{10} Debe leerse atentamente el siguiente trabajo de Gustavo Bueno Sánchez, «Babel redivido o divide y vencerás», El Catoblepas, nº 2, abril 2002, pág. 10.

{11} ¿Pescadores de hombres o fundadores de Imperio? es el título del apasionante libro del antropólogo norteamericano David Stoll sobre las andanzas del Instituto Lingüístico de Verano en la América que habla español (y portugués). Puede consultarse la versión digital de libre acceso, en la biblioteca de Nódulo Materialista: http://nodulo.org/bib/stoll/ilv.htm

{12} También es, en esta misma dirección, curioso (por decir algo) el éxito, nada desdeñable, que parece estar teniendo el Pastor Ureña en su apostólica misión de sembrar el fanatismo protestante «a la anglosajona» en el «libre examen» de muchos incautos que hablan, leen y escriben español. Esto es al menos, lo que cabe deducir de los gozosos mensajes que pueden leerse en la sección «Testimonios» de su página web.

 

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