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El Catoblepas, número 50, abril 2006
  El Catoblepasnúmero 50 • abril 2006 • página 15
Artículos

Sinalogía política y problemas de «identidad»
en la seguridad europea

Eliseo Rabadán Fernández

Comunicación presentada en los X Encuentros de Filosofía en Gijón,
7-9 de julio de 2005

Introducción

Comenzamos este escrito colocando una serie de «tablas» que consideramos necesarias para que los términos y relaciones de los fenómenos que manejaremos queden organizados sistemáticamente desde las coordenadas filosófico materialistas que serán la clave de tal estudio.{1}

En una primera parte presentamos análisis de «casos» planteados por algunos especialistas en la temática de la seguridad nacional, entre los que mencionamos al economista canadiense Michel Chossudovsky, del analista político francés Alain Joxe, entre otros

En una segunda parte analizamos la cuestión de las relaciones entre el llamado terrorismo islámico y la guerra. Aquí mencionaremos trabajos ya conocidos de colaboradores de la revista El Catoblepas y otras referencias, en especial un muy interesante artículo de Bat Ye'or titulado El retorno de Munich: el espíritu de Eurabia.

La parte tercera de este trabajo trata acerca de la cuestión seguridad nacional, integración y cambio de identidad en el cual mostramos el trabajo llevado a cabo por analistas noruegos del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales. Tomamos este referente para evitar en la medida posible que el peso específico de los Estados europeos cuyo mayor poder político militar y económico impida lograr la mayor claridad posible en el estudio del problema planteado, a saber: ¿qué papel juegan en este proceso de cambios de las estrategias de Seguridad nacional en Europa, las potencias de la UE y en este contexto la OTAN y los EEUU?{2}

1. Capa cortical y rama operativa del poder político. Análisis de casos.

El economista canadiense Michel Chossudovsky plantea que existe una carrera armamentística no declarada entre la Unión Europea y los Estados Unidos de Norteamérica.{3}

Según la tesis de Chossudovsky hay en el presente dos ejes militares dominantes en Occidente, a saber: el eje anglo americano y la competencia de la alianza franco-germana. Según el economista canadiense, el proyecto militar europeo, dominado ampliamente por Francia y Alemania, acabará minando a la OTAN. Gran Bretaña, sin embargo, está firmemente integrada en el sistema de defensa norteamericano (a través de British Aerospace System Corporation) en colaboración con los cinco grandes productores americanos de armas.

Si embargo lo que resulta aparentemente contradictorio es el hecho de que las corporaciones europeas deban seguir sosteniendo su papel de aliado de América en sus varias alianzas militares, para poder enfrentar al Big Dog (palabras que copio textual de Chossudovsky) desde una cierta posición de fuerza.

De cualquier modo, no se trata de una carrera de armamentos al estilo de la Guerra Fría, sino de una nueva manera que incluye la competencia por los mercados, el desarrollo e investigaciones inversiones y ahí es donde hay que enfocar el análisis de la situación en Europa desde aproximadamente el año 2000

Podemos por lo tanto, considerar que hay un intento de consolidar la Europa del armamento frente al desafío trasatlántico

Francia, Alemania, Bélgica y Luxemburgo pedían una fuerza multinacional europea, pero a la reunión en la que se solicitaba esto no acudió Javier Solana, jefe de Política Internacional de la UE. Y en mayo de este año 2005 la Secretaria de Estado de los EEUU, Condolezza Rice rechazaba la solicitud de Alemania para obtener un sitio en el Consejo de Seguridad Permanente de la ONU.

Por otra parte y volviendo a sacar a la palestra el célebre texto kantiano sobre la paz perpetua, el profesor alemán Herfried Münckler critica el nuevo modo de hacer la guerra . El modelo propuesto por Münckler busca desprestigiar las políticas de EEUU en el presente tanto en asuntos militares como de política internacional, diciendo que no se hace la guerra en relación con la República sino digamos, en clave de Imperio, al modo sugerido por Dante.{4}

Más bien habría que plantearse la cuestión desde una propuesta de Raymond Aron en su libro República Imperial: según que los ejércitos traigan con ellos la libertad o el despotismo, desarrollo económico o estancamiento, una elite modernizadora o reaccionaria, el papel imperial aparece como bienhechor o como odioso{5}. Sobre la violencia y su relación con la guerra en este contexto, el materialismo filosófico ha desarrollado importantes aportaciones. Me permito remitir al libro de Gustavo Bueno, La vuelta a la caverna. Terrorismo, guerra y globalización, Ediciones B, Barcelona 2004. Sobre la Idea de Imperio, recordar que desde el materialismo filosófico se diferencia entre Imperios generadores e Imperios depredadores.

Alain Joxe (hermano de un ministro francés, por cierto) es uno de los más influyentes abogados de la necesidad de organizar una defensa europea independiente de los planes de los EEUU. Su libro El imperio del caos. Las repúblicas frente a la dominación estadounidense en las posguerra fría, Fondo de Cultura Económica, Argentina 2003, plantea tesis a mi juicio excesivamente radicales, aunque ello no es indicativo de falta de fundamentación como para que nos llevara a desdeñarlas para llevar a cabo los análisis del fenómeno de la política actual en la Unión Europea al respecto. En el capítulo quinto, titulado «La militarización del Imperio, de Clinton a Bush Jr.», propone Joxe lo siguiente:

Por lo tanto, es importante elucidar la cuestión de la definición por los Estados Unidos, de sus alianzas cercanas de Europa, en los Balcanes y el mundo árabe; para ser aliados, o incluso solamente coaligados, por lo menos hay que ser dos. Y el problema, para Europa, es saber silos Estados Unidos todavía razonan estratégicamente en términos de alianzas políticas.

Ciertamente, si tenemos en cuenta las tesis sostenidas por Henry Kissinger en su libro La Diplomacia{6} al respecto de si es aconsejable una estrategia, para EEUU, que se base en el llamado equilibrio de poderes o en el poder unilateral de un solo Estado hegemónico, resulta muy interesante lo que plantea Alain Joxe, quien concluye en los siguientes términos:

La intervención militar unificadora se propone entonces la creación de espacios económicos unificados no soberanos, que acepten las recomendaciones del Banco Mundial y el FMI(Fondo Monetario Internacional) y compensen con las concentraciones económicas la pulverización de las soberanías formales, que deben funcionar como democracias pero no soberanas. La democracia (la global governance) se convierte así en una cualidad simplemente municipal. Y ese proyecto imperial, totalmente comparable al del imperio romano, no tiene ninguna necesidad de alianzas.{7}

2. El terrorismo islámico y la guerra

En cuanto a la situación de Europa en relación con los Estados árabes y la religión mahometana es imprescindible que se tengan las cosas muy claras. En esta labor aclaratoria colaboran algunos estudios que nos parecen imprescindibles. En primer lugar citamos una serie de seis artículos del profesor Serafín Fanjul publicados en el diario madrileño ABC con el título: ¿Vuelve Al Andalus? Confrontación y coexistencia con el Islam.{8}

Tenemos por otra parte, que hacer especial hincapié en el conocido ensayo que publicara en la revista El Catoblepas Pedro Insua{9}, el cual muestra con meridiana claridad y contundencia argumentativa el verdadero peligro que para la España del presente supone el auge del islamismo en nuestro país. En «España en Babia», un año después, Insua expone magistralmente, a mi juicio, lo que España y Europa se juegan con el asunto del Islam. El apartado nº 4, que analiza la cuestión del 11-M en España (atentados de Madrid con más de doscientas víctimas mortales en el mes de marzo del 2004) en clave del ataque a las Torres gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre del 2001. Tema este que ha sido analizado{10} por Gustavo Bueno Sánchez y por Gustavo Bueno Martínez con anterioridad al ensayo de Pedro Insua pero, como es lógico, dado que aún no se había producido el ataque del 11-M en Madrid, ni se conocía el rumbo que habrían de tomar las acciones políticas y militares para tratar de responder a esos ataques del Islam, el artículo de Insua es esencial; cuando los Bueno escribieron sus sendos artículos para comprender la urgencia e interés por dejar en claro cuáles son las estrategias, fines y proyectos que la Unión Europea debería potenciar desde tal perspectiva. Y se trata sin duda alguna de una perspectiva que plantea los problemas de Europa en términos de real politik y con las herramientas que aporta el materialismo filosófico. Permítaseme citar tan sólo una frase del artículo de Pedro Insua :

Veamos pormenorizadamente cómo se desarrolla esta complicidad entre yihadismo e izquierda fundamentalista, verdadero agujero negro del 11-M. La sola idea de que puede haber una complicidad entre el yihadismo y la izquierda fundamentalista es muy grave como para no dedicar un esfuerzo a estudiar muy cuidadosamente estas tesis de Insua . Nos referimos a la idea de fundamentalismo de la izquierda o izquierda fundamentalista en el sentido de las tesis que sostiene el libro El mito de la izquierda, de Gustavo Bueno. En este tipo de la izquierda indefinida se incluyen algunos influyentes teóricos de la política como sería el caso de Bill Kymlicka y entre otras cosas habría que recordar el hecho de que quienes se mueven dentro de las coordenadas de la izquierda (indefinida) fundamentalista, apoyan este modo de acción social y política, a saber (cito textualmente del libro El mito de la izquierda): esta izquierda promoverá, con carácter prioritario, la necesidad de educar en valores (es decir, en sus valores) a la juventud y al pueblo en general.{11}

Podemos comprobar en España, en estos momentos que la joya de la corona de la nueva Ley de Educación promovida por el Gobierno de Zapatero (PSOE, Partido Socialista Obrero Español) es la llamada Educación para la ciudadanía. Ciudadanía que deberá ser educada en esta línea ideológica y política. No podemos extendernos en este asunto crucial. Quede señalada su importancia presente.

En la revista Arbil{12} podemos leer algunos interesantes artículos sobre esta temática, como el escrito por M. A. Rodríguez de la Peña que lleva como título «Islam y Cristiandad: la guerra de los mil y un años», que maneja como un referente fundamental el imprescindible libro de Serafín Fanjul, Al-Andalus contra España. La forja del mito, Siglo XXI, Madrid 2000.

Además de los análisis que nos expone Gustavo Perednik en El Catoblepas{13} sobre el modo en que Europa se ha ido definiendo en lo que toca a las naciones árabes, desde un anti sionismo evidente que ve en Israel al enemigo de la justicia por su modo de discriminar a los pobres palestinos, hay una página web http://www.infoisrael.net, donde disponemos de un artículo muy importante para nuestro modo de plantear la tesis de que Europa no acaba de ver con la necesaria claridad el peligro que supone el ataque del Islam a la raíz de la propia civilización europea. Quisiera al respecto, destacar el artículo de Bat Ye'or que lleva el sugerente título de «El retorno de Munich: el espíritu de Eurabia». La tesis que propone Bat Ye'or es la siguiente:

En Munich, en 1938, Francia e Inglaterra, agotados por la cifra de muertos de la Gran Guerra, abandonaron Checoslovaquia a la bestia Nazi, con la esperanza de que al hacerlo, evitarían otro conflicto. El espíritu de Munich alude así a una política de estados y pueblos que rechazan confrontar una amenaza, e intentando tener paz y seguridad mediante la conciliación y el agradecimiento, o incluso, en algunos casos, la colaboración activa con los criminales.

Y de un modo tan claro como contundente continúa la elaboración de su tesis central con los argumentos siguientes:

En Munich la guerra no se había declarado aún. Hoy la guerra está en todas partes. Y aun así, la Unión Europea y los estados que la abarcan han negado la realidad de esa guerra, con el ataque terrorista de Madrid del 11 de marzo del 2004 justo delante de las narices. Si hay un peligro que Europa reclama urbi et orbi, ese peligro sólo puede venir de América y de Israel. ¿Qué debe una entender? ¿Puede haber alguien que sostenga enserio que son las fuerzas norteamericanas y las israelíes las que nos amenazan en Europa ¿ No, lo que tiene que entenderse es que las políticas norteamericanas e israelíes de resistencia al terror yihadista provocan represalias contra una Europa que ha dejadote defenderse hace tiempo. Así que para que la paz pueda prevalecer por todo el mundo, sólo se necesita que esos dos países, América e Israel, adopten la estrategia europea de rendición constante, basada en la negación de la agresión. Cuán simple.

Y Francia, bajo las coordenadas manejadas por Bat Ye'or, es la causante de la situación de ese espíritu de dihmitud (que quiere decir: la condición de sumisión de judíos y cristianos a la dominación musulmana):

La sumisión, sin una sola lucha, ha tenido lugar ya. Una maquinaria que ha hecho de Europa el nuevo continente de dihmitud arrancó hace más de 30 años por instigación de Francia.

3. La seguridad, la integración y el cambio de identidad

La investigadora noruega Pernille Rieker, desde el Instituto Noruego de Asuntos Internacionales plantea lo siguiente en el tema de la seguridad:

Este artículo ha sugerido una manera de entender tanto el modo en que la Unión Europea opera como un sistema de seguridad, cuanto el modo en que el sistema, definido como una comunidad de seguridad fuertemente vinculada entre sí, contribuye (repercute) a algunos cambios en el pensamiento sobre la seguridad nacional. En el actual y heterogéneo complejo de seguridad europea, la UE se convierte cada vez más en factor importante en tanto que actor de des-segurización (desecuriting actor). Un alto nivel de integración política combinado con el carácter comprehensivo del proceso de integración produce seguridad de modo más eficiente que otros sistemas tradicionales. La comunidad de seguridad fuertemente cohesionada tiene también fuerte impacto sobre las identidades de seguridad nacional. Podemos argumentar que las normas de la comunidad influyen sobre el cambio político mediante un proceso de socialización que combina diferentes formas de acción social y que cada una de ellas es dominante en varios estadios del proceso de socialización. Mientras que la lógica instrumental es a menudo el punto de partida, una lógica argumentativa se activa cuando las ideas nacionales tradicionales son objeto de un reto y los riesgos de ser persuadido por los instrumentos de tales retos se incrementan.

La interpretación que hace Rieker recurre en cierta medida a tesis habermasianas de la acción comunicativa. El afirmar, por nuestra parte, que esto se hace en cierta medida, implica que la propia P. Rieker no está plenamente de acuerdo con Habermas, incluso lo critica, pero lo que quisiera señalar aquí es que estas tesis de la investigadora noruega han de ser analizadas desde el materialismo filosófico. Se trata de afirmaciones de este tenor:

Según Risse, argumentar supone que los actores tratan de poner a prueba la validez inherente de lo sostenido en cualquier afirmación de tipo causal o normativa e intentar un consenso comunicativo acerca de la comprensión de una situación y además intentar justificaciones para los principios y normas que guían su acción. Basada en la teoría de la comunicación comunicativa de Habermas, la racionalidad argumentativa implica también que los participantes en un discurso están dispuestos a ser persuadidos por un argumento mejor y a que las relaciones de poder y las jerarquías sociales se sitúen en un segundo plano . Esto significa que la meta de la interacción discursiva es lograr un consenso argumentativo con el otro, no imponer la propia visión del mundo y los propios valores morales. Como las pretensiones de validez de identidades e intereses están en juego en los discursos teóricos y prácticos, un consenso argumentativo tiene efectos constitutivos sobre un actor. Este punto ayuda a clarificar la mutua constitutividad de agentes y de estructura social que el constructivismo enfatiza. Los agentes no son simplemente marionetas de las estructuras sociales ya que pueden cuestionar las pretensiones de validez inherentes en cualquier acción comunicativa. Al mismo tiempo, son agentes sociales que producen las estructuras de significado intersubjetivas a través de sus prácticas comunicativas. En este sentido habermasiano, la racionalidad argumentativa está basada en varias precondiciones. Primera, los actores necesitan habilidad para empatizar [nota de E. Rabadán a la traducción: del concepto, digamos, psicológico, empatía, utilizado también en estética, en el sentido de ein fühlung, 'empatía']. Segunda, los actores necesitan compartir un mundo de la vida común, el cual consiste en una cultura compartida, un sistema de normas y reglas percibidas como legítimas y la identidad social de actores que sean capaces de comunicar y actuar. Finalmente, los actores necesitan reconocerse unos a otros como iguales (Risse 2000: 10).

A menudo se sostiene que las relaciones internacionales son anárquicas y que no podría haber un mundo de la vida común. Por añadidura se sostiene que las relaciones de poder están siempre presentes en las relaciones internacionales. Como propone Risse la anarquía podría ser considerada un mundo de vida común limitado si éste (El mundo de vida) es el fondo cultural compartido contra el que se comunican los actores en la política del mundo. Pero en las relaciones internacionales hay también situaciones caracterizadas por densos modos de interacción en el seno de instituciones internacionales altamente reguladas. Esto significa que una comunidad de seguridad europea fuertemente vinculada basada en una identidad colectiva y en valores y normas puede constituir un mundo de vida común. Sin embargo, la otra condición en torno a la ausencia de relaciones de poder es más difícil de cumplir. Pero aun cuando la condición habermasiana del igual acceso al discurso no la encontramos en la política mundial, esto no quiere decir que aquéllos actores que tienen el privilegio de participar en el discurso de las organizaciones internacionales o en negociaciones inter estatales no se involucren nunca en un comportamiento (truth-seeking behaviour) de búsqueda de verdades y en debatir acerca de normas. El asunto no es realmente saber si las relaciones de poder están ausentes en un discurso, sino saber hasta qué punto pueden (dichas relaciones de poder) explicar el resultado final argumentativo (Risse 2000: 18)

Como sugiere Risse, los varios modos de acción social representan tipos ideales que raramente ocurren de forma pura en la realidad. Los actores actúan a menudo estratégicamente al tiempo que actúan discursivamente y al hacerlo así en primer lugar siguen normas que permiten esta interacción. La lógica del consecuencialismo está de tal manera presente que los actores usan la retórica para convencer a otros de que cambien sus intereses, identidades o visiones del mundo. La lógica de lo apropiado (appropiateness) [podríamos decir, acaso, que esta palabra appropiateness equivale a lo políticamente correcto, dado el contexto en que se maneja, comentario de E. Rabadán] prescribe lo que es considerado como una demanda legítima de verdad en un discurso público dado y, por tanto, circunscribe los límites de este discurso. Finalmente, la lógica de la racionalidad argumentativa y la conducta de búsqueda de verdad parece llegara imponerse en el caso de que los actores estén inciertos sobre sus propias identidades, intereses y visiones del mundo y/o silos argumentos retóricos están sometidos al escrutinio y contra retos que lleven a un proceso de auto entrampamiento argumentativo (Risse 2000: 23)

Algunas tesis filosófico materialistas

No hay un Estado o sociedad política que pueda, por medio de la razón discursiva, el diálogo «consensuado», actuar políticamente en base a acuerdos que respeten la identidad nacional en el sentido que se plantea en el análisis de la investigadora noruega, y ello en tanto en cuanto ella acepte las tesis de Habermas, que al parecer no lo hace sino, acaso, de un modo parcial y por lo mismo, a mi modo de ver, confuso.

La lucha por imponer unas normas frente a otras no es función de un modelo en el que el parámetro esencial de la función es la apertura a los otros (con talante comunicativo, con «buen talante»{14}) o el consenso, porque aquí de lo que se trata es de garantizar la seguridad de cada uno de los Estados de Europa, frente a terceros. Y esto es, precisamente, lo esencial en cuanto al fenómeno de la seguridad y no tanto, pues, el concepto de la identidad de cada nación en su propio interés. El interés es común, pero frente a terceros. Sí habrá consenso, pero más bien en el seno de una biocenosis{15}. Y desde luego, en la lucha por sobrevivir (es decir, en términos filosófico materialistas: la eutaxia de cada Estado es el objeto que se persigue de los planes, proyectos, estrategias en las relaciones con los otros Estados que conforman esa biocenosis, en este caso, la constituida por los actuales 25 Estados de la Unión Europea). Como podemos comprobar al estudiar el componente fenoménico de estos asuntos militares, no es factible, en el presente, que cada nación política pueda enfrentar ella sola los gastos militares que se precisan para mantener esa necesaria seguridad.

Podemos pues ir elaborando nuestra propia alternativa materialista filosófica (o alternativa analítica en un lenguaje filosófico metodológico más mundano pero muy poco claro{16}) con respecto a los cambios que experimenta la llamada identidad del Estado, en lo referido a la seguridad del mismo (en el sentido de seguridad de sus fronteras, de sus habitantes, de sus capas productivas --capa basal en nuestros términos--).

Un libro fundamental al respecto de lo que nos ocupa, es decir, desarrollar una propuesta de «análisis» acerca de la seguridad en Europa, es La vuelta a la caverna. Terrorismo, Guerra y Globalización{17}. Comencemos por delimitar algunos asuntos clave a partir del siguiente texto de la obra:

La guerra presupone al Estado, pero sin reducirse a las categorías políticas, puesto que hay otras categorías involucradas con éstas. Ahora bien, el desbordamiento de de la categoría política que la Idea materialista de guerra, aun situándose en una plataforma política, propicia, constituye una crítica a la categoricidad misma de la esfera política. Una crítica que puede hacerse consistir en la denuncia incesante de su condición abstracta, por tanto, de la involucración de las categorías políticas con otras categorías. En realidad, ninguna idea de la guerra, aunque se apoye en una categoría mejor que en otra, puede prescindir de estas involucraciones con otras categorías.

No se propone la categoría de biocenosis en este contexto por mera cuestión de método o de teoría digamos, sino que en el ejercicio de las relaciones políticas constatamos que cuando, en la búsqueda de la propia eutaxia, los Estados de la UE, se alían en la búsqueda de las mejores estrategias comunes pero siempre buscando el propio interés en orden a la eutaxia precisamente, es decir, en orden a mantenerse como tales estados soberanos, en la medida en que ello sea viable en el proceso y curso histórico del presente (que funciona en el contexto de un pasado histórico que en alguna medida estará moldeando a nuestro presente político) Se deberá entonces hablar, no de solidaridad ética (en el sentido de la Europa sublime de la ética de la acción comunicativa, en el sentido de Habermas{18} &c.) de unos miembros de la comunidad política respecto de sus socios comunitarios, sino de solidaridad política. De esta solidaridad política es de donde se parte para forjar el concepto o categoría política de biocenosis.

Como ya anticipara el citado España frente a Europa, esta cuestión (¿Cómo podría afectar y especialmente respetar este [posible] Estado Federal (europeo) las identidades de los Estados socios, en una comunidad de biocenosis antropológica?) es uno de los problemas más complicados en la sistasis o con-formación de la Unión en tanto se encuadraría en una Constitución Europea de tipo federalista.

Este problema ya se mostró en todo su alcance político ejercitado, efectivo, al rechazarse en el referéndum francés, la propuesta para un Tratado de la Constitución Europea. Y el llamado efecto dominó en otros estados, como lo fue en el caso de la cancelación británica del programado referéndum sobre la misma cuestión.

Y en el contexto de España frente a Europa, podemos ver cómo, a cinco años ya de su publicación nos encontramos, los europeos ante hechos que muestran la utilidad de propuestas filosófico materialistas como la siguiente tesis de la incompatibilidad de España (y de su Imperio) y del Islam, a saber:

Esta incompatibilidad no significa por sí misma menosprecio por el Islam, como tampoco implica menosprecio por la cultura hispánica. Significa simplemente escepticismo ante el eclecticismo y, por tanto, exhortación a tomar partido.{19}

Y el asunto es crucial por lo siguiente: no parece prudente, para la eutaxia de los Estados Europeos, el admitir en su seno un Estado (o varios si se diera el caso) cuya política incluya el modelo coránico de naciones étnicas de tipo tal que sea el Corán la pauta a seguir cuando se trata de orquestar la política, como advertía ya Gustavo Bueno en 1999. Sin embargo hay un Estado con mayoría religiosa islámica que, siendo miembro importante de la OTAN por su situación estratégica evidente no es aceptado (por ahora, veremos qué sucede en el futuro) en la Unión Europea. Como parece claro, nos referimos a Turquía.

Es una referente muy interesante este caso (y eventualmente otros que podrían darse en el próximo futuro político del curso de la UE) de Turquía y su relación con la UE. Miembro de la OTAN, no es sin embargo aceptado a pesar de su insistencia, en el seno de la Europa de los 25. Supongamos que Turquía fuera aceptada como un Estado más de la UE. En cuanto a estrategias proyectos y planes europeos en el terreno militar, sería un país musulmán en una posición estratégica (para el Islam de implantación política real) envidiable, pero acaso, poco interesante para el resto de los Estados europeos miembros de la UE en cuanto a que estratégicamente podría ser un error solidarizarse (en el sentido de la solidaridad política, materialista, no ética, idealista, ideológica o retórica) con Turquía. El asunto clave es, a mi juicio, que hay un proyecto de Europa norteamericano, que incluye el control estratégico y político sobre la OTAN. Claro que esto podrá interpretarse como la estrategia imperial norteamericana en curso para envolver no sólo al Islam o preparar una barrera de protección alrededor de China, sino un ortograma imperial que planifica envolver a la misma Unión Europea, tal como lo hacen James Petras y Veltmeyer en su libro El sistema en crisis (Dinámica del capitalismo de libre mercado){20}.

No puedo extenderme en este análisis de los autores citados, pero sí merece la pena, cuando menos, citar una importante tesis que encontramos en su libro. Se trata de la tesis según la cual la centralidad del estado imperial a la hora de incrementar el poder estadounidense por medios militares refuta las hipótesis de destacados teóricos del Movimiento Anti-Globalización, tales como S. George, T. Negri, Ignacio Ramonet, Robert Korten, &c., que tienden a creer en la autonomía de las corporaciones globales, y que según la tesis de Petras-Veltmeyer resultan en el momento actual hipótesis anacrónicas. Citamos un texto para tratar de explicar un poco más el tema:

La contraofensiva imperial que siguió al 7 de octubre [declaración de guerra de EEUU a Afganistán en 1991] está basada en imperativos estratégicos y económicos, sin que tenga nada que ver un supuesto choque de civilizaciones. El imperio norteamericano incluye Estados musulmanes (Pakistán, Arabia Saudita, Egipto, Turquía, Marruecos, Bosnia, Albania, &c.), el Estado judío de Israel, y regímenes laicos nominalmente cristianos. Lo que define la ofensiva imperial estadounidense no son unos aliados permanentes de una religión o de una civilización u otra, sino sus intereses permanentes.{21}

No es que se deba dejar de prestar atención a componentes digamos «culturales» o religiosos en esta situación, pues sin duda alguna hay componentes fundamentales, incluidos en la retórica del poder, como son los discursos e intervenciones televisadas o difundidas por los medios (revistas, diarios, artículos de intelectuales al servicio de la casa Blanca, componentes esenciales, no meramente fenoménicos, en cuanto se trata de elementos estructurales de la política de Estado. Discursos que, analizados desde el materialismo filosófico, implican la necesidad de tomar en cuenta las conexiones y relaciones entre los componentes de los tres ejes del espacio antropológico).

Hay un libro{22} muy sugerente al respecto de este tema, en el cual se muestra detalladamente la conexión entre componentes del eje angular con componentes políticos pertenecientes al eje circular. El uso de términos como el bien y el mal y el modo cómo los medios se hacen eco de tales conceptos en los Estados Unidos y en el Mundo. Pero esto, manejado desde las coordenadas que sugiere el Espacio Antropológico, nos permitirá hacer una trituración de las ideas implícitas o explícitas en los estudios sobre la sinalogía política en Europa dentro de un contexto del curso de las sociedades políticas, de los Estados, en el cual se está dando el proceso (en marcha, en curso) de una fase terciaria, en la que podrá advertirse la multiplicación de relaciones políticas que desbordan el ámbito estatal, porque se establecen a través de Estados, pero sobre todo porque abren camino a ciertas estructuras que parecen desbordar los marcos de los estados históricos (fase postestatal){23}.

Ante el hecho de que los gastos militares suponen cifras difíciles de sostener o alcanzar por la mayor parte (si no todos) los Estados de la UE, Noruega, o España, Francia e incluso Alemania o Suecia, Italia, &c., es imprescindible, en el curso de las sociedades políticas del presente, dentro de sus relaciones con la estructura esencial de los Estados miembros de la UE (o no miembros, caso de Noruega por cierto, perteneciente a la OTAN y en carácter de Estado vinculado parcialmente a la UE) tomar partido sin duda alguna.

Lo difícil, en un asunto planteado desde coordenadas de seguridad nacional, es decidir acertadamente cuáles son las estrategias más eutáxicas, pero por la implicación digamos estructural de Economía (capa basal) y de estrategias de defensa, tenemos el problema, aparentemente complejo al menos, de saber cómo compaginar asuntos de soberanía militar de la UE con respecto de los EEUU.

Llama la atención que un Estado con relativa importancia militar en la UE, perteneciente a la UE, como es Suecia, no sea sin embargo miembro de l a OTAN.

En el seno de la UE y dentro de los planes y proyectos en común, vemos que se trata de cooperar en materia militar por varias razones más o menos estratégicas: Políticas: acercamiento de los Estados miembros; Militares: interoperabilidad y logística; Económicas: compartir costes; Industriales: estructurar polos de excelencia.

Una interesante pregunta que debemos plantearnos es la siguiente: ¿qué Estados serán los que dirijan las estrategias de estructuración industrial europea en el ámbito militar?

Es importante señalar que en un estudio publicado en Francia el año 2000 la cifra de negocios de la industria de defensa norteamericana superaba en una proporción de tres a uno a la europea: 130 mil millones de euros de los EEUU frente a los 45 mil millones de euros de la Unión Europea. En cuanto a personal empleado ambos, corresponde a EEUU un millón trescientas mil personas a la UE seiscientas mil para el año 2000

En cuanto a cifras sobre Europa en este ámbito: El Reino Unido tiene una cifra de negocios de 20 mil millones de euros, seguido de Francia con 1 mil millones de Euros. En tercer lugar Alemania con 6 mil millones, Italia con 5 mil, Suecia con 2 mil y España con mil millones de euros

El modo actualmente operante en el contexto militar europeo, parece ser el que se ha ido construyendo a partir del llamado Eurogrupo (creado en 1968 a partir de la demanda norteamericana de compartir a carga militar de la OTAN) . En 1996 se crea la OAEO (Organización de Armamento de la Europa Occidental) que es el embrión de una agencia europea del armamento.

Los objetivos específicos de esta organización política son: utilizar los recursos de modo más eficaz, abrir los mercados nacionales de defensa a la competencia transnacional (lo cual explica el hecho de que haya empresas españolas que tienen como principales accionistas a empresas tradicionalmente radicadas y nacidas, por decirlo de este modo, en los EEUU como es el caso de General Electric). Reforzar la base industrial y tecnológica de defensa europea y la cooperación en materia de investigación y desarrollo (el conocido I+D+i).

Pero, aun teniendo en cuenta que España forma parte, con Suecia en un nivel similar (con una mínima presencia, por supuesto) de los Estados que producen el 90 % del armamento europeo (los cuatro más poderosos en este ámbito son el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia) hay que reconocer que al igual que otros Estados de la UE o de su área (Noruega no está en la UE pero sí es miembro aliado, digamos) no es viable sostener una posición de defensa fiable en caso de conflictos serios intereuropeos, si se diera el caso, o extra europeos . La reciente venta de armas españolas al presidente de Venezuela, que tanto parece haber molestado no sólo a EEUU sino también a Colombia debería ser analizada al hilo de esta situación, en el sentido siguiente: un Estado, en la búsqueda de su eutaxia, deberá sopesar muy cuidadosamente si la venta de armas a un determinado Estado le redundará más beneficios políticos e indirectamente económicos que los propios de la tal venta. La prudencia política implica esta fineza en el análisis

La situación, todavía, permite ciertos planes, prolepsis controlables, al menos en parte, desde los Estados llamados soberanos. Lo que se valora en política es precisamente tal capacidad para la prudencia

Sin duda, en todas estas decisiones políticas, ha jugado y seguirá jugando un importante papel en la política exterior de los EEUU y la de la UE, aunque esta más bien parece que se delineará según las coyunturas, en torno a un debate ya en marcha desde el año 2003, cuando comienza la Guerra de Irak, acerca de si la OTAN ha de ampliar su alcance nivel global y si será o no el vínculo trasatlántico lo que defina tales planes y estrategias y proyectos desde cada una de las dos orillas del Atlántico.

Desde el ataque al corazón del Imperio el 11 de septiembre del año 2001, las cosas han cambiado y mucho en las relaciones de poder interestatales. Ha cambiado el papel que juega en el Nuevo Orden Mundial la ONU, lo mismo que está trasformándose el papel de la OTAN en dicho orden. Cada Estado debe saber cuál es la baza que le conviene jugar en esta nueva correlación de fuerzas.

Notas

{1} Gustavo Bueno ha planteado un asunto fundamental para nosotros, porque si se soslaya la cuestión de la relación entre la moral y la ética con el derecho, se cae con bastante frecuencia en el idealismo o en concepciones políticas de cuño teológico. El materialismo filosófico insistirá por tanto en lo siguiente, a saber. Vid. Sobre esto, Gustavo Bueno: «Principios de una teoría filosófico política materialista», en http://www.filosofia.org/mon/cub/dt001.htm), a saber: Los conflictos entre las normas éticas y las normas morales de una sociedad intentarán ser resueltos mediante las normas jurídicas. El Derecho, según esto, podrá definirse como el conjunto de normas que teniendo en cuenta las costumbres (los mores, la moral y, mejor dicho, las diferentes morales de los diferentes grupos que integran una misma sociedad política) trata de conciliar estas costumbres con las normas éticas, referidas a los individuos personales (los llamados derechos humanos tienen preferentemente un contenido ético cuya realización requiere la difícil abstracción de múltiples normas morales actuantes ligadas a la raza, al sexo, a la cultura, a la religión, &c.) En cualquier caso, al menos desde un punto de vista materialista hay que tener en cuenta que las virtudes éticas no pueden derivarse del supuesto de una subjetividad pura, dado que la subjetividad ética, para su consistencia material, necesita de un minimum de condiciones de vida por debajo de las cuales la degradación ética es inminente (es imposible por ejemplo, esperar y menos aún exigir una conducta generosa a quien está muriéndose de hambre) En este sentido las condiciones para una conducta ética de los ciudadanos han de ser puestas también, en cierto modo, por los planes y programas políticos. Es en este momento cuando es preciso introducir el concepto de biocenosis aplicado a la teoría política. En el libro de Gustavo Bueno, España frente a Europa, páginas 403 a 449, cuando se considera a Europa como una biocenosis, se hace en tanto en cuanto ello es una necesidad derivada, me parece, de las propias tesis del materialismo filosófico que propone esta consideración de Europa como tal biocenosis precisamente para evitar el idealismo o el utopismo en la teoría y la práctica políticas. En la parte tercera de este artículo veremos algunos aspectos relativos a esta cuestión, en concreto la crítica que hace Pernille Rieker a las tesis habermasianas de la llamada teoría de la acción comunicativa, críticas, las de Rieker, que en parte coinciden con tesis filosófico materialistas de modo más o menos indirecto, pero lo interesante es que avalan las tesis del materialismo filosófico contra las de Habermas y sus segadores filosóficos y políticos. Los fines, planes, operaciones y proyectos de las sociedades políticas del presente, en una composición de fuerzas de carácter dialéctico, implica la necesidad de tomar en cuenta las tesis aportadas por la Antropología, la Etología, &c., ya que no es una Ciencia lo que manejamos, sino precisamente un conjunto de categorías que definen la teoría política,& en el sentido de que la filosofía es un saber de segundo grado, no como parece ser que la entienden, a la filosofía algunos herederos de la Metafísica (entendida como la ciencia primera, &, que a mi juicio, es la posición de Habermas, con matices, claro está, matices que no podemos aquí pormenorizar).

{2} Consideramos de gran interés la lectura de cuando menos dos materiales para delimitar estas cuestione, porque se trata de definir la Idea de Guerra, que en el encuadre de las políticas de seguridad son fundamentales. Recomendamos la lectura de: James Petras, artículo «El significado de la guerra: una perspectiva heterodoxa» en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=3D12605. Gustavo Bueno, La vuelta a la caverna (Terrorismo, guerra y globalización), libro publicado por ediciones B, Barcelona 2004. Información sobre el mismo en http://fgbueno.es/gbm/gb2004vc.htm

{3} Cfr M. Chossudovsky, New undeclared arms race: America's agenda for global military domination, en http://www.globalresearch.ca/articles/CHO503A.html

{4} H. Münckler, Viejas y nuevas guerras. Asimetría y privatizaciones de la violencia, Siglo XXI España, Madrid 2005.

{5} R. Aron, Republique imperiale. Les Etats-Unis dans le monde, 1945-1972, Calman-Lévy, París 1973.

{6} H. Kissinger, La Diplomacia, Fondo de Cultura Económica, México 1995. Sin embargo, hay que tener muy presente que los sucesos del 11 S, ataque a las Torres Gemelas de Nueva Cork, &c., han cambiado de tal manera el panorama internacional que las propias tesis de Kissinger en este libro seguramente serían incluso más fortalecidas, esto es, se verían reforzadas por la necesidad de defender su hegemonía por parte de los EEUU, hegemonía que pretenderá ser atacada y rechazada por el mundo musulmán,& Sobre esta temática sugiero la lectura de algunos importantes artículos (varios autores) que han venido publicándose en la revista El Catoblepas en su web http://nodulo.org/ec/

{7} Alain Joxe, op. cit., págs. 201-203.

{8} En la web de ABC http://www.abc.es/especiales/index/.asp?cid=3D11188 La misma clave,pero terminada en 9985 y en 9986 9987 9989 para los distintos artículos de la serie

{9} Revista El Catoblepas, http://nodulo.org/ec/2005/n038p01.htm

{10} En el Proyecto Filosofía en español: http://www.filosofia.org/his/20011012.htm y en la web de la Fundación Gustavo Bueno http://fgbueno.es/hem/2001n14.htm respectivamente.

{11} Cfr Gustavo Bueno, El mito de la izquierda, Ediciones B, Barcelona 2003, págs. 242-243 ss. Interesa señalar en esta lectura que la izquierda fundamentalista, desde la Idea de Espacio Antropológico, en cuanto al eje circular, insistirá en que son los Derechos Humanos, tal como se exponen en la Declaración Universal de los derechos Humanos de la ONU, la guía de acción, digamos. Y esto supone que se apoye un modelo de política que lleve como sello de la casa la educación y potenciación del multiculturalismo, de la tolerancia exquisita (Bueno loc. cit.) de unas culturas ante las otras (...) tolerancia vinculada al pacifismo, al dialogo y a la subestimación de cualquier signo externo de nacionalismo canónico

{12} En la web http://www.arbil.org/(66)rodr.htm Por otra parte, en las segundas Jornadas de Nódulo Materialista en Madrid, se llevaron a cabo interesantes discusiones sobre el asunto que nos ocupa, en relación con el atentado de los terroristas suicidas en Madrid el 11 de marzo y su conexión con el proceso de elección presidencial en España el día 14 de marzo del año 2004. En estas jornadas participaba el profesor Fanjul, y El Catoblepas publicó la trascripción íntegra del mismo en: http://nodulo.org/ec/2004/n034p15.htm

{13} Podemos consultar los trabajos publicados por Perednik en El Catoblepas en: http://nodulo.org/ec/aut/gdp.htm

{14} Sobre esta postura política tanto en su aspecto teórico como político (es decir, en cuanto a sus aspectos de representación y de ejercicio) el artículo de Gustavo Bueno, «El pensamiento Alicia (sobre la Alianza de Civilizaciones)» que publica la revista El Catoblepas nos parece muy esclarecedor. Por cierto, en entrevista publicada por el diario madrileño ABC en noviembre del 2005 al escritor francés Andrés Glucksman, éste proponía el uso del concepto de pensamiento Alicia en el sentido de su ejercicio en la Francia de la quema de coches de París y otras ciudades, por los bárbaros cuyo lema (que al parecer adquirió cierta fama entre el gremio de periodistas ocupados del caso directamente) hace un curioso uso de la filosofía, a saber: quemo automóviles, destruyo escuelas, luego existo.

{15} En España frente a Europa, Alba Editorial, Barcelona 1999, Gustavo Bueno propone utilizar este concepto de biocenosis, en cierto modo para evitar caer en la mera teorización en cierto modo imperfecta (gnoseológicamente considerada, con lo cual dicha imperfección gnoseológica puede acarrear confusionismo en cuanto a las cuestiones ontológicas de los estudios acerca de la identidad en la seguridad &c.). La Unión Europea, más que un conjunto de sociedades políticas que constituyen una comunidad, es una biocenosis, en el sentido de que el tipo de unidad de la Europa realmente existente, no la Europa sublime sino la real, es una unidad definida como partes de un todo (la Unión de los 25 Estados miembros, algunos asociados a la OTAN organización que como es sabido es otra totalidad diferente de la UE, y, en la propuesta de clasificación de los distintos conceptos de Europa que encontramos en este libro, es parte,la OTAN, de los planes y proyectos, del ortograma de los Estados Unidos sobre la UE ortograma político que pude entrar en conflicto con los programas políticos de la UE o al menos de algunos de sus Estados más poderosos en aspectos fundamentales como son la Economía y la Defensa, por citar los más conocidos y evidentes: Alemania o Francia)

{16} Consultar en Diccionario Filosófico de Pelayo García, el término materialismo metodológico para entender mejor la importantísima cuestión de lo que implica el uso del término «análisis» en http://filosofia.org/filomat/df002.htm También es importante que se conozca el concepto de identidad sintética y la relevancia que el mismo supone para la teoría de la Ciencia. Para ello, remitimos al citado Diccionario además, desde luego, de los volúmenes publicados de la obra de Gustavo Bueno, Teoría del Cierre Categorial, Editorial Pentalfa, Oviedo.

{17} Gustavo Bueno es el autor de este libro publicado en el año 2004 por Ediciones B, de Barcelona.

{18} Muy interesante nos parece la lectura del artículo de Pedro Insua, «Habermas en España», en la revista El Catoblepas.

{19} Razones que justifican y explican ampliamente el por qué de esta necesidad de tomar partido podemos encontrarlas en el artículo de Pedro Insua, «Variaciones sobre Al-Andalus», en la revista El Catoblepas.

{20} Editorial Popular, Madrid 2004.

{21} Petras-Veltmeyer, Op. cit., páginas 67-69.

{22} David Domke, God willing? (Political fundamentalism in the White House, the war on terror, and the echoing press), Pluto Press, Londres 2004.

{23} Imprescindible para entender el alcance de las tesis del materialismo filosófico en este punto, la lectura del Primer Ensayo sobre las categorías de las Ciencias Políticas de Gustavo Bueno, publicado por el Gobierno de la Rioja. Un excelente esquema de tales tesis en Diccionario Filosófico de Pelayo García, disponible en http://filosofia.org/filomat/df570.htm

 

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